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Mensajes - Alejandro_L

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Alexandro's Empire / TURNO 9: (Año 314 a.C)
« en: 22 de Diciembre de 2006, 03:12:24 pm »
TURNO 9: AÑO 314 a.C
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                     Dravas I de Escitia en su lucha contra Seleuco I, conquista las provincias persas de Ragas y Antacona.

                       Antígono "el Cíclope" hace frente a sus enemigos consiguiendo sendas victorias frente a Amintas I de Arabia y Ptolomeo I de Egipto en las ya famosas provincias de Gaugamela y Alejandría, respectivamente.

                        Seleuco I de Persia contraataca y consigue conquistar a Dravas I de Escitia las provincias de Yaxartes e Ircania así como la capital del reino, Cirópolis.

                        Lisímaco II sigue su avance por tierras babilónicas, de la antigua Grecia, tomando ahora la provincia de Delfos, con su famoso oráculo.

                        Un ataque persa a Maracanda es abortado por las tropas escitas allí acantonadas, no así un segundo intento dónde el ejército de Seleuco, Rey de Reyes, consigue tomarla de manos del rey Dravas I de Escitia.

                        La provincia escita de Aomos cae, también, en poder del rey persa Seleuco I.

                        Ptolomeo I, Faraón guerrero de Egipto, toma la provincia, antaño griega, de Olimpia a su enemigo Antígono "el Cíclope"... Una nueva frontera se abre entre ex generales de Alejandro.

                        Dravas I, rey de Escitia, pierde dos de sus provincias: Antacona que pasa a formar parte, de nuevo, del reino persa de Seleuco I y Taxiles que también vuelve a manos de su antiguo poseedor el Sátrapa Sofites.

                        Antígono I, Emperador de Babilonia, se enfrenta a Ptolomeo I, Faraón de Egipto, en Esparta, quedando la provincia en poder babilónico.


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Alexandro's Empire / YA TENGO INTERNET
« en: 22 de Diciembre de 2006, 12:18:03 pm »
          No... no me ha tocado el Gordo, a pesar de que un buen pellizco ha caído en Oviedo, pero SÍ CONEXIÓN, después de una semana de arduas peleas con (o mejor dicho contra) ONO para que restableciera el servicio  :mf_swordfight:

         Así que llego justo a tiempo para desearos a todos unas FELICES FIESTAS Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO. También informaros que acabo de subir la actualización correspondiente al turno 9 que teníamos pendiente.

                                                     Un saludo.
 
                                                                      Alejandro
                                                           Máster de Alexandro's Empire.

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La Taberna / Re: El ahorcado
« en: 14 de Diciembre de 2006, 11:14:12 pm »
       

        CAMINO o la A de andar

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La Taberna / Re: El ahorcado
« en: 13 de Diciembre de 2006, 07:57:21 pm »
         

     PROLE o la I de intenso

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General / Invitación desde Alexandro's Empire
« en: 13 de Diciembre de 2006, 05:29:09 pm »
             Tengo el placer de invitar a todos los klaskanianos que lo deseeís a formar parte del jurado calificador del concurso de relatos que hemos organizado en Alexandro's Empire. Cada uno de vosotros tendrá un voto que podrá dar a la narración que le parezca más interesante.

             Aquí os dejo los enlaces a los relatos y a la encuesta respectivamente que están en el foro de nuestro juego.

              http://www.klaskan.com/foro/index.php?topic=36900.0

              http://www.klaskan.com/foro/index.php?topic=36903.0


              Muchas gracias por vuestra participación. Un saludo.
           
                                                                           Alejandro.

              PD: La votación se desarrollará desde hoy hasta el día 29, que quiero darles a mis jugadores el correspondiente regalo de Año Nuevo ;). Por cierto...
         
              ¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO A TODOS!

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Alexandro's Empire / VOTACIÓN DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 05:23:39 pm »
               Tengo el placer de invitar a todos los klaskanianos que lo deseen a formar parte del jurado calificador del concurso de relatos de Alexandro's Empire. Cada uno de vosotros tendrá un voto que podrá dar a la narración que le parezca más interesante. Aquí os dejo los títulos de todos los relatos presentados. Muchas gracias.

