Gruntz entró en la tienda del Gran Señor de la Horda apresuradamente, con el rostro desencajado y la armadura a medio vestir...
- Mi Zeñor.. han regrezado los exploradorez, informan de un gran contingente de tropaz dezconocidaz. Zon unoz moztroz enormez, feoz, con grandez colmilloz y cara de eztupidoz. Fuertemente armados y con muy malas pulgas y peores intenciones... Ya he ordenado tocar la alerta general.
- Son muchos?. - Preguntó el Gran Señor incorporándose sobre su hamaca, al mismo tiempo que apartaba a la media docena de concubinas que se amontonaban sobre su lecho.
- Zegún los ezploradorez, el ejerzito enemigo ze pierde en el horizonte.... -Gimió Gruntz-.
- Y te han dicho algún detalle más sobre nuestro misterioso enemigo?.
- Al parezer tienen la piel verde...
- Imbécil¡¡¡.... Inútil¡¡¡ -Gruñó el Señor de la Guerra- Lo que describes son nuestros primos los Orcos perdidos, que por fin han dado señales de vida. Anda sale fuera del campamento y acude a dar la bienvenida a nuestros queridos hermanos pielverdes. Da ordenes a los taponez esclavos de que preparen mi armadura de desfile, y que engalanen mi carro de Saqueo. Aaah... y que preparen unos cuantos taponez asados que seguro que vendrán hambrientos del camino.
Saludos
Karnak, Señor de los Orcos.
Orcos 1, da la bienvenida a Orcos 2
Temblad taponez....