Bueno, sobreviví a Budapest. Tras unas cuantas horas de avión (con pérdida de maleta incluida), tres días de nubes, niebla y total ausencia de sol con un frío de co..., interminables e intensas reuniones de trabajo, y un par de comidas de lujo en los salones de gala del Orsághaz, ya estoy de vuelta.
Ofertas de diplomacia, negociación y amenazas serán respondidas en breve.
Raimon