Que bonita es la literatura y cuantas mentiras se pueden leer, y lo peor es que la gente al final de una mentira hace verdades. Empiezo por el final..
Dice el libro sagrado: desconfía de aquél que proclama que sólo él dice la verdad y todos los demás mienten, puesto que lo más probable es que él sea el más mentiroso de todos.
* Orden de San Andres: Si vais a las estadisticas vereis que es una Orden pobre como ella sola, y que para sobrevivir ha pedido a Roma unos pocos gps. Si una orden cuando se crea se le puede fijar un numero maximo de puntos de espionaje, operaciones y demas nada elevado y que eso cuesta dinero. Y vemos que la Orden es una rata pulgosa en cuanto a ingresos, ¿ de donde sacais que tiene el potencial para asesinar, conseguir tropas, infiltrarse y demas ? ¿ Se supone que para todo ello hace falta mucha capacidad y la Orden no lo tiene ni de cerca ?.
La capacidad que tiene la Orden de San Andrés sólo la conoce quien lleva la Orden... y los que la crearon. Entre los que la crearon está el Papado, que no es que se pueda decir que es "una rata pulgosa en cuanto a ingresos" precisamente. En el momento de la creación sus creadores podrían haber pagado para que la Orden tuviera un potencial de asesinos e intel muy alto. Si lo han hecho o no, sólo sus creadores lo saben.
Eso si vamos a seguir contando mentiras que sale gratis.
En lo anterior no hay ninguna mentira, está todo en el manual. En los otros comentarios, ¿quién sabe? Sí, mentir es gratis, y lo es para todos, incluso para los que se quejan de las mentiras. No sólo gratis, es de lo más habitual (incluso recomendable) en los juegos diplomáticos. Y quien diga que no ha mentido nunca en un juego diplomático... o es que no ha jugado nunca, o es que está mintiendo.
* Control de los cristianos : Es increible que control que Roma tiene sobre los cristianos, sobre todo si leemos que la eleccion del Papa depende de las naciones cristianas, donde todas tienen su voto. Los poderes de Roma no son precisamente las Ordenes.
Hombre, si nos metemos a hablar de reglas, hablemos de reglas. Todos sabemos que en LOTE quien manda en una nación es el jugador. Los jugadores de las naciones cristianas eligen a un personaje Papa (con más o menos libertad, que eso sería otra cuestión) pero quien lleva al personaje Papa, salga el personaje que salga, es el jugador del Papado. El personaje es irrelevante.
Lo cuál quiere decir que ese teórico poder de los cristianos sobre el Papa en la práctica queda en nada, porque tras la "elección" sigue estando el mismo jugador. Y es un jugador que merced a su posición tiene un gran poder sobre los cristianos. Un poder que en realidad no es tan grande, pero que en esta partida está redundando en un gran control del papado sobre los cristianos. O al menos eso parece, porque luego pasa que mientras todo el mundo aplaude al Papa en público, van a su bola en privado; pero eso es otra cuestión.
En resumen, que el proceso de elección de Papa es sólo un mecanismo para dar color, que en realidad no afecta para nada al poder del jugador Papa sobre los otros jugadores.
* Negociaciones con Cordoba: Precisamente creiamos que eran negociaciones y no imposiciones, una vez comprobado que son imposiciones, pues no hay mucho mas que decir. Si te imponen algo, ya solo queda dejarte hacer o no dejarte hacer.
Precisamente ahí está la queja de Cordoba. Después de que Cordoba ofrezca negociar, va el Papa y pretende imponer su dominio sobre un par de regiones peninsulares. No da ninguna explicación del objetivo de ese dominio ni de porqué es necesario, y si no se le regalan esas regiones abandona las negociaciones.
A mí eso me parece un intento de imposición de una ganancia territorial por parte de alguien. Que encima ese alguien considere que si se le niega ese regalo se le hace una imposición, aún resulta más chocante. A mí me da la impresión que si en las negociaciones Cordoba hubiera exigido que el Papa le regalara su posesión temporal sobre Roma, el Papa se hubiera negado y hubiera considerado absurdo que Cordoba se quejara por ello. Quizás el Papa debería verlo desde ese punto de vista.
Raimon