                                                            Alejandro
                                                 Máster de Alexandro's Empire

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Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 05:14:44 pm »
CAMPOS FÚNEBRES

       Era pronto, al alba.

       Un oceano inquietante, demasiado tranquilo para ser cierto, demasiado alejado para poder ser alcanzado, demasiado distante para porporcionar su refugio y, a la postre, demasiado ajeno para los brazos mortales;Su azul inmenso poblaba el cielo ,no había nube que cobijase al más intrépido ni al desfavorecido, y, la pálida luz del orbe ígneo surgía desde el horizonte poblando la escena de ligeros tonos marengo y grises apagados, otorgando al momento un espíritu casi fantasmagórico;Chocando con la hierba, tornada ya en colores marrones,los haces de luz se reflejaban contra el montículo elevado de la estepa, contra la cara del actual soberano;Su rostro estaba manchado, el viento que soplaba en la estapa agitaba los mechones morenos contra su cara:parecian golpear como látigos acompasados, uniendose grotescamente con los alaridos y estertores de los ejeutados bajo sus manos.

         El año era el 323 a.C, a pocos dias de la muerte del gran conquistador de toda nuestra historia, el noble macedonio Alejandro, para la gran mayoria Alejandro Magno.

         Hacia unas semanas que veloces corceles, en grupas y tonos dorados, habían partido de Cirópolis ante la noticia de la gran perdida y se habían deslizado ,como si de aire se tratase, por toda la estepa de Escitia, al menos eso era lo que cualquier observado ajeno diría, pues los corceles y jinetes escitas eran los mejores que podían verse en el mundo conocido: tal era su dominio que ningun movimiento podía resultar brusco, y, con una gracia sobrenatural, se deslizaban entre la hierba como agua de mar sobre la costa;Lo más importante, su misión, era la de encontrar lugar digno para el sepulcro del gran conquistador.

          El ambiente discurre al abrigo de la piedra, en la cuenca de un valle: escarpadas colinas se oteaban en al distancia, al norte y al sur, cubriendo todo el horizonte, como la mente de Alejandro lo hacía;Sus tonos marrones se confundían con oscuros pináculos dispuestos a rasagr el cielo, dispuestos  a descargar la ira de su pérdida en un indeferente observador.

          No hay más de una docena de personas en la colina, al menos que aun puedan respirar: media docena de hombres bien armados descansan abajo sobre sus monturas, otra cantidad igual de ingente reposa en la parte superior, de entre ellos hay una figura recostada, no mayor que el resto, pero si diferente: su armadura parece más cuidada, y el hecho de que no porte casco alguno deja al viento una melena negra, una sombra casi viva que se azota acompasada contra su propia cara;Su rostro ,palagado de sudor y de lágrimas, permanece pétreamente en una mueca a camino entre el dolor y la furía, la pérdida y la impotencia:sus dientes, apretados y chirriantes, secos igual que la boca que los alberga;Sus ojos, a punto de salir de las cuencas, pero con un inquietante semblante de indiferencia, con la vista distante en algún lugar de su mente;Sus músculos tensionados, y sus tendones, ya acomodados a estas situaciones por la guerra;Finalmente todo queda sobrepasado por un sonido seco y fuerte, casi como el crepitar nocturno: el estertor de una joven morena,una belleza casi de cerámica, cubierta por escasas y finas vestimentas de tonos parduzcos y bermejos;Sobre su cuello aros dorados y sobre ellos las manos de su verdugo: el escita Dravas.

          En Escitia es costumbre la de enterrar a los familiares, siervos y caballos más queridos junto a su marido, señor y jinete; Dravas sabía que el cuerpo de Alejandro no pertenecía al corazón de Escitia, pero si honraría la memoria de su amigo cumpliendo la tradición con sus posesiones más preciadas de Escitia, que incluian a la joven Idara, la concubina negra como el ónice.

