Autor Tema: Newfax Turno 18 (1090-1094)  (Leído 28961 veces)

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Newfax Turno 18 (1090-1094)
« en: 19 de Julio de 2006, 03:59:43 pm »
Reino de Venecia
(Romano Católico Marítima Nación Abierta)
Nicolás Aleixandre, Rey de Venecia
Diplomacia: Corsica (NT), Canarias (NT)

La firma del importante acuerdo de colaboración entre los reinos de Venecia e Italia, con el que el Rey Nicolás Aleixandre pretendía asegurarse un periodo de paz estable y próspero entre las dos naciones vecinas, no se pondría en funcionamiento en tanto no se cumpliera el primero e ineludible de los compromisos: la devolución de Venecia y el traspaso de derechos sobre la ciudad de Nápoles entre ambos reinos.

Ambos requisitos se llevaron a cabo en los primeros días del año del Señor de 1090, sin que se diera lugar a ningún disturbio de importancia en ninguno de los territorios de la península. Sabedor de boca del propio Sumo Pontífice Severo III de que el Pontificado Romano pretendía renunciar a sus derechos políticos sobre Roma, el Rey Nicolás decidió no marchar directamente a Venecia sin antes trabar varias reuniones con los líderes sociales de la Ciudad Eterna, reuniones con las que trataría de acercar posiciones con Roma con vistas a integrarla dentro de su reino en el corto plazo. Los nobles, aún reticentes a causa del excesivo movimiento de fronteras en los últimos años sobre la península itálica, decidieron no dar su apoyo al Rey veneciano en tanto el tiempo no constatase que la paz era estable y perenne.

Sin dejarse desanimar por su fracaso en la ciudad de Roma, el Rey Nicolás regresó al fin a Venecia donde fue recibido en honor de multitudes por un pueblo que apenas había podido disfrutar de su reinado a causa de su súbita huida de años atrás.
Hubo de sorprenderse al descubrir que apenas había daños serios en la ciudad, y en muy poco tiempo la capital de la gran nación de comerciantes bullía de nuevo a pleno rendimiento, ayudada en gran parte por el dinero de la Iglesia y las enormes cantidades de grano y alimentos almacenados donados por el Rey de Reino Sacro de Italia como compensación por el desafortunado ataque. Allí pasó varios años disfrutando de su recién estrenado –y recién reconquistado– trono, al frente de los asuntos de importancia de la nación y tratando con su colaboración con la administración de mejorar la productividad tras el periodo de infertilidad que dejó tras de sí el saqueo de Venecia.

El Gran Capitán Umberto Frigentti, al mando de la flota de guerra Veneciana, embarcó a principios del año del Señor de 1090 y dirigió sus buques hacia el puerto de Marsella, donde inició un largo bloqueo en atención a las peticiones expresadas por el Papa (ver NF de Borgoña).

Los Generales Nazzaro di Napoli y Abondanzio dedicaron sus esfuerzos a viajar; el primero se dirigió hacia el Califato de Córdoba transportando consigo el dinero que se debía al Gran Califa por la construcción de la ciudad de Ceuta. Después viajó a Canarias, donde inició contacto con los habitantes de las islas, para después regresar a Roma. Abondanzio, entre tanto, dirigió sus buques a la isla de Córcega, independiente desde la desaparición del Arzobispado de Sicilia, con la intención de acercar posiciones con los líderes locales. Tras años de trabajo, los esfuerzos del General Abondanzio comenzaron a dar frutos.
« Última modificación: 19 de Julio de 2006, 05:48:09 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #1 en: 19 de Julio de 2006, 04:35:54 pm »
Reino Sacro de Italia
(Romano Católico Nómada Nación Abierta)
Vlad I, Rey de Italia.
Diplomacia: Romagna (F), San Severo (F)

El Rey Vlad no había nacido para guerrear eternamente.
Pero sabía bien cómo hacerlo.

A principios del año del Señor de 1090, tras firmar los tratados de cooperación y desarrollo con Venecia y tomar posesión de Nápoles, el Rey abandonó Venecia dejando a sus colonos en la Romagna y desplazándose después hasta Lombardía, desde donde comenzaría el ataque sobre el territorio borgoñón en cuanto tuviera constancia de la anunciada excomunión del Rey Jean Paul. (Ver NF Borgoña)

El General Argen viajó hasta la Romagna para tomar el mando de los colonos italianos, y con ellos a sus órdenes dedicó varios años a colonizar la región. Entre tanto, y siguiendo órdenes del Rey, dirigió diversas inversiones de carácter social y también militar en Latium. Cuando acabó la colonización de la Romagna, el General Argen partió hacia San Pietro para trabajar duramente en el entrenamiento del gran ejército de infantería del Reino, convirtiéndolo tras meses de esfuerzos en un bloque de unidades de élite de primer orden.
El quince de Mayo del año del Señor de 1093, en la región de Spoleto se finalizaron las labores de construcción de una nueva ciudad para el Reino. Tras varios días de celebraciones, y siguiendo órdenes del Rey, ahora en campaña, se la inauguró con el hombre de San Severo, en honor al Santo Padre que tanto había hecho por el nuevo reino de Italia.
« Última modificación: 19 de Julio de 2006, 05:47:37 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #2 en: 19 de Julio de 2006, 05:18:42 pm »
Reino de Francia
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Louis VI, Rey de Francia.
Diplomacia: Languedoc (EA),
 
Ante la Excomunión del rey Jean Paul de Borgoña por parte del Sumo Pontífice, el Rey Louis VI decidió apoyar al Papa y su causa desoyendo las voces de quienes defendían la legitimidad del tratado de Alianza militar formal con Borgoña. Según la opinión del Rey Louis y la mayor parte de sus consejeros, el tratado estaba legalmente roto desde el momento en que Jean Paul se había posicionado en contra del Papa ganándose con ello la excomunión. Louis VI se negaba a considerar correligionario a un Anatema excomulgado por el Santo Padre, y bajo su juicio aquello invalidaba las cláusulas de su tratado con Borgoña. Y aunque muchos nobles en la corte desaprobaban las intenciones belicistas con Borgoña, los unos por creer que no había causa para el rompimiento del tratado, los otros porque aun aceptando las tesis del Rey no creían que semejante asunto debiera conducir irremediablemente a la guerra, Louis decidió arriesgarse a sufrir rebeliones entre los nobles y mandó a su país a la guerra con Borgoña.

Aunque dio el paso sin miedo, sabía el Rey que era primordial que la campaña marchara bien y que las ganancias para la corona fueran importantes si quería conservarla sobre la cabeza, de modo que decidió hacerlo bien. Para empezar, ordenó el reclutamiento de varios miles de soldados en la Capital. Situó el mando del ejército en manos del heredero al trono, su hijo el Príncipe Louis, a quien sabía mucho más dotado para asuntos militares que él mismo, y dio el control de las fuerzas de apoyo que marcharían junto al heredero al Príncipe Guillermo. Ambos marcharon sobre Aquitania durante la primera mitad del año del Señor de 1090 (ver NF Borgoña).

Al General Jean Claude lo envió hacia la región compartida con Borgoña de Languedoc, con las órdenes de lograr mayores apoyos en favor de Francia que permitieran a los nobles de la región el asumir la rotura de sus relaciones con Borgoña. El General alcanzó éxito absoluto en su misión, y en Agosto del año del Señor de 1094 la región se adhería al corpus de la nación francesa. Menos felices fueron los empeños del General Rene, quien tras dedicar varios años de esfuerzo a tratar con los líderes locales de Touluse hubo de reconocer que sus empeños habían fracasado miserablemente.
El resto de generales y nobles, aliados y feudales del Rey, mantuvieron su atención centrada en la vigilancia de las fronteras con el fin de reaccionar adecuadamente al menor movimiento enemigo.
En orden de política interna, el mayor cambio que experimentó el Reino de Francia durante aquellos años fue la evolución progresiva que sufrió su economía, hasta entonces basada en las producciones agrarias y ganaderas, a una en la que el flujo de bienes y el comercio cobraba la mayor importancia. Aquella mejora de las estructuras económicas habría de traer consigo un futuro de mayor progreso para la gran nación francesa.


Y mientras todo el mundo centraba su atención en el devenir de la guerra con Borgoña, el joven hijo del Rey Louis VI, Phillipe, comenzaba a distanciarse en las relaciones con su padre. Su hermano mayor había marchado a la guerra, y el marido de su hermana con él; ambos serían héroes... pero ¿qué pasaba con Phillipe? Él era muy joven, pero se sabía valiente y fuerte, de gran carácter. Era él quien merecía la atención de su padre el Rey, y no la indiferencia a causa de haber nacido en último lugar. Años atrás, al menos hubiera sido enviado a la Iglesia donde quizá haría carrera y podría algún día convertirse en gran general de los Ejércitos Pontificios, como el alemán ése de nombre raro, o hasta Papa. Pero ahora... ¿qué le quedaba ahora?

Nadie en la corte se dio cuenta de cómo el joven Phillipe pasaba cada vez más tiempo entre mercenarios y aventureros, frecuentando en secreto tabernas portuarias y ausentándose cada día más de sus dependencias en Palacio.
« Última modificación: 21 de Julio de 2006, 09:16:33 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #3 en: 20 de Julio de 2006, 11:44:34 am »
Reino de Borgoña
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Jean Paul, Rey de Borgoña
Diplomacia:

GUERRAS BORGOÑONAS

AÑO DEL SEÑOR DE 1090
SE DESENCADENA UNA GUERRA
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Cuando el Rey Jean Paul de Borgoña lanzó a principios de año sus graves acusaciones contra el Papa, lo hizo confiando en que lograría apoyos de los reinos vecinos y, particularmente, de su aliado militar el Rey Louis VI de Francia. Pero los acontecimientos se sucedieron en cadena de un modo que no había previsto el Rey Borgoñón: el dos de Marzo llegó a toda la nación la noticia de la Excomunión del Rey por parte del Papa Severo III, y pocos meses después, Jean Paul hubo de reconocer estupefacto ante las sucesivas reacciones llegadas de todos lados que los países vecinos no sólo lo habían abandonado a su suerte, sino que estaban dispuestos a aprovechar la situación creada para atacar su país.

Los embajadores borgoñones en territorio francés regresaron a Lyonnais en Abril con las peores noticias; el Rey Louis VI había declarado que jamás acudiría a la defensa del Anatema y que consideraba nulos todos sus acuerdos y a Borgoña enemiga de su país, aunque lo más grave del asunto era que la mayor parte de sus nobles y consejeros apoyaban la decisión del Rey. La facción contraria a la drástica decisión de Louis no logró despertar simpatías entre el ejército ni los dirigentes de mayor importancia, y las noticias de que el ejército Francés se dirigía hacia las fronteras del sur resultaron ser un duro golpe para la frágil situación interna del Rey Jean Paul.

Si el Rey confiaba en que la fuerza que pudiera despertar entre sus súbditos la figura del Papa Severo III cuando respondiera a sus acusaciones sería insuficiente como para que el país reaccionara en contra de la corona, o si confiaba en que podría enfrentarse a cualquier levantamiento con la fuerza del ejército y los apoyos que pudiera recibir de las naciones católicas vecinas, son cosas que nunca se sabrán. Lo cierto es que, pocos días después de que la noticia de la excomunión del Rey Jean Paul llegase a territorio borgoñón, varias regiones se alzaban en armas contra el Anatema. Tanto Aquitania, animada por agitadores y religiosos católicos, como la región de Milán, cuyos ciudadanos temían la anunciada llegada a sus tierras de los ejércitos pontificios, se revelaron ante su Rey repudiando las acusaciones al Pontificado y separándose del reino. No sólo eso, sino que Jean Paul conoció una semana después de la noticia de su excomunión que sus fieles generales Antoine y Sebastián se habían posicionado en su contra, acusándolo de traidor a la fe y a su patria por situar a Borgoña en el objetivo de ejércitos que hasta la fecha habían sido amigos del reino.

Jean Paul reaccionó con rapidez para enfrentarse a aquello que sí quedaba a su alcance: Milán. Al mando de sus ejércitos marchó sobre la región fronteriza y la tomó sin piedad, sometiéndola en poco tiempo. Pero la alegría duró poco en el campamento del Rey: doce días después, el 30 de Marzo, el Príncipe Pierre, quien se encontraba en la ciudad de Milano, se declaraba en rebeldía contra su Rey haciéndose con el mando de la guarnición.

A partir de ese momento, todo fueron malas nuevas para el Rey Jean Paul. El siete de Abril llegaron hasta su campamento en la región de Milán las noticias que hablaban de la toma de la región de Lyonnais por parte del General Sebastián. Aquel traidor estaba ahora en el corazón de la nación, lejos del alcance de Jean Paul quien debía enfrentarse al Príncipe Pierre y, posiblemente, también al General sublevado Antoine, a quien se sabía en la región buscando apoyos para su causa. En todo aquello pensaba el legítimo Rey de Borgoña cuando fue apresado en su cama del campamento por los hombres que hacían guardia a la puerta de la tienda de campaña Real: Antoine había convencido al Príncipe Pierre para que se uniera a él, y ambos consiguieron levantar los ánimos de un ejército Real que a aquellas horas ya estaba más que descontento a causa del devenir de los acontecimientos.
Para desgracia del Rey Jean Paul de Borgoña, el cinco de Junio del año del Señor de 1090, tras dos intentos frustrados gracias a la intervención de sus vigilantes una turba de soldados logra sacarlo a la fuerza de la jaula en la que ha sido confinado: el Rey es torturado y asesinado brutalmente a golpes, y sus restos irreconocibles son parcialmente consumidos por los perros antes de que los capitanes del ejército consigan rescatarlos.
Aquella noticia fue un duro golpe para el general Antoine y el Príncipe Pierre, quienes confiaban en poder usar al Rey apresado como moneda de cambio para evitar la embestida de los ejércitos del Reino Sacro de Italia, cuya avanzada había sido divisada ya por los vigías borgoñones. Sin margen de maniobra para reaccionar, los dos líderes borgoñones dispusieron en posiciones defensivas a su ejército en la esperanza de poder repeler el ataque y ganar tiempo.


LA BATALLA POR MILÁN

"Los hombres aullaban y gritaban a lomos de sus monturas mientras avanzaban al galope hasta la línea formada por las compañías de lanceros borgoñonas. Al frente de la marea de guerreros Italianos cabalgaba, henchido de una euforia ancestral y agitando en remolino su espada curva, el propio Rey Vlad.
Sus Hermanos de Cabalgada reían como él, con los ojos desencajados abriéndose cada vez más a la vista de las parcialmente ordenadas filas enemigas. Una vez más, la Muerte y su hermana gemela, la Batalla, les llamaban con sus seductoras promesas de gloria y conquista, y a ellas acudían con los brazos abiertos y sus caballos entre las piernas.

