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Mensajes - SirRembrandt

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La Batalla de los Seis / Re: Entrega turno 1: Jugador
« en: 08 de Abril de 2006, 06:33:56 am »
Bueno, me supo mal no hacer una ambientación, aunque lo suplí en el turno si este saliera ^^.
A ver si no se me pasa la proxima vez (si me pilla con inspiracion xD)

Cuidense

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La Batalla de los Seis / Re: Quien es quien
« en: 23 de Marzo de 2006, 04:12:48 pm »
Ya envie los eventos. Si no llegara el pm por ser demasiado largo (no se el limite de texto de este foro para los mensajes privado pero me salio un pelin extenso), dimelo y reenvio.

Yo no me adjudico titulo. Rebelde y sin causa quizas xDDDDD
Cuidense.

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La Batalla de los Seis / Re: ¿Que Turno 0 quereis jugar?
« en: 21 de Marzo de 2006, 01:14:53 am »
Lo siento Rembrand, tu propuesta también era muy apetecible, tanto que de no haber "pensado" (siempre que ese verbo se refiere a mi hay que entrecomillarlo) en lo de la navecita (¿quizá estoy leyendo demasiada ciencia-ficción últimamente?) no hubiese hecho propuesta alguna y muy gustoso hubiese jugado con tu introducción.

Je. El amor propio y autoestima es fundamental. Te entiendo xDDD
Nah, en serio, no tiene de malo leer muxa ci-fi. Yo pq, como dije, me recordastes unos cuantos libros (sobretodo a Bradbury y a Lem) y me gustó el cambio de ambiente mucho.

Ahora, sobre el juego (joer, Eventos dentro de una nave. Que divertido! xD)... la introducción es tan vaga que no hay ni un tamaño de la nave? (amos q me lo puedo iamginar desde una enanezl hasta la como la nave de Rama de Clarke, de kilometros, no?) Simplemente q dos mil personas "humanas" (aunq no se llamen asi) van dentro. Doy por supuesto que tiene capacidad de comida para unos cuantos siglos...

Cuidense

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La Batalla de los Seis / Re: ¿Que Turno 0 quereis jugar?
« en: 20 de Marzo de 2006, 12:46:19 am »
Voté por Eilean.
Primero pq me recordó al Cronicas Marcianas de Bradbury y me recordó buenas cosas.
Y otra por cortesía.

Además, me gusta la premisa suya.
Cuidense

EDIT: Veis, aqui tb me lie. Yo entendi q cada uno llevaba su reino viniera de donde viniera, no q se escogia uno como base para todos xDD. Aun asi, en serio, me qdo con el de Eilean

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La Batalla de los Seis / Re: Empezamos
« en: 13 de Marzo de 2006, 01:12:25 pm »
Edite mi post y puse los motivos y la conclusión.
Lo siento, entendí que el turno 0 era sólo una ubicación del reino. Inclui las razones de la neutralidad en Fe/Empirismo, Orden/Caos como parte de los motivos del turno 0.

Cuidense.
PD: Ya toi por aquí, asi q contad conmigo habitualmente.


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Maquiavelli / Re: Verano 1457
« en: 08 de Marzo de 2006, 02:32:08 pm »
Extrañas nuevas traen los vientos.
Para ofensa de alguno, y bien de muchos, procedo a informar del fin de la mano de hierro que gobernaba el Ducado de Milán y atento con la noble región del Veneto. Y por igual, es augurado el ocaso de los Austrias. Les ofreceremos la más honrosa muerte. Desleales pero con sentido del honor.

OOG: Ya he vuelto. Buen turno. Entre hoy y mañana reviso mails y todo eso.
Cuidense.

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Maquiavelli / Re: Primavera 1457
« en: 23 de Febrero de 2006, 05:17:45 am »
OOG: No, tienes razon. Si me cayera mal la Noble Puerta te hubiera soltado improperios tb xDD
Ya envie mi turno, la semana q viene falto. Creo haber respondido todas las dudas diplomaticas.

Tb le di a Sprocket ordenes de Otoño bajo X supuestos q la semana que viene estoy ausente (aunque a la siguiente ya volvi). Si por lo q fuera, es necesario q hagais diplomacia conmigo para Otoño tendreis que hacer un alto en el juego, sorry (eso ya se lo comentais al Arbitro. El sabe las razones por las que Venecia pediria una pausa en el juego, y basicamente yo lo llamaria traiciones)

Cuidense.

