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Partidas Finalizadas => Relatos => Klaskan Renacimiento => Relatos de la Gran Horda => Mensaje iniciado por: Karnak en 15 de Septiembre de 2005, 03:57:04 pm

Título: Gruntz o como destruir una Torre de Magia. autor Karnak.
Publicado por: Karnak en 15 de Septiembre de 2005, 03:57:04 pm
 

   

Gruntz o c?mo destruir una Torre de Magia


   La conquista de la Torre de Magia hab?a sido todo un ?xito, y ahora al caer la noche la Horda lo celebraba fervientemente consumiendo grog y huyendo del numeroso grupo de elfas que segu?an al ca?tico ej?rcito con la vana esperanza de pillar a alguno de los orcos solteros que hab?an conseguido amasar una fortuna a base de pillajes y saqueos. 

   Cuando por la ma?ana temprano a eso del mediod?a un ej?rcito resacoso y somnoliento tom? posiciones a cierta distancia de la Torre de Magia, todos se esperaban que el d?a acabar?a con mucha sangre derramada y todos los enemigos muertos y mutilados.  Pero no fue as?, y cuando la unidad de infanter?a que se mand? como exploradores y carne de arqueros entr? en la Torre sin oposici?n se extendi? entre la Horda el rumor de que los defensores hab?an huido como ratas.  Un examen m?s exhaustivo de la situaci?n permiti? comprobar que el edificio no hab?a sido ocupado a?n ni siquiera un mago humano hab?a tomado posesi?n de la Torre, todo estaba sin estrenar, reci?n pintado.  Las estanter?as vac?as, los muebles abiertos, la despensa limpia. Y lo que era peor ni una sola gota de grog.

     Suerte que el ej?rcito iba bien surtido porque una Horda puede pasar hambre, pero sed nunca.  Nadie se atrever?a a entrar en combate sin ese calorcillo que te recorre el espinazo y te adormece los pensamientos y que hace tan f?cil el correr hacia la muerte.

   Y de esta forma la Horda se apoder? de la Torre de Magia.

    Los Ogros se comieron las puertas porque dec?an que la madera ten?a un cierto sabor a pino, las arp?as se instalaron en lo alto de la Torre y se divert?an lanzando excrementos al que se acercara por la puerta all? abajo.  Fuzkazam temblaba emocionado mientras recorr?a la Sala de Magia totalmente vac?a colocando mentalmente sus materiales m?gicos.  Aqu? la cama, all? la olla de los sacrificios, a este lado la estanter?a con los Grimorios Prohibidos, detr?s la cama de los aprendices, en el centro su enorme mesa de madera de s?ndalo y a su lado el Brasero Ceremonial. 
   
   Tor-Wuaki hab?a reclamado para s? el gran dormitorio de la segunda planta y junto con su har?n se hab?a encerrado dentro.  Muggrath hab?a intentado ocupar una peque?a estancia junto al gran dormitorio, tal vez destinada originalmente para alojar la servidumbre.  Pero en dos ocasiones su Ave de Fuego hab?a provocado un incendio. Primero al prender el colch?n de plumas de ganso mientras intentaba arreglar la cama como un peque?o nido, Muggrath que dorm?a sobre el suelo de piedra pudo apagarlo lanzando, no sin sentir una gran tristeza, todo lo que le quedaba de su barril de grog.  La segunda vez cuando prendieron las cortinas y tapices que colgaban de las paredes.  Sin grog para apagarlo tuvo que salir al corredor seguido de Mol-Stress bufando peque?as llamaradas de fuego, mientras el humo invad?a su habitaci?n.  Finalmente decidi? plantar su tienda de campa?a de piel de B?falo de lava que sab?a era ign?fuga.
   Gruntz por su parte se prodigaba en la despensa moviendo muebles, rodando mesas y sacando las baldosas del suelo en la busca de la comida que dec?a deb?a haber en cantidad en aquella Torre.