Aunque se sabía superior, el plan de Vlad no se limitaba a cargar sin sentido a su enemigo; agitando su espada hacia la derecha, cuatro mil guerreros se desprendieron del grupo como si la ola hubiera roto contra una roca, lanzándose contra el flanco izquierdo borgoñón. Un conjunto de dos mil jinetes a caballo apareció tras las lomas del flanco derecho y lanzó andanada tras andanada al enemigo mientras acompañaban la carga de choque italiana. En el izquierdo, parte de la caballería de élite de Vlad se separó y cargó en tres ordenadas ondas contra el costado derecho de las defensas borgoñonas.

En el centro enemigo, a lomos de un enorme caballo de guerra, Vlad vio a un hombre pesadamente armado y con mallas y amplio escudo de rodela. Tras él, un lacayo portaba la bandera de Borgoña. El Rey de Italia no necesitaba saber más: lanzando un grito de alegría, arrastró a más de seis mil jinetes tras de sí, directamente hacia la bandera de rayas azules diagonales sobre fondo de oro y el hombre que se alzaba ante ella".


El Rey Vlad I de Italia cayó sobre las defensas de la región como un huracán. Los borgoñones no habían luchado contra los ejércitos de Vlad en la década pasada, cuando en forma de horda se había enfrentado contra una coalición de naciones compuesta por Venecia, Hungría, el Papado y el Sacro Imperio Romano Germano: la aparición de casi 14.000 jinetes los sobrecogió por completo. En aquel ejército no había ni un sólo soldado de infantería, y casi todos los jinetes combatían a caballo con la naturalidad con que un gallo clama al sol del amanecer. Muchos de ellos tenían equipamiento pesado, pero quienes realmente mostraron una eficacia aterradora para los civilizados hombres borgoñones eran los jinetes que, sin apenas armaduras –pues muchos de ellos combatieron con el pecho descubierto–, cubiertos por marcas hechas con restos de ceniza y tizón disparaban flechas con asombrosa puntería y lanzaban unas cortas lanzas que parecían buscar los cuerpos enemigos con ansia devoradora.

Pero los borgoñones eran hombres orgullosos, y siempre habían combatido y vencido a enemigos superiores; no se rendirían con facilidad. Dos días de combate continuado después, las tropas borgoñonas, aun cuando habían sido claramente derrotadas, se replegaban a su campamento negándose a retirarse. Tras aquellos dos días las bajas ascendían a casi cinco mil borgoñones, entre muertos, heridos y huidos, además del General Antoine quien había sido gravemente herido en el costado derecho tras un encontronazo con el mismo Rey de Italia. Por parte de los italianos, dos mil hombres desaparecidos o muertos y la baja del mismo Rey Vlad, quien en la noche del segundo día de combates había sido llevado a su tienda sangrando de múltiples heridas. De forma increíble, Borgoña había conseguido ganar tiempo.

Mientras en los lejanos territorios del Languedoc los emisarios del Rey francés animaban a la población y sus dirigentes a la rebelión armada contra el reino de Borgoña, en Milán se preparaba lo que parecía ser la batalla definitiva. Tras ordenar a duras penas una corta línea defensiva con los heridos y supervivientes de los primeros combates, el malherido General Antoine y el Príncipe Pierre se prepararon para recibir el segundo ataque de los italianos. El Rey Vlad se encontraba demasiado débil como para marchar en primera línea de ataque, de modo que, a regañadientes, montó sobre su fiel caballo y dirigió a sus tropas desde retaguardia custodiado por una guardia de sus hermanos más fieles y veteranos. Sus órdenes habían sido claras: no quería combatir en una tercera ocasión, y no quería custodiar prisioneros pues nadie sabía cuánto podría durar la campaña.

En la mañana del tres de Agosto, los dos ejércitos chocaron de nuevo. La batalla apenas duró cuatro horas, transcurridas las cuales los campos de Milán quedaron cubiertos por los cuerpos y la sangre de todo el ejército borgoñón, de quien no quedó un alma en pie. Tanto Antoine como el Príncipe Pierre murieron en combate. Días después, tras realizarse el recuento de bajas, Vlad lloró amargamente al conocer la muerte definitiva de casi mil de sus hermanos de cabalgada. Unas pérdidas insignificantes, en cualquier caso, que permitían un tranquilo asedio a la ciudad amurallada de Milán en tanto los lentos ejércitos Pontificios llegaban a la región. El Cardenal Schellenberg aún tardaría casi un año en llegar, de modo que Vlad dispuso una guarnición alrededor de la ciudad en tanto permitió al resto de sus guerreros que campasen a sus anchas por el territorio de la región para tomar sus merecidos botines de guerra.
Las noticias de la guerra iniciada en Milán llegaron en Septiembre a la Capital, Lyons. El usurpador Rey Sebastián comenzó los preparativos de las defensas de la región de Lyonnais, a sabiendas de que, tal vez, las palabras no fueran suficiente arma para detener el ataque.


AÑOS DEL SEÑOR DE 1091 y 1092
FRANCIA ENTRA EN COMBATE

Los ejércitos franceses, a las órdenes del heredero al trono el Príncipe Louis, llegaron a la región borgoñona de Aquitania a principios de Abril del año del Señor de 1091. La región, independiente de Borgoña desde pocas semanas después de la Excomunión del Rey Jean Paul, cayó pronto en manos del invasor francés, quien acaba de ocupar todas las defensas y órganos de gobierno en Mayo. A sabiendas de que la gran lucha de Francia espera en Provence y la importante ciudad portuaria de Marsella, el Príncipe Louis deja una guarnición en la región y, tras aprovisionarse, ordenó la marcha hacia Provence, facilitada en extremo por la reciente incorporación a la corona francesa de las tierras del Languedoc.

Entre tanto, una larga linea de soldados y material de asedio que se pierde por el horizonte es avistada desde las murallas de Milano en la mañana del cinco de Agosto, tras ser despertada la ciudad entera por los alaridos de alegría acompañados del bramar de cuernos de toro y golpes de tambor llegados desde las filas Italianas. El ejército del Papa había llegado a la región ocupada de Milán.

Con el Cardenal Shellenberg al frente de un ejército compuesto por casi 16.000 almas, en su mayor parte tropas de infantería e ingenieros, las filas de soldados pontificios se distinguían extrañamente tanto de los soldados Italianos como de los Borgoñones por sus curiosos atuendos: soldados, caballos y auxiliares iban cubiertos hasta en sus armaduras por unos sobrevestes de telas, todas ellas del mismo corte y colores, como si fueran uniformados para hacer la guerra. Aunque los italianos ya habían visto a aquellos fantasmas vestidos de negro y con la cruz latina de color carmesí en el pecho, para los habitantes de la ciudad la aparición de los hombres del Papa resultó ser toda una sorpresa.
Las tropas de Schellenberg iniciaron de inmediato los largos preparativos para la toma de la ciudad. Durante meses, los seis mil ingenieros y varios miles de auxiliares montaron con paciente destreza innumerables máquinas de guerra y todo tipo de material de asalto, talando para ello bosques y vaciando pozos en varios kilómetros a la redonda alrededor de Milano. Pese a encontrarse aún débil a causa de las heridas sufridas un año atrás, el Rey Vlad no consintió que el Cardenal Schellenberg dirigiera el asalto a la ciudad, aun cuando lo mantuvo cerca de sí para poder aprovechar sus conocimientos en materia de Sitios. Jürgen, sabedor de que el Rey no deseaba mostrar debilidad ante sus hombres, consintió su subordinación sin una sola queja: lo único que importaba ahora era la toma de Milano y la rendición de Borgoña.


LA TOMA DE MILANO
(1092)



El asedio real a la importante ciudad de Milano no comenzaría hasta el veinte de febrero del año del Señor de 1092, con el bombardeo de piedras sobre las murallas de la ciudad, y se mantuvo en aquel estado durante más de un mes. A partir de Marzo, los bombardeos se alternaron con intentos de asalto de creciente intensidad emprendidos por las tropas Pontificias, mientras el enorme ejército del Reino Sacro de Italia permanecía a la expectativa por si era necesaria su intervención.
A finales de Marzo, las tropas borgoñonas se retiraron hasta la fortaleza y los palacios del centro de la ciudad, y los hombres del Cardenal Schellenberg penetraron al fin en el círculo amurallado. El siete de Abril, apenas tres meses después de iniciarse el asedio, el último de los líderes militares borgoñones se rinde ante el Cardenal cediendo el control de la ciudad al representante del Papa. Por fortuna para los habitantes de Milano, la ciudad no sufrió el acostumbrado saqueo por parte del ejército victorioso.

El quince de Mayo del año del Señor de 1092, los ejércitos del Reino Sacro de Italia y del Pontificado Romano abandonaron Milano tras dejar defendida y asegurada la ciudad. Manteniendo el ritmo de avance de la infantería de Schellenberg se dirigieron con calma hacia Lyonnais, el corazón de Borgoña, a donde llegaron en Abril del año siguiente.

Entre tanto, el heredero al trono francés, el Príncipe Louis, dirigió en Junio del año del Señor de 1092 con gran éxito el ataque a la región costera de la Provence, que cayó en pocos días sin apenas presentar resistencia. Los ejércitos franceses se sitúan en las inmediaciones de Marsella, preparándose para el asedio, mientras contemplan satisfechos la enorme flota Veneciana que bloquea por completo el puerto de la ciudad. Nadie podrá aprovisionar Marsella en tanto dure el ataque.
El asedio comienza en Agosto del mismo año, y pronto se hacen evidentes dos cosas: que la ciudad no se rendirá fácilmente, y que tal vez los ejércitos franceses no sean lo suficientemente grandes como para completar el tipo de asedio tranquilo que pretende llevar a cabo el Príncipe Louis.

En el invierno del año del Señor de 1092 el Rey Sebastián de Borgoña comienza a creer que habrá de rendir su país o luchar hasta la destrucción.


AÑO DEL SEÑOR DE 1093
LA TRAGEDIA DE MARSELLA
"Los hombres vagan por el campamento con la mirada perdida. Están agotados, lo sé. Lo sé, porque yo también lo estoy.
Veo a la luz de la luna cómo dos camillas transportan el cuerpo mutilado de otro de mis capitanes; las salidas nocturnas de los perros borgoñones son cada vez más numerosas, cada vez más destructivas. Tengo un ejército a mis órdenes, el más orgulloso y capaz del mundo, y soy incapaz de mantener el cerco sobre esta apestosa ciudad que hiede a pescado y mar.

Y no puedo atacar.

Entro dentro de la tienda, aturdido por el calor. Hace apenas dos días que ha llegado ese Cardenal polaco. Esteban, creo que se llama. Esteban no sé qué. Ah, sí... Vladkov. Oh, Dios... estoy agotado. Estoy tan agotado...
El Cardenal ha llegado con un pequeño ejército de mercenarios; casi tres mil soldados de infantería pesada, otros ochocientos jinetes bien equipados y más de mil ingenieros. Parece ser que se los ha quitado al Hâjib Cordobés. El muy hijo de cien furcias polacas, ¿cómo lo habrá hecho...? De todos modos, aunque el polaco se ha puesto incondicionalmente a mis órdenes seguimos siendo demasiado pocos como para iniciar un asedio en condiciones.
Llevo meses esperando a que mueran de hambre, pero no sé cómo siguen consiguiendo comida. Se ríen desde las murallas; el otro día nos tiraron aquellas frutas... Llevo meses esperando a que mueran de sed, pero aunque he logrado desviar a duras penas el curso del río para que no entre en la ciudad, los muy perros tienen agua de sobra que les llega a través de esos afluentes subterráneos que hasta ahora utilizaban para evacuar porquería. Soy un guerrero, joder. Quiero una batalla.
¿Cómo hacerlo?
¿Cómo?

–Mi Señor...–ahí está otra vez Jacques. El hombre más fúnebre que conozco. Una nueva mala noticia, supongo–. Los representantes Venecianos aseguran que nada ni nadie ha traspasado su bloqueo desde hace casi dos años. La comida...
–No me lo digas, General. Nos la roban a nosotros.
–Sí. Me temo que sí...

Enfurezco. Lo siento. Noto cómo las uñas de los dedos se clavan en la carne de mis palmas, cómo los tendones se tensan y amenazan quebrarse. Soy el hijo de Louis VI, maldita sea mi vida. Soy el heredero al trono. Veo cómo entra el Cardenal; ese hijo de puta no se quita la sotana ni para cagar. Si no fuera por sus mercenarios lo mandaría a Polonia de una patada. Malditos borgoñones... Malditos todos ellos.

–Mi Señor –dice de nuevo Jacques–, aguardo vuestras órde...
–Envenenad el agua de los ríos subterráneos –es mi voz. Me asusta.
–¿Cómo decís? –El Cardenal se ha puesto de pie de un salto. Habla francés mejor que yo–. Mi Príncipe, no podéis ordenar que...
–Aquí mando yo, joder. He dicho que envenenéis la puta agua de los putos ríos subterráneos. ¿No había mandado mi padre, el Rey, a unos jodidos agitadores especializados hasta Provence?
–Sí, mi Señor. –Vaya. A Jacques le brillan los ojos. Y acaba de sonreír, no me lo puedo creer...–. A sus órdenes, Alteza. Así se hará.

Los hombres salen de mi tienda. Oigo voces y gritos.
Estoy cansado, pero creo que esta noche voy a dormir.
Al fin me siento bien."



En Abril del año del Señor de 1093, las tropas conjuntas del Rey Vlad de Italia y el Cardenal Jürgen Schellenberg llegaron al fin hasta Lyonnais. Los ejércitos borgoñones aguardaban a pocos kilómetros de la capital en perfecto orden defensivo, pero en conjunto apenas sumaban algo más de 5000 hombres, frente a los más de 25.000 del ejército enemigo, que además estaba mejor pertrechado y compensado en sus diferentes armas.
Pese a las terribles heridas que le habían hecho perder un brazo, el Rey Vlad dirigió la breve batalla de Lyonnais personalmente. Apenas medio día después de iniciado el combate el ejército borgoñón era exterminado casi por completo, aunque el Rey Sebastián logró huir hacia la Capital Lyons junto a unos pocos cientos de soldados en retirada. Tres meses después, el diecisiete de Julio, la línea defensiva de fortalezas, torres defensivas y fuertes desplegados por toda la región cayeron tras los asedios continuados realizados por la gigantesca maquinaria de asalto del ejército Pontificio. La región de Lyonnais, una vez desarticuladas sus defensas, fue tomada por los ejércitos invasores; mientras los hombres del Reino de Italia saqueaban la región tomando lo que consideraban que les pertenecía por derecho de conquista, las fuerzas Pontificias comenzaban a desplegar su maquinaria de asedio alrededor del último de los objetivos: la capital, Lyons. Schellenberg sabía que si Lyons caía, al Rey borgoñón sólo le quedaría la rendición si quería salvar su nación de la desaparición y la destrucción absoluta.