          El cuerpo de Idara se precipita a un cubículo esférico bajo el nivel del terreno, cae sobre una montura  ,antaño parda ahora granate, y bajo está reposan  cuantiosos objetos de tonos cobrizos,que ahora también tornan de color;Asi pues esa será el  destinode Idara, cuyos ojos perplejos de horror aun permanecían fijos en el frio cielo cuando la tierra sepultó su cuerpo y unos peñascos la apretaron contra ella, empujando el riego sanguineo de ambas criatura a descender vertiginosamente hacia el suelo, donde las plantas no tardarían en absorberlo.

         Arriba los guerreros escitas constuyen un montículo entorno al  luagr, y el hombre prominente murmura sus oraciones en silencio,oraciones para obtener el coraje y la bravura, para no flaquear, y para ser honorable frente a su familia durante los tiempos que le esperan, y en el fondo de su alma, ruge y clama el odio fraticida hacia Alejandro por abandonarlos y obligarles a juntar los aceros de sus ,antaño, amados generales;Es ese odio, del que tan culpable se siente, el que mueve su corazón.

          Se levanta lentamente , y acto seguido su rostro se vuelve un espejo de serenidad con cierta amargura;se desliza colina abajo, donde monta uno de los caballos que  allí esperaban: no es ni más hermoso, ni exótico, es igual que el resto, pues el luto por Alejandro no permite esas distinciones, ni tampoco Dravas lo desea.

         Solo una frase roza sus labios, seca y directa, con ciertos aires de parternalidad oculta:Volved con presteza...

          El jinete se aleja hacia el sur;A Cirópolis; el jiente es Dravas I lider reciente de los pueblos escitas y Cirópolis es su fortaleza de la soledad, donde un conclave, claustrofóbicamente vacio en su multitud, le espera para juzgar sus decisiones.

          Un año más tarde una flor ajena al lugar florece sobre un montículo de Escitia,de improtancia sólo para quienes saben que hay ahí, se trata de una amapola.....

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Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 05:10:32 pm »
ESTO NO ES UN ADIOS ES UN HASTA LUEGO
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            “El ejercito con Casandro al mando se lanzó a la carga. En sus almas había miedo a la muerte, terror a la ira de los Dioses y el cansancio de innumerables años de guerras, sin embargo en su corazón residía el sentimiento que les impulsaba a seguir luchando, un sentimiento de amor a sus tierras, a sus familias y a su rey, un sentimiento poderoso que no les permitía desfallecer y les instaba a luchar hasta el ultimo suspiro.

             Al frente estaban los macedonios amontonados alrededor del vil Lisímaco, un traidor a la causa de Casandro. Se contaban por miles y superaban ampliamente al ejército de los griegos.

             La batalla fue increíblemente sangrienta, se dice que incluso Ares se personifico en cada uno de los soldados para disfrutar de cerca de la carnicería. La superioridad numérica inclino la balanza a favor a lo macedonios, pero a que precio. Más de la mitad de su ejército yacía sobre la tierra de Mieza y nunca más volvería a levantarse.

              La leyenda cuenta que, alrededor del cadáver de Casandro, se encontraros cientos de cadáveres macedonios y que al rey griego se necesitaron más de una decena de flechas para abatirlo. No cabía duda, allí había caído un héroe.”


             -¿Qué le parece señor?

             -¿Qué Ares se presento en la batalla?, buena idea, no se me había ocurrido.

             -Me pareció conveniente para recalcar la crueldad de los macedonios.

             El pequeño escriba estaba de pie delante de una gran mesa donde el corpulento hombre estudiaba su escrito.

             -Y me gusta eso del héroe caído, representa la imagen que quiero dar de mi. -Dijo finalmente Casandro- Toma este oro, haz que todo el pueblo “sepa” que esto es lo que realmente ocurrió y no esas falacias que Lisímaco anda contando por ahí.

             -Así se hará señor.

              El escriba se marchó apresuradamente y a través de la misma puerta entro otro hombre ataviado con una armadura brillante.

              -Señor, ya esta todo dispuesto, cuando desee podemos partir.

              -Gracias Anocrates, solo me queda un asunto por solucionar, tu haz que mis ordenes se cumplan.

