¡El Papa Negro ataca de nuevo! Allá dónde actúa cae una desgracia.
Paparruchas.
Uve.
((Dos figuras, una vestida con larga túnica blanca y apoyándose en un retorcido bastón, la otra más alta, con negros tocados militares, ambos embozados con sus capuchas mientras pasean por uno de los claustros de Letrán...
-El Cardenal llegó a Constantinopla ayer, mi Santidad -dice el que parece ser un soldado-. No sospechan nada.
-Perfecto, Lord Bordeaux, perfecto... -la figura de blanco se detiene. Gira el rostro, fijando la mirada en su gigantesco acompañante y, bajo la capucha, la sombra de una sonrisa repleta de dientres ennegrecidos estremece al Duque Luc-. Sí, perfecto... Todo se está desarrollando según lo planeado.
Fundido en negro. Suena la música de John Williams))