Estimados senadores, augusto Presidente Senado, el representante de la Familia Nicolaius, yo mismo, anda por las Islas Afortunadas, que en esta época en Roma, con un frío que pela, él sin embargo disfruta de temperaturas de 24º, como muy bien creo que sabe su excelencia Presidencial puesto que está en una de las Palmeadas afortunadas, en La Gran Palma o Palmas de Gran Canaria, isla que visité aunque prefiero fijar mis movidas vacaciones la de Tenerife.
Sin más preambulos votamos la opción B, mensaje que vía Mercurio se me hizo llegar como de suma importancia. Esperando que nuestro ilustre compañero vuelva a la vía de la normalidad romana y Senatorial.
La Familia Nicolaius.
Votamos B.
Senadores,
yo, Cayo Servilio Glauca Saladinus, como garante de la legitimidad y del mantenimiento de nuestras sabias, antiguas y justas leyes, me veo en el deber de acusar, muy a mi pesar, al glorioso Cayo Mario Valerius, por los excesos cometidos en su anterior consulado.
Es mi intención reconciliar a nuestro noble compañero con esta Augusta Cámara, mediante el establecimiento de un proceso menor, en el cual mi colega Tito Sempronio Graco Saladinus actuará como fiscal en defensa de la legalidad vigente.
Que Cayo Mario escoja defensor y terminemos este penoso, pero necesario, trance.
Un saludo y Salud.