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Mensajes - Maldito Heroe

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Bienvenidos / Re: Hola!!
« en: 29 de Octubre de 2007, 08:10:09 pm »
"HEROE MALDITO"

PROXIMAMENTE nuevo relato mio ke spero le s guste como los anteriores.

2
General / Re: Espacio para los escritores...
« en: 13 de Septiembre de 2006, 11:09:05 pm »
ke ondas Gwidion, donde esta esa madre del "bardo"?


saludos

3
General / Espacio para los escritores...
« en: 13 de Septiembre de 2006, 09:09:07 pm »
Hey ke rollo, kitaron el foro donde se podia subir historias.

Maldita sea no encuentro IVLAK, ademas de ke ya habia empezado a redactar una nueva "DarkWolf", espero ke arreglen este asunto enputiza. Sale, al rato.

Saludos...!!!!

4
General / La vueltita verde...
« en: 22 de Junio de 2006, 12:26:00 am »
Juan llevaba de enamorado tres años con una chica muy linda llamada Alexandra, y hasta el momento no había intentado tener relaciones sexuales con ella. Un día empezó a acariciarla apasionadamente, le quitó toda la ropa, pero cuando intentó hacerle el amor, ella se excusó diciendo que solo haría eso después del matrimonio, pero que una vez casados podría hacer hasta “La Vueltita Verde” con ella.

Muy confundido con esto, Juan llamó a Johanna (una mujer con quien el tenía sus escapadas). Fue al departamento de ella y le pidió que hicieran “la vueltita verde”. Johanna, asustada, comenzó a gritar diciendo que ella era una mujer respetable y que nunca se le pasaría por la cabeza hacer una cosa de esas y le ordenó salir inmediatamente de su casa diciéndole que se olvidara para siempre de ella.

Mas confundido todavía, Juan decidió ir a un prostíbulo. Escogió una mujer linda, se fue para un cuarto con ella y le preguntó si ella hacía de todo. Ella le respondió que hacía cualquier cosa por dinero. Entonces Juan le pidió que hiciera “La Vueltita Verde” con él. Ella, puta de profesión, respondió que a pesar de ser una prostituta y ramera, era una mujer que se respetaba mucho y lo empezó a agarrar a golpes.

Oyendo aquel alboroto el cabaretero abrió la puerta de una patada y preguntó ¿Qué carajo está pasando? Juan, más confundido que nunca, le dijo que solo le había pedido a la mujer hacer un poquito de “La Vueltita Verde” con él. Al oír esto, el cabaretero enfureció y lo saco a empujones del prostíbulo gritándole que no volviera a aparecer por ese lugar.

Aún confundido, Juan fue a buscar a Fulvio (un gay) para aclarar las dudas al respecto. Cuando lo encontró en su peluquería, se saludaron muy efusivamente, y Fulvio le dijo que estaba dispuesto a pasar una noche con él. Juan se lo llevó y le propuso también hacer “La Vueltita verde”. Fulvio no soporto oír eso y comenzó a golpearlo con la secadora de cabello y le dijo que era un desgraciado que no quería volver
a verlo más en su vida y lo echo, ayudándose de otros peinadores que estaban con él.

Juan estaba ya ansioso, enloquecido… Fue, buscó a Alexandra (su enamorada) y le pidió que se casara inmediatamente con él. Quería hacer el amor con ella pero más que eso mataba por hacer “La Vueltita Verde”.

Alexandra aceptó y muy eufórica enfatizó que lo haría muy feliz y que harían “La Vueltita Verde” todas las veces que quisieran. Se casaron… y fueron de luna de miel.

Juan, muy inquieto, quería interrumpir el viaje para hacer la tal “vueltita verde”... En esa ansiedad, desvió su atención del camino, y se estrelló contra un trailer, provocando un accidente. Alexandra… murió.

Él está hasta ahora tratando de averiguar que es “La Vueltita Verde”... y yo también.


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Novela corta y prosa / Ivlak... (Final)
« en: 21 de Junio de 2006, 12:43:00 am »
FINAL

Los cuerpos de los hombres que habían caído fueron preparados para sus funerales, serian inmortalizados en el Recinto Sagrado donde serian gravados sus nombres como defensores del reino. Sus cenizas esparcidas en el campo de batalla como debía ser, el más grande honor que un soldado pudiese tener.

Al estar limpiando el cuerpo de Rafnar me vinieron recuerdos de mi primera batalla, cuando Eglar salvo mi vida y murió frente a mis ojos, ya se había derramado sangre y eso parecía no importar. No entendía el porque de esta guerra, no sabia los motivos por los que un Señor de otras tierras se plantaba en nuestro Reino.

Por la noche un emisario de Drako toco las puertas del castillo y pidió una audiencia con el Rey, no sabíamos cual era la pretensión de este, pero fue recibido en el Palacio Real:
   -Puedes hablar.
   -Mi Señor,-dijo el mensajero-Drako, Dragón de Fuego envía sus condolencias por la muerte de su líder y lamenta de todo corazón haber sido el quien lo haya matado.
   -Entiendo.
   -Se que mañana le rendirán homenaje a Yunker, como debe ser,  es por eso que Drako y sus tropas no atacaran mañana.

El Rey acepto, por fin tendríamos un día de descanso...

Más tarde y acompañado de Altaria lleve las urnas de las cenizas de Rafnar al campo de batalla. También acudieron mujeres y niños, llevando consigo las  cenizas de sus esposos, padres o hermanos. Fue una noche demasiado triste.



Al día siguiente todo quedo preparado para rendirle honores a Yunker. En el Palacio Real, su cuerpo fue bañado con perfumes y su armadura limpiada con aceites de blancos. Le fue puesta su armadura, la Espada Roja y el Escudo Blanco que siempre portaba en combate.

Su cuerpo fue cargado por muchos hombres hasta el patio principal, donde  el Rey debería encender la llama inmortal, en la pira que se había confeccionado para nuestro aun líder. Sus cenizas descansarían en el Recinto Sagrado y su nombre se gravaría en las paredes y viviría por mil años. Mientras el fuego consumía el cuerpo de Yunker, la Princesa Valya tocaba el arpa, sus notas hacían más triste la ceremonia. No pude resistir más y me dirigí a otro lugar.

Por la noche anduve caminando sin rumbo fijo, estaba harto de esta situación, quería marcharme de este lugar y no mirar atrás. Como todas las noches me dirigí a las torres a contemplar el cielo y las estrellas, pero últimamente los días y las noches no habían sido buenos. Altaria llega hasta mí y dijo:
   -En que piensas.
   -En irme y dejar todo esto…
   -Y… Porque te irías?
   -No tengo motivos para quedarme.

Los dos quedamos callados, “no tengo motivos para quedarme” fueron mis palabras que lastimaron su corazón, me di cuenta y tome su mano.
   -Perdona, no quise lastimarte.
   -Te ves muy triste-dijo ella.
   -Si, me han pasado muchas cosas últimamente, la muerte de Rafnar y Yunker sobre todo.
   -Si quieres llorar hazlo, no te detengas.
   -No, si no derrame lagrimas cuando mi hermano murió, no empezare hoy. Además ya habrá tiempo para eso, debemos pensar en el día de mañana…
Y nos retiramos de ese lugar…



El día habia amanecido muy callado, nublado y frío, era cuestión de tiempo para que el enemigo sonara las trompetas de ataque. Sin ganas me dispuse a afilar mi espada, mientras Altaria preparaba la armadura.
   -Estas muy callado Ivlak?- dijo ella
   -Tengo miedo…
   -De que?
  -De todo, de morir, de dejarte…
  -No temas, estaremos juntos en esta vida o en la siguiente.

