Autor Tema: El Cazador cazado  (Leído 2028 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

dehm

  • Minidiox en funciones
  • Administrator
  • Leyenda
  • *****
  • Mensajes: 7048
    • Ver Perfil
    • Email
El Cazador cazado
« en: 08 de Junio de 2006, 12:29:24 am »
Darius observó lo que quedaba del edificio. Unas pocas columnas medio tragadas por una duna cuyos relieves apenas se reconocían unos jeroglíficos. Sabía que en el extremo oriental de la ciudad, mucho menos castigado por las tormentas de arena, sus compañeros se hallaban estudiando un edificio que en tiempos debió ser la sede del consejo de la ciudad.

Después de semanas estudiando y explorando la ciudad Darius estaba hastiado de que la arena se le metiese hasta en los más profundos pliegues de sus ropas o que le obligase jornada tras jornada a repasar armas y armadura para quitar el polvo y la arena que parecían querer tragarlos como a la ciudad y sus habitantes.

El llano sobre el que se hallaba la ciudad, antaño una rica llanura fluvial, hacía tiempo que había sido derrotado por las arenas, del tiempo y del desierto, y ahora poco quedaba de la antaño majestuosa ciudad. Y habían sido enviados allí para ver quien vivió y determinar si se podía recuperar algo de esas ruinas. Arena! pensó indignado.

Dió una patada a un canto y rebotó hasta un pequeño montón de escombros y entonces la vió. La figura iba vestida con sedas preciosas, si es que puede llamarse vestido a un simple conjunto de pañuelos entrelazados con hilos de oro que apenas tapaban nada de la figura, pero lejos de resultar impúdica era magnífica, la belleza encarnada. Darius la observó deslizarse en completo silencio, apenas rozando la arena, hasta un pequeño altar rodeado por dos desgastadas esculturas tras el cual desapareció.

El héroe, a pesar de su armadura, pesada y ricamente hornada, avanzó con rapidez y quedo estupefacto al observar un horizonte de arena sin un sólo lugar para esconderse y por supuesto sin señales de la desconocida. Al apoyar sus manos en el altar observó que la parte superior del mismo, una losa de marmol rosa estaba ligeramente corrida, dejando intuir una oscuridad.

Las escaleras se hundían en las entrañas de la ciudad y durante unos minutos, pese a la tea, estuvo seguro de haber descubierto algo bastante más importante que la casa consistorial gracias al espejismo... pero el espejisno volvió a aparecer en el marco de una gran sala y Darius, deseoso de no perder de nuevo a la preciosa ninfa corrió por el pasillo levantando ecos en sus paredes.

Cuando al fin entró en la sala la ninfa no estaba por ningún lado. Pero sí un inmenso ogro de un sólo ojo con un garrote de gran tamaño. Darius, con el arma envainada intento esquivar el inminente golpe del enorme garrote y agachándose se lanzó al centro de la lanza. El arma de otranco le alcanzó en la espalda dejándole por un momento sin resuello pero el impacto mismo le ayudó en su carrera y pronto estuvo en medio de la sala aunque la tea caída en la entrada apenas iluminaba la escena con dantescas sombras.

Desenfundó su espada mientras saltaba a un lado esquivando una nueva arremetida del otranco cuyo único ojo le observaba lleno de odio. Aunque tropazó con algún mueble que se deshizo bajo su empuje el golpe de través de Darius alcanzó al ser en el mismo brazo que sostenía el garrote provocando un amplio corte en el mismo.

Los siguientes segundos parecieron discurrir a cámara lenta. Darius, aprovechando el impulso del golpe, rotó sobre sí mismo estirando el brazo y lanzando un molinete con tal brutalidad que al incrustar el arma en el pecho de la criatura casí lo partió por la mitad.

A la luz de la antorcha Darius observó a su oponente caído... y se felicitó por la gruesa armadura antes de arrancar el arma del cadaver y limpiarla en su capa.

Mientras ascendía hacia la luz Darius pensó que al menos ese día tendrían algo interesante de que hablar a la luz del fuego.
« Última modificación: 10 de Agosto de 2006, 05:59:17 pm por dehm »
:klaskan: Árbitro de Klaskan, Capitan O'dehm, Seleuco de Babilonia, Miguel VIII Paleólogo de Bizancio, Dehmente el Hafling, Emperador Song.

Shogun Dehmoto en Shogun Risk
Emperador Dehmoto en Pax Britannica