              Anocrates asintió y marcho de la sala, horas más tarde cuando los babilonios entrasen en Atenas encontrarían todos los almacenes y graneros ardiendo así como el gran palacio imperial que Alejandro había mandado construir para su fiel amigo Casandro.

               Casandro, seguía releyendo su historia cuando su invitado entro en la sala. Llevaba las últimas semanas esperando este momento y por fin había llegado.

                -Saludos mi señor. –Dijo el invitado con una pequeña reverencia.

                -¿Y bien?

                -Vera señor, ha habido un pequeño problema.

                -No te andes con rodeos, hijo de Ares. –Rugió Casandro. La mirada del asesino se oscureció ante el grave insulto.

               -Lo siento señor, encargué el asesinato de Antigono tal y como tu mandaste pero la guardia personal del Tuerto lo frustro arrestando y ejecutando a los hombres que había contratado.

               -¿Y porque estas tu aquí?, ¿Por qué no fuiste tu uno de los ejecutados? –Ese era su golpe final, el macedonio le había derrotado gracias a la ayuda del babilónico y se había visto obligado a organizar su “exilio” personal. Pero todavía había urdido una ultima conspiración, matar a Antigono “el Tuerto”, el causante final de su derrota. Casandro se iría, pero se llevaría a alguien con él. Y ahora este asesino de pacotilla lo había echado todo a perder.

              -Perdóneme señor, disculpe mi torpeza, debí ser yo personalmente el que llevase a cabo el plan. –Había cierto tono de condescendencia en la voz del asesino que a Casandro no le paso desapercibido.- Brindemos con un poco de vino mi señor, por la gloria pasada y la venidera.

              Todo el mundo sabía que Casandro era bastante aficionado al vino y difícilmente se iba a resistir a una última copa antes de partir.

               El asesino sirvió dos copas con una botella de un exquisito vino traído de las lejanas tierras occidentales y le ofreció una al rey. La reacción de Casandro fue increíblemente rápida y el asesino no se lo esperaba. Del cuello de este manaba abundante sangre tras ser degollado por la espada de casandro, aun con ambas copas en la mano cayo de rodillas mirando conmocionado a Casandro.
-Llevo mucho tiempo jugando a este juego –Dijo Casandro mientras cogia su copa de la mano del moribundo asesino.- El arte de las intrigas y manipulaciones no tiene secretos para mi, y si de verdad crees que acabarías conmigo con esta truco desesperado es que no eras tan bueno como yo pensaba.

               Casandro vertió la copa en una planta, que rápidamente murió a causa de un potente veneno que había en el vino. Luego se dirigió al asesino ya muerto, limpio su arma en sus vestimentas y se preparo para partir.

               Cuando Anocrates regreso no se sorprendió de la escena que vio, pues sabia de antemano el final del desdichado asesino.

                -Ya esta todo en marcha y el ejército de Antigono esta cerca. Es hora de partir.

                 Casandro asintió y salio tras su súbdito.

                 Un par de días después un barco mercante se dirigía hacia el oeste en busca de un lugar tranquilo. Muchos pescadores y campesinos aseguraron ver al mismísimo rey de Grecia subir a bordo.

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Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 05:01:05 pm »
GUERRAS TRAPSACAS
(Diario de un combatiente)
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         El sol se alzaba por el horizonte un día más. Mi vida iniciaba de nuevo su rutina…me levanté, me vestí, un beso a mi mujer, desayuné y, tras despedirme de mis hijos, me dirigí al trabajo, una tienda en la ciudad. No me iba mal, pero ahora, con la incomodidad que supuso la ocupación árabe de hacia un mes, se notaba una bajada en las ventas. Aquel aciago día, el de la ocupación, también había sido un día normal, prácticamente idéntico a todos los demás, hasta que a media tarde sonó la campana de alerta de Trapsaco y la ciudad se alboroto precipitadamente. La guardia corría de un lado a otro preparándose tras las murallas, de forma bastante acobardada, pues era evidente que no contábamos con efectivos para hacer frente a ningún ejército. Yo fui capaz de subirme a la muralla, lo que fue realmente sencillo puesto que los soldados estaban abriendo la puerta de la ciudad al gobernador de la misma y no prestaban demasiada atención al resto. Aquel hombre salió de la ciudad acompañado por un par de soldados y se reunió con un pequeño grupo que, previamente, se alejo del enorme ejército enemigo situado frente a Trapsaco. Yo observe las banderas, sin ninguna duda árabes. Todos habíamos oído hablar de la guerra que habían iniciado estos desalmados junto con los egipcios en contra de nuestro reino, pero… ingenuamente confiábamos en que no llegaría hasta nuestro hogar. Todo ocurrió muy rápido, en menos tiempo del que tardo en contarlo, el poder de la ciudad cambió de dueño y nos encontramos bajo poder árabe y con su Rey Amintas en persona disfrutando de la comodidad de nuestro palacio…

