Al Senado y al Pueblo de Roma:
Señorías, Ares nos ha dado una legislatura más para luchar. Pero las cosas no son aún fáciles. Nuestra flota está totalmente arruinada, y Grecia necesita de un gran aporte logístico (10 flotas) que sin la entrega de grandes sumas de talentos de las ricas familias de Roma el Estado no podrá hacerse cargo. Y no sólo Macedonia nos acecha, también los cartagineses, vencidos pero no derrotados, y en las sombras ilirios y galos pueden atacar a la República.
Por eso yo mismo, Aemilius Trencavelus, volveré a tener la iniciativa ante la Cámara, ya que mi influencia y experiencia acumulada en estos años la consideramos vital para los buenos negocios de la facción. Por otro lado, a nuestro lado, se une el jovencísimo senador Tito Quinctio Flaminius, hijo del fallecido Cónsul que tan heróicamente dio su vida esta legislatura pasada por salvar a la República con éxito, permitiendo que el dictador Escipición Teppicus pasara a Hispania y derrotara a Amilcar. Quinctio Flaminius ha sido educado en Grecia, de donde ha regresado tras conocer la muerte de su progenitor, conociendo las tácticas de guerra de Filipo V de primera mano, que podrá ayudar, en un futuro seguramente no excesivamente lejano, a vencer a esos griegos que osan levantarse ante el poder indiscutible de Roma (en otras palabras, es un estadista que anula los numeros de desastre y empate de las guerras macedónicas, jugando esa carta de intriga).