Un jovenzuelo mal vestido, con los pies descalzos apenas visibles por la suciedad se dirige al Caballero Teppic entregandole un mensaje cerrado:
"Maese Teppic, dado lo reciente de mi llegada al castillo de Klaskan, aún no he tenido tiempo de conoceros, pero puesto que parece que podría haber cierta sintonia en nuestras metas, os ofrezco mi ayuda.
En caso de que considereis interesante mi ofrecimiento, podeís mandarme contestación por este mismo muchacho. Ya le dado un par de monedas para que os entregue esta nota, precio más que de sobra para que transporte vuestra posible respuesta
Un saludo de Astahendida"
un saludo, Astahendida