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La Batalla de los Seis / Re: Turno 0
« en: 23 de Febrero de 2006, 03:47:33 am »
Los Klaiwërn (o Kl - iai - vr -Æon en su dialecto natal)

Antes de todo, él nació.
Antes de que los dos soles iluminaran la tierra, Æon existió.
Antes de que la vida como la conocemos existiera, Æon nos engendró.
Antes de aprender, Æon nos iluminó.

Nuestras tribus comenzaron a marchar por estas áridas tierras cuando el primero de los dos astros - el gran Æon - nos iluminaba en las noches de frío y el segundo nos hostigaba con su flagelante calor. Ellos sabían cazar, sabían matar. Ellas solo servían para engendrar. La necesidad nos urgía a buscar otros métodos de superviviencia más allá de metodos primitivos más la paciencia del gran Æon nos amparaba. Aquí no hay noches, un mundo de oscuridad, un lugar encarnado al temible Yoru pues en su vigilia habitamos. La luz del mediodia nos hiere, la falta de ella nos abriga. No hay noches, sólo días. El tiempo causante de todo, bendito y proscrito. Los dos mundos. Pero esto es lo que oirás de mi, joven aprendiz. Los grandes sacerdotes de Ithznak terminaron con nuestra cultura al mezclarse nuestros pueblos. Ellos ya no creen. No entienden que nuestra vida aún se debe a Él. No comprenden que sus anhelos materiales sólo podrían ser satisfechos por su benevolencia... Pero dejame explicarte mejor...

Nos extendimos, siempre amparados por el primer Sol, el plateado e iridiscente. El mundo del crepúsculo era el nuestro, las tormentas de arena no nos eliminaban con la misma virulencia que la peor de las enfermedades como si ocurría cuando Æon se escondía y nuestra comida hibernaba o se refugiaba en sus madrigueras. Pensabamos que darles caza en esos momentos podría ser lo mejor, y nuestro pueblo vivió de ello durante largo tiempo, aun a costas de una eterna división. La mayor parte de nosotros construía hogares, no perennes, sino tan efímeros como los copos de nieve, honrando a Æon que nos daba una situación estable para vivir. No eran cultos, no eran ceremonias ni liturgias, no eran oraciones ni plegarias. Era saber que nos amparaba. Y simbolismo. Él no necesitaba nuestra benevolencia, ni necesitaba de nosotros para salir todas los crepúsculos. En cambio nosotros si necesitabamos de él. Cuando la primera gran división sobrevino, dos quintas partes de nuestra gente maldicieron a Yoru - la mujer de Æon, el manto estrellado que acompaña a su amante - y se refugiaron en el día. Decían que Ithznak les daba calor, que les propiciaba vida y que les había regalado el don del fuego, como así lo llamaban. Debo decir que me pareció su único buen presente. El sí pedía fidelidad. Sus clérigos clamaban por rendirle pleitesía, y se temía que si no se cumplían sus demandas desaparecería. Al principio fueron pocos, muy pocos, pero su escisión cobró fuerza un largó día que Æon no apareció. No eramos tan grandes guerreros como pensabamos, ¿sabes? Cazar a un oso en su cueva es sencillo. Cazar a un grupo de ellos despiertos no tanto. Debe decirse que aún así, prosperaron. Ellos aprendieron a matar y devorar con piedra y madera. Nosotros a aprovechar el sueño de la naturaleza.

