Pontificado Romano Católico
(Romano Católico Civilizado Primacía Religiosa)
Sebero III, Osric el ingles, Pontífice de la santa iglesia católica
Diplomacia:
La reconstrucción de Roma fue, durante estos años, una de las prioridades de la iglesia, aunque una gran parte de los fondos papales fueron encaminados a aliviar el dolor y la pobreza de las zonas mas afectadas por la peste en la zona húngara.
En medio de reconstrucciones y ayudas, Sebero III presidio en 1070 un concilio que debería llevar a una reforma de la iglesia como nunca antes se había visto. Las intenciones de Sebero III, fueron expuestas ante los miembros del concilio y debatidas durante días, aunque en la practica casi el pleno de la iglesia había decidió de antemano apoyar al pontífice, la decisión final debía ser tomada conforme a las costumbres de la iglesia. Durante varias semanas el concilio se prolongo, y como era de esperar se aprobaron una por una todas las medidas que Sebero III propuso al camarlengo, algunas con más oposición que otras. El fin de la Simonía fue quizás la más notable de todas estas medidas, pues acababa con la preponderancia de la nobleza en la jerarquía eclesiástica. La mayor parte del aparato cardenalicio, formado por miembros del clero que habían partido de posiciones humildes estuvo más que encantado de saber que nadie les podría arrebatar sus logros por el mero hecho de ser descendiente de algún monarca cristiano.
No fue tan bien recibido el pretendido reconocimiento de todos los cultos cristianos como dignos de Dios. Equiparar al cristianismo a otros cultos como el copto o el ortodoxo, no gusto a muchos de las mas ancianos purpurados. Especialmente a aquellos que en su momento habían apoyado a la rama Silvestrina que había tratado en varias ocasiones deponer a Sebero y sus antecesores. Sin embargo Sebero III se había asegurado de rodearse de los más cardenales más jóvenes, para contar con un gran apoyo, y el hecho de tener que aprobar la reforma en su conjunto, obligo a todos los que deseaban el fin de la Simonía a acceder a esto también.
El camarlengo en casi su totalidad, aprobaría la reforma en el verano de 1070, aunque aun quedaría por delante el arduo trabajo de realizar la misma de hecho. Modificaciones en los cánones y la difusión de los cambios doctrinales ocuparían aun varios años a todo el órgano eclesiástico.
Esta reforma que fue bastante aceptada por todos dentro y fuera del clero, no gusto sin embargo mas allá de las fronteras de la cristiandad, dado que entre los muchos reconocimientos que comportaba la reforma, uno de los mas destacados fue el reconocimiento del derecho de todo buen cristiano de utilizar cualquier medio incluidas las armas en su lucha contra los infieles y herejes. El catolicismo de pleno debía apoyar a todo cristiano que por una u otra razón entrase en conflicto con enemigos de la fe, siempre que los motivos fuesen reconocidos, al menos en parte, como religiosos.
Si la reforma no afectaba directamente a los cristianos que no fuesen católicos, las implicaciones eran como mínimo preocupantes, mas teniendo en cuenta el acercamiento que por mano del propio pontífice crecía entre ortodoxos y católicos. La idea de una fe cristiana unida, aun dividida entre diversos credos, no agradaba en absoluto a los monarcas musulmanes, que pronto comenzaron a ver como una amenaza los reformados cánones de la iglesia.
Para mayor respaldo de estas medidas, Sebero III se aseguro de que los recursos de la iglesia se centrasen también en aumentar la influencia que su santidad ejercía en los reinos de Noruega, Francia y Borgoña.