Mujer maldita, que envenenaste mi alma
tu que me hiciste conocer el amor
el esplendor de la vida, las ganas de vivir,
el deseo de mejorar, ahora..., ahora en cambio
me has abandonado, y siento el dolor del amor, ese
dolor que jamas se va, que esta ahí, que lo sientes en
tus carnes, en tu alma, una sensación que jamas,
he sentido ese dolor maldito, el dolor del amor.
Mujer bendita, que iluminaste mi alma que aunque me has hecho sufrir
por el amor que he perdido, siento agradecimiento hacia ti, porque sintí
jamas hubiera conocido al amor ese bendito amor que jamas se olvida
un amor que sientes en tu alma, en tus carnes.
Amor como el Ying y Yang, bueno y malo.
Amor, sensación de placer eterno, de placer profundo
Quien no haya sentido el sufrimiento de este amor, al menos una
vez en su vida es que jamas a sido amado por nadie.