Al mismo tiempo, una tragedia se desencadenaba a muchos kilómetros de allí, en la portuaria ciudad de Marsella asediada por los ejércitos franceses auxiliados por una compañía mercenaria. Tras comprobar que el asedio se prolongaba mucho más de lo tolerable y que los recursos marselleses parecían no agotarse con el correr de los meses, el Príncipe Louis ordenó que se envenenase el agua que llegaba a la ciudad a través de corrientes subterráneas.
El primer día en que el veneno surtió efecto murieron cuarenta personas, sobre todo niños, ancianos y enfermos. Durante toda aquella semana, las muertes ascendieron a más de doscientas, entre civiles y soldados. El 23 de Julio del año del Señor de 1093, las angustiadas fuerzas defensivas de Marsella abrían sus puertas al ejército invasor cediendo al fin el control de la ciudad; los cientos de muertos, unidos al terrible calor de Julio de aquellos días, hacían irrespirable el aire. Los cadáveres fueron amontonados en la plaza mayor y quemados junto a los cuerpos vivos de gran parte de los últimos soldados defensores.


AÑO DEL SEÑOR DE 1094
¿EL FINAL DE UNA GUERRA?

Las tropas del Sacro Reino de Italia se unieron al asedio de Lyons a lo largo de los últimos meses del año del Señor de 1093, y poco después de iniciado el año llegaron a la región los mercenarios del Cardenal Vladkov. Entre tanto, y durante un largo medio año, los hombres de Schellenberg habían planteado un asedio muy diferente al de Milano, dándose prioridad al desgaste moral antes que a la ofensiva bélica. Con un círculo perfectamente cerrado, las provisiones agotadas y ante la evidencia de que seguir resistiendo tan sólo acarrearía el mal definitivo para la ciudad y sus habitantes, el Rey Sebastián rindió incondicionalmente la ciudad el ocho de Mayo del año del Señor de 1094. Los funcionarios del estado borgoñón y los líderes civiles y militares fueron hechos prisioneros por el Ejército Pontificio.

El Cardenal Schellenberg permitió que el Rey Sebastián marchara junto a su familia hasta la región de Burgundy, donde el reino de Borgoña aún conservaba unas pocas unidades de milicia: la guerra con Borgoña había acabado, y las posesiones de la Iglesia amenazadas por Jean Paul estaban a salvo y en manos de los católicos, así que el Cardenal dejó que el nuevo Rey se retirase con dignidad emplazándolo a cerrar la paz definitiva en los próximos meses para evitar nuevas acciones de guerra.

Tras la caída de Lyons los ejércitos del Reino Sacro de Italia se replegaron de regreso a casa, y el Cardenal Schellenberg decretó el establecimiento de un protectorado Católico temporal en las regiones de Lyonnais y Milán, así como en las ciudades de Milano y Lyons. En tanto no se firmara la paz definitiva y se decidiera el destino de los territorios recién conquistados, la Iglesia Católica velaría por que ninguna nación tratara de apropiarse de aquellas regiones azotadas por la guerra (ver NF del Papado).

A finales del año del Señor de 1094, las regiones de Aquitania, el Languedoc y la Provence –así como la ciudad de Marsella– habían sido tomadas y ocupadas por los ejércitos franceses, mientras que las regiones de Milán y Lyonnais, y las ciudades de Milano y Lyons, se encontraban bajo la vigilancia de los ejércitos Pontificios. El nuevo Rey Sebastián de Borgoña gobernaba sin recursos y con apenas soldados un territorio compuesto por las regiones de Orleans y Burgundy, más la ciudad de Vermon. Se avecinaban tiempos difíciles para el antaño orgulloso reino de Borgoña, quien en tanto su Rey no firmara la capitulación seguía técnicamente en guerra con Francia, el Pontificado Católico Romano y el Sacro Reino de Italia.
« Última modificación: 20 de Julio de 2006, 01:14:10 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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eneas

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #4 en: 20 de Julio de 2006, 03:52:56 pm »
Pontificado Cristiano Romano
(Cristiano Romano Civilizado Primacia)
Regente Roberto Fuster
Diplomacia:

Hic, Saeveri tercii (anno domini MXIV-MXCIV)corpus, unionis christianae patris, fidei defensoris, Ecclesiae primi episcopi , requiescit. Hujus memoria futuras progenies feliciter inspirat. Requiescat in pace.

Los acontecimientos de los últimos años, habían obligado a la iglesia, ha adoptar un papel mucho mas militar del que durante años había tenido.

Cientos de hombres fueron reclutados para unirse a los santos ejércitos pontificales, y gran parte de los fondos eclesiásticos fueron destinados a reclutar a los mejores expertos en técnicas de asedio que el dinero podía comprar.

En 1.090 los Hijos de la Sangre de Cristo contaban con un enorme ejército con más de 6.000 soldados especializados en las técnicas de asedio, y aunque no tuviesen tiempo de adquirir experiencia con los métodos recientemente desarrollados por la iglesia, constituían quizás el más temible ejército de asedio que jamás se hubiese visto.

Todos estos guerreros, uniformados con el sobreste negro y la cruz escarlata que denotaba su pertenencia al sagrado ejercito de Roma, fueron puestos bajo el mando del leal Jürgen, que esta vez se vería acompañado de Roberto Fuster, mano derecha de Severo III, y aquel sobre quien los ojos caían para ocupar el puesto del papa cuando este dejase el mundo de los mortales.

Nada se dejaría al azar para acabar con el apostata borgoñés. La iglesia había incluso puesto en manos del cardenal Vladkov la misión de contratar a los mercenarios de Lyons, misión que el cardenal realizaría con éxito, contratándolos en Balansiyya antes de que los cordobeses se diesen cuenta.

El hacha del verdugo se alzaba sobre el desprevenido reino de Borgoña, y la señal acordada para orquestar toda esta maquinaria no fue otra que la excomunión pública que el propio Severo III celebro desde la santa ciudad de Roma. La influencia del papado en el reino, estaba demasiado arraigada, y pese a que el carismático Jean Paúl logro que el populacho en general se mantuviese neutral, no ocurrió lo mismo con los pares del reino, ansioso de aprovechar la presente para usurpar el trono y congraciarse con la iglesia. (Ver NF Borgoña).

Pero Borgoña no era sino una mota de polvo en el mapa, para los planes de Severo. Y su atención pese a la ofensa que suponía para el la actitud de aquel reyezuelo, pronto se desvió a los asuntos que de verdad importaban, desatendiendo incluso las noticias del éxito de los misioneros mandados a Halland y Carpathia.

Obsesionado con las maquinaciones que a su juicio tramaban los moros para debilitar a los cristianos, Severo encamino una vez más sus esfuerzos a la unidad del cristianismo. Los libros y cánones se habían reescrito en los últimos años, los dogmas de la iglesia habían variado para acercarse a los de sus hermanos ortodoxos, y nadie en toda la iglesia hacia distinción alguno entre los clérigos de una u otra rama.

Los esfuerzos de la iglesia no habían sido todo lo prolongados que hubiera cabido esperar, pero si habían sido titánicos. La mayoría de los recursos tanto materiales como humanos se habían empleado en este proyecto que, de lograrse, constituiría un punto de inflexión en la historia de Europa.

Durante los años de 1091 y 1092, mientras la situación en el resto de Europa, y especialmente en Borgoña evolucionaba según lo previsto, los esfuerzos de la iglesia se redoblaron, miles de clérigos viajaron desde Roma hasta las lejanas estepas de Kiev, o las ricas y avanzadas tierras de Bizancio, e incluso hasta las lejanas tierras de Armenia.

Todo este acercamiento, dio sus frutos cuando en 1093 se celebro el gran concilio de Roma, donde los representantes de ambas iglesias acudieron para debatir el nombre que habría de definir a todos los cristianos europeos. Los patriarcas de Kiev, Constantinopla, Adrianople, entre otros muchos, junto con los cardenales de todo el catolicismo se reunieron durante una semana en Roma, pues la asistencia de Severo era necesaria, y a su edad, ya no podía viajar como cuando era mas joven.

Tras una semana de debates encendidos, se acordó finalmente un nombre que agrado a todos. Cristianismo Romano. Pronto los distintos patriarcas que a partir de ese día serian conocidos como Cardenales, regresaron a sus iglesias para diseminar la palabra de que ya no habría mas ortodoxos ni mas católicos, sino tan solo cristianos.

Pero la unión no fue tan solo nominal, sino a todos los efectos una unión de hecho. Y aunque aun quedara un largo camino por recorrer, estableciendo y unificando iglesias y otros lugares santos por los antiguos territorios ortodoxos, poco a poco se imponía en toda Europa la creencia de que todos eran hermanos, y las susceptibilidades, aisladas y de poca importancia, ya se irían limando con los años.

Este fue el regalo de Severo III a Europa, el regalo del papa a sus fieles. El ultimo regalo de Severo III al mundo.

El 13 de Noviembre de 1094 Severo III pereció en sus aposentos a la edad de ochenta años. Severo III fue enterrado en la cripta de San Pedro, y en su lapida se inscribió en latín el siguiente epitafio:

“Aquí descansan los restos mortales de Severo III, 1014 – 1094. Padre de la unión cristiana, defensor de la fe, Primer Obispo de la iglesia. Sirva su memoria para inspirar a las futuras generaciones. Descanse en paz.”

La muerte de tan gran hombre fue llorada durante semanas en toda la cristiandad. El mas grande de los hombres había dejado el mundo de los mortales para reunirse con el creador, pero dejaba tras de si un poderoso legado. Y como suele ocurrir en estos casos las opiniones sobre la sucesión estaban divididas.

Si Roberto Fuster era el candidato mas claro que la iglesia católica había tenido para suceder a Severo, la iglesia cristiana tenia dos candidatos. Junto al Cardenal Fuster, se encontraba el Cardenal Andrius, Cardenal de Constantinopla.

Tras varias semanas de deliberar, Roberto Fuster opto por la única opción lógica, y convoco oficialmente un concilio. Los cardenales de toda Europa habrían de reunirse en la primera semana de Enero, para que el año de 1.095 se iniciase con un nuevo Papa, fortalecido por la aceptación de todos los pueblos cristianos.


Agradecimiento especial a Snowhite por su ayuda con el latin ;)
« Última modificación: 20 de Julio de 2006, 03:55:16 pm por eneas »
"Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la posibilidad de beber algo a media noche sin peligro de pisar al gato."

Gm en Lote53

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #5 en: 21 de Julio de 2006, 11:37:41 am »
Reino de Xi Xia
(Budismo Civilizado Nación Abierta)
Xixia Chongzong, Li Ch'ien-shun
Diplomacia:

En Abril del año 1084, un joven guerrero de noble procedencia llamado Tson Hu había logrado despertar encendidos apoyos entre el gobierno ciudadano de la ciudad de Kan-Chou, en la región de Suzhou situada al sudoeste de la nación. Ayudado de su gran carisma entre el populacho, convenció a sus conciudadanos de que el gobierno central del país maltrataba y ninguneaba a los pobres y a los de procedencia humilde, y les demostró, al cabo de casi diez años de éxito en su revuelta, que una ciudad podía ser dirigida por lo que llamó El Comité de Hombres Sabios.
Las constantes amenazas que el despertar de las hordas de salvajes del norte había traído al reino habían impedido que el rey Xixia Chongzong se ocupara adecuadamente de aquellos desvergonzados rebeldes. Pero la situación había cambiado; tras ordenar a parte del ejército que defendiera hasta la última gota de su sangre las fronteras del Este al mando del General Zhou Enlai, y disponer la ocupación de la región de Yun a manos de Lou Zhushu (quien murió poco después de tomar el mando, en Enero de 1090) y Lin Tsai, el Rey delegó el mando del ejército del oeste al General Peng Tao. La región de Yun fue ocupada, como se había previsto, aunque no del modo esperado (ver NF de Liao).

Pero la ciudad de Kan-Chou era un hueso aún mucho más duro de roer.

Cuando el general Peng Tao llegó a la región en Septiembre de 1090, ordenó el asalto inmediato de las miserables murallas de aquella miserable ciudad gobernada por miserables menesterosos. Algunos miembros de su cuerpo de Oficiales le aconsejaron iniciar un tranquilo asedio a la ciudad, largo en duración pero a la larga igualmente efectivo y mucho menos sangriento para el ejército de Xixia. A fin de cuentas la desigualdad de tropas parecía evidente, pues el General contaba con casi 4.000 soldados de infantería con equipamiento ligero, más el apoyo de unos 2.000 jinetes y el insustituible concurso de casi 1000 ingenieros; el rebelde Tson Hu apenas disponía de unos pocos soldados inexpertos, quizá un millar, y de otro millar de soldados de infantería ligera. Pero un asalto violento contra una posición defendida parecía requerir la presencia de un ejército invasor de mayor calado: las murallas, cuando estás tratando de ascenderlas por la parte de fuera mientras te llueve aceite hirviendo y flechas o piedras, se demuestran mucho más altas y escarpadas de lo que hubieran parecido desde la lejanía. Pero el General Peng Tao no estaba allí para perder el tiempo, sino para vencer la resistencia de la ciudad y colgar de sus almenas los cuerpos de los líderes rebeldes y de su absurdo consejo de gobierno ciudadano.

El ataque comenzó el diecinueve de Septiembre de 1090, y duró casi un día de oleadas continuas por parte de los asaltantes. Peng Tao, desde los pies de las murallas, vio como oleada tras oleada era consumida por los pocos defensores con una rapidez pasmosa, y en el anochecer se descubrió a sí mismo huyendo junto al resto de su desorganizado ejército de asalto hasta las montañas cercanas.
Tras reagruparse durante el invierno, el General descubrió aterrado que había perdido más de mil soldados, entre infantería y jinetes, a cambio de las dos docenas de hombres malheridos de los defensores de Kan-Chou. La derrota había sido tan terrible que el General barajó la posibilidad del suicidio; sólo lo detuvo el hecho de que disponía aún de tiempo, y que su ejército siguiera siendo muy superior al de los defensores. Así que en Mayo del año 1091 tomó de nuevo las riendas del problema y marchó sobre la ciudad... para descubrir a sus faldas un panorama aterrador: el rebelde Tson Hu había ordenado clavar las cabezas de los atacantes en altas estacas que bordeaban el círculo amurallado como advertencia al Rey Xixia Chonzong de lo que aguardaba a quien volviera acercarse a hacer la guerra a la ciudad libre de Kan-Chou. El General Peng Tao, absolutamente desmoralizado, rechazó las sugerencias de sus consejeros –que pedían incansablemente que iniciara un asedio en toda regla para ahogar a la ciudad y dejarla sin recursos– y situó el campamento del ejército a distancia segura de las murallas. Allí, en la soledad de su amargura, dejó transcurrir los años sin mover un solo dedo en contra de Kan-Chou.

