Los trogg reciben al fin órdenes. Numerosos héroes parten en una u otra dirección y todo el mundo parece tener algo importante que hacer mientras se intenta mediar una solución con los vecinos rebeldes del norte.
Las diferentes misivas tienen diferentes alcances pero la ausencia de un interlocutor impide que calen tanto como se podría lograr aunque eso sí, la oratoria de las mismas deja impresionados a muchos de los levantados en armas que comienzan a pensar que quizás sea mejor dar un nuevo paso unidos.
Sin embargo acontente lo imprevisible. Una erupción de inaudita virulencia tiene lugar en la zona donde la ciudad rebelde se yergue. Las llamas y el fuego no dejan edificación en pié ni los habitantes, salvo unos pocos y miserables afortunados, muy malheridos por las quemaduras sufridas, desapareciendo de la faz de Klaskan.
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