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« en: 24 de Octubre de 2008, 12:04:02 pm »
Reino de Ghana
Rey Nvia
Diplomacia: Galam F, Takrur A
Los ghaneses eran guerreros ante todo, y en honor a esta realidad, Nvia reclutaba más y más guerreros e invertía más y más en mejorar las armas.
Tanto gustaba a los ghaneses la batalla que el propio Nvia organizo a sus guerreros para ir a batallar con las tribus de regiones vecinas. Nvia se llevo consigo a Khalalaika, y a 8.000 guerreros, y partió hacia Adawara.
Tras el dejo a Inongo y al resto de los jefes realizando tareas administrativas o diplomáticas.
Los ghaneses no se sentían cómodos en las desérticas llanuras de Adawara, pero pese a ello lograron un botín razonable. Pero para Nvia no fue suficiente, y en su furia por la escasez de lo logrado decidió masacrar a la población de la región, unas 20.000 personas todas de fe musulmana.
La población era nómada, pero no estaba indefensa, un joven guerrero llamado Hasir, junto a mas de tres mil guerreros de las tribus y presento batalla a los ghaneses. Aunque en inferioridad numérica, la numerosa y hábil caballería de Hasir le permitía golpear al enemigo con rapidez, sin dar tiempo a que estos se organizaran. Pero los ghaneses no se dejaron acobardar por estas tácticas, y Nvia hábilmente supo atrapar a muchos de sus enemigos cuando trataban de retirarse tras cada escaramuza. Cuando las bajas fueron suficientemente numerosas, los guerreros de Hasir le abandonaron, para acudir ayudar a huir a sus familias. La mayoría de ellos fueron masacrados. Menos de quinientas personas escaparon la purga de Nvia, refugiándose Adwaghost. Nvia aniquilo a todos los demás.
Nvia le cogio el gusto a la masacre, mientras recorrían la ruta elegida hasta Garou, el rey ghanés no podía olvidar la sensación de poder, el placer de oír los gritos de sus enemigos, el gozo de verlos morir bajo las espadas de sus hombres. Cuando llego a Garou saqueo la región a conciencia. Los bosques de Garou eran similares a los que de otros lugares de Ghana, y los guerreros de Nvia se sentían como en casa. Se llevaron todo lo que había de valor en la región, pero pese a que Nvia debería haberse sentido contento por esto, no fue suficiente, y al terminar los saqueos ordeno a sus hombres que aniquilasen a la población como habían hecho en Adawara.
Esta vez sin embargo era distinto, sus hombres tenían grandes reparos a masacrar a gentes con unas creencias tan similares a las propias, pero Nvia no acepto objeciones, y sus hombres le respetaban y temían demasiado para desobedecerle, así pues comenzó la masacre de Garou.
El jefe de las tribus de Garou, Auktok, contaba con menos de 3.000 soldados, aunque muchos de ellos eran jóvenes y rápidos, que sacaban buen partido a los bosques de la región, pero ni aun así, podían hacer frente los poderosos guerreros de Ghana, que utilizaban mejores armas y algunos incluso prendas de cuero duro para cubrir su cuerpo.
Los guerreros y Auktok fueron masacrados en cuestión de semanas. En cuanto a la población, Nvia había aprendido mucho en Adawara, no escapo nadie de los casi 50.000 nativos. Nvia solo perdió a dos cientos hombres, pero lamentablemente Khalalaika fue uno de ellos.
Pese a la muerte del jefe de Galam, los resultados eran inmejorables, y las ansias de sangre de Nvia solo se veían superadas por su confianza en si mismo y en sus guerreros. Armado de este modo decidió asumir más riesgos, y dio la orden de saquear Songhai. Cuando sus hombres entraron en la región detectaron al contingente de guerreros de Sudan, pero Nvia no se dejaría amedrentar, y esquivando al enemigo comenzó a asaltar las numerosas aldeas de la franja occidental. (Ver NF de Sudan)
Tribus de Sudan
Gran Jefe Anuok
Diplomacia: Songhai EA
La primera orden de Anuok fue terminar de despejar y empedrar el camino que unía Gao con Sumoba. Esto permitiría que la distancia entre ambas ciudades se recorriera con mayor velocidad. También se aseguro el Gran Jefe de Sudan, de reclutar nuevos y bravos guerreros para su ejercito.
Además cuando los ancianos de la tribu explicaron a Anuok que habían ideado una forma de hacer que sus murallas fuesen mas duras, en lugar de clavar simplemente troncos en la tierra, se podía reforzar los mismos con un tronco en posición horizontal clavado a los verticales. Esto hacia más fuertes las murallas, si se podía hacer seria una buena noticia para las tribus. Pronto sabría Anuok lo apropiado de este descubrimiento.
Para el Gran Jefe, el asunto de más importancia era Songhai. Su negativa a aceptar su liderazgo era un enorme perjuicio para Sudan, y por ello Anuok decidió ir personalmente hasta el lugar, llevando consigo a su fiel amigo Maku y a todos sus guerreros, por si acaso la recepción no era grata.
Mientras estaba en Songhai, Anuok recibió la noticia de los ataques en Garou y Adawara, pero no imaginaba que Ghana atacaría también Songhai. Es cierto que Anuok tenia cierta relación con Adawara, pero la región no formaba parte del concejo de tribus, y no constituya un ataque a Sudan, no obstante Songhai había sido territorio sudanés, y pese a la rebelión, Anuok consideraba aquellas como sus tierras. Además, el ataque de Nvia se produjo cuando estaban a punto de firmar un acuerdo para que el gobierno de Sudan gestionara los tributos de la región, y Anuok no iba a permitir que el rey Nvia malograse sus esfuerzos.
Desgraciadamente para Anuok sus hombres no estaban ni mucho menos preparados, y aunque con ayuda de Maku logro organizarlos en partidas para repeler al enemigo, los ghaneses les llevaban la delantera. Al final Anuok tuvo que conformarse con proteger la zona oriental de Songhai del enemigo, pero Nvia causo grandes estragos en la región, destrozando campos, y casas, y matando al ganado.
El acuerdo se firmo igualmente, pero las gentes de Songhai exigían venganza por sus muertos, e incluso el resto de las tribus se sentían ultrajadas. Por todo Sudan comenzaron a sonar los tambores de guerra exigiendo que Anuok tomase medidas.