Engendros: los engendros se reparten con los servidores los despojos del saque y triunfo sobre Sigfrido, cuyo cuerpo, al igual que el de Ragnar, y demás héroes caídas, trasladan a su capital no se sabe bien si para dejarlos en la plaza central para escarnio de su memoria o para fines más oscuros. Mientras tanto se reclutan nuevas unidades, en número superior a las dos docenas, demostrando el amplio potencial de los engendros para la guerra.
Se envían tropas a la destruida Amenos, a Nia y se conserva Drakon, que posteriormente es entregrada a los engendros, pero finalmente no se tienen noticias de los minotauros supervivientes aunque todo indcia que se trasladan hacia el oeste.
Sin embargo y aunque no hay señal de éstos, otras cosas parecen habitar en Nia... y no están dispuestas a compartir la ciudad con nadie... a menos que los engendros logren rendirles.