                       Extracto I: “ El  diario de un combatiente”
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            Hoy me levanto feliz y… liberado, aunque, tengo que confesar que, también dolorido. No penséis en un dolor espiritual ni emocional ni nada por el estilo, es totalmente físico… esos asquerosos árabes.... Todo ocurrió dos meses después de la ocupación, ya estábamos empezando a perder la esperanza. Yo intentaba mantenerme firme y esperaba que continuasen los leves disturbios que había en la ciudad, que, ciertamente, no podían conseguir nada sabiendo las dimensiones que alcanzaba el ejército árabe establecido allí, pero, al menos, molestaban a las tropas que se acantonaban en nuestra ciudad. Y un día, cuando el sol alcanzaba su mayor altura, sonó la campana de alerta de Trapsaco y, aunque no lo manifestamos, nos alegró en gran medida saber que nuestro rey había mandado tropas a liberarnos y no se había olvidado de nosotros.

             Abrieron la puerta de la ciudad y Amintas acompañado de su escolta abandonó la seguridad de la muralla. Imaginé una reunión parecida a la que se había sucedido el día de la ocupación entre los dirigentes de ambos ejércitos, pero con más tensión por ambas partes. Cuando el Rey árabe volvió a entrar en la ciudad mostraba cierto odio contenido y subió a la muralla donde, después de mirar hacia el exterior, ordenó algo a uno de sus capitanes. En ese momento nadie sabía de que se trataba, pero instantes después nos habían armado y colocado detrás de la puerta como fuerza de contención. Y empezamos a esperar lo peor, mirándonos unos a otros, realmente aterrados dudando de nuestra supervivencia y sosteniendo el arma con gran timidez. Pudimos ver como comenzaba el asedio a la ciudad, como llovían flechas en ambos sentidos y piedras que caían en distintas zonas de la muralla. En ese momento hubo una mirada colectiva, llena de señas y gestos, parecía que todos éramos uno solo, pensando lo mismo… y lo hicimos, abrimos la puerta. Las tropas árabes se percataron de nuestras intenciones, pero ya era tarde, y, aunque lanzaron ráfagas de flechas y sufrimos muchas bajas, no lograron detenernos. En ese momento el ariete, que aún no había llegado a la puerta, cayó al suelo y las tropas que lo sostenían y acompañaban comenzaron una carga hacia la puerta. Yo me disponía a cruzarla cuando un proyectil alcanzó mi gemelo y el tiempo se volvió difuso durante unos segundos, minutos… o quizás horas. El dolor recorrió mi cuerpo violentamente y me derribó a la vez que enturbiaba mi vista. Figuras oscuras se acercaban rápidamente hacia mi posición y yo desafiando mis limites me levanté consiguiendo escurrirme al otro lado de la muralla antes de que los ejércitos entrasen en contacto. Tras el enorme esfuerzo no pude hacer otra cosa que caer rendido al suelo y, cuando giré sobre mí, para coger aire, una sombra sostenía, lo que intuí que seria una espada, sobre mi cabeza. Yo no pude hacer más que mover torpemente mi arma, creí escuchar el chocar entre los metales en lo que parecía una distorsión de la realidad. Repentinamente la sombra desapareció y sin darme tiempo a reaccionar mi vista se oscureció y yo perdí la consciencia. Me desperté en la enfermería de la ciudad, donde me comunicaron que había tenido mucha suerte y conservaría mi pierna. Respire aliviado tocándomela, sintiendo que era verdad que estaba ahí.