Y podría hablar horas sobre esto, joven, pero el tedio podría con vos. Te diré que pasaron siglos divididos. Nos expandimos por todo este continente, desde el Mar del Oeste hasta los Oceanos Ardientes. Conviviamos, y había comercio. Nuestras mujeres conocían las artesanías mejor que las suyas, y nuestros hombres estudiaban, pues nuestras largas noches comunales eran pozos insondables de sabiduría. Ellos... sólo conocieron la carniceria. Pero nos mezclabamos al inicio del crepúsculo, y muy raramente, al ocaso. En algunos de nuestros enclaves había bazares permanentes que se turnaban sus dueños, e incluso hubo familias que convivían a lo largo de todas las horas de un único día. Ellos extendían nuestra cultura por la fuerza, nosotros haciamos lo imposible porque nadie la olvidara. Inicialmente tengo entendido que fueron comienzos muy duros, pero con las décadas solo se volvió un sistema más. No eran leyes. El orden era estable como el crecimiento de nuestros cuadrúpedos, y las leyes eran naturales. No conocí la palabra moral hasta que no llegaron los extraños, pero podría decir que, moralmente, todos pensabamos similar. Eramos abiertos, nuestros hijos aprendían de todos. Los suyos, muchas veces, aprendían con los nuestros. Nuestras mujeres les enseñaron. Pero claro, no te he comentado el catalizador, ¿verdad? Nos atacaron. Un atardecer, con la bendición de Æon y la ausencia de luz, una horda de extraños sitió todas las fronteras orientales a base de sangre y dolor. Ithznak perdió muchos hombres aquel día. Aquellos, escasos, de los nuestros que habían aprendido de nuestros congeneres las artes de la guerra y la espada - oh sí, estoy hablandote de décadas, siglos; perdona si soy confuso - les defendieron. Un juramento de sangre fue forjado esa noche. Nunca habiamos conocido entonces la palabra enemigo. Pero si aprendimos la palabra lealtad. Era nuestra sangre, o su sangre. Nuestros pueblos se mezclaron en defensa de un bien común.... Aquellos conflictos solo fueron los primeros de una guerra interminable, donde miles de los nuestros tuvieron que soportar al doloroso Ithznak para aprender a calibrar la letalidad de un metal afilado, o donde todos nuestros jovenes se escondían en nuestros concilios oscuros (de nocturnos), pues era allí donde nuestra progenie, nuestro futuro, menos podía ser herido. También donde no olvidaron nuestra cultura...

[Tras unas toses y un trago de un pellejo continuó]
Pero eso, hijo, fue hace mucho. Tanto como nuestra guerra. Yo... yo he vivido mucho tiempo. Y mi familia dirige los Concilios bienales de la Primera Ciudad desde hace siglos, quizá seamos una de las verdaderas herederas de nuestras raices. Todo eso es historia. Ahora ya no se preocupan de Æon o Ithznak. Nuestros hombres nacen para la guerra, su dios es el oro del este y la única ley la espada. Pequeños lideres militares - como el bastardo de Krajner Grohaurg que se cree capaz de liderarnos, de dictar nuestra conciencia - controlan nuestros bordes llamandose Señores... Señores de la burda Nada y seca tierra debiera decirse. Aquellos que no quieren vivir así se refugian en nuestros enclaves centrales donde el dolor y la sangre no ha llegado. Nuestra geografía es lo suficientemente extensa y nuestras mujeres suficientemente habilidosas como para poder contar con comida y lugares seguros, relegando las matanzas a los bordes orientales... No recuerdan los viejos dioses, incluso a más de un estúpido he oido odiar la oscuridad de Æon por el frío que nos dió vida... Su vida es utilitaria, su conciencia impura, su futuro nublado. Recuerda sólo una cosa. No cometas insensateces ni olvides como ellos los viejos Nombres. Algunos días desaparecieron como escarmiento para nuestra gente. La Ley del Talión es nuestra ancestral ley. Aprende de mi, y no olvides tu camino... ellos han de volver, y cuando el Este caiga no deben sublevarse a sus creencias. Son falacias... Aunque de ellas te hablaré otro día...


- Narrado por Ornhild, diácono de Klaerwën

Motivo 1:
La sociedad es tanto guerrera como productora. Pero en regiones muy diferentes y alejadas. Esto es tanto por lo ocurrido como por las diferencias culturales, que a su vez provocan conflictos entre elllos eventualmente. Principalmente son más marciales en las fronteras, y más en el este donde hay guerra. Hacia el centro, protegido por largas regiones de tierras yermas o no aprovechadas (de ahi la extension de su terreno que no simboliza su riqueza) es donde tienen algo olvidada la guerra.

Motivo 2:
Su larga tradición de fe ha sido olvidada a medida que se mezclaban los pueblos y cambiaban sus métodos de vida por uno más prácticos y con muchos menos simbolismos. Realmente la guerra fue la gota que colmó el vaso. A la gente le importaba más la muerte de su hijo que lo que el Sol, que salía todos los días remarcaban otros, pensara.