Se acerco a mi, y me acaricio el rostro con su mano blanca y delicada, posiblemente estos momentos serian los últimos que estaríamos juntos, aun así ella se mantenía tranquila y no parecía temer a su destino.
   -Anoche tuve un sueño…-le dije
   -Que soñaste?
   -Era de noche y me encontraba en el campo de batalla, pero no habia nadie, seguí adelante buscando al enemigo y llegue hasta donde estaba un grupo de guerreros sentados alrededor de una fogata, los reconocí inmediatamente bebiendo y cantando, mis amigos muertos en combate: Rafnar, Astur, Morggesten, Milo, Helfdane y Yunker. Todos alrededor del fuego y al fondo mi hermano, me hablo… me dijo: “venid Ivlak y toma tu lugar el en consejo de fuego, solo faltas tu…”

Entonces ella me abrazo y empecé a llorar como nunca antes lo había hecho. No quería dejarla, pero muy dentro de mi sabia que esos momentos eran los últimos que estaríamos juntos.




Las trompetas de alerta sonaron un largo rato, alguien golpeo la puerta, afuera  se escuchaban los gritos que llamaban a los hombres a formarse. Me apresure a ponerme la armadura, bese a Altaria y salí a formarme. Este día seria quizás el último de muchos de nosotros.

Corrí hacia las torres y subí rápidamente, al llegar arriba vi algo aterrador, el enemigo se abalanzaba sobre el castillo con todos sus guerreros. Esta vez no esperarían a un ejército en el campo de batalla, tratarían de entrar derribando nuestros muros y puertas. Se aproximaban rápidamente, con torres móviles con cientos de orcos, catapultas, escaleras para trepar los muros.

Dentro del castillo todo era confusión, no habia orden y los soldados no terminaban de formarse, los pocos arqueros que quedaban corrían presurosos a tomar posición. Entonces vi caer flechas encendidas y una gran bola de fuego golpeo el muro. El ataque habia iniciado y con ello un día muy difícil.

El enemigo llego hasta nuestras murallas donde recargaron las escaleras e intentaban subir. Los impactos de las catapultas provocaban más desorden y temor hacia nuestros soldados. Con hachas cientos de orcos intentaban derribar el portón.

Hassler y Karsten trataban desesperadamente de ordenar una defensa en la puerta principal:
   -Traed troncos y madera para sellar el portón, deprisa!!!-gritaba Karsten

Los muros del castillo se estremecían con los ataques de catapulta, que cada vez se volvían más destructivos. Hassler corrió presuroso hacia las torres junto con otros hombres, yo los seguí, debíamos de detener al enemigo que intentaba subir los muros. Los impactos de las catapultas enemigas estaban destrozando el castillo, además el ataque con flechas encendidas causaba pánico y terror en las mujeres y niños.

Con furia y coraje me enfrente al enemigo que se atrevió a subir nuestras murallas, otros de mis compatriotas hacían lo mismo, luchábamos sin descanso alguno, sin dejar de pensar en nuestras vidas. El ataque ya duraba horas, y nosotros no cedíamos, nos aferramos a una victoria que no estaba a nuestro alcance pero aun así no soltamos las espadas.

Entonces el enemigo logro abrir el portón que había resistido, los primeros orcos que entraron sucumbieron ante las flechas de los pocos arqueros que se mantenían de pie, en el primer choque vi caer a Karsten y Hassler, entonces baje deprisa de las torres y fui a defender la entrada.

Cada vez éramos menos, pero nuestro coraje nos hacia valer por mas de un hombre, y el enemigo al fin entendió que no seria tan fácil derrotarnos y sonaron las trompetas de retirada, una retirada que solo fue temporal ya que se habían agrupado en el campo de batalla, planeando un nuevo golpe, que quizás fuera el definitivo.

Dentro del castillo, el Rey pasó lista y contó a los soldados que aun nos manteníamos de pie: 95 hombres dispuestos a dar su vida por la libertad de nuestro pueblo.

“95 soldados, solo somos 95” pensé yo, era tiempo de cumplir con mi destino. El Rey entro al salón principal algo desconcertado, fui con el y lo mire a los ojos, vi en su rostro la derrota, miedo y desesperanza, y eso me dio tristeza.

Salí al patio y vi a los hombres derrotados sin antes haber presentado batalla, en sus caras se notaba el miedo, agache la cabeza y escuche su voz:
   -Entonces… hoy se termina todo, se quedaran sentados mirando al suelo, derrotados sin haber luchado…-era Altaria.

Alce la cabeza y su rostro me dio valor nuevamente, me dirigí con los soldados y hable fuertemente:

“¡Hombres del reino, yo soy un soldado, un guerrero de esta gran nación, y lucharé hasta el mismísimo final para defender esta ciudad que representa el ultimo bastión del nuestro pueblo ante las fuerzas de la oscuridad, no pueden pasar porque entonces sus tropas camparan libremente por nuestras tierras!”

”Quizás no venzamos hoy, quizá no venzamos mañana, quizá pereceremos todos hoy, pero habremos luchado por una gran causa, habremos luchado y entregado nuestras vidas por nuestras familias, a una raza libre! Yo digo que resistiremos hasta el último aliento”

“Esta castillo no puede caer, y no caerá mientras un solo hombre se mantenga en pie empuñando una espada. Toda esta inmundicia oscura que nos acecha, todas estas legiones del orcos, bárbaros y mercenarios que se avalancha sobre nosotros, no podrán vencernos, porque nosotros representamos un ideal y una vida, nosotros representamos al ser humano de todas las naciones de este viejo continente. Creedme soldados, hoy será un gran día, en el que se decidirá nuestro futuro y el de los nuestros, hoy libraremos la más grande batalla de estos siglos, comparable a las batallas de los antiguos dioses. Hoy forjaremos el nuevo destino de la humanidad con hierro y fuego, hoy moriremos por nosotros y por los nuestros”.

  -Están conmigo soldados?
  -Están conmigo guerreros?

“Pues luchad hasta el final, luchad hasta la última gota de nuestra sangre y hasta el último aliento de nuestro cuerpo, luchad hasta la muerte!!!!!

Entonces 95 espadas lanzas y arcos fueron alzados al cielo, y un gutural grito unánime se alzo al  ahogando por unos instantes la amenaza que había delante.

Corrí al Palacio Real y tome el estandarte del Rey, el estandarte de una nación libre y lo puse en mi hombre, los 95 soldados que estábamos de pie salimos al campo de batalla, mientras detrás de nosotros el portón fue cerrado y sellado.

Los ejércitos enemigos eran dirigidos por Drako, la batalla final estaba a punto de comenzar mientras nosotros nos aferramos a nuestras armas, al tiempo que las legiones oscuras se acercaban.

Con algo de miedo vacile a los hombres:
   -Bien, luchen sin piedad, luchen hasta la muerte, no tomaremos prisioneros…
Y todos reímos, tratando de hacer nuestros últimos instantes algo gratos.

Después comenzó la batalla, hicimos un círculo con escudos, colocados de dos en dos, uno encima de otros, y por las esquinas las lanzas eran empujadas tratando de asestar golpes mortales.

Los primero ataques los resistimos, pero conforme avanzaba la batalla los escudos empezaban a ceder y los hombres sin fuerza y debilitados caían derrotados. Los combates duraron horas, paso la noche y siguió con la llegada del sol la batalla por la libertad.

¿Todo estaba perdido? ¿Íbamos a fracasar? ¿Así terminaba la historia de los hombres libres? Al menos habríamos presentado batalla con valor y honor. Entonces el enemigo dejo de atacar y retrocedió, vi en el horizonte las banderas blancas de los reinos del Oeste, los primos del Rey.

Drako formo a sus tropas para enfrentar a los ejércitos blancos que habían acudido a nuestro llamado, por fin las suplicas de auxilio tuvieron respuesta.

Los dos ejércitos eran muy numerosos y el choque fue duro, yo corrí al campo de batalla y me enfrente a Drako, sentí en mi cuerpo la fuerza de Yunker y sin más lo derrote. Al fin, el enemigo, se dio cuenta de que no podrían salir victoriosos de esta batalla, porque nuestro defenderíamos la libertad en esta vida y en la otra.

Y todo termino, cuando sonaron los cuernos de retirada y las tropas oscuras enemigas empezaron a huir en desbandada la gente dentro del castillo empezó a llorar de alegría.

Ese día la nuestro pueblo lubricó a fuego y acero un nuevo futuro para su historia y aplazaron su final, ese día los hombres vencieron a la muerte, ese día 95 hombres valerosos encontraron la paz eterna.

En cuanto a mí, me encontraron arrodillado, con la espada rota, la armadura destrozada, lleno de sangre y heridas, pero en mi hombro aún descansaba derecho, imponente e imperturbable el sagrado estandarte de Rey, ningún enemigo había logrado derribarlo si quiera una sola vez, el símbolo de la libertad nunca se sometió a ningún enemigo, el signo de la vida y  de la raza humana se había mantenido invulnerable una batalla más.

Me han llevado a Palacio Real, el Rey me ha jurado que mis cenizas se esparciran en el campo de batalla, el maximo honor que un soldado puede tener, y mi nombre sera gravadao en las paredes de Gran Salon, solo los nombres de los grandes heroes pueden escribirse ahi, y el mio Ivlak, el ultimo heroe... sera recordado por cientos de años...



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General / Re: Mägo de OZ...
« en: 11 de Mayo de 2006, 04:16:31 pm »
les recomiendo bastante la pagina de rock:  www.rocksonora.com

las bandas ke nunca me gustaron fueron las de pantera y sepultura, nunca fueron de mi agrado.

ahora bien, hay bandas ke basan sus letras en leyenndas y personajes historicos, canciones como: alejandro(magno), drakula, juana de arco, la torre de babel, caballo de troya, transylavania, etc

he aki una de mis canciones favoritas, de warcry:

El Guardian de Troya

Destino cruel, que me obliga a defender
los frutos de una traicion, de un desatino.
Una mujer todo un reino condenó...
no entiendo la situacion... ni la he elegido.

Soy el guardian, la llave de mi ciudad,
el que dentro quiera entrar peleará conmigo.
No atiendo a razón, solo tengo una mision:
Combatir hasta el final al enemigo.

Mucho dura ya la batalla, la agresion.
Nunca he visto un corazon tan vengativo.
No me toca a mi el buscar la solucion,
solo sirvo a una razón... lucho por los mios.

Puuede que hoy llegue el final...
Puede que el dia yo no vea acabar...
mas si ese es mi destino,
no lo hare esperar.

Ya se acabo, triste final.
Caigo en la tierra, con una herida mortal,
mas si ese es mi destino,
no lo hare esperar.

Siento llegar la oscuridad...
Muero tranquilo, he luchado hasta el final.
Por mi hogar doy la vida,
No puedo... dar más.

y ke les parece esta otra, tambien de warcry:

AL SALIR EL SOL

HORA DE PARTIR, MUY LEJOS DE AQUÍ
LA GENTE SE ABRAZA, SE SIENTE EL MIEDO LATIR
PALABRAS DE AMOR, QUE EL VIENTO LLEVO
CUANTOS SUEÑOS ANTES DE QUE SALGA EL SOL

ALGUNOS NO VOLVERÁN, A SUS CASAS CONTEMPLAR
SUS PADRES, NOVIAS, Y AMIGOS NO LOS VERÁN NUNCA MÁS
Y ESCUCHO UNA VOZ, SUSURRANDO AMOR
UN SUEÑO DE ESPERANZA DE UN JOVEN CORAZÓN

CUANDO SALGA EL SOL
Y SIENTAS SU CALOR
VOLVERÉ AQUÍ DONDE HOY TE BESÉ
CUANDO SALGA EL SOL

Y FUE JUNTO A MÍ, SIN NADA DECIR
CALLADO SUFRIENDO, A PUNTO DE COMBATIR
Y TODO EMPEZÓ Y ESCUCHE SU VOZ
QUE BAJO UNA ESPADA SE APAGO

AL FINAL LE BUSQUE Y ENSEGUIDA LE ENCONTRÉ
CON UN ALIENTO DE VIDA AGARRADO A SU PIEL
ME HIZO JURAR QUE VOLVERÍA ATRÁS
Y QUE AQUELLAS PALABRAS NO DEBÍA OLVIDAR

CUANDO SALGA EL SOL
Y SIENTA SU CALOR
DILE QUE CON ELLA NO PODRÉ VOLVER
CUANDO SALGA EL SOL

(SOLO)

HACIA ESE LUGAR FIRME CAMINÉ
LLEVANDO CONMIGO UN PESO
QUE QUERÍA PERDER
LLEVANDO EL ADIÓS DE UN POBRE CORAZÓN
PORTANDO CONMIGO PALABRAS DE DOLOR

CUANDO SALGA EL SOL
Y SIENTAS SU CALOR
PIENSA EN ÉL ACARICIANDO TU PIEL
CUANDO SALGA EL SOL

CUANDO SALIÓ EL SOL
Y SINTIÓ SU CALOR
VI CAER UNA LAGRIMA A SUS PIES
AL SALIR EL SOL

saludos.

7
General / Re: Mägo de OZ...
« en: 09 de Mayo de 2006, 11:34:27 pm »
hablando de canciones malditas e infernales ke les parece esta, "hijos del metal" de luzbel:

Hijos Del Metal

Con su magia nos convierte
En energía sideral
Su maldición profetiza
Corazones de metal

La noche esta bendita
Por acordes del infierno
Solo flota en el ambiente
heavy metal, lujuria y sexo

Somos los hijos del metal

Como una escapatoria
Las angustias se liberan
Solo viven el presente
No esperan vida eterna

Sus vidas las gobiernan
Crucifijos invertidos
Sus destinos están escritos
En las hojas del gran libro.

Con hechizos estruendosos
Guían su revolución
Dominan al bajo astral
Son los reyes del terror

Con la hostia sagrada
De la oscura libertad
Esperan ansiosamente
A su majestad: satán.

Somos los hijos del metal

8
General / Re: Mägo de OZ...
« en: 09 de Mayo de 2006, 05:49:12 pm »
se me olvido poner a las tres primeras bandas de rock ke escuche en mi vida

-EL TRI
-ANGELES DEL INFIERNO, uta ke banda tan chingona es esta
-LUZBEL, la mejor banda de heavy metal en mexico
-BARON ROJO

bandas argentas, pues si han tenido buenas bandas, sobre todo soda estereo y rata blanca

saaludos

9
General / Re: Mägo de OZ...
« en: 09 de Mayo de 2006, 04:43:18 pm »
pues yo desde los 7 añños eskcucho rock, y hasta la fecha, mis 24 años sigo escuchando rock, claro ke con el tiempo he escuchado varios grupos y tipos de rock

me considero parte de la generacion del rock en español, finales de los 80 y principios de los 90, en mexico se escuchaba caifanes, maldita vecindad, la cuca, victimas del dr. cerebro, cafe tacuba, la lupita, etc, y las bandas extranjeras eran: fabulosos cadillacs, soda estereo, enanos verdes, miguel mateos, HEROES DEL SILENCIO[/color]

recuerdo ke en akellos años tambien escuchaba rock mas oscuro y subterraneo: transmetal, fonguss, grupo rip, inquisidor, ramses, caronte, khafra, six beer, etc.

a eso de los 14-15 años emepce con el heavy clasico: metallica, ac/dc, iron maiden, judas priest, helloween, megadeth, black sabbath, etc

del 2000 a la fecha tambien empece a escuchar: rammstein, haggard, lacrimosa, in extremo, mago de oz, tierra santa, red wine, saratoga, centinela, raphsody, rata blanca, etc

en el  post principal me refiero a la cancion JUDAS de mago de oz, y no a judas priest, o otra agrupacion. la cancion va mas o menos asi:

"esta carta ke le escribo a su ilustre señoria
es un fax informativo, me acabo de suicidar,
mi nombre es JUDAS

me visto por la cabeza y llevo
un vestidito blanco y nadie sabe
con certeza de ke diablos estoy hablando

mi morada es el vaticano,
y aunke calzo las sandalias del pescador
y al rebaño doy mi bendicion
hago cruces con kon los dedos
recaudo dinero con mis manos
mi poder el señor
judas soy yo"

10
General / Mägo de OZ...
« en: 08 de Mayo de 2006, 03:57:10 pm »
Falta poco para que esta banda legendaria llegue a mis tierras, en el  norte de Mexico.

