Pero vamos a ver, ¿qué hay que arreglar?
Esto es un juego.
Las disputas entre el hâjib de Cordoba y el Papa de Roma son públicas y notorias desde antes de que entrara Uve en la partida. No veo que en ningún momento yo haya llevado eso más allá del juego ni dado motivo alguno para tomárselo así. Yo estoy hablando siempre del Papa Negro y de sus maquinaciones, que son todo lo perversas que la partida permite, y está muy bien que así sea. Ni creo que sus víctimas deban sentirse personalmente agredidas por ello, ni que el jugador que lleva al Papa deba sentirse personalmente recriminado cuando se denuncian los actos
de su personaje. Al hâjib de Cordoba se le ha acusado de un montón de cosas, algunas ciertas, la mayor parte falsas. Por supuesto, ninguna de esas acusaciones, ni las ciertas ni las falsas, me molesta como jugador. ¿Porqué debería?
Esto es un juego.
Si es que los lunes...
Raimon