Motivo 3:
No tienen leyes excepto la del Talión, y las que dicta la propia moral. Y esta no suele tender a la violencia. Esto último ocurre principalmente en las fronteras, donde nuevos Señores de la guerra se alzan, y algunos no han ocultado sus intenciones de declarar un estado marcial. Por suerte, la guerra le hace olvidarse de motivos propios.

Conclusión:
El pueblo sobrevive a base de dos culturas no completamente entremezcladas y con dos sociedades muy diferentes en cuanto producción y tendencias. Es neutral respecto a la fe (que pasa una época de olvido) y el empirismo (el cual ni siquiera han comenzado a perfeccionar) y el orden (solo gobierna su ética) y el caos (cada uno es libre de hacer lo que quiera. La Lex Talionis ya informa de las consecuencias). Si no fuera por la guerra, que obliga a las culturas guerreras a luchar y a las centrales a mantener las necesidades es posible que existiera una escisión pronto. El Oeste está casi olvidado por muchos, y alejado de conflictos evoluciona como si fuera una propia nación. Aún así, en cualquier lugar, todos se consideran Klaiwërn

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Maquiavelli / Re: Primavera 1457
« en: 21 de Febrero de 2006, 02:26:07 pm »
El Duce Veneciano tiene a bien informar publicamente la deshonra y humillación que ha sentido ante las nuevas, ahora que acaece el inminente Verano, y más por la perfidia y cinismo que el Señor de Roma es capaz de mostrar. Tal muestra de traición ante Florencia, un natural vecino y eterno amigo, que ha demostrado ser capaz de resurgir de las insurgencias de su guerra civil con una nueva autoridad (Trencavel) al mando, no merecía su desprecio, sino su más firme apoyo.

No puedo más que regalarle, dado mi gran respeto por el Papado y mi incapacidad de derramar sangre en Tierra Sacra (por fe y fidelidad cristiana, no otra cosa), una bolsa de cuero con 30 talentos de plata. Espero que su peso valga para los Romanos en oro lo que las amistades, diplomacia y lealtades no valieron. Tomaré a bien pensar que una traición cometida contra un amigo, puede ser devuelta a otros amigos.

A pesar de ello, Venecia declara su neutralidad en el conflicto. Aún tenemos un innoble rebelde austriaco propugnandose por convertirse en una horda de barbaros que vagan sin rumbo en busca de una Capital y tranquilidad que no poseeran. Si así le desea, nos podemos plantear el extenderle nuestra mano de amistad, demostrando así que la solidaridad Veneciana contra el Ducado de Milán y Austría les es favorable. Nuestra guerra no fue más que una en defensa propia. Y así seguiremos actuando en el futuro próximo.

Respetuosamente,
Venecia.

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El despertar de Orlak (L55) / Re: The Uve World
« en: 21 de Febrero de 2006, 05:37:29 am »
Como no sabia a quien de los dos enviar el mensaje privado (Victor o Uve) os lo envie a los dos ^^
Espero haya llegado (y uff, me encanta los relatos de Uve, solo q las reglas de LoE necesitan mas de un café para ser digeridas xDD)

Cuidense.

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La Batalla de los Seis / Re: Quien quiera jugar que pase
« en: 19 de Febrero de 2006, 01:11:53 pm »
Lo pongo aquí por si acaso.
Cuarto jugador si los hados me sonrien ^^

Cuidense.

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La Batalla de los Seis / Re: Dudas y preguntas
« en: 19 de Febrero de 2006, 01:10:43 pm »
Perfecto.
Te mandaré un turno 0 de todas formas al privado por si acaso la gente se acelera demasiado (xD) y lo publicas cuando sea necesario.
Eso es un: entendidas las respuestas (gracias) y me apunto ^^

Cuidense.

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La Batalla de los Seis / Re: Dudas y preguntas
« en: 17 de Febrero de 2006, 03:13:03 am »
Buenas!
Yo estoy interesado en apuntarme, solo q tenia antes un par de dudas en mente.

