Proclama del Califato de Cordoba sobre los sucesos de Catalunya
1- El hâjib de Cordoba condena los asesinatos de Ramon, Jaume y Joan de Montfort. Hay que resaltar lo horrible del asesinato del pequeño Joan de Montfort, hijo del rey Ramon y nieto del Príncipe Yahya. Su asesino pagará por ello.
2- El hâjib de Cordoba no ha tenido nada que ver con los desgraciados sucesos de Catalunya. Los Montfort eran fieles vasallos de Cordoba y estaban unidos por estrechos lazos familiares con la dinastía almansurí. El hâjib Faisal es nieto de Maria de Montfort, bisnieto del rey Jordi de Catalunya.
3- El Príncipe Yahya en concreto tiene lazos especialmente estrechos, siendo hijo de Maria de Montfort y padre de la esposa (ahora viuda) del rey Ramon de Montfort. Está casado con Joana de Montfort y ha vivido varios años en Catalunya.
4- Cordoba siempre apoyó a la dinastía de los Montfort, como se vió en sus anteriores problemas con Francia y con los mercenarios del Papado. Iguamente, la dinastía de los Montfort ha ofrecido siempre su apoyo a Cordoba.
5- En esa línea de apoyo, el Príncipe Yahya tenía órdenes de defender toda la península ibérica de cualquier amenaza exterior o interior. Estas órdenes se materializaron hace unos años en la defensa del Emir de Castilla ante los usurpadores.
6- Entendemos la actuación del Príncipe Yahya ante los sucesos recientemente sucedidos como una intervención para mantener la paz y el control del territorio de Catalunya y para evitar la usurpación del trono, en línea con las órdenes defensivas antes mencionadas y con su reciente actuación en Castilla.
7- El hâjib establecerá conversaciones con Yahya, el nuevo rey de Catalunya, y con Enrique, rey de León, sobre la nueva situación creada por la partición de Catalunya y la anexión de parte de sus territorios por parte de León. El hâjib entiende que cualquier pacto sobre este tema debe quedar sujeto a la aprobación de Cordoba y por el momento se reserva su opinión respecto al pacto alcanzado entre Yahya y Enrique.
8- El Papado está invitado a participar en estas conversaciones y su opinión será justamente apreciada por el hâjib de Cordoba. Sin embargo, debe quedar bien claro que el poder de decisión queda en manos únicamente de los reinos peninsulares, sin ninguna ingerencia ni imposición externa.
Ibn Hawqal, representante del Califato de Cordoba