Vientos de cambios soplan desde el Sur. Desde mis áridas y fértiles tierras veo como grandes naciones, unas se van desmoronando y cayendo por extraños pactos y, otras se van ensanchando y engrandeciéndose gracias a la guerra, la conquista y el terror.
Yo no hago caso a oráculos, sacerdotes ni al embriagador efecto del jugo de la uva fermentada, sino a mi juicio de supervivencia.
Esta noche he de mover pieza y los Dioses no tienen nada que ver en mis asuntos. En el Desierto no se puede sembrar un Gran País, debo buscar la Fuente de la Civilización y beber de sus aguas. Hacía allí me dirijo yo y mis hombres.
Ptolomeo I, Faraón Guerrero asistido por Zeus y Serapis.