Me desplazare a tierras que no son de mis dominios para presenciar a este valeroso grupo de guerreros y disfrutar de su musica.

La Cruz de Santiago, Fiesta Pagana, Satania, El Santo Grial, Molinos de Viento, Judas, Kelpie, etc, canciones que me hacen alucinar con el mas puro heavy metal.

24 de mayo es la cita en Hermosillo, los boletos estan algo caros, pero creo que valdra la pena.

saludos.

11
Novela corta y prosa / Ivlak, el ultimo heroe... (VI)
« en: 03 de Abril de 2006, 06:29:58 pm »
CAPITULO VI

Las trompetas sonaron fuerte y largamente, me levante y me dispuse a ponerme la armadura, ella también se levanto y me ayudo, primero el cinto de plata, la pechera y hombreras y la protección en las rodillas y antebrazos. Mientras tomaba algo de vino y comía pan de trigo ella limpiaba el escudo y afilaba la espada.

Afuera se escuchaban los hombres que respondían al llamado y acudían a formarse, Altaria y yo no dijimos nada, solamente nos miramos, ella me abrazo y me dio el escudo. Sabíamos que el día de hoy podría ser el último de mi vida, pero también el día de hoy podría ser el de nuestra derrota definitiva.

Así empezaba el día de hoy, el que posiblemente seria el más largo y duro de esta guerra. Por mi parte tenia el presentimiento de que algo grave ocurriría de nuestro lado.

Fui a donde Rafnar, todavía estaba postrado en la cama un poco repuesto, pero sin oportunidad de salir al campo de batalla, me dio la mano:
   -Bien Ivlak, deberás mandar al otro mundo a varios en mi nombre!
   -Así lo haré Rafnar.
   -Prométeme que al final del día nos reuniremos en la taberna y brindaremos por la victoria de hoy.
   -Así será, ganaremos esta batalla y nosotros beberemos vino hasta el amanecer…

Salí y me dirigí a formarme con el resto, los batallones estaban casi listos. Antes de salir del castillo, Yunker se dirigió al frente y hablo fuertemente:
   -Se que al animo esta decaído y se que muchos de ustedes están cansados y ya han perdido a hermanos, padres, hijos y amigos…

Las palabras de Yunker empezaron a despertar a todos, apretábamos fuertemente nuestras armas.

…”hoy es un hermoso día para morir, como todos lo hemos soñado alguna vez, morir en el campo de batalla, dando nuestra sangre por nuestro Rey. Pues les digo también que es un buen día para ganar y hacer retroceder al enemigo…”

   -Son muchos-dijo alguien de atrás y se escucharon varias voces.
   -Hay que pactar la rendición…
   -Huyamos todavía hay tiempo…

…”el que quiera huir que lo haga, pero no pactaremos la rendición, no, no someteremos a nuestro pueblo a un ejercito oscuro como el que nos espera afuera, habremos de salir y luchar hasta el final, pensando en nuestras familias. Porque si huimos o nos rendimos que pensaran nuestros hermanos que ya cayeron?... Que su muerte y esfuerzo fue en vano?... Que su sangre no ha valido la pena?...  yo digo que realicemos un ultimo esfuerzo y hagamos temblar al enemigo…”

Entonces Karsten lanzo un grito de guerra que hasta ese día yo nunca había escuchado. Levanto su espada al cielo y muchos, algo desconcertados pero motivados, lo seguimos golpeando nuestros escudos con las espadas. En un instante el patio principal se inundo de gritos de victoria, la confianza perdida por el día anterior hoy se recobraba.

El Rey y la Princesa Valya, salieron al patio principal con la Jarra del Vino de la Victoria, que bebieron y después la bebimos todos. El Rey portaba el Estandarte Real, con las insignias del León y la Espada Sagrada, ese estandarte en más de doscientos años jamás había sido derribado en el campo de batalla y era el principal vestigio de nuestro pueblo. Fue entregado a Yunker, que lo tomo con ambas manos y lo empezó a ondear. El Portón se abrió y los batallones salieron al campo de batalla, al frente de todos, Yunker nuestro líder y mejor guerrero.

Cuando me encaminaba a salir y cruzar el Portón, sentí una mano en mi hombro, me volví y me encontré con Rafnar, que sonriente portaba su espada y escudo listo para salir a combatir:
   -Quita esa cara de preocupación Ivlak, el discurso de Yunker me ha hecho ponerme de pie…
   -Pero Rafnar, no estas en condiciones de pelear.
   -Lo se, pero tengo una cuenta pendiente con Väldher, tengo que vengar la muerte de Milo…
   -Y por que has de hacerlo tu?
   -Vamos, que mas da, si he de morir que sea en esta batalla, además faltan hombres en el frente. No te preocupes me mantendré en las filas de atrás.
   -Bien, pero no intentes hacerte el héroe…

Y así salimos a formarnos, como había dicho, Rafnar se mantuvo atrás. Me acerque a donde Yunker, Karsten, Hassler y Helfdane discutían sobre la estrategia a seguir:
   -Nos superan en hombres-dijo Helfdane.
   -Nos formaremos igual que ayer, con escuderos al frente…-dijo Yunker
   -Es un suicidio-dijo Hassler- no debemos de cometer el mismo error de ayer…
   -Escuderos al frente, cinco pasos atrás una línea de infantería con lanzas largas, el resto otros cinco pasos atrás…
   -De igual forma no creo que detengamos la Caballería Negra- dijo Karsten.
   -Los detendremos, además quiero a la mitad de los arqueros en las torres y la otra mitad abajo, detrás de la infantería, los arqueros de arriba apuntaran a los soldados que vengan detrás de la Caballería Negra, los que están abajo esperaran ordenes…
   -Muy bien ya escucharon-dijo Karsten- vamos a nuestros puestos…

Todos hicieron lo que les había indicado Yunker, se abrió el Portón y salieron los arqueros, en las torres también se podían observar arcos y flechas listas para ser lanzadas. Hassler ordeno que las primeras filas de cada batallón formaran la línea de defensa de escudos, que recibiría el choque de los jinetes enemigos, yo sin pensarlo tome un escudo y me dirigí a formar la línea.

En el frente las trompetas resonaban hasta donde nos encontrábamos y las filas enemigas tomaron posición de ataque: al frente la Caballería Negra, seguidas de orcos y Bárbaros de Este, además de varias líneas de arqueros, atrás de todos ellos los Guerreros de Fuego. Todavía no entraban en acción la Infantería Inmortal, de quienes se contaban historias sangrientas y violentas. De nueva cuenta estaríamos en desventaja, y aunque su ataque era enorme, todavía quedaban batallones atrás que no formarían parte del combate de hoy.

Inicio entonces la avanzada de la Caballería Negra, detrás se podían escuchar los cánticos del Este. De nuestro lado había un enorme silencio, pero en los rostros de nosotros no se percibía miedo o temor alguno, al contrario esperábamos con ansia el choque de espadas. Me aferraba al escudo sabiendo que de cada uno de los que estábamos en esa línea debíamos de resistir. La avanzada enemiga ya estaba cerca, detrás de nosotros el resto de la infantería nos alentaban. Yunker ordeno a los arqueros tomar posición.

