Las cenas de alta sociedad siempre eran una fuente de chismorreos pero si a ellas se les añadía ciertos invitados con gustos algo fuera de lo común la ocasión prometía un interés algo superior al normal en Inglaterra esos nublados días de otoño. El plan consistía en calentar el cuerpo con alguna bebida espirituosa y hacer alguna foto de la velada. La cámara era un armatoste considerable y los resultados no siempre reflejaban la realidad que Michael pretendía captar con su particular mirada de los hechos.
La noche avanzaba sin mucha novedad, comentarios varios, conversaciones intrascendentes, un par de bellezas que apartaban a los moscones y el anfitrión iendo de grupo en grupo. Aún no había llegado ese punto donde una velada podía derivar en otra tediosa noche o en una interesante oportunidad... y la luz se apagó. Las lámparas, todas ellas, ademas de un par de velas que coronaban un candelabro sobre el piano que esperaba silencioso a algún beodo invitado, abandonaron a los invitados a merced de la oscuridad.
Cómo siempre ocurre en estas ocasiones algunas risas, algunas palabras apresuradas, otros roces algo menos prudentes y finalmente un ominoso silencio. Michael esperaba expectante cuando algo tiró poderosamente de su cuerpo, no fue algo que tirara de su brazo, de su pecho o de su cabello... era algo global, algo completo, algo que presionaba y que provocaba una terrible sensación de insignificancia... de ausencia de control sobre el propio cuerpo. No pudo agarrar ni sujetar nada pues todo su cuerpo permanecía en un estado de agarrotada tensión. Únicamente tras unos segundos se le ocurrió que quizá... la cámara... su mano se crispó más que movió sobre la cámara y una centella saltó mientras la bombilla estallaba. Recuperó la voluntad sobre su cuerpo.
La repentina iluminación hizo desaparecer la presión que tiraba de él y se encontró en un estrecho pasillo. Tenía la cabeza algo pesada... Repentinamente le alcanzó un olor a moho y podredumbre que inundaba esa estrecha estancia. De algún lugar indeterminado la luz caía sobre la zona dejando entrever un pasadizo de piedra mucho más antigua de lo que el edificio podría ambicionar.
Michael se arrastró a la pared más cercana golpeándola débilmente con la mano que quedó tiznada de carbonilla... ¿dónde estaba salida?¿qué había pasado?¿la chimenea? Oigo voces...
1.- Motivo 1: Un antiguo corresponsal iniciado en oscuros ritos africanos siempre da un toque curioso y proporciona anécdotas en una velada de este tipo. Un poco de sal entre tanto soso.
2.- Motivo 2: Aunque seis personajes han quedado en la estancia... Michael se ha visto arrastrado fuera de la misma pero ha podido usar la cámara lo que ha "asustado" o liberado del trance hipnótico
3.- Motivo 3: Michael se encuentra al otro lado de la chimenea y escucha ligeramente los sonidos del salón principal donde han quedado los otros "supervivientes"
Consecuencia: Michael se encuentra a salvo de momento pero no puede reunirse con otros y estando al otro lado de la chimenea deberá buscar la salida
EDITADO POR EL ÁRBITRO: Este turno tendrá un +5% en suceder en concepto de compadreo con el administrador del sitio web tras su bienvenida vacacional.