Andamos de mudanzas y a ver si somos capaces de amueblar el piso lo mas rápidamente posible, para invitar a todo aquel que este interesado (bueno, a todo, todo, no, que solamente hay 7 plazas) a ocupar su puesto en la época Victoriana.
Mi nombre es Miguel Angel Mansilla, pero mis amigos (y enemigos, que alguno habrá
) me conocen por
MA, y para aquellos que participen en el Pax Britannica, seré conocido, como mi perfil claramente indica
, como el
Presidente de la Suciedad de Naciones, Órgano Internacional de carácter ilustrado (todo para los jugadores, pero sin ellos
) que regula las relaciones internacionales de las siete Potencias en liza, controla los tratados y hace de pregonero
de las vicisitudes que van ocurriendo cada cuatro años.
Veo que hay algunos voluntarios ya para los Regimientos Coloniales
y algunos que incluso ya han leído la prensa sobre las nuevas colonias abiertas al reparto de las Potencias europeas (y alguna otra). Espero contar con algún veterano también de los de la guerra de África, para dar cuerpo al Regimiento y que me hagan funciones de Sargento Mayor.
Efectivamente, el juego es el
Pax Britannica, y mi único mérito en todo esto es haber traducido las reglas a un idioma en el que podamos dar rienda suelta a nuestros mas altos instintos
literarios y diplomáticos y haber dirigido alguna que otra partida (5 concretamente) a este apasionante juego durante algo mas de dos años.
El juego tiene unidades (terrestres y marítimas), que nos permitirán controlar y defender las colonias que vayamos montando a lo largo y ancho del mundo incivilizado, pero el que espere grandes y gloriosas batallas militares, saldrá decepcionado.
Esto es el siglo XIX, en plena época Victoriana, y como tal, el sentido de la
caballerosidad y del “fair play” estaban bien asentados entre la ciudadanía y (aunque parezca increíble)
entre los políticos de la época. Por eso, las guerras nunca llegarán a las metrópolis, que se verán ajenas a los conflictos, y habrá traiciones, por supuesto, pero penalizarán y aumentarán la Tensión Europea, que si llega al límite impuesto, acabará con la partida. Así que nadie lo confunda con un vil y traicionero Diplomacy; tampoco es eso.
Aunque como decía al principio, estamos montando todavía la casa, con intención de tenerla en muy breve tiempo lista, las reglas son prácticamente las del juego original, con algunas modificaciones que se han ido haciendo a base de experiencia y de intentar darle mayor consistencia y eliminar puntos oscuros en unas reglas que se diseñaron un tanto con ese fin de oscuridad y ambigüedad. Así que si alguno ha jugado, tan pronto como tengamos la Web lista sugiero que, al igual que los que nunca hayan jugado, les den un repaso a “mis”
reglas antes de comenzar, que serán las que se apliquen.
Este no es un juego fácil de aprender, y normalmente se le coge el truco (y el cariño)
en una segunda partida más que en la primera. No es de esas damas que se dejan conquistar a medida que vamos cortejándolas, y hay que tener un conocimiento profundo de su psicología si queremos llegar a conquistarla. Abriremos por supuesto un subforo de FAQ, dudas y aclaraciones, e incluso se podrá sugerir el modificar algunas reglas que se crean inconvenientes o inadecuadas (este es un juego bastante abierto), pero siempre antes o después de la partida, nunca mientras estemos jugando.
Además, como último aviso (que ya me estoy alargando
para ser una “presentación”), es un juego largo (o al menos lo era vía correo-e; es posible que con el foro y los mensajes privados, consigamos agilizarlo bastante). Una partida suele durar entre 6 y 9 meses, y un abandono puede hacer mucho daño a los jugadores que hayan basado su estrategia en la alianza con ese jugador, aunque son las cosas que a veces tiene la política