Un rumor se extiende por todo klaskan, desde las profundidades de las montañas donde los enanos buscan en valde el metal que todo lo resiste, a las profundidades de los mares, donde los atlantes miran aún con cierto temor la sima en la que malherido se refugio Absablo. Un rumor recorre bosques y llanos, ni la lava ardiente puede acallarlo, ni el ruido de miles de orcos masticando huesos interrumpe su propagación, ni el sepulcral silencio de los no muertos permite oirlo con más claridad. Todas las razas de Klaskan abren sus oidos, porque este es el rumor, el microdiox va a hablar...