Aceptamos una vez más la grandeza que se nos otorga para ocupar la más alta magistratura del Estado en tiempos de crisis y, como en la legislatura anterior, esperamos estar a la altura del cargo y llevar a buen término las decisiones que el Senado de Roma nos dicte para librar a Roma de sus enemigos exteriores.
En la pasada legislatura, felizmente finalizada y sólo manchada por el luto hacia nuestro maestro Tito Quintio Flamininio, derrotamos a Filipo V de Macedonia, acabamos con Yugurta de Numidia y salvamos Hispania de los numantinos. Pero el rey griego ha vuelto a levantarse en armas contra la República y amenaza nuestra hegemonia, sin duda apoyando la rebelión de esclavos en Sicilia. Por tanto, para asegurar el comercio del Mare Nostrum, la paz interior en Sicilia y destruir para siempre a los Macedónicos, haremos una guerra contra los rebeldes sicilianos, los piratas de Cilicia y la conquista absoluta de Grecia.
Además, para evitar nuevas intentonas monárquicas en el seno del Estado, con generales excesivamente poderosos, propondremos a votación la Ley de Reformas Militares.
Sugerimos a todas las familias que nos hagan llegar, en público o en privado, sus impresiones sobre la gobernación del Estado, para llevar a buen término todas las propuestas y que Roma y sus provincias prosperen.
Siempre al servicio del engrandecimiento de Roma,
Senador Aemilio Paulo Trencavelus "el Macedónico", Dictador de Roma