A los Dirigentes Aliados del Mundo Civilizado:
Rusia ha intentado, Dios lo sabe, frenar esta absurda guerra surgida de los horribles recovecos de las tortuosas mentes de los dirigentes británicos. Con la publicación del Tratado de la Paz, que a tantas naciones une en contra de las aspiraciones expansionistas, se nos lleva a una terrible disyuntiva, que es forzar a este mundo a una terrible guerra entre potencias que amenaza con destruir todo lo creado.
Como cocreador de dicho Tratado, me siento en la obligación moral de responder al llamamiento efectuado por Italia, haciendo ver, sin embargo, la terrible sangría que los ejércitos de S.A.I. el Zar han sufrido recientemente en Rusia.
Nada gustaría más a Rusia que ayudar contra el pérfido inglés, pero, sin garantías de que el resto de naciones acudan a la contienda, sería Rusia, más que un apoyo, un lastre para Italia y un plato a degustar por Gran Bretaña y Alemania.
Por ello, retraso mi declaración hasta que Francia, en calidad de impulsor primero y principal del Tratado, manifieste su postura al respecto.
Atentamente,
Petrov Pushkin Mijailovich, Asistente de S.A.I. el Zar de Todas las Rusias.