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« en: 27 de Octubre de 2008, 12:27:00 pm »
Sacro Imperio Romano Germánico
Káiser Ludovico
Diplomacia: Thuringia +6 Yfc, Genoa N/e
Los astilleros de Mainz habían recibido un importante pedido del emperador, nuevos buques de guerra que requerían de mano de obra extra para acabarlos a tiempo. También se buscaban trabajadores para la ciudad de Dresde, donde los constructores trataban de realizar, en tiempo record, las obras de ampliación de la ciudad, para poder comenzar con las nuevas murallas.
Por todo el imperio brillaban las doradas monedas del Káiser que pagaban nuevos soldados, obras, construcciones, e incluso el desarrollo de algunas ideas novedosas. Ludovico administro los impuestos de aquellos años para cubrir un sinfín de objetivos, y a la vez guardar una importante parte para el futuro.
Pese a que el Káiser tomo las decisiones de que hacer y donde, fue su hijo Esteban quien las dirigió, ya que Ludovico en Abril de 1115 se puso su armadura, saco su viejo caballo de los establos reales, y al frente de once mil valientes, se dirigió a Hamburg.
Cuando las fuerzas imperiales llegaron a Holstein en Junio de 1115, el emperador las dispuso alrededor de la ciudad. Esperaba poder obtener la rendición de Hamburg sin tener que luchar. Para el mes de Julio, las fuerzas de Ludovico habían sitiado la ciudad por tierra, y Humberto Litz se vio obligado a abastecerse por mar, con la esperanza de que el emperador hubiese cometido un error, pero cuando a mediados de Julio los buques de Castor asomaron por el horizonte, fue evidente que la suerte no estaba del lado de los rebeldes.
Durante 1 año los rebeldes aguantaron, malviviendo con comida en mal estado, y comiendo ratas y cualquier cosa que encontrasen, pero los ánimos comenzaron a flaquear pronto. Aunque todos recurriesen a Humberto como si fuese su líder, este siempre declino toda autoridad que se le ofreció, la autoridad de una persona poco tenia que ver con el anarquismo que predicaban, y sin embargo su actitud austera no le salvaría. Cuando fue evidente que los soldados no se irían de allí sin tomar la ciudad, un grupo de exaltados entraron en los aposentos del escritor, lo cogieron, lo ataron, y lo arrojaron desde la muralla como ofrenda al emperador.
Este gesto fue bien recibido por el Káiser, que acudió con una delegación a la puerta sur, donde negocio la rendición de Hamburg. El Káiser deseaba conceder a la ciudad cierta autonomía, se conformaba con que pagasen tributos periódicos para evitarle mantener allí una guarnición permanente, pero aunque en un principio la idea fue bien acogida, Ludovico no acababa de irse, y sus tropas cometían continuos abusos contra los habitantes, lo que al final obligo a Ludovico a imponer la ley marcial para evitar una posible rebelión.
Con la ayuda de Castor la ciudad se mantuvo en orden durante los siguientes años, pero la paz pronto volvería a enturbiarse. En Marzo de 1119 mientras una de sus patrullas reprendía a un grupo de exaltados, Ludovico recibió una pedrada en la cabeza que le causo la muerte por un derrame un día mas tarde. Aunque la pedrada no fue intencionada el responsable así como los que le acompañaban fueron ajusticiados delante de sus vecinos.
Castor tomo el control del ejército y volvió a imponer el orden en la ciudad, pero pronto comenzaron a venirle otras ideas. Dios le puso al frente del mayor ejercito del imperio, y sin duda algún plan debía tener para el. Así mientras Esteban regresaba a Hamburg tras contraer matrimonio con su nueva esposa en Thuringia, Castor emprendió también el camino hacia la capital imperial.
El 4 de Mayo de 1119 Esteban fue coronado Káiser en Hamburg. En ese mismo momento, el ejército de Castor se encontraba en Friesland, a pocos días de Lorraine.
En Julio de 1119 las fuerzas de Castor atravesaron la frontera entre Lorraine y Alsace para encontrarse con que Esteban le estaba esperando. Esteban había desplegado a sus hombres para defender Alsace del enemigo, ya que debía cortar su acceso a Mainz. Pero estaba solo en esta tarea, y su habilidad liderando tropas era más bien escasa. Cuando Esteban pidió a los generales de su padre que se le uniesen para enfrentarse al traidor, estos se negaron, incluso su tío Lotard había declinado acompañar al Káiser alegando su delicado estado de salud.
Esteban era joven pero no tonto, sabia que todos le apoyarían si vencía a Castor, y que todos apoyarían a Castor si era el quien salía victorioso. Tendría que luchar solo.
Las tropas de Castor eran mas numerosas, unos 11.000 soldados, y contaba además con ingenieros que anularían la ventaja que los fuertes daban a Esteban, pero Esteban por otro lado contaba con un ejercito de mas de 7.000 soldados compuesto exclusivamente por caballería, por lo que la infantería enemiga no le preocupaba.
Castor organizo a su ejército en tres grandes contingentes. Envió sus unidades de infantería por el margen del río, donde la caballería encontraría mayores dificultades para maniobrar. Sus ingenieros hacia las conocidas posiciones de los fuertes de Alsace, y su caballería dividida en grupos que apoyarían a los dos contingentes principales.
Cuando los hombres de Esteban descubrieron lo que tramaba el enemigo, advirtieron al Káiser y este opto por centrarse en el grupo de ingenieros, pues mientras mantuviese los fuertes intactos, tendría la batalla de su lado. Castor había esperado esto, y siguió con sus movimientos. Los ingenieros ayudados por la caballería, enfrentaron a las fuerzas enemigas, mientras la infantería seguía avanzando de aldea en aldea.
Para cuando Esteban descubrió su error, las fuerzas del enemigo estaban a un solo día de Mainz y tuvo que replegar a su ejército para defender la capital. Castor aprovecho bien esta retirada y destruyo los fuertes de la región. Ocupaba gran parte del territorio, y el enemigo había perdido la ventaja que tenia, pero pronto llegaron noticias del sur. Las fuerzas que habían llegado a Mainz fueron interceptadas por el ejército de Esteban, y en terreno abierto, la caballería del Káiser elimino sin piedad al enemigo. Ahora el contingente de infantería se retiraba hacia Lorraine, y cuando las tropas de Castor conocieron la noticia, a este le fue imposible conseguir que siguiesen luchando. Para evitar males mayores, Castor se vio obligado a replegarse hacia Lorraine, dejando perder Alsace cuando casi se encontraba ya en su poder.
Las bajas fueron cuantiosas en ambos bandos, varios miles de soldados murieron en Alsace. Aunque al principio fue Castor quien lograse infligir mas bajas al enemigo, la retirada había igualado las cosas, pero peor aun, la victoria de Esteban le garantizo el apoyo de los pares del imperio, y ahora Castor se encontraba solo.
Tras reorganizar sus fuerzas Castor solo pudo proclamarse rey del nuevo reino de Holanda, compuesto por los territorios que le eran leales, Holstein, Lorraine, Friesland, Holland, y las ciudades de Trier, Hamburg, y Utrecht. Castor se estableció en Holland donde vivía su familia, y nombro príncipes a sus hijos Alric y Reinhard para que le ayudaran. Alric seria su sucesor pues era el mayor de ambos.
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