La Caballería Negra avanzaba a gran velocidad, entonces me aferre con todas mis fuerzas al escudo. Recibí un impacto brutal que me lanzo unos metros atrás, la mayoría de nuestros hombres había resistido el embate, entonces las líneas portadoras de lanzas largas atacaron a los jinetes. Me puse de pie algo aturdido y tome de nueva cuenta el escudo empujando los caballos y protegiendo a nuestros hombres. Hassler tomo una lanza y ataco a Higlak, Sombra Negra, lo derribo de su caballo y lo despacho rápidamente.

Yunker ondeo el Estandarte Real, era la señal para los arqueros que estaban posicionados en las torres atacaran, quienes rápidamente lanzaron una lluvia de flechas a los orcos y Bárbaros que venían detrás de la primera avanzada. Eso dio tiempo a nuestros hombres de vencer a la Caballería Negra, y hacer retroceder a la segunda avanzada. El grito de victoria lo celebramos con júbilo.

Pero Drako molesto hizo que avanzaran  más batallones, así una segunda embestida se aproximaba. Rápidamente formamos la línea de defensa.

   -Arqueros al frente…-ordenaba Yunker, y avanzaron delante de la infantería y detrás de los escuderos.

Los orcos y Bárbaros que se mantenían de pie avanzaban con furia, detrás de ellos muchas líneas enemigas encabezadas por Väldher y los Guerreros de Fuego, detrás de ellos más batallones. De nuestro lado, la infantería estaba ansiosa de encontrarse con el enemigo, pero Yunker mantenía su estrategia que hasta el momento nos había dado resultado.

   -Resistan…-grito Karsten al tiempo que el enemigo se encontraba a unos pasos de los escuderos.
   -Abajo los escudos…-grito Yunker.

Los arqueros lanzaron flechas a quemarropa al enemigo, y uno tras otro fueron cayendo quedando aniquiladas por completo las líneas de orcos y Bárbaros del Este. Los arqueros cargaron nuevamente, tanto los de las torres como los que se mantenían en el campo de batalla, lanzando sus flechas a los Guerreros de fuego que avanzaban lentamente a la batalla. No hubo muchas bajas del enemigo en ese lance de flechas, por el contrario siguieron avanzando sin mucha prisa. Yunker ordeno la avanzada de infantería:

   -Infantería! Al frente…                                                                                                    -Arqueros tomen posición en la retaguardia…-ordenaba Karsten, pero los arqueros sacaron espadas cortas y siguiendo a la infantería lucharían hombre a hombre con el enemigo.

Corríamos al encuentro de Väldher y compañía, entonces mire al cielo y una lluvia de flechas caía sobre nosotros, apenas si pude levantar mi escudo y protegerme. Muchos fueron alcanzados y heridos por las flechas, otros con menos suerte cayeron al instante. El enemigo viéndonos algo desconcertado y sin formación corrió a nuestro encuentro, apenas si pudimos formar la línea que nos permitió resistir el choque.

El choque de espadas en el campo de batalla era sangriento, nuestra línea no cedía y el enemigo trataba de quebrantarla con lanzas, espadas y hachas. Nosotros respondimos con una carga de lanzas que no pudieron rechazar y muchos de la primera línea enemiga cayeron. Pero eran demasiados y bien armados, del lado izquierdo lograron abrir nuestra defensa, varios hombres encabezados por Hassler se apresuraban a detener el paso del enemigo, demasiado tarde ya, toda nuestra línea defensiva estaba siendo abierta.

Con escudo al frente trataba de rechazarlos, peleaba entonces con un guerrero portador de un hacha, sus golpes estaban destrozando mi escudo pero no cedía, yo también lanzaba golpes que hacían a mi enemigo retroceder. Después de un rato de pelea por fin pude vencerlo, no fue fácil y estaba cansado, retrocedí a las últimas líneas para descansar.

Volví a la carga, no había tiempo de descansar demasiado. Väldher con dos espadas se abría paso entre nuestros hombres que no podían detenerlo. En otra dirección vi entonces a Rafnar  atacando con furia, pude observar que sus heridas se habían abierto nuevamente por el esfuerzo, iba al frente buscando a Väldher que seguía derribando a nuestros soldados. Trate de alcanzar a mi amigo, pero cada que derribaba a un guerrero otro salía a mi encuentro. Rafnar herido y desangrándose, seguía luchando, tropezaba y volvía a levantarse-Maldita sea Rafnar no sigas adelante-decía dentro de mi al tiempo que me acercaba lentamente a el.

Rafnar logro llegar hasta Väldher, lo ataco con todas sus fuerzas, pero no pudo ni siquiera herirlo, al contrario recibió un golpe en la cara. Väldher lo dejo levantarse, Rafnar tomo de nuevo la espada pero la soltó cuando recibió su pecho fue abierto por el filo del enemigo, antes de caer fue atravesado por la espada de Väldher.

Por fin pude llegar a donde mi amigo, lo arrastre fuera del centro de batalla. Me arrodille a su lado,  todavía respiraba, trate desesperadamente de que dijera algo o que me mostrara signos de vida. Mi esfuerzo fue inútil, había muerto en mis brazos.

Me puse de pie nuevamente, tome entonces su espada y la mía y fui a la batalla. Con furia y coraje derribaba a todo aquel que me desafiaba o salía a mi encuentro. Busque desesperadamente a Väldher. Después de un rato lo ubique y fui a su encuentro:

   -Väldher!!!- grite con enojo, desgarrando lo mas profundo de mi alma.

El me escucho y me miro fijamente, sonreía cínicamente y levanto entonces sus espadas al cielo aceptando el desafío. Corrí hacia el, que me esperaba para la pelea, abrió sus brazos al tiempo que lance mi espada y se incrustó en su pecho, cayo de rodillas tratándose de sacar la espada, pero su esfuerzo fue inútil y dejo caer los brazos, alzo la vista y me miro fijamente a los ojos, aceptaba su final, con la espada de mi amigo corte su cabeza de un tajo. Había vengado a Rafnar.

Yunker logro hacer que nos reagrupáramos nuevamente, y así formar la línea de defensa y resistir el ataque de Drako y sus hombres. Nosotros ya éramos menos la batalla con los Guerreros de Fuego nos había dejado cansados y disminuidos. Lluvias de flechas caían sobre nosotros, teníamos que retirarnos o perderíamos otra batalla. 

Una vez mas el enemigo avanzaba hacia nosotros, al frente de todos ellos iba Drako
y Spielkur, por fin entraban en la pelea la Infantería Inmortal.
   -Hay que retroceder Yunker…-Decía Karsten.
   -No, debemos resistir este ataque también…
   -Cual es el plan Yunker? –pregunto Helfdane.
   -Si cae Drako, no solamente habremos ganado la batalla sino también la guerra…

Entonces Yunker ordeno que avanzáramos, de nuevo nos dirigíamos a la batalla. El choque esta vez fue mas fuerte, la infantería Inmortal estaba descansada y nosotros bastante agotados, heridos y golpeados. Nos estaban venciendo, y no había forma de ganar.

Vi a Helfdane luchar con Drako, la pelea era muy pareja, ninguno retrocedía. Esta era nuestra oportunidad si Helfdane vencía habríamos de alcanzar la victoria. Pero la suerte con la que habíamos comenzado la batalla de hoy parecía estar en contra y Drako logro salir victorioso. Retrocedíamos, ya no aguantaríamos otro embate, apenas si podía sostener la espada y mantenerme de pie.

   -Sigan adelante, no cedan…-gritaba Yunker desesperado.

Drako se encontró frente a frente con nuestro líder, la pelea que ellos dos esperaban por fin había de darse. Ambos con sus insignias de combate, portaban las más esplendorosas armaduras que nunca antes había visto. Yunker con su sagrada Espada Roja, portando además el escudo Blanco, Drako con su casco de Dragón y la Espada de Velaher. Seria el combate decisivo, estaba en juego algo más que el orgullo. Antaño amigos, hoy luchaban en bandos y por causas diferentes.

