Partida de típico mundo de AD&D, con sus felfitos, enanitos y demás...
El pequeño clan de enanos de la jugadora era reclusivo, secretivo, y tenía siempre dinero para todo lo que le hacía falta.
En el curso de la partida se descubre una bolsa llena de monedas de platino con un escudo en ellas... el del clan de Marta, la enana...
Total, que aunque era un fortuna como para la mayor parte de PJ's el dinero no era una obsesión, excepto para el mago que se quejó la ostia, decidimos dárselo a la enana y visitar a su clan en el proceso.
Nos adentramos en la cueva donde vivían, y tardamos unas 5 horas en llegar a sus estancias, ya que en el camino habían como 40 puertas llenas de trampas, secciones de túneles estrechos de narices por los que los humanos pasábamos arrastrándonos a duras penas, y una docena de puertas más en construcción, muchas con protecciones clericales... No está mal para un clan de 15 a 20 miembros...
Total, que llegamos, saludamos a los enanos, charlamos con ellos y comentan ante nuestras preguntas que la mina de platino del clan estaba en otro lado, en otro valle, y se perdió hacía generaciones cuando un ataque orco o goblin los expulsó de ella... que ahora vivían de una pequeña mina de hierro, y que lo de las puertas era simplemente que no les gustaban los intrusos...
Total, que de los 4 jugadores que éramos más la chica 3 la miramos con cara de "ya te vale..." cuando ella corrobora la historia, y nos olvidamos del tema... el que más dinero necesitaba era mi PJ, pero lo conseguía con diplomacia con pnj's y de otras maneras, así que no era algo que nos quitase el sueño.
Hasta que a la siguiente sesión el mago se pasa una hora explicando al Narrador cómo convoca un elemental de tierra de la leche, casca no sé cuantos hechizos de adivinación y no sé cuantas plegarias a su Dios al grito de guerra de "¡Quiero encontrar la mina de platino perdida de los prusi! ¡Quiero forrarme!"
Un saludo
Javier
P.D. Como todo mago de AD&D, el personaje tenía Inteligencia 18, claro... o igual 19...