No se a vosotros, pero a mi la partida así me da que no va bien, así que voy a plantear la gran pregunta. Si vosotros, como jugadores, estáis conforme y a gusto con el ritmo que lleva la misma, adelante; si no, es vuestra oportunidad para modificar el ritmo.
Como dije, yo no voy a andar detrás de nadie; no organizo partidas con el afán de adquirir experiencia en puericultura y guarderías, así que sigo convencido de que el árbitro no tiene que andar recordando a los jugadores que deben jugar a algo a lo que se han apuntado voluntariamente.
Pero como parece que por unas u otras circunstancias siempre hay alguien que tiene algo mejor que hacer que estar pendiente del juego y el ritmo se hace eterno y aburrido (al menos desde mi perspectiva), propongo fijar unos plazos para cada fase (tomando en cuenta festivos, fines de semana y periodos vacacionales, como excepciones) y aquel que no haya podido o querido entregar en plazo que sea saltado, es decir, se ejecute con las órdenes que haya entregado (es decir, normalmente ninguna).