Hassler en otro frente había estado luchando cuerpo a cuerpo con Spielkur, pero la pelea se detuvo, toda la batalla se detuvo. Estábamos a punto de presenciar la lucha de los dos más grandes guerreros que se conocía hasta entonces. Dos héroes que no conocían el miedo.

Drako ataco primero, siendo su golpe detenido por el Escudo Blanco. Yunker respondió con la Espada Roja siendo esquivado ágilmente por Drako. Se enfrascaron en un duelo que por momentos no parecía inclinarse a favor de ninguno. Pero Drako tenia una pequeña ventaja, Yunker había participado en las batallas anteriores y se estaba cansando rápidamente. La pelea se había prolongado por horas y parecía no tener fin, ninguno había logrado herir al otro. Drako ataco con mas fuerza, Yunker retrocedía pero finalmente fue alcanzado y herido en el brazo izquierdo, con el que portaba el escudo. Yunker empuñaba la Espada Roja con ambas manos, estaba debilitado y herido, baje la cabeza esperando el desenlace, no podía hacer nada y eso me llenaba de impotencia.

Yunker volvió a la carga, pero sus ataques eran débiles y no lograban hacer daño en Drako, que con un golpe hizo caer a Yunker.
   -Acepta tu derrota y ríndete, no vale la pena morir viejo amigo...
   -No-dijo Yunker, al tiempo que se incorporaba, sangraba de la boca y tenia una herida en el brazo.

De pie nuevamente Yunker fue herido en la pierna, volvió a atacar pero Drako lo rechazo y con un giro rápido desarmo a nuestro líder al mismo tiempo que encajaba en su corazón la Espada de Velaher. Yunker caía al suelo ante la mirada incrédula de sus hombres y el jubilo de nuestros rivales. La pelea había terminado, entonces Drako ordeno a sus hombres regresar al campamento.

Llevamos rápidamente a Yunker al castillo todavía seguía respirando, lo recostamos en el patio principal, todos de rodillas implorando a los dioses antiguos que nuestro líder tuviera fuerzas para continuar en la batalla. Pero nuestras oraciones no fueron escuchadas. El Rey salió a donde yacía Yunker.

...Y la Princesa Valya hermosa y sincera, saco la espada de su corazón, vuelve la vista y mira hacia el cielo, las lagrimas caen, la gloria acabo...

...Yunker ha muerto...

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Novela corta y prosa / Re: Ivlak, el ultimo heroe...(V)
« en: 01 de Abril de 2006, 12:35:24 am »

Creo que lo que te queria decir era que has estado escribiendo mucho y bien. Un saludo

si creo ke seguir escribiendo alguna otra historia, por lo pronto estoy termiandos esta

ok gracias bohemundo, y saludos

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Novela corta y prosa / Re: Ivlak, el ultimo heroe...(V)
« en: 01 de Abril de 2006, 12:04:42 am »
pues creo ke la historia terminara en el 8vo capitulo, estoy escribiendo el caplitulo 6to, de hecho ya tengo el final pensado para Ivlak

una duda salsbury deth, ke diablos significa "Se nota que te lo has currado!!!! "

saludos...


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Novela corta y prosa / Ivlak, el ultimo heroe...(V)
« en: 30 de Marzo de 2006, 05:08:57 pm »
CAPITULO V

Habían pasado dos días ya de nuestro regreso, el ambiente que se vivía dentro del castillo era tenso e incierto. Se esperaba que pronto Lord Kronn llegara con su ejército a nuestras tierras de nuevo.

Rafnar y yo estábamos con Milo y Karsten en una taberna, tratando de olvidar lo sucedido días atrás. No tenia ganas de beber vino con mis amigos, salí del lugar pensando en muchas cosas, en lo que era antes, en lo que me había convertido y si sobreviviría esta guerra. Seguía caminando sin rumbo fijo, recordaba todavía a Astur y Morggesten.
 
Vi a cinco jinetes reunidos en el portón y me acerque a ellos:
  -A donde se dirigen?
  -Somos emisarios y vamos a pedir ayuda a los primos del Rey…
  -Primos del Rey?
  -Los Condes del Oeste…
  -Y vendrán??

Entonces se acerco Yunker y dijo:
  -Claro que vendrán Ivlak, son enemigos de Lord Kronn…

Antes de que partieran los jinetes, entraron al castillo los soldados que resguardaban los límites de nuestro reino.

  -Ya vienen, el enemigo se aproxima avisad al Rey… -Gritaba uno de los soldados desesperado.

Los emisarios del Rey partieron de inmediato, seria un largo y difícil camino. Yunker pregunto:
  -Cuanto hombres calculas que tiene el enemigo?
  -Son muchas líneas Yunker, tantas que cubren todo el horizonte…
  -Cuanto tardarán en llegar?
  -Posiblemente mañana…
  -Ivlak, alerta a Milo y Karsten para que preparen al ejército.

Avise rápidamente lo que sucedía, Milo se dirigió entonces a la bodega de armerías y Karsten hizo sonar las trompeta de alerta. Todos los hombres se dirigieron entonces a donde Milo y empezaron a tomar armas. Yunker se dirigió con el Rey, había que tomar precauciones.

No éramos suficientes hombres para derrotar al enemigo pero si teníamos el valor y el coraje suficiente para vender cara nuestra derrota y morir en el campo de batalla. Antes del anochecer el ejército estuvo completo: arqueros, infantería y escuderos, todos preparados para morir si era necesario.

En Palacio Real, el Rey se reunió con Yunker, Milo, Karsten, Hassler y Helfdane. Rafnar algo despreocupado seguía en la taberna. Yo subí a las torres, el cielo nublado no me permitió observar las estrellas, aun así era una noche hermosa. Por mi mente pasaron los recuerdos de mi hermano, que había caído en el primer ataque del enemigo, hubiera deseado que estuviera conmigo y luchar juntos.

Baje de las torres y me dirigí al patio principal, había una fogata en medio,  y mucha gente, hombres y mujeres que trataban de sentir algo de alegría antes del día de mañana. Las flautas y gaitas eran tocadas por unas hermosas doncellas, Rafnar por su lado trataba de impresionar a todos los presentes hablando del rescate de la Princesa. me acerque al fuego a escuchar el relato de mi amigo.

Y ahí estaba ella, tocando la flauta, su nombre lo ignoraba entonces, pero su figura delgada, pelo largo y negro, piel blanca y los más hermosos ojos que nunca antes había visto me impresionaron de inmediato. Las doncellas dejaron de tocar, y no tuve el valor de acercarme a ella, entonces nuestras miradas se cruzaron, estaba bastante nervioso y ella me sonrió.

  -Si aquí esta el, Ivlak mi amigo, el también realizo el viaje a la Fortaleza…-dijo Rafnar, y me puso mas nervioso todavía.
  -Me retiro a descansar- dije yo- mañana será un día largo y duro…
  -Vamos, que alguien le de a mi amigo vino…
  -No Rafnar, no es necesario.

Entones ella se acerco a mi, con una botella de vino que no me resistí a rechazar, no sabia que decir entonces.
  -Toma este trago de vino valeroso guerrero-dijo ella.
  -Gra- Gracias.
  -Mi nombre es Altaria…
  -Ivlak, el mío…- y sonreímos los dos sin decir nada, no supe que hacer en ese momento.



Al día siguiente, y muy temprano nos levanto Milo, todavía no salía el sol y en el patio principal había mucho movimiento. Los líderes de los batallones estaban pasando lista, Rafnar estaría en el batallón de Karsten y yo con Hassler. Los arqueros se preparaban, los escudos estaban en el portón, esperando que los hombres de las primeras líneas los tomaran. La infantería ansiosa de entrar en batalla. Una vez mas la guerra llegaba hasta las puertas de nuestro reino.

