Kor en Maya (Salsbury Deth)
Habian deseado por tiempos la calma que les habia traido y de hecho fue vendecido por el anciano cuando vieron el ojo incrustado en la espada, que obedecio a su amo por siglos y aquella tribu que ahora sumergiase bajo el puño de roca, como ellos solian llamarle en sus anuncios, estaba liberada. Eran dias gloriosos para los habitantes del mar, mientras se sucedia el gran festejo, arremolinados vientos surcaban el mar formando pequeños tubos alargados de agua, en ellos viajaban Ashram y Shamhaim, el dios y su guia. La deidad suprema jamas habia sido vista por algun habitante de la tierra, pero en esa ocasión dejo entrever su bella luminosidad que de las profundidades manaba, cada instante se hacia maravillosa a la vista , tornando de magia el lugar que pronto fue como un sol mas en el océano. Mumya , la hermosa reina del mar e hija de Shamhaim, asomaba sus cabellos verdosos adornados con corales, que pronto a todos sorprendio con su belleza posándose sobre una saliente que se hallaba justo frente al navio, ahí descanso y observo a los heroes Las miradas de los guardianes y hasta el mismo Kor, se extraviaron, haciendoles pensar en el estremecimiento que generaba la sola presencia del cuerpo azul mitad pez mitad humano. Tan atrayente era aquel espectáculo que kor pronuncio aquellas palabras:
-Si tu diosa, que vistes el océano con perlas doradas y haces que los moradores se enamoren tan fácilmente, ayudame a encontrar el rumbo. Tu que conoces este vasto mar, cada recoveco, cada ser que en el habita, guiame hacia mi destino, llevame por la calma, hacia donde el hombre recorre y situa su nombre. Tu hermosa deidad, a la que nadie puede mirar a los ojos por miedo a quedar ebrio, tus sedosos cabellos enrieden el horrible pasado y las conchas que llevas iluminen nuestro futuro. A ti, Mumya, imploro tu serenidad acompañe mi viaje como lo hace con tu belleza.
Asi dijo Kor esas palabras a la reina e hija del mar, quien le respondio amablemente mirándolo a sus ojos.
-Gran guerrero, puño de piedra, como te conocen los mios, te guiare siempre que el mar habites, con mi canto, aunque el no te llevara a mi lecho sino hacia mares abiertos llenos de peces de colores para que nunca sientas la soledad de estar a la deriva. Deberas saber que de aquí en adelante el mar te acobija y las deidades que en ellas habitan veras con tus propios ojos, guiandote como exiges, y mereces, hacia donde tus deseos indiquen. Acepta este regalo que mi pueblo te otorga en honor a tu batalla que ha traido a los nuestros tiempos de paz. – Ella introdujo su dócil mano en el medio de su pecho y todos pudieron observar como un punto de luz destellaba entre sus dedos, luego continuo expresándose suavemente – Te ha sido concedido el secreto que ha sido guardado por mis ancestros por la eternidad de las mareas y durante la existencia de las lunas, ahora te pertenece. Si escuchas el cantar, tus deseos acompañare y a tu corazon dare fortaleza en los pensamientos, mientras el viento resonara en tus velas llevandote a donde tu deseo lo indique.
-Que Orion los acompañe!!!- Asi se despidio con esas palabras a Kor, quien permanecia estupefacto ante tal acto de aquélla que decia ser la hija del mar, su cuerpo se hundio junto con la luminosidad que hacia que todo parezca de color semejante al dorado.
Motivo 1:
Habia vencido a la Sierpe marina trayendo paz a los que habitan los mares
Motivo2:
La hija del mar, es en si, el tesoro mas preciado para ese reinado, porque ella custodia todos los demas secretos del mar, a ella ha sido encomendada la tarea y así fue por la eternidad de los mares y sucesión.
Motivo3:
La perla que le entrega hara que los marineros no pierdan la cabeza cuando cantan sus dulces melodias, guiándolos en su viaje y comunicando a los guerreros de las profundidades oceánicas alguna novedad en el inmenso mar, ayudándoles ante cualquier problema..
Conclusión:
Conocen a Mumya quien les entrega la perla del mar calmo.