- Esto...¿Puedo verlos?
Como buen estudiante de medicina, yo podía distinguir unos apuntes de mi carera de los de otra...más que nada por la letra. Las dos chicas misteriosas se miraron entre sí y sacaron del fajo de papel de secarse las manos unos apuntes. Cual fue mis sopresa cuando aparecieron ante mi unos perfectos apuntes de anatomía cardiaca, apuntes de organográfía, practicas...¡Que había hecho ese día!. Por supuesto, no eran los míos. Y por la letra deduje que eran de una chica.
- Mira, somos de bellas artes y los hemos encontrado al mediodía en el aseo, despues de comer. ¿Te suenan?
- ¡Claro! todo esto es lo que he dado hoy, lo mejor es que me lo deis y mañana escribo en la pizarra que se han encotrado unos apuntes. No os preocupeis, yo me hago cargo.
Las dos chicas misteriosas se despidieron de mí y continuaron su camino. Yo pensé que sería buena idea colgar un papel en el corcho de la clase informando del hallazgo. Así que enfilé el pasillo hacia mi clase. Entonces, cuando estaba cerca de mi clase, vi que había una extraña reunión en la delegación de alumnos. Me acerqué intrigado, pues creí reconocer una cara. ¿Que ocurriía en aquella hora en aquel lugar?. Todavía pienso que si en ese momento hubiera salido corriendo nada hubiera pasado...
CONTINUARÁ
...
...
...
Vaya, aun quedan diez minutos para la clase de Organo. Pues sigo
CONTINUANDO:
Capitulo 3. La reunión de los chupasangres
Eran cuatro personas. Tres compañeras de clase y una desconocida. Yo, en mi inocencia, saludo a Paula, Cristina e Isa con un:
- ¿Qué haceis aquí?
- ¡Ay Mariano!¡Pasa, pasa jajaja!
Yo pasé y sentí un escalofrío. Un presentimiento me vino de repente: me estaba metiendo en la boca del lobo. La desconocida me miró. Tenía una edad indeterminada, pero no era joven. Vestía elegantemente y me miraba algo intrigada. Yo saludé y pregunté de nuevo:
- ¿Que haceis aquí?. Por cierto, ¿No habreis perdido unos apuntes de hoy?
(pausa publicitaria: COMPREN CRISTALES "EL MAGO LOCO": SUS HECHIZOS SERÁN EL DOBLE DE POTENTES CON LA MITAD DE FALLOS
)
Mis tres compañeras me miraron y se rieron con una risa que me produjo un escalofrío terrible. Me sentí muy pequeño, eso eran 4 contra uno. Dí un paso automaticamente hacia atrás. Paula me miró.
- Pasa, pasa y sientate.
No se porqué, pero como si fuera un automáta pasé y me senté. Mi cerebro pulsaba yuna y otra vez la señal de alerta, pero mis piernas se negaban a huir. Solo puede dominarme lo suficiente para volver a preguntar:
- ¿Habeis perdido unos apuntes de...hoy?
AHORA SI, CONTINUARÁ
(A que os tengo intrigados???
)