Para desgracia de la nación, aquel asalto fallido iba a convertirse en un icono entre los pobres y desfavorecidos, entre quienes no pertenecían a la nobleza y siempre habían visto con odio los abusos de los poderosos. Un germen peligroso comenzó a crecer en el espíritu oculto del reino de Xixia. Y estalló poco después.

Xixia Chongzong, aún joven, murió inesperadamente en Noviembre de 1093. A su muerte, el joven heredero Jen Tsung apenas contaba con once años de edad, por lo que tomó posesión del trono pero no sin nombrar previamente a su madre Gong Li regente del reino hasta su madurez. Pero para ese entonces la situación interna de la nación ya se bamboleaba claramente sobre muy finas columnas. La frase "Recuerda Kan-Chou" se murmuraba entre susurros en los mercados de todos los pueblos y ciudades, y grupos armados de ciudadanos comenzaron a exigir la constitución de un consejo de gobierno compuesto por representantes del pueblo, al modo de Kan-Chou y su "Comité de Hombres Sabios".

En circunstancias normales, la situación se hubiera resuelto de forma violenta cuando los ejércitos y la milicia actuaran en contra de los rebeldes. Un rey firme tomaría al toro por los cuernos y erradicaría la revuelta descabezando a los agitadores, o emplearía recursos del tesoro para sobornar a los líderes regionales. Un rey con recursos no hubiera llorado durante tres largos días, como hizo la viuda del Rey muerto y regente del Rey nuevo. Un rey de verdad no habría pedido clemencia a los representantes del pueblo. Un Rey jamás hubiera firmado documentos que autorizaban a la creación del Gobierno Ciudadano de Hombres Sabios de Xixia, que autorizaban la vigilancia de las decisiones del Rey por parte del nuevo comité, o que evitaban que el Rey pudiera en el futuro dictar leyes sin consenso previo con aquel Gobierno surgido de la plebe.

La viuda de Xixia hizo todo aquello en un solo día. El cuatro de Enero de 1094, el nuevo gobierno del Reino de XiXia tomaba posesión de los palacios gubernamentales y se instalaba en la administración y el resto de estamentos oficiales y de justicia. El amanecer para una nueva era, sin duda.
« Última modificación: 24 de Julio de 2006, 04:38:51 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #6 en: 24 de Julio de 2006, 10:12:59 am »
Dai Viet
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Chea Sim, Rey de Dai Viet.
Diplomacia:

Ser pequeño y en apariencia débil es desastroso en un mundo tan violento y rapaz como aquél en que vivía la nación de Dai Viet en el año de 1090. Habían sido atacados o amenazados por casi todos sus vecinos en un momento u otro de la historia en los últimos cien años, todos ellos nublados de avaricia bajo la expectativa de poder aprovecharse de aquel reino pequeño y en apariencia débil. El gran Chea Sim sabía que su nación despertaba aquellas ansias de conquista en los vecinos, vivía con ello cada día y soñaba con ello cada noche. Y, sin dejar de ser pequeño y en apariencia débil, había preparado a su nación poco a poco y en el mayor de los silencios para poder hacer frente a la siguiente agresión, a sabiendas de que llegaría antes que después.

La mayor parte del dinero del tesoro del reino de Dai Viet se destinó de nuevo a las inversiones en defensa. Todo el oro era poco para las grandes inyecciones que las diferentes armas del ejército necesitaban para mantenerlo alerta y en buenas condiciones, y los recursos del país apenas llegaban para el levantamiento de los numerosos fuertes y atalayas que se construyeron en Dai Viet en aquellos tiempos.

La flota de ataque del Capitán Vo Van Kiet se dedicó durante los años de 1090 y 1091 a saquear sin piedad las costas de Sarawak, Saban y Hainan; se negaba a compartir el menor porcentaje de lo saqueado con sus hombres, pues sabía que el tesoro real necesitaría hasta la última piedra preciosa para destinarla a las defensas fronterizas. A duras penas logró contener una gran rebelión a bordo que podría haberle costado el control de la flota, pero la fortuna y el Buda decidieron iluminarlo, protegiendo el botín hasta el retorno a casa. Con aquel dinero pudieron completarse las defensas de la crucial región de Dai Viet, fortalezas, atalayas, fuertes y ejércitos en manos del formidable heredero al trono, el amado Príncipe Ieng Moul, en tanto el propio Rey Chea Sim se replegaba a la capital para tomar el control de las defensas de la ciudad.

Entre tanto, y en una misión desesperada de la que dependían muchas cosas, el general Ung Hout partió hasta Laos con la intención de hacerse con las simpatías y la cooperación de los nobles y guerreros de la región; cediendo grandes parcelas en lo referido al autogobierno y con promesas de fuertes inversiones, logró que Laos se autoproclamara feudal del reino de Dai Viet, y en Agosto del año de 1091 convenció a Shen Lei, Gran Señor de Laos y Guerrero Amado del Amanecer, para que acudiera al mando de su ejército para participar en la defensa de Dai Viet.

Porque a mediados del año de 1091, el Rey Chea Sim ya no temía una invasión por parte de alguno de sus vecinos, sino que sabía a plena conciencia que iba a producirse.

Y que, esta vez, el enemigo iba a ser formidable. (Ver NF de Kerait)
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #7 en: 24 de Julio de 2006, 10:21:08 am »
Khanato de Kerait
(Cristianismo Nestoriano Nómada Nación Abierta)
Soloiew Khan "El que Cabalga la Desgracia", Gran Khan de Kerait, Señor de las Estepas.
Diplomacia: Manchou (NT)

"Con la primera luz del alba despuntando tras las montañas, los soldados del ejército comandado por el gran Príncipe heredero al trono, el Amado Ieng Moul, comenzaron a estremecerse al atisbar la gran sombra que se movía a lo lejos, una marea de hombres y caballos acompañada por una nube de polvo que apenas daba la medida de las inmensas proporciones del gran ejército de la horda de Kerait que entraba ya en la región principal de Dai Viet.

El ejército de Ieng Moul, compuesto en su mayor parte por la caballería del reino y las tropas aportadas por su aliado Shen Lei, Gran Señor de Laos, era el mayor que jamás había poseído el pequeño país: compuesto por unos 15.000 hombres, tanto el Príncipe Ieng Moul como sus consejeros y allegados confiaban en que el mejor conocimiento del terreno y las muchas defensas levantadas en la región ayudarían a tan gran ejército a enfrentarse a aquella ola inmensa de bárbaros llegados del norte.

Pero cuando la luz iluminó lo suficiente, el Príncipe Ieng Moul comprendió que lo que todos tenían por un gran ejército era en realidad de todo punto insignificante frente al enemigo que el amanecer comenzaba a mostrar al frente; supo entonces a qué se debía el perceptible temblor de la tierra, el agitarse de las copas de los árboles y el murmullo constante y aterrador que castigaba sus oídos desde el principio de la noche anterior: a lo lejos, ya al alcance de una larga carga de su mejor caballería, las filas de la horda comenzaban a formar en un orden bastante vago pero no por ello menos estremecedor. Y los bárbaros eran muchos.

Demasiados.

Más de sesenta mil guerreros a caballo o a pie, una fuerza de combate superior en mucho a todas las más pesimistas estimaciones de los hombres de Dai Viet, enmudecieron a lo lejos cuando una pequeña figura comenzó a avanzar al trote a lo largo de la línea, probablemente lanzando consignas y enardeciendo los espíritus de los guerreros del norte. La pequeña figura corrió de derecha a izquierda y se detuvo allí, en la esquina del ejército enemigo. Entonces alzó una larga espada e inició el camino contrario al galope.
Y un inmenso grito surgió de todas las gargantas de los hombres de Kerait, al tiempo que los caballos eran espoleados hacia delante y la infantería se lanzaba al ataque a la carrera.

El Príncipe Ieng Moul empuñó el afilado sable de su padre, el Rey, y lo desenvainó lentamente. Lo levantó por encima de su cabeza, conteniendo el nerviosismo de su gran caballo de guerra, y dijo a voz en grito:

–Hombres de Dai Viet y Laos. ¡Es la hora! Por vuestras mujeres, por vuestros hijos y vuestros ancianos. Por la tierra. Nada más tengo que deciros. ¡Es nuestra hora! ¡¡Preparados!!"


Soloiew Khan había fijado su objetivo en el lejano reino de Dai Viet y las tierras más allá, y no estaba dispuesto a fracasar esta vez en su empeño. Sus guerreros estaban cansados de una campaña que comenzaba a ser demasiado larga y demasiado poco productiva, y las familias de emigrados de las estepas le rogaban que detuviera a la horda y permitese el asentamiento definitivo en algunas tierras fértiles del Sur. Soloiew deseaba lo mismo que sus hombres y sus familias, pero sabía que debería luchar para conseguirlo.

Aunque Soloiew Khan, quien Cabalga la Desgracia, había temido una traición por parte de los arteros dirigentes del Imperio Song, lo cierto es que la llegada de los guías que deberían acompañar a la horda a través del territorio del Imperio calmó en gran medida sus prevenciones. La llegada hasta las tierras de Bután fue rápida y tranquila, pese a que Liao no había cumplido sus promesas y finalmente no enviara guías en ayuda de Soloiew. El Khan odiaría a Liao por el resto de su vida. Muchos clamaron entonces por una acción ejemplar sobre aquellos miserables bastardos, pero Soloiew tenía marcado a fuego en su mente el objetivo final, y no estaba dispuesto a apartarse de él ni a dispersar esfuerzos o perder hombres hasta que fuera necesario. Por fortuna, Bután sí cumplió con sus compromisos y mandó una compañía de guías, facilitando así el tránsito de la horda hacia el Sur y calmando los ánimos de los hombres deseosos de venganza.

Para cuando llegó a Dai Viet, el Khan ya sabía que había sido nuevamente traicionado: en la fértil región de aquel pequeño país le esperaba un insignificante ejército compuesto por unos 15.000 hombres, casi todos a caballo. No era el tamaño del ejército lo que le preocupaba, ni tampoco las muchas defensas de la región. Lo que le preocupaba y enfurecía por igual era la evidencia de que todas aquellas pequeñas atalayas de vigilancia, o las torres defensivas y los fuertes de piedra habían sido levantados en los últimos meses: lo esperaban, sí. Pero los estaban esperando porque alguien, el diablo lo confundiera, había traicionado la confianza del Khan avisando a los sureños de su llegada.

Fue un momento crítico en la vida del que Cabalga la Desgracia. Soloiew Khan estuvo tentado entonces de dar la vuelta y picar espuelas sobre todos los países del norte que repetidamente lo habían engañado, conspirando para traicionarlo y evitar que el Khan condujera al fin a su nación nómada hasta el asentamiento pacífico que era la mayor de sus motivaciones. Lo habían tomado por un vulgar saqueador, cuando sólo pretendía proporcionar a su pueblo un futuro mejor... aquellos cobardes del norte, todos ellos, se merecían justo lo que habían temido: Kerait, más de 60.000 guerreros experimentados asolando nación tras nación por el puro placer de la destrucción y la muerte.

Pero no iba a hacerlo. Cumpliría con la misión divina que a sí mismo se había impuesto. Y para ello, debería pasar por encima de los 15.000 hombres de Dai Viet, quienes sin el menor respeto por sus vidas pretendían plantar cara a un ejército cuatro veces mayor y mucho mejor preparado.

Los combates fueron encarnizados y terribles. Los hombres de Kerait, hartos de viajes constantes y combates contra enemigos fantasmas que hacían un tipo de guerra en las sombras que no podían comprender, se lanzaron a la muerte con una alegría aterradora para los soldados de Dai Viet. Y aunque las filas de Dai Viet se mostraron disciplinadas y lucharon con gran efectividad, negándose a retirarse día tras día, semana tras seman, y las defensas activas de la región causaron grandes bajas al inmenso ejército invasor, parecía evidente que, aun perdiendo dos hombres por cada uno enemigo, Kerait acabaría imponiéndose por el simple peso de su abrumador ejército.

Hasta que Soloiew Khan, regresando hacia su campamento junto a una pequeña guardia que escoltaba al capturado Shen Lei, Señor de Laos, cayó en una emboscada y fue hecho prisionero. Shen Lei llegaba al campamento de Kerait maniatado... pero no era el líder del ejército defensor. La baja de Soloiew, en cambio, podía mostrarse definitiva.

Y así fue.

La misma noche de la captura de Soloiew Khan, aquél que Cabalga la Desgracia, el Khan de Kajar realizó una purga de enormes proporciones eliminando al resto de Khanes y hombres de confianza de Soloiew, y se proclamó Gran Khan con el apoyo de la mayor parte de las tropas. Pocos días después, tras un largo mes de combates, las tropas de Kerait se retiraban del campo de batalla con más de 10.000 bajas efectivas, dejando en la región a un embravecido y victorioso ejército defensor que, pese a perder a unos 5.000 hombres, había logrado derrotar a una inmensa fuerza de combate cuatro veces superior en número.
El futuro para los guerreros de Kerait y las familias que seguían a la horda como la cola de un cometa se mostraba de nuevo incierto. Nadie sabía cuáles serían los objetivos del nuevo Khan.

Ni hasta dónde los llevaría para cumplirlos.
« Última modificación: 24 de Julio de 2006, 11:52:51 am por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #8 en: 24 de Julio de 2006, 03:45:24 pm »
Imperio Song
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Liu Fang,
Diplomacia: Chang’ang (F), Ho Chung (T), Tsainan (A), Shantung (A), Ning-kuo (T).



“Cuanto yo predico ha sido practicado ya por vuestros sabios.
Y esta práctica se reduce a tres reglas fundamentales de relaciones: relaciones entre soberanos y súbditos; relaciones entre padres e hijos y relaciones entre marido y mujer.
Y estas relaciones se han de honrar con el ejercicio de las cinco virtudes capitales de la humanidad, a saber: el amor a todos los hombres sin distinción; la justicia, que da a cada uno lo que le corresponde; la observancia de las ceremonias y de los ritos establecidos; la rectitud de ánimo y de corazón, que hace buscar en todas las cosas lo verdadero; y la sinceridad, esto es, el corazón franco, que excluye todo disimulo, en los hechos y en las palabras”.
K´ung-Fu-Tsé


Tao Chung no era un agitador de masas.
No creía en el levantamiento de los campesinos contra la autoridad, sino en purificar la autoridad desde dentro, desde las más íntimas entrañas de la estructura de gobierno. Tao Chung no pretendía transmitir las enseñanzas de Confucio, tan adulteradas con el paso de los años que resultaban irreconocibles en los libros, sino ponerlas en práctica y mostrar la virtud que hay dentro de los hombres. Tao Chung no trataba de ganar poder para enfrentarse al Emperador, sino conseguir devolver al Emperador todo el poder que los años y la degradación le habían robado.