Periodicidad semanal? (aunq en eso no tengo problemas)

Citar
Cada jugador mandará antes del primer turno, y después de resolver el turno 0, dos eventos que podrían ocurrirles a la sociedad. Los eventos permanecerán en secreto hasta que sucedan (a no ser que el que los ha mandado se ponga a decirlos por ahí claro). De entre todos cada turno se escogerá uno al azar que sucederá, y que podrá ser usado en los argumentos.

No entendí bien esto. Mando dos posibles eventos después del turno 0 para TODO el juego, o cada turno? Si es lo primero, el master me informa q turno ocurren para incluirlo en la ambientacion o elijo yo? Si es lo segundo, idem.

Citar
Por excesivo se entiende cualquier cambio que provoque una variación de más de un nivel en alguno de los atributos, a criterio del árbitro.
Esto no es un reproche es mas una duda/sugerencia... Esto es muy subjetivo, no? En un turno de 50 o 100 años puede fundarse una Inquisición y montar extremismos con una libertad total (y solo hay q remontarse a la historia). No? Aunque vamos, no tenia en mente una sociedad muy jerarquizada eclesiasticamente... es un ejemplo.

Y lo ultimo... si puedo unirme, yo por razones de viaje me voy el 23F y vuelvo el 7 de Marzo. En ese tiempo, por narices, estaré ausente de internet. Podría mandar un turno 0 antes, pero no continuar hasta entonces. Por eso pregunto, paso de unirme para molestar el ritmo de juego ^^

Gracias de antemano,
Cuidense.

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Atención: Esto no es un juego / Pasos desencaminados
« en: 07 de Febrero de 2006, 03:19:34 pm »
Sospechoso pensé.
Alzar la cabeza de mi lectura me costó horrores pero las altas horas de la noche así lo precisaban. No pude hallar descanso en mi lecho pues esas palabras aún daban vueltas en mi cabeza pero lo que necesitaba ahora era repasar mis ideas, o quizás, sospechas. Había seguido los pasos del profesor Laban, Laban Shrewsbury para los otros catedráticos de la lejana Massachussets, y a cada paso que avanzaba en mi investigación todo parecía concordar más.

Él había desaparecido misteriosiamente siguiendo los mismos pasos que yo ahora estaba dispuesto a afrontar y eso atenazaba mi corazón en un puño, dando una sensación de ¿miedo? que nunca había poseido. No creía en las leyendas de Al Azif, pero demasiadas notas me daban ese nombre como respuesta. Lamentablemente estaba siguiendo los mismos pasos que alguien siguió hace casi 75 años y aseguraba haber conocido el Libro de los Muertos , y eso eliminaba toda posibilidad de que los datos que en estas anotaciones había aún se mantuvieran en pie. Hablaban del mundo del Sueño, hablaban de una lejana isla llamada R'lyeh - a la que yo reconocí como la Atlantida en algún nombre arcaico de una mitología perdida, Lemuria o Mu no encajaban en ese concepto - y peor aún hablaban de una organización mundial, un conjunto de hombres - y mujeres y vete a saber que más - que luchaban juntos por el retorno de una criatura. Una criatura que también había sido mencionada por los Caldeos siglos, por no decir milenios, atrás. No daba crédito a esta, ahora mi, lectura. El manuscrito, estas anotaciones de 1938, habían desaparecido junto con el profesor entonces, y habían aparecido en mi buzón una semana atrás, envuelto en cuidadosa lona de tintes escarlatas y demasiado polvo.

Dude de su veracidad instantaneamente, más yo entrenado en el arte de la historiografía y la ciencia pura, pues incluso informes tan perseguidos por locos como el profesor Harold Hadley allá en los mismos años no podían aparecer a miles de kilometros de distancia, por casualidad en mis manos. Pero quizás erré. No pude verificar aún su legalidad y mis cartas a Miskatonic no habían obtenido respuesta cuando la premura y mi impaciencia me hicieron sentarme horas atrás a leer estos legajos. Hablaba de los Dioses de las Estrellas, los Siete, sus Siete Sellos y Zonei y sus atributos, y hablaba de Ur. La mística, y mítica, Ur. Que cuando iniciara mi visita a la ciudad, a las Yermas Tierras, debería andar con pies de plomo. Que el Camino a través del Mar de las Esferas era uno en el que el cuerpo quedaba atrás. Que Ishtar, o Shammash, o quizás Innana - no sabía ya, demasiados nombres y muy pocas referencias, incluso con toda una biblióteca mitológica a mis espaldas - gobernaban el mundo, que Dylath Leen era el nombre de una de sus ciudades y que la gran criatura a la que esta secta adoraba controlaba, ¿o influenciaba?, los sueños de los hombres.

