KOR EN MAYA
Los soles de Rath lentamente se apagaron y durante dias no se observaba nada mas que agua y mas agua, por donde se mirase todo era tranquilidad, todo tan apacible que parecia cierto que los dioses los acompañaban. Empeñaban su tiempo mayoritariamente en vigilar las aguas, los vientos, el rumbo, sacando calculos como alcanzarian las reservas si pasara tal o cual cosa.
Una de esas noches en que todos realizaban sus famosas pruebas mentales, kor tuvo una alucinación, que termino por completo tendido en el suelo de madera con estrepitosos sacudones, de los cuales su mestre lo dejo a su buena.
-Mestre has algo!!! – Decian sus guardianes, pero este los ignooro sin mediar palabra alguna. Cuando ellos quisieron levantarlo, este se interpuso anteponiendo su mano en señal de espera.
-Dejad ese cuerpo tendido –Todos miraron preguntándose que sucedia – ignotos!!, no ven que el trance que ha adquirido tiene especial mencion- Luego del trance estas palabras fueron dichas por el.
Asi fue como divague por las profundidades del mar:
Mi cuerpo caia como si tuviese un peso atado al pie, rapidamente llegaria a la oscuridad de las profundidades, donde nadie me veria ni escucharia. La respiración no me suponia problema, no sentia la necesidad de hacerlo y mi cuerpo se dejaba llevar, mientras caia cada vez mas, los ojos se cegaban dejándome por completo sin sentidos, entonces comprendi que no podria usar mi fuerza. Centenares de bestias marinas acompañaban el descenso, entre ellas pude distinguir una en especial de medidas descomunales que jamas hombre halla visto. Ella, mas bien el, me transmitio su nombre, le decian Ashram, espiritu de las profundidades y guia de Raya en los tiempos en que este dios prevalecia entre los demas, el fue quien me llevo hacia donde nadie habia llegado. La bestia gozaba de aletas como todos los que conocemos que viven aquí y unos extravagantes colores rojos y azules que hasta en la oscuridad eran visibles, sus ojos como dos globos fijaban la inmensidad en todo su alrededor que se movían sin parpadear de un lado a otro con dos lineas finas parecidas a una abertura en la tierra. Moviase con facilidad como ave en el aire y sus extensas extremidades creaban una onda que hacia imposible que no se llevase lo que a su alrededor estuviese. Con movimiento brusco entre sus garras me tomo sin obtener resistencia de parte mia, entonces supe que no pretendia solo otra cosa que guiarme como antes habiame transmitido.
No era ciudad, tampoco cuevas submarinas, menos construcciones como las que conocemos, sino que pretendia ser una esfera con cinco lados en punta, cada ser llevaba uno que los envolvia, hasta que se hizo visible uno que no gozaba del mismo privilegio, ese dijo llamarse Raya uno de los Dioses del mar.
Asi me hablo el ser:
-He de traerte hasta aquí con mi guia Ashram para que conozcas la historia de tu ancestro An kor, a quien le debo por siempre mis respetos, quien ha desafiado lo que ninguno de mi raza a podido jamas librarse, el odio de la Sierpe Marina.
Prosiguió Raya con su relato flotando frente a mi, y alrededor de estos sus fieles espiritus de las profundidades.
-Solo An Kor, conocio todos nuestros secretos y nuestras agonias, pues fue el quien nos libro durante siglos del espiritu que casi acabo con nuestra energia, clavando la espada en sus ojos. El alma de La Sierpe Marina no puede ser eliminada por ninguno que habite este mar, no podemos darle fin, pero si podemos ayudar a un alma noble en sus conocimientos para perder a la bestia en los confines de estos lugares.
Asi es como forjaron la espada Raya en las profundides, según hablo Raya, mezclando componentes de las coralinas del este y magma de las formaciones del sur, con su gema en la empuñadura similando el ojo de la bestia, que luego fue añadido el real por tus ancestros, para concederles siglos de paz.
-Sobre la Sierpe – Agregaba Raya – se sabe, según nuestro Oráculo, que volvera a golpear en estos tiempos, por eso has llegado hasta aqui con la sabiduría de tus reyes. Ten piedad sobre nuestras almas y sigue el camino como tus ancestros lo hicieron, tu nos daras otros siglos donde nuestra fuerza prevalezca en paz y nosotros seremos tus servidores en el basto mar.
Asi desperto Kor, sintiéndose tranquilo, camino hasta la proa y todos vieron como un espiritu emergente traia en sus manos la espada, que luego entrego al que el oráculo predijo sucesor de An Kor.
Motivo 1:
Como todo hombre dedicado a su ciencia este realiza comúnmente el cultivo de sus artes, mejorándolas.
Se trata de un amplio estado parecido al nirvana, en donde se conecta con su alrededor para conocer, este caso fue tan marcado que tuvo convulsiones, su mestre ya conocia ese estado dejándolo que experimente.
Motivo 2:
Se sabe que son seres altamente perceptivos, pues generalmente los que habitan el mar no hablan y estos tampoco lo hacian. Esta raza existio desde que los mares son mares y su medio de comunicación es la percepción mental, que Kor habia desarrollado muy bien gracias a sus practicas en los años que estuvo en los templos de Metal..
Motivo 3:
Conoce a Raya que es el forjador de la espada que lleva su nombre, este le cuenta la leyenda y le pide que lleve esa espada en pacto con el mar. Este emprende un viaje muy largo y le conviene tener guardianes en las aguas de Rath, es mejor contar con aliados que con enemigos, aunque portando la espada ya se halla ganado uno, La sierpe Marina.
Esto no le produce ninguna dificultad, pues sabe que si su ancestro lo hizo, el tambien podra hacerlo, ademas significa conocimiento y de eso se trata el viaje que realiza.
Conclusión:
Kor ahora empuñara la espada Raya en busca del ultimo ojo de la Sierpe Marina quien obtendra a cambio la fuerza de las criaturas de las profundidades de los océanos de Rath.