            La habitación en la que me encontraba acogía a muchos mas heridos. Desvié mi mirada hacia la ventana y pude ver como los soldados retiraban los cuerpos sin vida de las calles, una visión aterradora de las consecuencias de una terrible y sangrienta batalla, pero… justificable si conseguía la liberación de nuestra ciudad.

            Momentos después me enteré de que el mismo Antigono, nuestro emperador, había liderado las tropas que recuperaron Trapsaco, y había nombrado en su discurso el valor de mi unidad al abrir las puertas y llamado a los supervivientes, que desgraciadamente no llegaba a catorce personas, a que, por la gloria del imperio, siguiesen al lado del ejercito luchando con fiereza contra nuestros enemigos, a pesar de qué los que aun podíamos sostener una espada éramos todavía menos que los supervivientes, a causa de las heridas. Yo, me negué y continué mi rutinaria y pacifica vida.

                 Extracto II: “ El  diario de un combatiente”
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              Estoy realmente apenado, pues a menos de un mes de la liberación de mi ciudad de los árabes hemos sufrido otro ataque, esta vez por parte de los egipcios. Yo había conseguido caminar con soltura pero aún tenía pequeñas muescas de dolor en ciertos movimientos y aunque me había negado a combatir por Babilonia, aquel sentimiento que inundó todos mis pensamientos cuando volví a escuchar la tan famosa campana no pudo ser contenido por la parte sensata que yo albergaba ni por los consejos de mi mujer y me empujó a coger una vez más las armas para empuñarlas frente a este nuevo enemigo. Estaba preparado junto al ejército imperial y, de nuevo, la reunión pertinente entre los líderes de ambos ejércitos, en esta ocasión egipcio y babilónico. Los capitanes nos comunicaron que íbamos a combatir fuera de la protección de la muralla, que en estos momentos se encontraba medio destruida, por lo que era bastante ineficaz, y así evitaríamos la consiguiente devastación que dejaría la batalla en la ciudad babilónica. Entonces todo el ejército avanzó hacia la puerta principal mientras la caballería abandonaba la ciudad por una de las salidas posteriores. Supuse que era una estrategia de flanqueo, pero no medité sobre ello debido a la gran impresión que me asaltó al situarme frente a las tropas enemigas, fue sobrecogedora, pues nunca me había interpuesto en el camino de un ejército.

   Mantuvimos la posición hasta que Antigono volvió a unirse a nosotros para comenzar un enfrentamiento que no pudo ser evitado. Nuestro rey comenzó su discurso antes de que se iniciara la contienda mientras la caballería avanzaba rápidamente para coger su retaguardia. La adrenalina comenzó a correr por mis venas antes incluso de empezar a avanzar hacia el enemigo y ella era la que controlaba todos mis movimientos. La infantería ya comenzamos a cargar cuando pudimos ver que asomaba la caballería a lo lejos. Una vez iniciada la batalla, volví a perder la noción del tiempo. Lanzaba  ataques torpemente y me cubría como podía tras el escudo, en realidad, no se me daba mal, pero yo no contaba con la preparación que tenían todos los demás hombres y… eso se notaba. Cuando quise darme cuenta todo acabó, pero esta vez nosotros habíamos sido derrotados y corríamos lo más rápido que podíamos a través del bosque, aprovechando su cobertura y su mala accesibilidad para la caballería enemiga. Después de varias semanas llegamos a Issos, yo me encontraba tranquilo en todo el camino, pues en nuestro mismo grupo iba el propio Antigono y ver al Emperador tan cerca, quieras que no, impone. Además, esta vez no tenia ninguna herida seria y ayudaba al resto cuando estaban faltos de fuerzas. En Issos atendieron nuestras heridas y nos establecimos durante algo más de medio año, en el cual recibí un entrenamiento militar muy duro, quería estar preparado para lanzar el contraataque.