Me levanté de la silla con claras intenciones de prepararme un café. Lo necesitaba pues si al menos no podía dormir, no lo haría a disgusto. El chorro de whisky en el café, una costumbre tomada de mi abuelo, aireó mi nariz al tiempo que pareció aclarar mi mente. Encendiendo el flexo sobre la mesa, con un último vistazo a las palabras de Laban, tomé mi ejemplar de Prim dispuesto a consultar algunas de sus palabras. Antes había indagado por las obras de Sir Amery, Andrew Jackson Davis, el reverendo Arthur, o incluso el más celebre Poe, pero ninguna de ellas daba solución a mis incognitas o arrojaba una mínima luz.

Tras horas de insomnio y con la mente desvelada, volví a sentarme ante las revelaciones que mencionaban a Irim. Extraño, pues había aprendido arameo - mejor dicho algo del dialecto sirio y apenas conocía la mayor parte de su vocabulario a excepción de ese que había servido para mis fines bibliógraficos o el que mi compañero Issa Asaad me había enseñado cuando visitabamos a su familia al sur de Damasco, - y era una palabra que, para mi, no servía para nombrar una ciudad. Literalmente significaba sagrado, quizás dívino, o también separado. Unos conceptos que habían hecho errar más de una traducción en siglos anteriores. Me apresuré a intentar traducirla con algún simil relacionado, quizás "algo santo", y la palabra "angel" vino a mi cabeza. Pues la misma palabra provenía de la etimología de Irim en el arameo. Sin embargo, en el hebreo primitivo adoptó la forma de Mal’ak, que se traduce principalmente como mensajero o enviado de alguien "santo". En las fuentes testamentarias, el término Mal’ak, muchas veces significa "espíritu" o "viento"(Tal vez aludiendo a la velocidad del mensajero), pero esto depende del contexto.

Esta idea estuvo apoyada por un conjunto de idiomas arcaicos como el ugarítico, el arábigo (Malik) y el etíope, donde su significado me parecía de uso similar. En algunos pasajes bíblicos como el de II Reyes 20: 2, 3, él término Mal’ak, se aplicaba a los mensajeros reales que envió el rey Ben-Hadad de Siria al reino de Israel en una misión diplomática. En todos los casos parecía atribuirse a alguien que ha sido designado como correo real y que debe transitar a través de una gran distancia con el fin de comunicar "algo importante" a "alguien influyente". Sin embargo, en la mayoría de los casos o ejemplos que rondaban mi cabeza, el término se adjudicaba a seres sobrenaturales que cumplen papeles comunicativos en carácter de asignación divina.

Pero ¿Quiénes eran estas entidades propias de algunas mitologías? ¿Por qué se los presenta en muchos núcleos míticos como seres ambivalentes, es decir, de una naturaleza santa, pero a la vez demoníaca sin llegar a ser dioses? ¿Por qué propenden a desarrollarse estas figuras simbólicas de una manera más notable en el seno del monoteísmo? No lo entendía. Mis estudios no comprendían esto y podría tirarme semanas en vela hasta que indagara lo suficiente.
Asi pués, volvi a tomar las anotaciones de Laban en mis manos. Minutos después, observé un parrafo que había pasado por alto, sobre el cual había escrito el mismo profesor y cuya escritura era más ilegible, asi como más antigua. Era interesante, cuanto menos...

Y entonces, comprendí.

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Maquiavelli / Re: Primavera 1457
« en: 05 de Febrero de 2006, 11:16:16 pm »
Pues debo decir que el parón a mi me vino perfecto, en el sentido que se me estropeó el pc la semana pasada y lo terminé de arreglar hoy.
Pensaba que ya no entraba a tiempo para el turno de esta semana. Dentro de un mes faltaré solo una semana asi que ya te informaré a tiempo para ver lo de las ordenes, ¿ok?

Aún así, a ver si todo reflota a su nuevo orden y ritmo ^^
Cuidense.

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