Durante el año 1090, consiguió los apoyos de la mayor parte de la población de Tao Chung, y luego dedicó sus días a consagrarlos a su misión: viajó a Anhui, Tsainan, Hopei y, finalmente, Honan. El mismo corazón del Imperio. El lugar de donde brota la savia del Emperador.
En todos aquellos lugares alcanzó grandes éxitos, y no sólo entre la población campesina, agradecida de escuchar a aquel hombre que pedía no hacer al prójimo aquello que no desearas que el prójimo te hiciera a ti: uno de los mayores Generales del Imperio, el diestro Shu Xu, quien asistió a varias de sus apariciones públicas, pronto declaró en público su adhesión a la causa de Tao Chung y su palabra clave: Purificación.

La Luz Que Ilumina Al Mundo, el Emperador Liu Fang, invitó personalmente a Tao Chung a acompañarlo en Funiu para así poder hablarle de su visión acerca de la verdad del mundo. Pero el seguidor de lo que empezó a conocerse como Doctrina Pura de Confucio, con la mayor de las cortesías, rechazó la invitación explicando a los emisarios del Emperador que lo que su visión le ordenaba era servir a Liu Fang, y que sólo podía hacerlo en los caminos al igual que el Emperador sólo podía iluminar Al Mundo desde los salones del Palacio Imperial o al mando de los ejércitos. Sólo una frase transmitieron aquellos emisarios al Emperador, cuando éste quiso conocer las palabras de rechazo de Tao Chung: “El Soberano, debe ser Soberano; el súbdito, súbdito; el padre, padre; y el hijo, hijo”. El Emperador asintió con la cabeza en completo silencio.

Entre tanto, con los más de 25.000 esclavos capturados durante las campañas contra Kerait se emprendió la ejecución de innumerables obras civiles en la capital Kaifeng. Los cambios fueron tan importantes, que menos de cinco años después su aspecto y morfología había cambiado por completo. Además, siempre sin descuidar las inversiones en diversos campos militares, como el aumento evidente realizado en tácticas y equipamiento de Infantería y Caballería merced a los muchos expertos y artesanos enviados por Liao a cambio de esclavos, el Emperador decretó el levantamiento de innumerables fuertes y murallas defensivas en Funiu.
El gran ejercito de Song, bajo el mando de Liu Fang, permaneció atento al pacífico desplazamiento del Khanato de Kerait desde Funiu y hacia el sur. Por fortuna para todos, nada hubo de lamentarse durante aquel éxodo a lo largo de la columna vertebral del Imperio. Otros habrían de llorar lejos para asegurar la paz y la tranquilidad de los súbditos del Emperador (ver NF de Dai Viet).

Los grandes líderes del Imperio dedicaron sus esfuerzos a labores diplomáticas de un lado a otro de la gran nación. Sólo se encontraron dificultades en la ciudad de Ho Chung, cuando el Príncipe Hunz Swang, pretendiendo contraer matrimonio con la hija de un noble local enardeció los ánimos de un clan enemigo y estuvo a punto de resquebrajar el buen estado de relaciones entre la ciudad y el estado. El conflicto fue resuelto merced a la intervención del también Príncipe Sui Swang, quien apaciguó los ánimos y logró reconducir la situación. El resto de generales y príncipes alcanzó con mayor o menor medida el éxito en sus tareas, desde el General Gooza, quien contrató a los mercenarios de Ka-Yu-Kuan, hasta el gravemente enfermo de tuberculosis General Yuanyu, quien logró mejorar el grado de acuerdos con la región de Shantung justo antes de morir en Ying-Ch'ing a causa de su dolencia.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #9 en: 24 de Julio de 2006, 04:28:10 pm »
Reino de Liao
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Yelu Yanxi,
Diplomacia: Manchou (FA), Harbin (FA), Bandao (FA), Shen-Hua-Cheng (A), Hsuing’nu (F) Liao-Tung (F).

El Rey Yelu, al mando del ejército desde Lu'an, decidió defender el corazón de su reino en tanto no finalizara el difícil proceso de recuperación tras los muchos conflictos pasados que lo habían debilitado hasta casi la desaparición. Para ello se reconstruyeron los tramos semiabandonados de la Gran Muralla, acondicionando el resto con el dinero y los esclavos enviados por Song como pago por la venta al poderoso vecino de parte de la superior tecnología de Liao.
Igualmente se trabajó mucho en cuanto a contactos diplomáticos con las regiones y ciudades cercanas con el fin de fortalecer las columnas del nuevo Liao y evitar que grietas futuras facilitasen un nuevo desmoronamiento. Tanto los esfuerzos continuados del Príncipe Feng en Bandao o Shen-Huan-Cheng, como los del gran General Shangu en Harbin y Manchou dieron buenos frutos. Además, tras la marcha del Khanato de Kerait de sus tierras, el General Li Keyong al mando de 2.000 de los mejores jinetes de Liao liberó las regiones de Hsuing’nu y Liao-Tung, con la inestimable ayuda del feudal Zu Shangu, Señor de Dading, y su ejército. La intervención de las tropas de Liao logró expulsar a los pocos habitantes de la estepa que se habían asentado ya en ambas provincias, devolviéndolas al cuerpo del Imperio.

Pero no todo iban a ser buenas noticias. El General Zhu When, Señor de Kin, había recibido la orden de tomar la provincia de Yun en el momento en que la temible horda de Kerait abandonase la región. Sin embargo, cuando el General apenas había recibido la noticia de que la horda se había ido de la zona los exploradores de su ejército avistaron tropas de Kerait avanzando sobre Kin, y Zhu When decidió quedarse esperando que la horda dejara por completo sus tierras, previsiblemente en paz.
Finalmente, las tropas de Zhu entraron en la región unos meses más tarde para descubrir con gran sorpresa que las tropas de Xi Xia estaban ocupando la región. Zhu When contactó de inmediato con el General Lin Tsai, quien le informó con la mayor de las descortesías de que Yun era ahora propiedad absoluta del reino de Xi Xia.

Lin Tsai contaba con un ejercito muy superior al de Zhu When, y trató al noble Señor de Kin de forma altanera y despectiva. Zhu agachó la cabeza e informó a su descortés interlocutor de que abandonaría para siempre la región, pero en su lugar se dirigió a marchas forzadas hacia la frontera. En Agosto un mes más tarde comenzó el ataque de Xi Xia sobre la región, y en ese mismo instante las tropas de Zhu When, aprovechando la sorpresa y su movilidad, atacaron al contingente de Xi Xia con el fin de vengar las afrentas cometidas por el General Lin Tsai a su señor.
Tras un mes de combates cerrados y muy sangrientos, ambos contendientes seguían alargando la encarnizada pelea. Las bajas eran muy numerosas en ambos bandos, y aun cuando en la relación de fuerzas el contingente de Xi Xia superaba en más de tres a uno al de su enemigo, la caballería de Zhu When equilibraba la balanza sobradamente.
La guerra de Yun se prolongó durante casi otro mes, y las escenas de vejaciones y humillaciones deshumanizadas se produjeron en intensidad creciente en uno y otro bando por toda la región. Sólo una casualidad, la muerte inesperada a causa de un enfriamiento del líder de las tropas de Liao, acabó con las hostilidades haciendo que en Septiembre de 1090 los hombres del fallecido Zhu When se retirasen.
Tras la retirada, el General Lin Tsai pudo al fin ocupar la región de Yun para Xi Xia, pero no se atrevió a iniciar el asedio de la ciudad de Huan llevado por el temor de que el enemigo decidiera regresar con más tropas. En el balance final las tropas de Zhu When, que sufrieron numerosas bajas durante su retirada hacia Kin, apenas perdieron unos mil guerreros, aunque todos ellos eran jinetes. Lin Tsai sufrió muchas más pérdidas, cercanas a los 2.000 muertos y desaparecidos. Sus insultos y comportamiento irrespetuoso le habían costado muy caros.

En el 1092, cuando la situación en palacio era muy tensa a causa del enfrentamiento inesperado en Yun con el vecino reino de Xi Xia, el rey Yelu murió por sorpresa dejando a un reino que apenas comenzaba a alzarse de nuevo prácticamente huérfano, con un sucesor al trono que apenas contaba con doce años de edad. Tal vez fuera el hecho de que el país se encontrara de nuevo en problemas diplomáticos con un reino vecino, o que la conmoción de la guerra de Yun era demasiado grande como para que nadie quisiera ponerse al mando de una nación tan gravemente amenazada desde tantos puntos distintos. O tal vez fuera la presencia y arrojo de aquel niño de doce años, quien al conocer la muerte del Rey Yelu apareció en el Salón del Trono empuñando una espada y escoltado por la Guardia Real. Quizá sus palabras al ser coronado: "Liao es de nuevo joven, pero tiene la experiencia de un anciano. Es una nación de nuevo fuerte, pero no irreflexiva. Es un reino que quiere crecer, pero que es tan grande en espíritu como siempre lo fue. Liao es todo ello: joven, pero fuerte y en crecimiento. Y yo Soy Liao".

Lo cierto es que nadie se reveló ante la extraña fuerza y determinación que desprendían los ojos de aquel joven muchacho. El tiempo se encargaría de darle o quitarle razón.
« Última modificación: 24 de Julio de 2006, 11:17:33 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #10 en: 25 de Julio de 2006, 10:10:57 am »
Emirato Buhwayida de Bagdad
(Mutahid Islam Civilizado Nación Abierta)
Umar, Emir y Protector de Bagdad
Diplomacia: Kuwait (+12Yfc).

"Baha al-Din dejó a su montura pastar libremente por aquel hermoso valle repleto de flores blancas y alta hierba mientras él se tendía en el suelo del atardecer para descansar. El segundo hijo del Príncipe Umar siempre había sido un alma inquieta; no tenía ninguna prisa, a sus 26 años era ya demasiado mayor como para seguir soltero, pero agradecía al Profeta que su padre aún no hubiera encontrado mujer digna para él, y rezaba al Señor de Universo cada día para que mantuviera iluminado el buen juicio del Príncipe Harun durante mucho tiempo. Porque a él lo que le gustaba era la soledad en contacto con la naturaleza, ascender montañas, atravesar lagos a nado, cazar y vivir de lo cazado. Y son cosas todas ellas que una mujer, si es competente en sus obligaciones, no ve con buenos ojos.

La gran región de Mesopotamia aguardaba a sus pies siempre dispuesta a revelar un nuevo paisaje de belleza incalculable. Culturas ancestrales habían morado allí desde tiempos inmemoriales, atraídas por la riqueza de su suelo y la benignidad de su clima, y los restos de su remota existencia podían verse por todas partes. Pero lo más grande que contenía la provincia corazón del emirato era su propia morfología, repleta de hermosos valles y lagos de profundo azul, campos verdes y amarillos donde la vista se perdía en el horizonte y ríos de agitadas aguas para enfriar el cuerpo y refrescar el alma.

De pronto, Baha al-Din despertó sobresaltado. Había anochecido, y aunque la luna llena iluminaba los campos con su majestuosidad fantasmal el príncipe no alcanzó a ver a su caballo por ningún lado. Sonriendo, avanzó hacia un bosquecillo cercano imaginando que su montura se habría adentrado en él para descansar, como acostumbraba a hacer.
El bosque resultaba oscuro y frío en la noche, y a Baha al-Din le costaba caminar sin tropezar con las raíces o resbalar sobre las piedras. Sin dejar de llamar a su caballo fue avanzando hacia el interior del bosque, perdiendo por completo el sentido de la orientación y sin darse cuenta de la extraña y uniforme disposición de los árboles más antiguos, diríase que situados ordenadamente por una mano imposible formando círculos concéntricos. Cuando al fin encontró a su montura, ésta caminaba con absoluta relajación sobre las rocas que eran todo el suelo de un pequeño claro abierto en el centro del bosque. Baha al-Din suspiró fingiendo malestar y, dando un paso hacia su montura mientras adelantaba una mano tranquilizadora, sintió cómo el suelo se hundía a sus pies y era arrastrado por un áspero túnel que hendió sus carnes hasta desembocar en una fría caverna cuyo suelo estaba formado por gruesas losas de piedra negra."


Noticias terribles atravesaron las fronteras de Edessa a inicios del año 1090, a lomos de los veloces corceles ligeros del correo Real bizantino: tras años de relativa tranquilidad, una nueva horda preparaba una gran invasión desde los territorios situados al norte del Caspio y el Mar Negro. Saraba era el nombre del Khanato, y Tukeban el de su líder. Desde el momento en que las noticias de la presencia de aquel gran peligro acechante al norte del Emirato, el Emir Umar supo que debería afrontarlo antes de que la marea en que podía convertirse la horda si se le permitía se llevara consigo todo cuanto de hermoso había en su mundo; no sería tan confiado como para permitir que los hombres de Tukeban escogieran un destino lejano al Emirato para sus depredaciones. Umar atacaría.

Con el fin de prevenir sorpresas llegadas del norte, no defendido por su aliado Bizantino, Umar ordenó la intensa fortificación de las provincias de Carhae, Arbiliq, Dilaya y Ahvaz, plagando aquellas regiones de fortalezas de avanzada y torres y atalayas de vigilancia. Aunque no todo el dinero destinado a mejorar las capacidades militares de Bagdad se invirtió en la defensa de los territorios, ya que miles de jinetes fueron reclutados en las tierras de la rica Mesopotamia, entrenado y equipados para completar el ala móvil del ejército del Emir.

Umar estaba decidido a comandar personalmente el gran contingente bagdadí, pero no podía hacerlo sin antes designar a su amado hijo, el Príncipe Harun, como heredero al trono del Emirato. Harun le había rogado que le ordenara dirigir a él a los hombres, pues la persona del Emir debía ponerse a salvo de todo peligro siempre que la situación lo permitiera; pero Umar sabía que debía afrontar aquel peligro a la cabeza de su ejército, pues tal era su responsabilidad, y tras la ceremonia en que Harun fue investido como nuevo Heredero montó en su caballo y partió hacia las fronteras del norte. (Ver NF de Bizancio)

Fueron años marcados por la incertidumbre; la salida del Emir y sus ejércitos, unida a los movimientos del resto de ejércitos del emirato a lo largo y ancho de las fronteras, la presencia aún lejana de aquella horda de bárbaros y a las inversiones constantes realizadas en mejoras e instalaciones militares perturbaron la calma habitual de los habitantes del emirato. Durante años, se había tratado de reformar nuevamente las esencias de la fe Mutahidí con la intención de predicar y promover la tolerancia del pueblo hacia la religión hindú; aunque los textos recogieron aquellas reformas en el corpus de la doctrina, lo cierto es que las gentes del emirato veían la presencia de todo lo extranjero como algo manifiestamente hostil a causa del temor que el nuevo enemigo había despertado en sus espíritus. Los esfuerzos y el tiempo empleado en aquellas reformas por parte de los líderes religiosos mutahidines se mostraron inútiles por completo.
Y aunque el hecho pasó prácticamente desapercibido lo cierto es que tan sólo dieron frutos, en todo aquello no referido a las cuestiones militares, las labores diplomáticas realizadas en Kuwait.