Ya cada quien sabia que lugar debería tomar en el campo de batalla, aun así había preocupación y temor, el enemigo nos era superior en cuanto a soldados. Los emisarios  del Rey aun no se reportaban, había el riesgo de que ninguno de ellos hubiera llegado a cumplir su misión.

Los batallones se estaban formando entonces, antes de tomar mi posición fui con Rafnar y nos estrechamos las manos:
  -Suerte Rafnar...
  -Igualmente Ivlak, nos vemos en la taberna al final de la batalla...

Se abrió el portón, las primeras líneas estaban al mando de Yunker, los Escuderos Rojos habrían de soportar la primera embestida del enemigo. Mire al frente y vi el horizonte lleno de enemigos, al frente de todos ellos Drako, lo acompañaban Väldher, dirigiendo a los Guerreros de Fuego; Higlak, Sombra Negra al frente de la nuevamente formada Caballería Negra; Tottenhaz, jefe de los Barbaros; Spielkur, al frente de la Infantería Inmortal. Eran demasiados, de nuestro lado había desconfianza.

Drako avanzo al centro de campo de batalla, acompañado de sus generales. Lo mismo hizo Yunker, acompañado de Hassler, Helfdane, Milo y Karsten. Todos portaban estandartes de guerra. Algunos hombres hablaban en voz alta, pensando que se negociaria la paz.  Después de un rato, Yunker y los demás regresaron a las filas, Drako también regreso.

  -Todos a sus puestos...!!!-grito Karsten y de nuevamente nos posicionamos como debía ser.

Escuchamos las trompetas de guerra en el otro lado, el enemigo se estaba formando para su primer ataque, los Escuderos Rojos empezaron a avanzar, se detuvieron y tomaron posición, los demás recibimos ordenes de no movernos, no entendía nada todavía. Una vez mas escuchamos las trompetas enemigas y la Caballería Negra avanzo, detrás venían soldados a paso lento. Los Escuderos Rojos juntaron los escudos sacando lanzas por las esquinas, estaban preparados para el primer choque.

El impacto de la Caballería Negra hizo que las filas de escuderos se descompusieran por completo, estaban siendo masacrados, la infantería avanzo al rescate de nuestros amigos a tiempo que nos encontramos con Väldher y los Guerreros de Fuego, luchábamos sin piedad, tratando de hacer retroceder al enemigo, pero ellos también eran fuertes y valientes, además no cedían.  Milo salió al encuentro de Väldher, al tiempo que las trompetas enemigas hacían avanzar a la batalla a los Barbaros.

Milo, viejo guerrero de numerosas batallas se encontraba luchando con Väldher, guerrero valiente que portaba la armadura de sus ancestros, cada quien luchaba por causas diferentes. Pero Väldher era mas joven y mas rápido, Milo por su parte se estaba cansando, retrocedía y no podía sostener el escudo y la espada a la vez, así que empuño con sus manos la espada dejando caer el escudo  y ataco con furia, sus golpes los esquivaba fácilmente Väldher que contesto el ataque con su espada hiriendo a Milo en el brazo izquierdo e hizo que bajara la guardia, entonces lo atravesó con su espada, Milo cayo y murió.

Los Barbaros hacían que nos replegáramos, no aguantaríamos demasiado, Hassler trataba de formar el  batallón pero era imposible teniendo al enemigo encima. Yo atacaba violentamente tratando de avanzar, pero eran demasiados y me estaba cansando. Vi a Rafnar malherido y retrocediendo, Karsten desesperado empujaba a sus hombres al frente, pero caían uno tras otro. Entonces Yunker y Helfdane ordenaron la retirada, no quedaba mas que eso, retirarnos y aceptar la derrota de esta batalla. Cuando me dirigía al castillo volví la vista y observe a Tottenhaz  Väldher que ordenaban a sus hombres volver a su campamento.

Habíamos tenido muchas bajas, el animo de los soldados era deprimente, el desánimo y el temor se reflejaba en nuestras caras, este día habíamos perdido muchos amigos, los Escuderos Rojos habían sido masacrados y el enemigo se regocijaba por eso.

Ya dentro del castillo lleve a Rafnar al salón donde atendían a los heridos, yo tenia algunos golpes, pero nada de cuidado. Las heridas de Rafnar eran profundas así se perdería la batalla de mañana, mejor así pensé yo. La Princesa Valya y otras doncellas ayudaban a atender a los heridos, deje a Rafnar para que curaran sus heridas.

Salí al patio principal, sus pisos estaban manchados con sangre. Me dirigí a la torres, al ir subiendo las escaleras recordé a Milo, me había enseñado muchas cosas sobre lo que debería hacer un guerrero en el campo de batalla, pensé que en esos momento Karsten estaría en la taberna brindando por su amigo.

Al estar arriba, en las torres dirigí mi vista al campo de batalla, posiblemente mañana cumpliría mi destino ahí. Empezó a llover, no me moví entonces, ella me tomo la mano, Altaria, y nos dirigimos a otro sitio...

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Novela corta y prosa / Ivlak, el ultimo heroe... (IV)
« en: 23 de Marzo de 2006, 03:45:00 pm »
CAPITULO IV

Después de salir vivos de las Costas Muertas nos dirigimos al Bosque Negro, donde las antiguas leyendas decían habitaba el ultimo dragón y que servia a las fuerzas oscuras que comandaba Lord Kronn.

Anduvimos por senderos oscuros y solitarios, hasta que llegamos a una aldea donde habríamos de pedir posada. Nos atendió un anciano en su cabaña:                                                                                                               
   -Pasad! pasad! Bienvenidos forasteros…                                                                 
   -Mi nombre es Yunker Espada Roja y necesitamos comida y caballos, anciano…                                                                                                                       
   -Y vino también viejo…-dijo Milo
Entonces Yunker saco una bolsa con monedas de oro que entrego al anciano, este sin vacilar nos trajo vino y comida, y encendió la fogata.
El anciano nos comento que en los últimos días hordas de orcos habían estado rondando por esas tierras. Entendimos que lo más probable era que nos atacaran en el Bosque Negro, nuestro tiempo se acababa y teníamos que seguir. Tomamos provisiones y caballos, no había tiempo que perder.
Dejamos la aldea atrás, el Bosque Negro nos esperaba. Hassler que siempre se mantenía al frente encontró rastros de los orcos y pisadas de dragón:                                                                                                             
   -Orcos y algo peor… -dijo Hassler.                                                                               
   -Que puede ser peor que los orcos en este momento?- preguntó Karsten.                                                                                                               
   -El Dragón, encontré rastros de cenizas y sus huellas están cerca de una cascada donde se pierde el rastro…                                                                             
   -Entonces sigamos adelante con cautela- dijo Yunker.

Entramos con mucha precaución al Bosque Negro, era muy oscuro y callado el ambiente. A lo lejos podíamos escuchar los gritos de los orcos que se acercaban, desenvainamos nuestras espadas y seguimos adelante. Hassler nos hizo una seña y nos detuvimos. Dejamos los caballos y seguimos a pie:                                                               
   -Si nos atacan pelearemos de dos en dos, para cubrirnos las espaldas-dijo Yunker.

De la oscuridad de los árboles una lluvia de flechas cayó encima de nosotros, apenas si tuve tiempo de levantar mi escudo para protegerme, una flecha logro herir a Morggesten. Se empezó a escuchar mucho ruido, los orcos venían hacia nosotros.                                                                                                                       
   -De dos en dos!!!-gritaba Yunker.

Miraba en todas direcciones sin distinguir nada. Los orcos aparecieron y nos atacaron, a  mi espalda estaba Rafnar, Milo y Karsten peleaban por otro lado, Hassler y Morggesten juntos también al igual que Yunker y Helfdane.  Durante la pelea tuvimos que separarnos todos, nuestras espadas estaban destrozando a los orcos, pero estábamos muy juntos y eso hacia que chocáramos y nos estorbáramos, era difícil.
 