                Extracto III: “ El  diario de un combatiente”
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               Hoy escribo aquí, en el diario de mi amigo, Eskarr… enormemente apenado… lloro su perdida y finalizo su relato, intentando adaptarme a su forma de escribir, para futuros lectores, pues sé que es su deseo. No me presentaré, solo diré que éramos compañeros y que comencé esta contienda junto a él, los dos abrimos las puertas de nuestra ciudad, los dos la defendimos y los dos regresamos a nuestro hogar para liberarlo de Egipto. Sin más rodeos, narro el último episodio de su vida.

              Fue un largo camino de vuelta, todo el ejercito parecía estar ansioso por llegar, y nosotros… aún mas. A medio camino tropas procedentes de Aspendo se unieron a nuestro avance y liderados por Antigono “El cíclope” nos dirigíamos a Trapsaco, ahora llamada “La Deseada”. Pero de camino, una de las avanzadillas informó de que un ejército egipcio se dirigía hacia el norte, hacia nuestra posición. Comentamos que a nuestro Rey le brillaban los ojos y parecía sonreír al recibir la noticia, antes de hablar con sus capitanes, pero tampoco le dimos gran importancia. Nosotros empezamos a acariciar las empuñaduras de nuestras armas. 

              Finalmente el enemigo asomó por el horizonte y, esta vez, no hubo ni siquiera una conversación entre los dos Reyes enemigos, tampoco discurso, todos sabíamos a que habíamos venido y estábamos deseosos por conseguirlo. Esperamos la señal y cuando la hizo, todos comenzamos a avanzar impetuosamente. Alzamos nuestros escudos cuando los arqueros enemigos descargaron sus flechas sobre nosotros y, aunque algunos cayeron, los demás seguimos nuestro imparable avance, para, cuando sólo nos faltasen unos palmos para llegar al contacto directo, lanzarnos en una carga casi fanática. Levantamos las lanzas y los gritos anunciaron el choque entre ambos ejércitos. Todo fue muy rápido, estábamos ganando y el enemigo parecía dispuesto a huir, fue entonces cuando, aprovechando un descuido, un egipcio apareció por detrás de mi compañero y le atravesó con su lanza. Yo lo vi, vi su retorcida mueca de dolor mientras intentaba deshacerme de dos adversarios y, aun sigue grabada en mi mente, pero no puedo ni hacerme una mínima idea del dolor que le supuso, aunque me confortó, en muy poca medida, que fuese solo por un brevísimo momento. Para cuando conseguí acabar con uno de mis enemigos, y otros hombres de mi unidad me libraron del otro, corrí hacia su verdugo lo más rápido que pude, pero se me adelantaron y le atravesaron, siendo el último en caer antes de que los restos del mermado ejército enemigo huyeran. Yo me acerque a Eskarr, completamente afectado, que ya estaba totalmente inmóvil con una herida enorme en el pecho. Me agaché y levante su cuerpo inerte para asegurarme de que cargasen con él. Yo me encargaría de llevárselo a su mujer y de que se le concediese un funeral digno de sus valientes actos. Entonces vi una mancha de tinta en su manga y me prometí acabar su historia, que, aunque me hubiera gustado que fuese el quien la terminase, siento el deber de continuarla hasta que sucumba a su mismo final, momento en el que… quizás… otro se disponga a rellenar más papiros con su propia aventura de honor, desesperanza y muerte.
                     
          Extracto IV: “ El  diario de un combatiente”
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Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 04:51:21 pm »

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Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 04:50:30 pm »

42
Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 04:49:43 pm »

43
Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 04:48:43 pm »

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Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 04:39:53 pm »

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Alexandro's Empire / Re: RELATOS DEL CONCURSO LITERARIO
« en: 13 de Diciembre de 2006, 04:09:13 pm »
LA VISIÓN Y LA VOZ

        (Dadas las características de este trabajo la siguiente narración ocupa seis post.)
 
        Para aquellos que estéis interesados en ver el trabajo original y dado que a veces las imágenes (no sé el motivo) a veces no cargan como debieran os dejo la posibilidad de descargarla en forma pdf


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