El gran golpe que convulsionó la ya inquieta alma del emirato llegó cuando se hizo pública a finales del año 1093 de la era vulgar la muerte del Emir Umar en el lejano norte, mientras perseguía al mando de su ejército a la gran Horda de Saraba por las estepas (Ver NF de Bizancio). Los lloros multiplicados en todas las ciudades, los hombres gritando de dolor en las mezquitas, las muestras de dolor físico de los fieles se prolongaron durante más de una semana, apenas atenuadas cuando Harun fue proclamado nuevo Emir de Bagdad sin encontrar una sola muestra de oposición entre los nobles del emirato. La transición fue tranquila, aunque terriblemente dolorosa, perturbada únicamente por el extraño descubrimiento realizado por el príncipe Baha al-Din en las llanuras de Mesopotamia: oculto en unas ruinas subterráneas encontró un enorme ídolo de oro macizo del dios solar de los cananeos, Baal; el hallazgo de la estatua, de más de tres metros de alto, convulsionó a varios dirigentes religiosos de las tres fes islámicas, quienes no veían en el brillante ídolo más que la presencia de la oscuridad más absoluta.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #11 en: 25 de Julio de 2006, 01:20:22 pm »
Reino de Nan Zhao (Dali)
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Hang Yen, Rey de Dali
Diplomacia:

El terror se adueñó de Dali por completo.

Profetas de la destrucción comenzaron a campar enfebrecidos por las calles, anunciando la llegada de los Mil Males cuando la gran horda de Gaochan cayese sobre la pequeña nación interior. La gente comenzó a acaparar alimentos y a poblar los templos, y los muchos movimientos del engrandecido ejército de Dali, junto al levantamiento acelerado de las defensas y la evidencia de que los generales y Príncipes preparaban a los contingentes del reino para la defensa, acabó de disparar la locura. Dalí cayó en el fundamentalismo religioso más profundo apenas unos meses antes de la horda de Gaochan cayera sobre el reino (ver NF de Gaochan).

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #12 en: 25 de Julio de 2006, 01:22:39 pm »
Khanato de Gaochan
(Budismo Chino Nómada Nación Abierta)
Kemal Khan, Señor de Gaochan.
Diplomacia:

"Kemal Khan caminaba meditabundo por entre las tiendas del gran campamento del Khanato de Gaochan en el atardecer de los inicios de febrero del año 1090.
Los últimos días habían resultado extraños. Uno de sus amigos personales le confesó que sospechaba que alguien pretendía levantar a las tropas en su contra, pero que, de haberlo, aún no había descubierto al responsable. Un sacerdote confucionista recogido en el lejano norte se acercó dos días atrás hasta su propia tienda para contar que había oído conspirar contra el gran Khan durante una celebración en la zona sur del campamento, y que pese a que todos los hombres involucrados eran de Gaochan, pondría sus manos en el fuego si al menos uno de ellos no tenía un acento extraño en la voz.
Y estaba el caso de Garkay, el herrero, a quien encontraron muerto con un cuchillo ensangrentado en la mano; nada raro en un campamento tan grande en el que se hacinaban varias decenas de miles de almas... a no ser porque Garkay era el herrero personal del Khan, quien que se encargaba de herrar los caballos de su cuadra y de mantener afiladas sus armas, y que además había sido muerto a pleno día, sin alcohol de por medio y sin descubrirse indicios de robo.

Kemal no era un hombre tonto, y olía por todas partes el ponzoñoso aroma del más traicionero de los peligros. Casi podía tocarlo, pensaba mientras veía jugar a un grupo de niños en el linde oeste del campamento, junto al río. Niños como lo había sido él, no tantos años atrás aunque al Khan le pareciera toda una...
El primer hombre salió de una tienda alejada al resto que Kemal no había visto. Corría hacia él, con un largo machete curvado en la mano y miraba hacia un costado... desde el que el Khan vio llegar a otros dos hombres armados de igual modo.

–¡¡A mí!! ¡¡A mí...!! –gritó mientras desenvainaba su daga y tomaba el hacha de combate con la mano derecha. Tal vez su vida estaba en venta. Pero de ser así, alto sería el precio que habrían de pagar aquellos asesinos si querían cobrarla".


El amotinamiento en Kienchou, donde se encontraba el campamento del Khanato, tuvo lugar apenas cuatro días después del intento fallido de asesinato que agentes extranjeros sin identificar habían realizado contra el propio Kemal Khan. Gracias a su destreza y voluntad, y la llegada de su guardia personal poco después de iniciado el golpe, Kemal había logrado sobrevivir con apenas unos rasguños sin importancia. Por desgracia, los asesinos habían muerto sin poder hablar acerca del pagador.
Pero el amotinamiento, fuera un acto hostil orquestado por una inteligencia enemiga o producto del hastío, estuvo cerca de fragmentar definitivamente la unidad de la gran horda de Gaochan. Muchos hombres y mandos comenzaron a cuestionar la efectividad del mando del Khan, y sólo la gran fortuna que parecía suspendida sobre la cabeza de Kemal evitó que la situación se descontrolara para siempre: tras arengas continuas por parte del Khan, y promesas de riquezas y saqueos sin fin en el sur, la mayor parte de los soldados manifestaron su fidelidad hacia Gaochan y su Khan, y apenas hubo de lamentarse la deserción de unos pocos cientos de soldados.

Tras aquellos días extraños repletos de sustos y traiciones, Kemal Khan contrajo al fin matrimonio con la viuda de Uzbek, adoptando de inmediato a sus hijos como propios. La sangre del gran Uzbek Khan no sería extirpada del mundo, como muchos pensaban tras el anuncio de matrimonio, sino que crecería protegida por el nuevo Khan.
Pero no tardó Kemal en abandonar la paz del campamento y el calor de su nueva esposa, y poco después de contraer matrimonio partió junto a las tropas, secundado por su fiel aliado Onur, en dirección a la región de Gunzhou, perteneciente al reino de Dali.

Durante el mes de septiembre y hasta bien entrado octubre, las tropas del Khanato se dedicaron a ocupar los territorios de Gunzhou, donde apenas habían encontrado resistencia alguna. Tampoco había allí nada de riqueza relevante, de modo que la horda se desplazó con rapidez hacia el sur a la búsqueda de presas más jugosas.
En Abril de 1091 las tropas de Kemal llegaron a la principal región de Dali, la fértil Nan Chao, y en Mayo atacaron al fin al ejercito de Hang Yen, Rey de Dali.

El pobre reino había alcanzado a reunir un ejército considerable, de unos 10.000 soldados, a lo que se sumaban una importante cantidad de fuertes que apoyaban con efectividad la defensa de la región. El Khanato de Gaochan, en cambio, disponía de mas de 35.000 guerreros, muchos de ellos a caballo.
Pese a la franca superioridad del Khanato, la suerte acompañó de forma decisiva durante los primeros combates al Rey de Dali y su ejército defensivo, causando un gran número de bajas a la horda. La suerte no fue suficiente, en cualquier caso, y finalmente el Rey Hang se vio obligado a retirarse de forma bastante ordenada hasta la capital, Tai'Li.
En la región quedaron alzados en armas algunos fuertes que aún infligieron algunas bajas más al enemigo antes de ser destruidos durante el mes siguiente. Tras los primeros combates, Dali había perdido unos 3.000 efectivos, similar cantidad a las bajas sufridas por Gaochan.

Tras la ajustada victoria, Kemal ordenó saquear por completo la región, aunque sin perder allí más energías de lo necesario ya que de inmediato movió al ejército hacia la siguiente región de Dali, la montañosa Korat; en muy poco tiempo logró conquistarla y saquearla hasta los huesos. La siguiente provincia en la lista de Kemal Khan era Laos, ahora aliado feudal del reino de Dai Viet.

Y fue allí, en Laos, donde la guerra dio un giro inesperado.

Los líderes de las tropas de Laos, feudales de Dai Viet, suplicaron al Príncipe Ieng Moul que les permitiera regresar para defender su país, tras la gran victoria conseguida contra la inmensa horda de Kerait en territorio de Dai Viet. Pero lo sorprendente fue que el propio Príncipe decidió acompañar a sus aliados con todo el ejército, en lugar de mantener a las tropas alerta pero descansando tras los duros combates contra Kerait. Ieng Moul se sentía fuerte, y sabía que debía aprovechar esa inercia si esperaba detener al Khanato de Gaochan.

En Laos, donde habría de librarse una batalla definitiva para tantos y tantos hombres, Kemal Khan contaba con unos 32.000 guerreros. Dai Viet había reunido un ejército de más de 11.000 hombres, y aunque el Príncipe Ieng Moul había derrotado con ellos a una horda que prácticamente duplicaba en número a la de Gaochan, en esta ocasión no luchaban en territorio conocido y repleto de defensas como sí sucediera en el pasado. Los hombres de Dai Viet y Laos habían aprendido mucho de sus combates contra Kerait, pero tal vez la experiencia y la determinación no fueran suficientes.

Las cosas comenzaron bien para el Príncipe Ieng Moul: aprovechando el caos en que se encontraba la horda, a causa de los saqueos a los que estaban sometiendo ya a la región, Ieng Moul lanzó un ataque inesperado y devastador que tomó por sorpresa a Kemal Khan, quien apenas sí esperaba resistencia real tras la batalla por Nan Chao.
Cuando la batalla mostraba la mejor cara para Dai Viet, cuyo ejército había causado una enorme cantidad de bajas en el primero de los choques, todo cambió: una flecha perdida atravesó el ojo izquierdo de Ieng Moul, vaciándolo y clavándose al fin en el cráneo tras destruir el cerebro del gran Príncipe de Dai Viet. El ejército, aturdido por la sorpresa, se retiró de los combates llevándose el cadáver de su líder hasta las fronteras, dejando así que Gaochan prosiguiera son sus saqueos.

Pero Kemal Khan sabía bien que de no haber muerto aquel Príncipe guerrero su Khanato habría perdido la batalla: la diferencia entre las casi cinco mil bajas sufridas, frente a las dos mil por parte de Dai Viet (casi todas pertenecientes al ejército feudal de Laos), mostraba el verdadero alcance de la batalla de Laos.
Después de aquello, el Khan de Gaochan tendría mucho más cuidado.
Con aquella directriz en mente, tras la batalla de Laos Kemal partió hacia Nam Pung, para después dirigir su horda hasta Lampang, Kayah y finalmente Sagaing. En todas las regiones logró reclutar nuevos guerreros.
« Última modificación: 25 de Julio de 2006, 10:31:56 pm por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #13 en: 25 de Julio de 2006, 03:27:05 pm »
Khanato de Saraba
(Pagano Asiático Nómada Nación Abierta)
Tukeban Khan, "El Rayo que Cabalga"
Diplomacia:


"Tras casi una hora de cabalgada frenética, Tukeban Khan detuvo al fin a su caballo al pie una pequeña loma junto al pequeño grupo de jinetes que componía su guardia personal. La noche cerrada los ocultaba por completo de las miradas inconvenientes, pero aun así los hombres descabalgaron y se tumbaron para alcanzar a rastras la cima de la loma. Una vez arriba, cuando vio lo que se ocultaba tras la colina, Tukeban abrió mucho los ojos y masculló un insulto.

–Allí, allí, allí... y también allí, tras aquel conjunto de colinas altas –indicó con el dedo el joven explorador que los había acompañado hasta el lugar, en la frontera difusa entre las regiones de Saksiny y Ghuz. La horda había llegado hasta Saksiny cerca de una semana atrás, pero el grueso de la tropa estaba muy cerca de aquella loma–. En realidad, están por todas partes.

Los fuegos crepitaban con fuerza a no mucha distancia de Tukeban Khan y sus hombres; pero los restos ardientes de aquella aldea de gran tamaño no lograban centrar la atención del Khan de Saraba: dentro y fuera de la población, y hasta donde alcanzaba la vista, unos guerreros de piel oscura como la suya y ligeros y hermosos caballos estaban asesinando con absoluta crueldad a todo cuanto se movía a kilómetros a la redonda. Sistemáticamente. Hombres sanos, pero también enfermos; mujeres encintas, ancianos cuya fuerza ya había quedado muy atrás en el tiempo.
Y niños.

Muchos niños.

–No están tomando nada –dijo su aliado Bulgur Wheat a su derecha–. Esos perros están matándolo todo pero sin robar nada. ¿Por qué cojon...?
–Pretenden evitar que consigamos aquí más guerreros –dijo Tukeban entre dientes–. No hay hombres, no hay guerreros.
–¿Pero quién se atreve a...?
–No lo sé –reconoció Tukeban–. Pero son como nosotros. En apariencia algo mejor vestidos, pero son hombres de las estepas.
–Otra horda. –Bulgur cabeceaba incrédulo–. Maldita sea la tierra, es otra jodida horda...
–Mi Señor Khan –dijo el explorador tratando de llamar la atención de los grandes hombres que lo rodeaban–. No... no son una horda.
Tukeban volvió la mirada hacia el joven, casi un niño, que había descubierto las tropas desconocidas en Ghuz durante el día anterior. Era un chico hábil, buen jinete y silencioso; si se atrevía a hablarle, es que además de todo lo anterior debía ser valiente.
–¿Qué sabes de ellos?
–Sólo lo que mi padre me contó. –El joven volvió a mirar hacia los fuegos lejanos, cerrando levemente los ojos como si pretendiera recordar mejor, o tal vez enfocar con mayor fidelidad las figuras que se recortaban en la lejanía. Tragó saliva–. He visto sus banderas: verdes, y una banda roja las cruza de lado a lado en diagonal. Son turcos. Deben ser turcos.
–Turcos... –dijo Bulgur echando el cuerpo levemente hacia atrás en un acto reflejo–. ¡Turcos!
–Turcos. –Tukeban Khan tomó aire con fuerza, aspirando el aroma a cenizas y cadáveres quemados. La ira lo inundó por completo–. Bulgur, prepara al ejército.
–Pero mi Señor Khan... se dice que son los guerreros a caballo más temibles del mundo. Se dice que jamás han sido derrotados en combate, ni siquiera por fuerzas muy superiores en...
–Bulgur –Tukeban contempló a su aliado y amigo con serenidad. Luego asintió–. Prepara al ejército."


