Pues chico, los míos son obreros. Trabajan a cambio de su protección, sus diez latigazos mínimos al día (a los que trabajan duro se les dan más...), su comida (los restos de lo que come la Gran Horda), y su alojamiento (que bien a gusto estarían los lobos durmiendo sólos en las cuadras...).
Y encima se quejan...
viu, Gran Señor de la Horda.