Comenzé mi jornada con un pasaja a Buenos Aires, el equivalente a quinientos dólares en el bolsillo y un papel arrugado que pretendía ser la prueba de que en la Biblioteca estaba el libro que buscaba.
"El murmullo de los Demonios", de un tal Hazred, Abdul.
Sabía que, luego de bajar del Chevallier en Retiro, debía tomar un taxi hasta Azcuénaga 280, piso 2, oficina 3; dirección postal del Sistema de Bibliotecas e Información de la Universidad de Buenos Aires.
Lo que no sabía era cómo justificar el papel arrugado que contenía información confidencial robada de la Red por un hacker amigo.
Confiaba en mi capacidad de improvisar y en mi suerte.
Llegué al edificio cuando aún la mañana no había avanzado.
En el primer piso, intenté consultar las fichas topográficas. Obviamente, ni Hazred, ni "El murmullo...", ni ningún otro título relacionado con el "Necronomicón" aparecían en el fichero.
Revisar las fichas, supongo, fue mi primer error.
Subir al segundo piso y preguntar a la secretaria por "libros clasificados", fue el segundo error.
La lógica negativa de la empleada me obligó a optar por el plan B.
En vista de las circunstancias, me hospedé en un hostel de la calle Libertad al 1200.
La ahbitación estaba amoblada con dos cuchetas, de las cuales una ocupaba yo y otra un turista joven, de aspecto africano.
No reparar en este detalle fue mi tercer error.
Un error fatal.