El "Rayo que Cabalga" había decidido cuál había de ser su objetivo. Sabía que en Bolgar, pese a que allí acudían guerreros de las estepas sin cesar, no podía permanecer quieto si pretendía seguir creciendo y, sobre todo, si pretendía mantener el orden entre los hombres.
También sabía que las naciones civilizadas eran especialmente taimadas, pues tal es el recurso de los cobardes abotargados por la comida y el calor de los fuegos, que tratarían de engañarlo con sobornos y mentiras. Lo que ellos no sabían era que Tukeban no era un advenedizo arrastrado al combate por la necesidad: el Khan de Saraba no pretendía dar descanso a su gran horda a la primera oportunidad, como seguramente preveían los hombres de los reinos de occidente u oriente. No hasta que el mundo entero se postrara a sus pies.

Haciendo uso de una astucia poco común en quien no ha tratado jamás con los arteros diplomáticos del occidente, Tukeban envió mensajeros cargados con misivas escritas por los esclavos que sabían dibujar las palabras capturados en las regiones saqueadas cercanas al Volga: solicitaba dinero y alimentos a cambio de respetar ciudades y regiones, o a cambio de asaltar a las del vecino. Un largo intercambio de misivas con las naciones del oeste, le convenció de que esperaban que la horda atacaría a alguna de ellas para dar un ejemplo de fuerza. Kiev, tal vez Polonia o Hungría... Aun sin saber con exactitud a cuál de los tres reinos castigaría la horda de Saraba, no le cabía duda de que estarían esperándolo.

Pero no acudiría a la cita.

Con la gran marea de guerreros a sus espaldas, en un movimiento completamente inesperado el Khan dirigió al ejército hasta Azerbaijan, muy hacia el sur y lindando con el Emirato de Bagdad y el Imperio Bizantino, ocupando la región sin ninguna dificultad y llevándose consigo todo cuanto encontró allí. Seguidamente, el gran Bulgur Wheat llegó a la región una vez ocupada, y dedicó a sus hombres de infantería a asediar con tranquilidad la ciudad de Tabriz a la espera de que sus habitantes cedieran y se rindieran. Sabedores de que no podían aguantar por siempre, y que si lo hacían serían castigados con la muerte, los líderes de Tabriz rindieron la ciudad y solicitaron piedad y alimentos.
Obtuvieron muerte.
Cuando la horda dejó atrás Azerbaijan, nada vivo quedaba allí.

La siguiente región en padecer el ataque de Tukeban sería Alan, de regreso ya hacia el norte, muy cercana a las fronteras con Bizancio.
En Agosto de 1092 las tropas del Khan estaban llegando a Alan cuando sus exploradores descubrieron en la región a un inmenso ejército combinado de Bizancio y Bagdad. Tukeban escuchó las noticias impertérrito, y sin dudar un instante ordenó alterar el rumbo para evitar el encuentro. Pese a su inferioridad numérica Tukeban no temía luchar contra las dos grandes naciones, aun cuando un ataque lo condujera al suicidio; pero tenía tiempo, mucho tiempo: cuando combatieran, lo harían en sus condiciones y en el momento y lugar que él escogiera.

Casi un año después, en Julio de 1093, las tropas de Tukeban llegaron tras un largo viaje hasta la región norteña de Ghuz. Allí, asesinando y quemándolo todo, aguardaba un ejército turco compuesto por diez mil de los mejores soldados del sultanato a las órdenes del gran General Basut, el héroe de la guerra de Persia. Desde lo alto de una loma, al abrigo de la noche, Tukeban Khan, el Rayo que Cabalga, decidió la suerte de la Horda de Saraba.

((CONTINUARÁ...))
« Última modificación: 25 de Julio de 2006, 05:07:25 pm por Uve »
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« Respuesta #14 en: 25 de Julio de 2006, 05:10:02 pm »
LA BATALLA DE GHUZZ
(Khanato de Saraba, parte 2)

Tukeban cayó con su gran horda desde varios puntos distintos sobre el desordenado ejército Turco, sorprendido a media mañana mientras las tropas de élite del Sultanato se dedicaban a asesinar despreocupadamente a los habitantes de Ghuzz. El General Basut, haciendo gala de la gran capacidad de líder de tropas que había esgrimido en Persia, no tardó en recomponer las filas turcas más cercanas tras sufrir la primera oleada del Khanato. Pero su ejército era demasiado grande como para hacer oír sus órdenes con efectividad sin tener contacto son sus oficiales.

Casi 40.000 hombres de Saraba dieron la vuelta a sus pasos, o recuperaron el terreno de sus monturas para caer de nuevo sobre el ejército Turco. Durante casi seis horas, la superioridad numérica de cuatro a uno resultó decisiva al negar a los mucho más cualificados guerreros turcos la posibilidad de organizarse. Oleada tras oleada chocaba sobre las filas del General Basut, y cuando apenas comenzaba a atardecer el gran y hasta entonces invicto ejército del Sultán se vio obligado por primera vez en su historia a huir en desbandada de un campo de batalla. Cuando logró reorganizar sus filas tras la huida y la persecución consiguiente, el ejército del General Basut había perdido unos 3.000 hombres: 3.000 de los mejores guerreros del sultanato, la élite de entre la élite, muertos para siempre.

Aunque Tukeban sufrió en la batalla más de 8.000 bajas, lo cierto es que había vencido sin lugar a dudas al mayor adversario que podía encontrarse en aquel tiempo. El alcance en bajas de su victoria se perdería en la memoria rápidamente, pero nadie allá donde lo llevaran los cascos de su caballo podría olvidar el poderoso mensaje: Saraba ha derrotado al Turco.
La fuerza moral de aquella victoria tuvo como efecto inmediato que el avance de la horda por las regiones de Kazan, Tabolsk, Ob y Palavoi diera grandes frutos al reclutar nuevos y animosos guerreros en cada uno de los territorios por donde pasaba el Khanato de Saraba. Además, el Khan de Ob decidió unirse al camino del Rayo que Cabalga y su horda de guerreros. Allí donde fuera Tukeban, allí irían los hombres de Ob.

Bulgur Wheat siguió orgulloso el camino de su amigo y Señor Tukeban, llegando hasta Khirgiz. A finales del año de 1094, Tukeban y su horda dejaban pasar el crudo invierno desde la norteña región de Palavoi.
Y todo el inmenso mundo se abría a sus pies.

« Última modificación: 25 de Julio de 2006, 05:15:30 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #15 en: 27 de Julio de 2006, 11:14:21 am »
Califato Ummayid de Cordoba
(Sunni Civilizado Nacion Abierta)
Hajib Sulayman
Diplomacia:

Vladkov llego a Balansiyya en uno de los numerosos buques mercantes que desde la lejana ciudad de Trieste acudían a comerciar con castellanos y cordobeses. No le resulto difícil hacerse pasar por un comerciante húngaro, y nadie sospecho de el en una ciudad que recibía centenares de viajeros de media Europa todos los días.
El cardenal lejos de ser remilgado como tantos otros de sus compañeros, era un hombre de acción, terco, y acostumbrado a tratar con todo tipo de gentes en todo tipo de ambientes, fueron esas facultades mas que ninguna otra las que le habían ganado el favor del Santo Padre.

Ya en la ciudad, Vladkov no tardo demasiado tiempo en localizar al grueso de las fuerzas cordobesas situadas en la zona, los informes que había recibido eran bastante correctos. El general Girgis, uno de los mas fieles y antiguos miembros del ejercito cordobés se encontraba realizando maniobras en la ciudad, y los numerosos mercenarios bajo su mando, se encontraban distribuidos por la ciudad, atentos a las noticias que llegasen de cualquier peligro que amenazase el Califato.

Vladkov dedico varias noches a recorrer las tabernas locales, dejando cuantiosas propinas a cambio de información, hasta que por fin logro localizar al joven teniente que hacia las veces de comandante mercenario para los guerreros borgoñeses. Vladkov mantuvo un primer encuentro con el oficial, que estaba demasiado ebrio para hablar de negocios, y en su lugar le hico entrega de una bolsa. A la mañana siguiente el joven Pierre, descubrió que llevaba consigo una bolsa que sin duda no era suya, y al mirar en su interior encontró una enorme cantidad de oro y plata, junto con una nota que le invitaba a una reunión en un tugurio de la zona portuaria.

Por supuesto Pierre espero durante todo el día, y al caer la noche se dirigió al puerto solo, para reunirse con el desconocido. Vladkov aguardaba al joven donde habían acordado, y tras una breve charla sobre los eventos en Borgoña, y el papel que ellos podían hacer por liberar su tierra de un rey hereje, llegaron a lo importante. Vladkov saco una bolsa con monedas de oro, pero esta vez la cantidad era dos veces la anterior, y fue parco en palabras “acudid a la frontera con Cataluña, y veréis muchas mas bolsas de estas antes de que acabe el mes.”

Pierre no era un hombre de moral, ni de honor, o nunca se hubiese convertido en mercenario, y lo mismo ocurría con el resto de sus compañeros. Toda la parrafada sobre salvar las almas de sus congéneres borgoñeses y servir a la noble causa de cristo estaba muy bien, pero al final solo importaba que Córdoba ofrecía oro, y la iglesia ofrecía mucho oro, muchísimo oro, montañas de oro, acompañadas por algo de acción de la que no veían con su actual contratante.

Pierre esperaron la ocasión, y esta llego en el verano con de 1090, con la muerte de Girgis. Mientras Amir Mahmud, el conocido mercenario, trataba de relevar al fallecido general al frente del ejercito, Pierre y sus hombres aprovecharon el temporal vació de poder para escabullirse de la ciudad, y partieron hasta el punto de reunión con el Cardenal.

Amir Abdul fue un hombre prolífico en muchos aspectos, pero especialmente en cuanto a su descendencia. Esto unido a su prolífica dedicación a las mujeres en general había dado lugar a una “prolífica” descendencia del antiguo Hajib que ocasionalmente acudía a la corte a pedir dinero, títulos o propiedades. En la mayoría de los casos, unas monedas o unos azotes acababan con estos problemas, y solo algunos cuyo físico hacia innegable su ascendencia, recibieron algún titulo, o alguna propiedad, la mayoría de en Ifriqa.

Si el padre de Hammar recibió algún premio, alguna recompensa, o unos buenos azotes, es algo que quizá nunca se sepa, debido a la reticencia del joven a hablar de su familia. Lo que si se puede imaginar, es que Hammar era la viva imagen de Amir Abdul, o al menos era idéntico a los retratos que del fallecido Hajib se guardaban en la corte, y Abi Amir tuvo tiempo de comprobarlo personalmente, desde que el joven fuese capturado en Agadir, y traído ante el Hajib para ser juzgado.

Pero Abi Amir se resistía a juzgar al joven, pues sabia que la sentencia no podía ser otra que la muerte, única condena que se imponía en el califato ante el delito de traición. Poco había que juzgar de hecho. El joven Hammar, había sido detenido en Septiembre de 1090, en la ciudad de Agadir. Fue capturado junto a un grupo de los nobles mas importantes de la ciudad, que ya habían jurado su lealtad al joven de apenas 15 años. Como un hombre que aun es casi un niño, logro que hombres recios y sabios le acompañasen en sus locos proyectos es algo que escapaba a la comprensión del Hajib. Hammar había estado a punto de lograr tomar el control de la ciudad, e incluso se hablaba del Emirato de Merrakesh, seguros de que la región seguiría a Agadir en su búsqueda de la independencia.

Todas estas cosas intrigaban a Abi Amir, pero la razón de que el juicio de Hammar no se celebrase era ante todo el propio Hammar. Era un joven valiente y carismático, con profundos ojos azules, que eran el único rasgo que denotaba su origen mestizo.

Abi Amir era muy hábil juzgando a la gente, ningún Hajib duraría mucho sin ese don, y pronto se dio cuenta de que Hammar era un hombre de honor, hasta el punto de que el Hajib acabo dejando al joven en libertad bajo juramento de no ausentarse del palacio salvo para acudir a la mezquita.

Hammar pasaría varios años en esta situación debido a los inesperados  acontecimientos que golpearon el califato en los años siguientes. Pese a que la sombra del infortunio se cernía sobre el orgulloso Califato Ummayid, en 1.090 nadie podía siquiera sospecharlo.

Los armadores de Ishbiliya habían estado muy ocupados durante los últimos años hasta que en 1090 pudieron darse por satisfechos al haber cumplido las órdenes del Hajib, docenas de barcos de guerra pesados, formaban la  primera nueva flota cordobesa, que se construia desde la desafortunada guerra contra los noruegos a principios de siglo. Miles de jóvenes cordobeses hicieron cola durante días para alistarse en las tripulaciones de los buques que mandarían al Califato de nuevo a la mar.

En Morroco, la construcción de la nueva fortaleza portuaria, situada a pocos kilómetros de Ceuta, avanzaba con rapidez. La fortaleza, situada cerca del estrecho, permitía al Califato controlar el avance de cualquier ejército que tratase de cruzar el canal y entrar en Andalucía.
Pero cuando todo parecía ir sobre ruedas comenzaron a llover las malas noticias. Primero la muerte de Girgis en Agosto de 1090 que frustraba parte de los importantes planes del califato, y posteriormente la muerte de Ahmed Mamuti en Octubre de 1092, mientras se encontraba en Palermo reforzando y redistribuyendo las guarniciones por los vastos territorios del Hajib.

Además en 1091 se conoció la noticia de que el cuerpo de mercenarios de Lyons había abandonado Córdoba ante una oferta hecha por agentes de Severo III. Pese a que para aquel entonces ya se contaba con los servicios de los mercenarios de San Pietro, mas que suficiente para cubrir la marcha de los borgoñeses, la perdida de los mercenarios era vista como otro golpe del Obispo de Roma contra el Califato, del mismo modo que la prohibición a que los mercantes cordobeses pasasen a menos de 20 millas de la ciudad de Roma.

Sin embargo nada fue peor que la muerte de Abi Amir en Febrero de 1093. La corte no estaba preparada para la muerte del Hajib, pues pese a su edad, 55 años en el momento de su muerte, pertenecía a una familia caracterizada por su longevidad, como habían demostrado los últimos Hajibs.

En el momento de su muerte, Abi Amir se encontraba junto a su hijo Sulayman practicando con el arco en los campos de tiro de palacio, y repentinamente se quedo rígido. Su muerte fue casi instantánea.

Sulayman quedo conmocionado por lo ocurrido y tardo en reaccionar. Hasta varios días después no tomo el control de los soldados en la zona, y quizá fue esto mismo lo que hizo a muchos pensar que en la debilidad del nuevo Hajib. Todos los generales, agentes, y nobles que servían de forma directa o indirecta en la corte del Hajib se mantuvieron leales a Sulayman como lo habían sido a su padre.

Sin embargo durante los días en los que el dolor por la perdida de su padre, impidieron al nuevo Hajib tomar oficialmente su nuevo cargo, muchas regiones y ciudades del Califato vieron la oportunidad para reclamar su independencia.

