Gran inquietud me causa tu mensaje, caballero Asturiano. Largos meses han pasado desde mi ultima aparicion en este lugar y muchos acontecimientos han tenido lugar en ellos, hechos que no me atreveria a revelar de no ser porque al llegar a este lugar hoy despues de tal ausencia (algunos dirian que por coincidencia, yo digo que por una mano que aun no puedo definir como amiga o enemiga) me encontre con la escalofriante verdad de los numeros.
Hara no mas de una semana, me encontraba en camino a casa despues de muchos dias de nefastos acontecimientos, rodeada por una tormenta que no se ha detenido en mas de una semana y que incluso parece seguirme por doquier, mientras en mi mente las piezas del rompecabezas daban vueltas sin conseguir encajar entre si, o encajando muy lentamente, cuando un acontecimiento casi fortuito hizo que mi coche se detuviera en medio del trafico, imposibilitada como estaba para avanzar mas alla. Un camion de combustible se habia dado vuelta en medio de la carretera y ardia de tal forma que a varios kilometros las llamas eran visibles y pense que este era solamente un eslabon mas en la cadena de acontecimientos de los ultimos dias. Arrullada por una musica lenta, sin posibilidades de cambiar de emisora debido a un problema tecnico (coincidencia) me deje llevar en mis pensamientos y fue entonces cuando las piezas comenzaron a encajar entre si.
Fue entonces cuando sucedieron, en simultanea, dos hechos aparentemente inconexos que me helaron la sangre y se robaron mi atencion de los pensamientos que tomaban forma en mi mente y que, como ya relatare en otro mensaje, tienen relacion con la busqueda del Necronomicon. La primera fue que se desato sobre nuestras cabezas una tormenta de tal magnitud que temi que el auto pudiera averiarse de un momento a otro de tal manera que mi vida peligrara: un granizo enorme comenzo a golpear el coche con tal fuerza que parecia abollar el metal y romper los cristales en cualquier momento, creando un ruido espantoso que se mezclaba con el de los truenos, mientras la tormenta electrica golpeaba a nuestro alrededor todo lo que se interpusiera a su paso. Por un momento temi por mi vida y fue entonces cuando una fuerza misteriosa me invito a observar con atencion el tablero de control del coche, cosa que suelo hacer con frecuencia, para descubrir una coincidencia casi espeluznante: el kilometraje marcaba 222222 kilometros exactos y el reloj, averiado mas de dos meses atras, marcaba las 2:22 (aunque eran cerca de las 7pm).
En principio, tal curiosidad no me inquieto demasiado a la luz de la tormenta que amenazaba mi integridad y la de mi auto, y de hecho la archive en mi memoria posteriormente hasta que hoy, impulsada de nuevo por fuerzas poderosas y antiguas, regrese a este lugar y abri este tema casi con ansiedad, para encontrarme con un breve comentario, casi una broma, acerca de la inquietud de los numeros y la coincidencia del 22222 con la busqueda del Necronomicon. Mentiria si les dijera que no se me helo la sangre e incluso creo haber percibido arreciar la tormenta alli fuera mientras intentaba recuperarme de la impresion para escribir estas lineas. No, no son coincidencias, yo puedo decirlo con aterradora seguridad. Y lo que ha estado sucediendo por estas tierras lo es menos. Pero eso sera tema de otro mensaje, porque ahora mismo el miedo me abruma y me impide continuar la escritura. Que Dios se apiade de nosotros...