En un pequeño palacio del complejo de la Mezquita de Al’Mansur, en una estancia interior sin ventanas iluminada con antorchas, una misteriosa figura se está preparando. Lleva puesta una cota de malla completa que le cubre todo el cuerpo, brazos y piernas. Sobre ésta se ajusta una coraza de peto y espaldar, de acero brillantemente bruñido que refleja la luz de las antorchas. Cruzadas a sus espaldas se sujeta dos pesadas cimitarras. En su cinto lleva una daga y una espada corta. Se coloca una pequeña daga en su manga izquierda y otra en la caña de una de sus botas de cuero. Sobre sus hombros se pone una amplia capa y en su cabeza un yelmo con turbante que le deja al descubierto la cara. Por último uno de sus ayudantes le trae una pesada lanza de caballería. Tras unos momentos dice con voz potente:
“¡Traedme mi caballo!”
Qurtuba Productions presenta:
El retorno de Yahya
Cuando los rezos y las buenas palabras no son suficientes
Próximamente en los mejores campos de batalla de las estepas.
:hello:
Raimon :grinningorc: