El Capitán O'Dehm se había reunido brevemente con sus compañeros al mando de la Brilliant y de la Pallas pero la decisión era tan breve como concisa. Los franceses no debían escapar impones, había que derrotarlos y a ser posible capturar sus navíos.
Con los barcos a toda vela la aproximación hacia el norte, con viento a favor, se hizo rápidamente mientras se intentaba formar en línea, cuestión no banal dado el estado del mar, mientras los franceses avanzaban tímidamente contra el viento e intentaban con evidente torpeza formar algún tipo de formación son sus navíos.
Los minutos en el mar siempre son largos y las persecuciones, duelos artilleros y abordajes suelen durar mucho más que la mayoría de las batallas terrestres, sobretodo si el enemigo debe ser perseguido y acosado para obligarle a combatir. En todo caso todos los capitanes ingleses repartieron grog entre la tripulación.
La bebida calentó cuerpo, mentes y ánimos y pronto hubo gritos de ánimo y burlas de los franceses que al parecer habían errado en sus movimientos pues pronto resultó obvio que dos de los navíos iban en rumbo de colisión y al estar encarados contra el viento sus maniobras sólo sirvieron para lograr un resultado aún peor y finalmente la comandante, la Macheral de 48 cañones abordó por estribor a la Terpsiphore de 24 cañones causándola algunos daños en la estructura y desmontando un cañón, o eso parecía visto a tal distancia, por los aspavientos de los franceses y en evidente enfado de los oficiales.
Aunque lograron desenredarse nuestra flotilla, abierta en abanico, estaba a punto de caer sobre ellos aunque la Blonde había bogado contra el viento a pesar de su lentitud y de que en dicha dirección se alejaba de sus compañeras aún a poca distancia entre sí.
Los primeros cañonazos fueron demasiado lejanos para gusto del almirante pero el resultado fue bastante inofensivo salvo la humareda blanca de la pólvora elevándose del Brilliant, la Blonde y la Terpsiphore. Las balas, redondas y de pocas libras, atravesaron la distancia entre los navíos con facilidad pero cayeron muy lejos de sus objetivos. A pesar de que la Blonde disparó contra el Aeolus, su tímida andanada, lanzada únicamente con sus cañones de proa, cayeron varias docenas de metros lejos del barco.
El Brilliant disparó a la Blonde en respuesta pero sin mayor puntería y la Terpsiphore, de sólo 24 cañones, no tuvo mejor suerte aunque algunas balas lograron hacer un par de agujeros al aparejo del Brilliant.
Sin embargo ahora el tiempo parecía correr más rápido y tras ordenar al cirujano que se preparase para operar con todas sus herramientas, punzones, cuchillos y prensas destinadas a amputar miembros en el mejor de los casos, el Aeolus avanzó a toda velocidad mientras el Brilliant se colocaba entre ambos navíos franceses pero en esta ocasión la poca maniobrabilidad de los franceses les ayudó pues sin quererlo quedaron formando una cuña contra el Brilliant y en esta ocasión la distancia, a menos de la mitad de la ocasión anterior, sí ayudó a los artilleros.
La Blonde y el Terpshifore, una con sus cañones de popa y otra con toda la banda de babor, descargaron sus proyectiles sobre el barco inglés. El casco del barco sufrió el efecto de varios proyectiles alguno de los cuales tuvo la mala fortuna de acertar en la cubierta provocando algunos muertos entre los ingleses que son nuestra habitual flema y capacidad de sufrimiento hicieron fuego sobre la Macheral, la capitana francesa, provocando en la misma tanto daño o más que el sufrido por nuestro compañero.
Incluso algunos vítores fueron lanzados cuando un proyectil cortó la cadena del ancla del francés provocando que esta cayerá con un sonoro chapuzón al agua... donde esperabamos mandar pronto a sus dueños.
Ahora los franceses sí pusieron en su último navío el aparejo de combate, quizás un poco tarde, para sufrir menos daños en el mismo en caso de acierto de alguna andanada, y además la Blonde aprovechando el combate en el centro se había lanzado hacia el oeste alejándose ligeramente del centro del combate mientras la Pallas cortaba el paso acertadamente a la Macheral, superior a ella en cañones, pero no en habilidad para manejarlos.
Era obvio que dado el angulo de 90 grados formados por los franceses la Brilliant podía colarse entre ambos y descargar ambas bandas pero un súbito cambio en el viento y la falta de movimiento de los franceses cambiaron las condiciones y el Aeolus que pretendía colarse detrás del Brilliant y descargar también ambas bandas sobre el enemigo vió inevitable chocar contra la Brilliant, que a su vez había chocado con la Terpsiphore!!!
Todos los barcos sufrieron algunos daños y algún comentario irónico provocó burlas en la tripulación sobre el daño que debíamos autoinflingirnos para defender el honor de los franceses, incapaces de hacerlo por ellos mismos, y dar valor a nuestra victoria pero las órdenes del capitán cortaron todo comentario posterior cuando su voz atravesó el ruido de la batalla:
"Fuego los cañones de proa! Limpien esa cubierta de gabachos! tripulación... cogan garfios y sables... al abordaje!!!!!!!"
En la Brilliant se oían voces parecidas mientras más lejos la Blonde se alejaba, ¿huyendo?, y al este la Pallas hacia frente a la Macheral.