Mi armadura estaba cubierta con sangre, no sabia si era mía o del enemigo, aunque ya había recibido algunos golpes no sentía el dolor de una herida profunda. Al fin pudimos vencer a los orcos que se osaron en atacarnos, pero sabíamos que vendrían más, así que nos apresuramos y avanzamos hasta llegar al río, ya no había camino que seguir.

Llegamos hasta la cascada que anteriormente nos había señalado Hassler, el agua caía y no había a donde seguir, delante de nosotros se posaba una gran montaña:                                                                                                                           
   -Detrás de la montaña esta la Fortaleza…-dijo Hassler- habremos de entrar a la caverna que esta debajo de la cascada, es la única forma de entrar…                             
   -El dragón esta ahí dentro…-dijo Rafnar con cierto temor.                                                 
   -Vamos, no hay tiempo que perder. -dijo Yunker.

Entramos sin vacilar, ya no había marcha atrás, con las pisadas sentimos en el suelo huesos y cráneos, Hassler logro encender una antorcha y seguimos avanzando. Sentí un golpe en la espalda que me derribo, eran los orcos de nuevo, nos habían sorprendido, me puse de pie y ataque. Nos estaban haciendo retroceder, pelábamos con furia, lanzando gritos con cada golpe que asestábamos, pero el rugido de una bestia retumbo en todo el lugar, los orcos huyeron rápidamente y nosotros nos mirábamos unos a otros sin saber que hacer.

Seguimos adelante, sin saber lo que nos esperaba, aferrandonos a nuestras espadas. De nueva cuenta se escucho un rugido e hizo que Hassler se detuviera:                                                                                                                         
   -Que pasa Hassler? – preguntaba Milo…                                                               
   -El dragón esta esperándonos, pero alguien tendrá que quedarse mientras los demás lo pasamos…                                                                                                     
   -Y bien, quien se queda? – decía Karsten.

Nadie decía nada, el silencio que había en la caverna era imponente, hasta que una llamarada ilumino todo el lugar. Era el dragón que salía a nuestro encuentro, el rugido de sus entrañas me atemorizo bastante y estuve a punto de correr, pero Yunker con escudo al frente y empuñando su espada lanzo un golpe al dragón, los rugidos de la bestia casi hicieron que explotaran nuestros oídos. El calor dentro de la caverna era terrible. No podíamos quedarnos mucho tiempo o acabaríamos rostizados. Morggesten y Milo atacaron también, Karsten nos empujo a Rafnar y a mí al frente:                                                                                           
   -Corred y alcanzar la salida…-nos dijo, apresurados logramos salir, detrás de nosotros Hassler, Helfdane, Yunker y Karsten.
   -Milo… Morggesten…? –pregunte, pero Yunker con un movimiento de cabeza me hizo entender que nuestros amigos se quedarían a combatir al dragón. Hassler se adelanto a buscar la entrada a la Fortaleza, el resto avanzamos lentamente, Rafnar y yo mas callados que de costumbre
  -Hay orcos en la entrada trasera, no son mas de diez no tendremos problema en entrar…-decía Hassler.

Así de nueva cuenta desenvainamos nuestras espadas que ya estaban manchadas con sangre de orcos. Nos detuvimos detrás de unas rocas y observamos por un rato, los orcos se estaban alimentando, tenían sus armas en el suelo y aprovechamos para atacar.
Hassler lanzo su espada que atravesó a uno de los orcos, los demás atacamos rápido y ferozmente sin dar oportunidad a los orcos de tomar sus armas y repeler el ataque.  Entramos de prisa y sin miramientos, vimos las torres donde supusimos tendrían a la Princesa Valya. Un grupo de bárbaros estaban haciendo guardia en la entrada principal, de igual forma que contra los orcos atacamos rápidamente sin dar oportunidad al enemigo.

   -Hay que tomar sus cascos y sus capas, para pasar inadvertidos… -decía Yunker, entonces nos hicimos pasar por bárbaros para entrar a la torre. Subíamos los escalones de prisa, en poco tiempo descubrirían los cuerpos de los orcos y los bárbaros y entonces si estaríamos en graves problemas.
Derribamos la última puerta que mantenía prisionera a nuestra Princesa, entramos al salón y ahí estaba, vestida de blanco y encadenada. Helfdane se quedo afuera para alertarnos. Yunker de un golpe rompió con su espada las cadenas y libro a la Princesa, con su espada.
   -Yunker!, sabia que vendrías por mi…-decía la Princesa.                                     
   -Princesa, el enemigo esta afuera…-dijo Karsten.

Los cuernos de Velaher resonaron en la Fortaleza, era la señal de alerta, me asome por el balcón y vi que orcos y bárbaros corrían en todas direcciones, alistando sus armas. De otra torre salía Drako, empuñando su espada y dando ordenes a sus hombres. Helfdane entro en la sala y nos alerto:
   -Orcos suben rápidamente, hay que salir de este horrendo lugar…

Salimos del lugar con nuestras espadas al frente, y no tardamos en toparnos con los orcos que subían deprisa, chocamos y peleamos, nos abrimos paso entre sangre y muertos, corrimos a la salida pero los bárbaros ya nos esperaban.

   -En circulo, en circulo!,  protejan a la Princesa…!!! –nos gritaba Yunker desesperado. Los bárbaros atacaron y los rechazamos, no cedíamos pero el enemigo cada vez se hacia mayor. Drako se aproximaba al sitio de encuentro.

Cuando el enemigo más nos abrumaba aparecieron por detrás de ellos Milo y Morggesten, luchando como fieras y sin temor de caer. Yo quede sorprendido porque los creía muertos, pero verlos me dio más fuerza y seguí atacando haciendo retroceder a los bárbaros.
   -Salid de prisa…!!! –gritaba Milo. Yunker protegía a la Princesa, Rafnar y yo los cubríamos de los orcos, atrás quedo el resto para asegurar la salida de la Princesa. Drako y sus hombres nos alcanzaron afuera.

   -Sigan adelante, y cuiden ella- dijo Yunker que se enfrentaría a Drako. Entonces salio el resto y enfrento  a los hombres de Drako, Yunker fue al encuentro del líder del enemigo, pero Morggesten lo detuvo.
   -Sigue adelante, yo peleare con el…-dijo, estaba herido y su tiempo se terminaba. Yunker acepto y le dio un apretón de manos. Hassler llego con caballos que montamos rápidamente al tiempo que seguíamos lanzando golpes. Cabalgamos de prisa, vi atrás Drako no tuvo mayor problema en vencer a Morggesten.

Cabalgamos toda la noche hasta estar seguros que el enemigo no nos alcanzaría. Habíamos logrado rescatar a la Princesa Valya, pero su rescate costo la vida de dos grandes guerreros: Astur y Morggesten.

Al día siguiente llegamos a los límites de nuestro reino, cansados, heridos y hambrientos. Una escolta nos llevo al Castillo, donde nuestro Rey nos recibió como autentico héroes.  Se preparo en la Sala principal del Castillo un gran banquete en nuestro honor, pero Yunker y los demás lo rechazamos.
   -Dime Yunker, que se merecen tu y estos valientes guerreros que arriesgaros sus vidas por mi hija- dijo el rey                                                                           
   -Dos valientes hombres quedaron atrás, así que no podemos festejar, solo le pido que sus nombres sean gravados en el Salón Real, donde se encuentran los restos de nuestros héroes… -dijo Yunker.                                                     
   -Así será entonces Yunker-dijo el Rey                                                                           
   -Ahora es tiempo de descansar, que muy pronto Lord Kronn y sus ejércitos atacaran con furia…

Entonces nos retiramos del lugar, porque sabíamos que la batalla final estaba cerca…
 

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