Autor Tema: La venganza de un pistolero... (final)  (Leído 7051 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

Maldito Heroe

  • Tabernero
  • *
  • Mensajes: 35
  • Levanten sus espadas y que retiemble el acero...
    • MSN Messenger - heroes_84@hotmail.com
    • Ver Perfil
La venganza de un pistolero... (final)
« en: 03 de Febrero de 2006, 12:24:42 am »
Después de cabalgar por el río Serpiente, Sánchez llego hasta una vieja cabaña, estaba seguro que el viejo indio yaqui, José le ayudaría a curar sus heridas y recuperarse en poco tiempo para ir en busca de Hernández.
Se bajo del caballo y grito:
-Hey viejo, un amigo te anda buscando...-no hubo respuesta, solo salió un perro bastante flaco a mover la cola y lamer la mano de Sánchez-Donde esta tu dueño?
Juan jugaba con el perro cuando de repente sintió un cuchillo en el cuello
-Siempre debes estar alerta amigo Sánchez... ja ja ja
-Si a mi también me da gusto verte José...

Después del apretón de manos entraron a la cabaña. Juan contó todo a José, y le pidió que le curara las heridas.
-La venganza no es buena amigo...
-Lo se José, pero es lo único que me ha mantenido vivo desde que salí de prisión.
-Entonces... iras por Hernández?
-Si, solo queda el, y ya se donde se esconde.
-Será difícil llegar hasta San Fermín, en el camino te encontraras con soldados, caza recompensas y pistoleros de otras regiones que vienen a matarte.
-Tan famoso ya soy eh?
-Mi consejo es... que actúes rápido, como una serpiente que se arrastra sigilosamente para atrapar a su presa.
Y José saco una botella de tequila y los dos bebieron toda la noche, recordando viejos tiempos.

Y paso el invierno, y Juan se recupero de sus heridas, todo ese tiempo que estuvo con su viejo amigo José, estuvo practicando el tiro al blanco, quería mejorar su puntería, sabia que se encontraría con pistoleros peligrosos, además practico con un rifle de largo alcance que recogió después de liquidar a los Valdivia. Ahora era un pistolero mas completo, sabia disparar con ambas manos, y era un poco mas veloz. También medito mucho, ya había matado a muchos hombres en su peregrinar de venganza, aunque estaba seguro de que todos los que había despachado se lo merecían.

Llego el momento de partir a culminar su venganza:
-Adiós viejo amigo, a mi también me queda poco tiempo para cumplir mi destino, así que espero me guardes un lugar en el infierno Juan.
-Por supuesto amigo, nos veremos pronto en el otro mundo, y gracias por tu ayuda.
Y partió entonces hacia San Fermín.

En su andar llego hasta San Patricio, pueblo chico que estaba de camino hacia San Fermín. Recordó que en su estancia en prisión había conocido a Demetrio, un viejo que era oriundo de San Patricio, así que Juan decidió buscarlo. No fue difícil dar con el, trabajaba en el establo del pueblo y se dirigió a ese lugar.
-Por fin nos encontramos Demetrio.
-Juan que gusto de verte amigo.-
-Igualmente viejo, igualmente.
-Hacia donde te diriges?
-A San Fermín, cerca de aquí.
-Si, me imagino que buscas a Hernández?
-Así es, como lo sabes?
-Toda la región sabe que lo buscas, y que has despachado muchos hombres. Pero pensamos que habías muerto después de liquidar a los Valdivia, desapareciste el resto del invierno.
-Si, tuve que esconderme un tiempo.
-He sabido que Hernández no huirá mas de ti amigo, pero también se que contrato a dos pistoleros gringos...-
-Sabes sus nombres?
-Si... Richard Smith y John McCoy, has oido hablar de ellos?
-Si, cuando anduve con Hernández y compañía cabalgando por rumbos de la frontera.
-Pues es toda la información que puedo darte.
-Gracias Demetrio, me has servido de mucha ayuda.
Entonces llego hasta ellos un niño que traía un mensaje para Juan:
-Es usted el famoso pistolero Juan Sánchez, señor?
-Así es pequeño. Que se te ofrece?
-Un señor me dijo que tenia información que es de interés para usted.
-Y donde esta?
-Me dijo que lo esperaría en el panteón, no quiere que nadie sepa.
-Entiendo, entonces iré para allá. Demetrio adiós.
-Suerte Juan...