   El resto de la Horda acamp? en el exterior de la Torre. Los no-muertos excavaron un agujero en el suelo y se tumbaron sonrientes*.  Las tiendas de piel de B?falo de Lava salpicaron el peque?o campo desolado que rodeaba el edificio m?gico albergando a la infanter?a, los arqueros y lanceros, y m?s all? a los jinetes de lobo que como era habitual en campa?a dorm?an junto a sus monturas.

   A primera hora de la tarde se reunieron todos para despedir a D?on, que march? a reconocer los alrededores, entre gritos de j?bilo y pedradas. En esos momentos apareci? un monstruo volador sobre los all? congregados que se quedaron mirando al cielo haciendo visera con la mano, observando c?mo Muggrath y su ave part?an a su encuentro intentando espantar a las Arp?as que le disputaban su presa.

     Al rato regres? Muggrath maldiciendo y golpeando al que le pusiera a su alcance.  Siempre se pon?a de mal humor cuando sus adversarios pon?an tierra por medio, lo cual no era nada extra?o viendo el aspecto que gastaba el muchacho que era tan alto como un ogro, con brazos como robles y una expresi?n a medias entre cruel y miembro honor?fico de una ONG.

   Al caer la noche la Horda se fue despertando poco a poco mientras se encend?an los fuegos en el campamento y el grog comenzaba a circular.  Muggrath apareci? no se sabe bien de donde maldiciendo entre dientes al humano alado que huy? ante ?l y los Ogros devoraban algo indefinido con apariencia poco apetitosa.  La cosa se fue animando y hasta el propio Tor-Wuaki apareci? envuelto con una s?bana a modo de toga saludando a los presentes y felicit?ndolos por su valor o su destreza en el combate. 

   El trasiego de grog continuaba hasta bien avanzada la noche, entre los alaridos de las elfas, el crujir de las mand?bulas de los Ogros, y los graznidos de las Arp?as.  De repente una serie de chasquidos, como el que hace un resorte al saltar, y un estruendo enorme llam? la atenci?n de toda la Horda all? congregada. Las miradas convergieron en la Torre de Magia que se alzaba en las cercan?as a tiempo de ver c?mo una mir?ada de piedras se estrellaba en sus muros.  Se hizo nuevamente el silencio, y de repente, un estremecimiento y la Torre se vino abajo como si la hubiera aplastado la mano de un gigante.

   Todas las miradas se dirigieron hacia la izquierda, donde las m?quinas de asedio permanec?an a?n desplegadas desde que fueron armadas para el asalto esa misma ma?ana-.

    Todos vieron a Gruntz apoyado en la palanca del resorte del primer lanzapiedras mientras meaba tan tranquilamente dando la espalda a la Torre.  Mir? hacia los congregados y volvi? la cabeza despacio, despacio?muy despacio?

   -?He sido yo?.


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   Al d?a siguiente ya se hab?a recogido todo el campamento.  Los materiales aprovechables de la Torre hab?an sido enviados a la Ciudad de K?tund-Z?d?n.  D??n hab?a llegado y ya contaba nuevas fantas?as de unos seres grandes como Ogros con la cabeza como B?falos de Lava, valientes y poderosos guerreros.  Como siempre que D??n llegaba de sus exploraciones fue contando de corrillo en corrillo su aventura, a la que nadie dio cr?dito, hasta que fue pateado  por los Ogros que no se cre?an que hubieran seres de su tama?o y que fueran por ah? con cuernos en la cabeza.  Al poco Tor-Wuaki le envi? con sus exploradores a la vanguardia de la Horda mientras el aventurero pensaba para s? que hab?a pasado lo mismo cuando regres? de la ciudad Atlante y nadie cre?a que existieran seres con escamas.

   A retaguardia un solitario Fuzkadam con l?grimas en los ojos miraba de reojo hacia los restos de la Torre de Magia de la que s?lo quedaban los cimientos.  ?Mi Torreeee, mi Torreeee-