Milene
Una vez repuesta de la impresión inicial, Milene decidió encaminarse a la casa de Henry Freeman. Aunque sólo había ido una vez a una cena con su esposa y su agradable hija, sabía perfectamente como llegar y se dirigió allí en su coche, un Fiat Uno. Al llegar, no le sorprendió en lo absoluto la cantidad de gente que parecia agruparse allí ni lo variopinto de las personalidades, pues era conciente del gran carisma y los diversos intereses que tenía Freeman.
Como miembro distinguido de la academia en la Universidad de Klaskan, era normal que allí se encontraran eminentes personalidades que iban y venian comentando las extrañas circunstancias en que había desaparecido, así como miembros de diversos organismos que seguramente se dedicaban a reunir información para dar con su paradero. Milene no sabía explicar lo que sintió cuando transpasó el umbral de la casa pero fue como si hubiera atravesado un portal a otra dimensión, como si alguna fuerza extraña se encontrara en este lugar. Casi podía percibir que el aire allí era más denso y que por debajo de las voces que se mezclaban en el recibidor, había un cierto sonido que no podía identificar, una especie de susurro que parecía envolverlo todo.
Algo abrumada por esta experiencia, se apoyó un momento en una de las paredes mientras cerraba los ojos, intentando concentrarse y comprender la naturaleza y origen de aquel sonido. En aquella especie de trance se hallaba cuando una mano en el hombro la sacó de aquel estado, mientras la voz dulce de Sally le llamaba por su nombre.
- Milene? Te encuentras bien?
Milene se sintio un poco avergonzada por aquella situación, puesto que era ella quien debería estar preguntando a Sally por lo que estaba sintiendo en aquellos difíciles momentos.
- Si... yo... lo siento, no se que me sucede. Cómo estás Sally? Hay alguna novedad de tu padre?
- No, me temo que aún no - replicó la chica en tono sombrío - Llevamos todo el día respondiendo preguntas, esperando algún llamado pero no tenemos ninguna novedad...
La chica rompió en llanto y Milene la abrazó. Aunque sólo se habían visto un par de veces (en la cena en su casa y otra vez en la universidad) parecían haber hecho un contaco inmediato como si se conocieran de años. Harry había logrado hacerla sentir casi como de la familia y ella le estaba agradecida por su hospitalidad y amabilidad.
- No te preocupes Sally, pronto habrá alguna novedad, de eso estoy segura. Escucha, debo hablar contigo en privado... se trata de algo muy importante. Podrías darme un minuto a solas en algún lugar?
- Si claro - dijo la chica mientras se secaba las lágrimas - podemos subir a mi cuarto.
Milene accedió y las dos se dirigieron al segundo piso. Aunque Harry era un tipo sencillo, su casa era un lugar bastante grande y acogedor: una mansion victoriana herencia de la familia de su esposa, que brillaba por el buen gusto y la exquisita decoración. Le sorprendió la fina decoración de la planta alta, a la que no había accedido durante su visita, y aunque había gente aquí y allá tomando fotos y haciendo preguntas al personal, las dos lograron escabullirse pronto y entrar en la habitación de Sally.
Era un cuarto muy acogedor, casi como una casa de muñecas, y Milene se sintió tremendamente a gusto allí. Por alguna razón, casi podía percibir una profunda paz y una sensación de total seguridad que en el resto de la casa parecía eludirse, especialmente en la planta baja.
- Aquí estamos solas y lejos del alcance de oídos afinados. Qué pasa Milene?
- Sally... no se como sucedieron las cosas y yo misma no termino de comprenderlo, pero creo que se lo que podría haberle pasado a tu padre.
La chica abrió los ojos incrédula pero cuando iba a decir algo, pareció recordar de pronto que su padre había hecho mencion a ciertos "poderes" que Milene poseía durante la cena, dato que no había pasado por alto a Sally.
- A qué te refieres?
- Bueno, verás... es algo que no he comentado con mucha gente y tu padre era uno de ellos... tengo experiencias diferentes a las del resto de la gente y percibo cosas que no todo el mundo es capaz de ver o sentir. No se si me explico.
- Quieres decir que percibes fenómenos paranormales?
- Si, es eso.
- Vaya... - Sally se quedó pensativa un momento. La chica, a travès de su padre, habìa conocido gente de todo tipo y muchos de ellos, debìa aceptarlo, le parecian de lo màs exòtico. Sin embargo, algo en Milene le parecìa bastante convincente y pudo sentir que su mirada sincera realmente podìa ir màs allà de lo que ella misma veìa. Milene percibió que en la siguiente frase, su tono de voz había cambiado ligeramente. - Y viste algo de lo que le sucedió a mi padre?
- Bueno... si y no. Es difícil de explicar. Creo que si, pero por alguna razón, mi cerebro parece haberlo bloqueado todo y no logro recordar prácticamente nada. Sally, sé que tal vez sea difícil de creerlo pero podría ayudar a encontrar a tu padre. Siento que aún está vivo pero no quiero acudir a la policía porque sería absurdo. Necesito de tu ayuda. Necesito que me cuentes lo que recuerdas de las últimas horas que estuviste en contacto con tu padre para ver si algo de eso activa mis recuerdos. Pero Sally, por favor, por ningún motivo menciones esto a nadie, al menos por ahora, hasta que no estemos seguras que realmente puedo ser de ayuda en todo esto...
Sally asintió y comenzó a relatar a Milene lo que había pasado con su padre un par de días antes. Milene escucho con la màxima atenciòn, intentando encontrar en el relato algo que pudiera devolverle la memoria, algùn cable que la llevara a desenredar la madeja que era su memoria. Sin embargo, no encontrò nada de provecho: la propia Sally parecìa saber menos que ella y pronto comprendiò que no era este el camino. Siguiò escuchando a la chica con atenciòn...
MOTIVOS:
1. Milene sabe que la experiencia vivida está relacionada con la desaparición de Harry Freeman pero también que nadie le creería si acude a las autoridades. Es lógico que su primer impulso sea buscar la información con Sally, la hija de Freeman, con quien tiene una buena relación y por ser quien más dispuesta estaría a colaborar.
2. Puesto que cas nadie sabe de sus "poderes", Milene decide no compartir lo que sea que puede saber con nadie, excepto con la hija del hombre a quien tanto afecto tenía y en quien confiaba plenamente. A su vez, Harry ya había mencionado a su hija en el marco de la visita de Milene a casa algo sobre sus capacidades, por lo que es un buen lugar para comenzar.
3. Como parasicóloga, Milene puede sentir cosas que no son evidentes a los demás. Sin embargo, como lo dice su biografía, aún no tiene mucho control ni conocimiento sobre sus propios poderes por lo que no sabe reconocer todo claramente. Al entrar en la casa, presiente la actividad de fuerzas especiales y diferentes e intenta identificarlas, pero es interrumpida antes que logre hacerlo.
CONSECUENCIAS:
Milene decide averiguar què ha pasado con Harry Freeman y para ello, se vale de su recièn nacida relaciòn con su familia para entrar en la casa. Aunque en su primer encuentro con Sally no descubre nada nuevo, las fuerzas que percibe en la casa y su sexto sentido le indican que podrìa llegar a descubrir algo que le ayude a comenzar la bùsqueda.