Al llegar al panteón no encontró a nadie, pero pronto se dio cuenta que había un hombre escondido detrás de una lapida apuntándole, y se escucho una voz:
-Vaya vaya, hasta que saliste de tu madriguera Juan Sánchez...
Por el acento Juan reconoció al tipo.-
-Así que has venido por mi cabeza...
-Sabes quien soy?
-Si Rigo López, alias el Sureño, un pistolero que no es capaz de enfrentarse en un duelo hombre a hombre, siempre tienes a alguien escondido, como en esta ocasión, para hacer el trabajo sucio.
-Jajaja eres listo Sánchez y eso me gusta, bien ahora tira tus armas lentamente...
Y así hizo Juan, saco sus armas y las dejo en el suelo, al tiempo que observaba como el otro tipo seguía apuntándole.
-Sal Chico-dijo el sureño- este ya no representa peligro, ayúdame a atarle las manos
Chico dejo de apuntarle a Juan, el sureño recogió las armas, un mínimo descuido que aprovecho Sánchez para tomar su rifle y correr entre las tumbas, Chico y el Sureño le dispararon con resultados negativos. Juan se escondió bien, y ahora los tenia a merced de aniquilarlos. Se movió un poco mas buscando una posición perfecta para despacharlos, tenia el rifle de largo alcance que antes perteneció a los Valdivia.
Ahí estaban Chico y Sureño con sus armas volteando todos lados tratando de ubicar Sánchez:
-Sal maldito cobarde, enfréntate a mi si te crees ser bueno...
Sánchez hizo un disparo intencionalmente cerca de donde estaban ellos, asi que se movió rápido hacia otro lugar, mientras Chico y Sureño decían en voz baja.
-Bien Chico yo seguiré hablando, para distraerlo claro, el disparo vino de aquel lado, así que lentamente y sin hacer ruido vas por el y...
Un disparo de Sánchez le voló los sesos a Chico bañando en sangre al Sureño.
-hijo de peerra....-dijo y salió corriendo y monto su caballo tratando de huir, pero ya Sánchez lo tenia en la mira y mientras sureño cabalgaba a toda prisa, Juan se tomaba su tiempo, disparo y cayo el Sureño.

Después de eliminar a esos dos tipos, Juan se dirigió con mas prisa a San Fermín, el rastro de muertos que iba dejando en el camino conduciría a los soldados y otros caza recompensas hasta ese poblado.

Por fin llego a San Fermín, ya había pensado muy bien lo que haría, buscaría la iglesia del pueblo y sin mas mataría a Hernández, parecía demasiado sencillo, pero algo extraño le hizo sospechar, San Fermín era un pueblo algo grande y alegre y ese día no se miraba un alma por las calles, siguió avanzando y sonaron las campanas de la iglesia, que ubico rápidamente Juan que dijo dentro de si-Bien, es por aquella calle- y espoleo el caballo.

Al doblar en una esquina para dirigirse a la iglesia dos tipos estaban parados a media calle, eran nada mas y nada menos Smith y McCoy, inconfundibles como siempre. Juan se detuvo y bajo del caballo. Camino hasta ellos, por unos instantes cruzaron las miradas nadie decía ni hacia nada. Smith encendió un cigarro, mientras McCoy y Juan se miraban fijamente, estudiándose, sin conocerse antes trataban de buscar e punto débil del contrario.
Entonces Smith y McCoy intercambiaron palabras.
-Bien-hablo Smith- tu dices, quien va por el, de todas formas nos pagaran, lo mate quien lo mate-
-Entonces yo lo haré-dijo McCoy, al tiempo que Smith se retiraba a un lado.
Ahí estaban Juan Sánchez y John McCoy frente a frente. Sin decirse nada, como esperando cualquier cosa para disparar. Pero el lugar estaba demasiado callado, parecía un pueblo fantasma, y seguían esperando una simple señal, que solo ellos sabrían cual seria...
Entonces el ladrido de un perro los hizo desenfundar, era como si ese ladrido fuera la señal que esperaban.
Un tiro limpio que atravesó el cuerpo de McCoy hizo que cayera al suelo, Juan enfundo su revolver, a tiempo que Smith tiraba su cigarro y se dirigía hasta donde yacía tendido McCoy, se quito la gabardina que siempre portaba y tapo el cadáver de su antiguo compañero.
-Reconozco que eres bueno Sánchez, has liquidado a McCoy, bueno al parecer me tocara su parte- Juan no decía nada.
Entonces Smith se puso se dirigió a Sánchez:
-Pues entonces creo que me toca a mi matarte.
-No lo creo.
-Entonces desenfunda maldito...
Juan saco sus dos armas y los vació en Smith, que cayo al suelo totalmente muerto, ni tiempo tuvo de repeler eL ataque de Sánchez.
-Hoy no hijos de puta, hoy no...
Al dirigirse a la iglesia cargo su armas nuevamente, era tiempo de terminar su venganza, tenia en la mente un solo nombre “Pedro Hernández”...
Entro a la Iglesia con mucho cuidado, adentro había muchas velas prendidas, y se escucho una voz:
-Son por los hombres que has liquidado, viejo amigo...
Juan se sorprendió a ver a Hernández, que tenia un aspecto de enfermo, parecía que estuviera muriéndose.
-Sabes a que he venido Hernández.
-Así es, pero no era necesario, me queda poco tiempo de vida y decidí pasarlo aquí con los curas tratando de hacer algo de bien.
-Tengo que hacerlo.
-Entiendo.
-Antes de mandarte al infierno quiero que me digas por que lo hicieron, porque mataron a mi familia, si ni ellos ni yo les habíamos hecho algo.
-Fue por dinero, nos atraparon el gobernador intercedió por nosotros, e hicimos un trato, matábamos a tu familia y vendíamos sus tierras al gobierno y recibíamos el perdón...
Se quedaron callados los dos, Juan sentía lastima por Hernández al verlo en ese estado, pero hizo una promesa y era tiempo de cumplirla totalmente. Hernández se sentó es una banca y dijo:
-Hazlo ya, si eso te hace sentir bien.
Entonces Juan saco su revolver y pensó si matarlo o dejar que muriera en poco tiempo. Bajo el arma, pero recordó a lo que había prometido, y puso su arma en la nuca de Hernández. El disparo hizo que retumbara la iglesia. El fin de Pedro Hernández había llegado...

Entro corriendo un cura, bastante asustado y se impresiono al ver a Hernández tirado con la cabeza hecha pedazos:
-Por Dios, que has hecho hijo...
-Cumplir con una promesa.
-Este es un templo del Señor, no puede hacer esto.
-Pues ya lo hice y no me arrepiento de nada.
Entro corriendo el sacristán:
-Acaban de llegar los soldados, son como veinte...
-Vienen por usted me supongo-dijo el cura a Juan-
-Si, vienen por mi...
-Entonces le suplico que se entregue, yo se los motivos por los cuales usted ha derramado sangre, y le juro por Dios que abogare para que tenga un juicio justo.
-No habrá juicio padre, me mandaran directo a la horca o me fusilaran.
-Y que piensas hacer, huir?
-No, es tiempo de cumplir con mi destino...
-No te entiendo.
-Vaya afuera y diga a los soldados que si quieren arrestarme que vengan por mi. Antes de morir me llevare a algunos cuantos mas.
-Ya te entendí.

Y salió el cura y hablo con el capitán, entonces este ordeno a cuatro soldados que entraran y lo arrestaran y que si oponía resistencia lo mataran. Entraron los cuatro soldados y apenas estuvieron dentro se escucharon varios disparos...

Por unos momentos todo quedo en silencio, hasta que el capitán hablo:
-Ustedes dos, vayan adentro a ver que paso.
Y así lo hicieron, a entrar los dos se escucharon disparos nuevamente. Solo salió un soldado con una bala en el hombro.
-Maldita sea, ustedes cinco por enfrente y ustedes tres por atrás, y tengan cuidado...
Esta vez dentro de la iglesia hubo intercambio de disparos, los hombres que entraron por atrás lograron sorprender a Juan, que fue herido dos veces. Otra vez hubo silencio.
Llegaba otro grupo de soldados a lugar, mientras dentro Juan malherido recargaba sus revólveres, afuera los capitanes de ambos regimientos discutían el plan para entrar.
-Bien, yo ya tengo muchas bajas, así que manda a tus hombres y que los míos que restan los cubran.
-Esta bien, ustedes prepárense para entrar...
Esta vez por el frente entrarían cinco por enfrente y otros cinco por atrás, Juan esta vez cambio de lugar lo habían sorprendido un vez, no volvería a pasar. Al entrar por el frente los soldados cayeron uno por uno, mientras los que entraron por atrás lograron disparar y herir nuevamente a Sánchez antes de caer muertos.
Juan se encontraba muy malherido y sin balas, estaba desangrándose y apenas si se podía mover.
Afuera los capitanes nerviosos decidían que entrarían los que restaban, diciéndose por enfrente y por detrás. Y así lo hicieron, pero al entrar encontraron a Sánchez sentado en una banca, perdió mucha sangre y había muerto...

Hasta San Fermin, llego el viejo gomez a reclamar el cuerpo de Juan Sánchez. Lo sepulto junto con su maddre y hermano, por fin se descansaria en paz.

Y aquí termina esta historia acerca de un hombre que juro venganza y cumplio su promesa...
Los Heroes no morimos, nos reunimos en el infierno para la batalla final...

Salsbury Deth

  • Sabio
  • ***
  • Mensajes: 1239
  • El Enterrador
    • MSN Messenger - trompademier@hotmail.com
    • Ver Perfil
    • Email
Re: La venganza de un pistolero... (final)
« Respuesta #1 en: 03 de Febrero de 2006, 05:58:45 am »
Hey Maldito heroe!!! muy buen relato, me ha gustado el vocabulario que has usado...Pancho Villa, manito y Billy the Kid brindan por ti!!!

Saludos!!!
-Lascivia en La Mazmorra de Earwitz.
-Kor en Maya en Rath.
-Deths en Kls Heroes
-Participo en La Batalla de los Seis
--------------------------------------------------------------------------------------
-Habia cuerpos mutilados por todas partes...
?  y yo me hice cargo de ellos.

Maldito Heroe

  • Tabernero
  • *
  • Mensajes: 35
  • Levanten sus espadas y que retiemble el acero...
    • MSN Messenger - heroes_84@hotmail.com
    • Ver Perfil
Re: La venganza de un pistolero... (final)
« Respuesta #2 en: 03 de Febrero de 2006, 04:05:32 pm »
hey compa salbury una duda

 kien es manito???

saludos.
Los Heroes no morimos, nos reunimos en el infierno para la batalla final...

Salsbury Deth

  • Sabio
  • ***
  • Mensajes: 1239
  • El Enterrador
    • MSN Messenger - trompademier@hotmail.com
    • Ver Perfil
    • Email
Re: La venganza de un pistolero... (final)
« Respuesta #3 en: 06 de Febrero de 2006, 04:15:10 am »
Se me ocurrio una abreviatura de "hermanito"...oye manito!!!!

-Lascivia en La Mazmorra de Earwitz.
-Kor en Maya en Rath.
-Deths en Kls Heroes
-Participo en La Batalla de los Seis
--------------------------------------------------------------------------------------
-Habia cuerpos mutilados por todas partes...
?  y yo me hice cargo de ellos.