Baleares rompió sus acuerdos con el Califato, pasando a considerarse provincia catalana-aragonesa, y otro tanto hicieron la región de Valencia y su ciudad, aunque en su caso considerándose únicamente castellanas, y la ciudad de Palermo, reconociendo al Califato Fatimí como única potencia a la que se debía un tributo anual. En todos estos lugares, las fuerzas cordobesas presentes tuvieron que situarse en zonas controladas por sus vasallos u aliados, para evitar ser expulsadas por los gobernadores locales.

Morroco, y Merrakesh también clamaron por su independencia, pero las guarniciones locales las sometieron por la fuerza, aunque perdiendo las buenas relaciones preexistentes entre las regiones y el gobierno central. También la ciudad de Al Fath, fue sometida por las fuerzas Cordobesas.

Las regiones de Extremadura, y Talavera, el Oasis de Ber-al-Khazim, y la ciudad de Gharnata si lograron deponer o eliminar toda presencia cordobesa declarándose independientes.

Tratando de conservar las regiones y ciudades que aun permanecían fieles, Sulayman tuvo que optar por no hacer frente ante los rebeldes, no debía abandonar Qurtuba arriesgándose a que la situación empeorase, y gobernar el Califato era más importante que someter a unos cuantos rebeldes. Además la muerte de dos de sus mejores generales había dejado las defensas del Córdoba gravemente dañadas, y sus sustitutos uno aun por nombrar, y el otro recién llegado al cargo, no podían tomar el control de sus ejércitos con la efectividad y rapidez que hubiese sido deseable.

Y entre toda la problemática acaecida con la muerte del Hajib Abi Amir, y las subsiguientes rebeliones, un joven que ya había cumplido los 20 años, seguía saliendo diariamente de palacio durante poco mas de una hora, para acudir a la mezquita, antes de regresar al recinto de palacio.
« Última modificación: 27 de Julio de 2006, 03:40:27 pm por eneas »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #16 en: 28 de Julio de 2006, 09:04:40 am »
El final de un largo Viaje.

Nota explicativa del NF: Debe quedar claro que todo lo que aqui se cuenta se hace desde la perspectiva de Yahya, lo que el ve, lo que el sabe, y lo que el cree, no necesariamente es cierto. pero lo es para el

Llegada la primavera de 1090 encontraron un barco que los llevara a Roma. Normalmente hubiera sido sencillo, pero la situación de preguerra ponía las cosas difíciles para el comercio. El Papa incluso había prohibido el comercio entre Cordoba y Roma. Finalmente hallaron un mercante que accedió a llevarlos. Sin embargo, el capitán exigió que abandonaran sus ropas blancas de peregrinos musulmanes y se vistieran a la manera italiana, como si fueran mercaderes sicilianos. Yahya no quería tal disimulo, pero el capitán no cedió y tuvieron que mudar sus hábitos.

Llegaron a Roma en abril de 1090. La ciudad estaba en estado de alerta, con vigilancia en el puerto y guardias por todas partes. La actitud de la gente era sombría, sabedores de que se estaba preparando una guerra. Grupos de tropas del Papa, con su amenazadora vestimenta negra y roja, pasaban por la ciudad. Se decía que miles de soldados iban a marchar hacia el norte, hacia Borgoña. Los mercaderes hablaban de que habían visto pasar largas columnas de caballería de bárbaros de Kuban, ahora italianos, y explicaban historias terribles sobre los viajeros que no se apartaban lo bastante rápido o los pueblos que no les ofrecían comida y mujeres lo bastante de su gusto.

La ciudad de Roma decepcionó a Yahya. Viniendo de Bizancio, Roma aparecía como una ciudad decadente, sucia, de casas pobres y palacios poco inspirados. Había iglesias por todas partes, pero ninguna que llamara la atención por su belleza. Ni siquiera San Giovanni in Laterano, Letrán, la sede del Obispo de Roma, reflejaba esplendor y grandeza. Los únicos monumentos destacables eran los de los antiguos romanos. Aún en ruinas reflejaban una grandeza y monumentalidad superior a cualquier obra moderna de la ciudad.

Yahya buscó a los sabios religiosos del catolicismo, pero lo que encontró fue un reflejo de la ciudad donde estaban. Muchos de ellos dedicaban sus prédicas a un Dios colérico, un Dios que ordenaba a los hombres que mataran a otros hombres, fueran herejes excomulgados o infieles musulmanes. Los sermones hablaban de la unidad de los cristianos, pero a continuación exortaban a los fieles a acudir a matar a los herejes borgoñeses, o a fortificarse ante la amenaza de los musulmanes cordobeses. Algunos de esos hombres de Dios reflejaban una ira y un odio tal que Yahya dudaba de si era cólera divina o infernal.

Alejándose un poco de la ciudad Yahya tuvo más suerte. En las afueras de Roma encontró a un ermitaño famoso entre los pobres como un santo milagroso, que nada sabía de los asuntos del mundo, y que hablaba de una fe limpia y abierta a todos. En los barrios más pobres encontró, junto a incendiarios prediadores de la guerra santa, a hombres santos que dedicaban su vida a ayudar a los pobres. Gente que vivía su fe como entrega a los humildes, apartados de las finuras teológicas pero viviendo su fe más profundamente, aunque de manera distinta, que muchos sabios. Esta nueva visión conmovió a Yahya.

Tras varios meses buscando la fe en Roma, Yahya decidió que debía dar el último paso: visitar personalmente al Papa. Antes de ello escribió una carta a su padre el hâjib explicándole sus acciones y sus motivos, y otra a Nuha, su esposa. Dejó estas cartas entre sus posesiones, con el encargo a sus compañeros de que las llevaran a Cordoba. Escribió otra carta para el Papa, por si no conseguía verle. Y entonces se puso sus vestiduras de peregrino y marchó hacia Letrán, sin decir nada a sus guardias y compañeros, puesto que no aceptaba poner en riesgo tan extremo sus vidas.


Yahya tenia buenas razones para temer por sus acompañantes, pues al poco de salir a las calles de la ciudad con su atuendo, la gente comenzo a señalarlo y ha apartarse de el. Algunos incluso le gritaban que se fuera, y le arrojaban verduras podridas, o incluso piedras.

La guardia romana no tardo en aparecer, al mando de un oficial que portaba la indumentaria de los hijos de la Sangre de Cristo. Yahya no se resistió en absoluto, pero pese a ello fue reducido con violencia.

Encadenado como un delincuente, con su túnica blanca manchada por la sangre que manaba de una herida en su ceja izquierda, y casi arrastrado por las calles, Yahya paso dos días en un húmedo y oscuro calabozo, antes de que el oficial que le había arrestado volviese con otro hombre que portaba el mismo atuendo que el primero.

El oficial venia con la cabeza gacha, y dio las ordenes pertinentes para que abriesen el calabozo. Para Yahya fue evidente que el nuevo personaje, no solo era su superior, sino que debía haberle dirigido palabras muy duras antes llegar a la prisión.

El nuevo hombre, se presento como Tomaso, y explico que era el comandante de los hijos de la sangre de cristo en Roma. También explico al Yahya que le habían detenido creyendo que era un espía enemigo, y que la situación en roma era tensa ante la actual situación política con el gobierno de su padre, el Hajib de Córdoba. Por ultimo, tras darle todas estas explicaciones, el hombre apoyo la rodilla izquierda en el suelo a modo de saludo, y pidió a Yahya que le acompañase si aun deseaba hablar con Severo III, pues este se encontraba en Letran esperando su llegada. Tomaso también dijo que si Yahya había cambiado de idea, era libre de ir y venir, y que una guardia de honor de los hijos de la Sangre de Cristo, le acompañaría y protegería mientras estuviese en Roma.

Yahya no esperaba este cambio en el curso de los acontecimientos, pero no desaprovecharía esta oportunidad, ahora que se le brindaba. Tomaso le escolto junto con un nutrido grupo de soldados de la iglesia, por la ciudad, hasta una pequeña residencia, cercana a Letran, que se había preparado para acomodar al príncipe. Agradecido Yahya pudo lavarse y asearse, y la herida de su ceja fue cuidada por los sirvientes que se pusieron a su disposición. Le fue ofrecida una túnica limpia, pero la rechazo, pues no tenia para él el mismo significado que la que portaba.
Esa misma tarde, la guardia que había permanecido vigilando el edificio donde le habían hospedado, le escolto hasta las dependencias donde residía Severo III.

El Obispo de Roma, no parecía un hombre grandioso, no portaba ropajes caros, ni ricas joyas. Tan solo un anillo con el sello de la iglesia adornaba su mano. El pontífice era un hombre muy viejo, estaba a punto de cumplir 76 años, pero su aspecto aun le hacia parecer mucho mas viejo, su piel arrugada, su cuerpo deteriorado y algo encorvado.

Yahya sabía que Severo era de origen ingles, pero llevaba tantos años en Roma que había perdido totalmente su acento. No era una figura que inspirase temor, aunque tampoco pena. El hombre que tenia delante de el, inspiraba ante todo confianza.

Tras saludar al príncipe, Severo hizo salir de la habitación a todo el mundo salvo a su invitado.

Yahya se mostró dubitativo al principio, buscando sin duda la forma de comenzar aquella conversación, y finalmente opto por preguntar a su interlocutor como supo que Yahya venia a Roma. El pontífice le dijo que tiempo atrás el mismo le había invitado, y que pese a que su invitacion no le hubiese llegado, al saber Severo de su viaje a Constantinopla, imagino que antes o después pasaría por Roma.

La conversación entre ambos comenzó inevitablemente por la visión de Yahya de la ciudad de Roma, y Severo mostró gran pesar al conocer la opinión del joven, no tanto por que no la compartiera, sino porque sabia que esa seria la visión de numerosos extranjeros. Severo no pudo sino dar la razón al joven cuando este se preocupo por las predicas de los hombres de fe a los que había escuchado, pues hablaban de guerra contra el infiel y el hereje en su mayoría.

El pontífice sabía perfectamente que el miedo se traducía en agresividad, y pese a que deseaba hacer desaparecer el miedo, no siempre era posible hacerlo. Yahya por el contrario no se mostró convencido por esto, pues por aquel entonces era evidente que las fuerzas italianas y de la iglesia se hallaban luchando contra un rey que tan solo había dudado de la fe. Pero acabo por entender el punto de vista de Severo, si bien no lo compartía. Si se permitía que se dudase de la autoridad eclesiástica, no existiría ya entre los católicos nadie con el poder suficiente para evitar que la guerra y la destrucción se extendiesen por toda Europa. “Por desgracia” dijo con pesar el anciano “hay momentos en que el fin justifica los medios”.

Severo no pudo por mas que comprender que Yahya había venido a Roma en busca de la fe, una fe que no encontró como esperaba. La iglesia se preocupaba por la fe, dijo Severo, pero refiriéndose a si mismo, expreso su creencia de que un hombre debe hacer su pequeña contribución a la paz y la unidad de sus súbditos, y que pese a que el mismo había fallado en algunas de las pruebas que dios le había impuesto, creía dejar un importante legado con el acercamiento actual hacia sus hermanos orientales. “Dios juzgara si le serví bien”

Yahya guardo para el final la pregunta que mas deseaba hacer a aquel hombre, pues deseaba ver su reacción personalmente. Durante su viaje a Roma se había negado a si mismo que esta pregunta le importase realmente, pero su corazón no podía vivir sin mirar a los ojos del hombre que probablemente había ordenado la muerte de su abuelo.
El rostro de Severo se oscureció por el pesar, pues imaginaba que se le acusaría de eso. Y así lo expreso al joven. Y Yahya supo que no mentía.

Yahya dejo Roma, pero su mensaje quedo en la mente de Severo. Si los grandes lideres no podían resolver sus diferencias, si la religión se utilizaba como excusa para la guerra, si los intereses políticos podían mas que los súbditos a los que estos debían servir, entonces dios, independientemente de su nombre, había errado al dar la libertad al hombre.

Yahya culmino su peregrinaje en León, visitando Santiago de Compostela. Si su impresión de Roma fue descorazonadora, su impresión respecto a Santiago fue justo la opuesta. Los súbditos leoneses eran devotos de su fe, incluso más que muchos musulmanes que se denominaban hombres santos.

Años bajo el justo gobierno del rey Alfonso habían dado a León esplendor, pero la nobleza leonesa era tan temerosa de dios como las clases mas bajas, y aun los mas ricos y poderosos, dedicaban parte de sus riquezas a dar limosnas a los necesitados, y a la iglesia, cuyos curas y obispos trataban de asegurar con sus escasos medios que los mas desfavorecidos recibiesen una educación, ropa, y comida suficiente.

Hubiese pasado mas tiempo en León, pero la fortuna le deparaba terribles noticias. Mensajeros de la corte leonesa informaron al príncipe de la situación en Córdoba, y de la muerte de su padre.

Yahya pidió que los mensajeros de León hiciesen llegar a Barcelona una carta para Bassam, el diplomático enviado a la ciudad por su padre, para mejorar las relaciones con el reino. En dicha carta Yahya pedía a Bassam que disculpase su no asistencia a Barcelona para la boda con la hija de En Roger,  una hermosa joven que recién acababa de cumplir los 13 años.

Yahya acudió a Qurtuba y tras entrevistarse con su hermano el Hajib Sulayman, paso 2 semanas en la Gran Mezquita rezando por el alma de su padre. Posteriormente acudió a Barcelona donde contrajo matrimonio, pero la sombra de la tristeza por la muerte de su padre, a penas si dejo espacio para el júbilo que le producía su joven y muy hermosa esposa.

Solo un pensamiento quedo en la mente de Yahya junto al dolor por la muerte de Abi Amir. ¿Podrían algún día los hombres resolver sus diferencias?
 
Nota del GM: Agradezco especialmente a Raimon permitirme utilizar su ambientacion en este NF. Dicha ambientacion constituye la primera parte de este NF, y esta en cursiva para poder ser reconocida.
« Última modificación: 28 de Julio de 2006, 10:42:44 am por eneas »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #17 en: 30 de Julio de 2006, 06:26:56 pm »
Rajputado de Kakatiya
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Bathalapalli, Rajá de Kakatiya
Diplomacia:


El joven Rajputado de Kakatiya se podía permitir crecer merced a los fuertes acuerdos de cooperación con su gran señor del Sur. Con el permiso de Chola, el Rajá Bathalapalli ordenó el inicio de la construcción de un gran camino empedrado de enorme ancho que uniría Kakatiya y Chela, a través del cuál se facilitaría en extremo el tránsito del comercio y las comunicaciones con Chola.
Aparte de la venta de esclavos que formaba parte de los acuerdos de vasallaje, Bathalapalli partió al frente de sus soldados para unirse al ejército de Chola junto con su hijo pequeño el príncipe Kaketilon. El ejército de Chola contaba con menos de 4.000 hombres, pero en su mayor parte eran ingenieros y personal de asedio cualificado.
Sin duda, su concurso sería de gran importancia en la campaña que el Señor de Chola preparaba contra el pequeño Rajputado de Pala (ver NF de Chola).
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #18 en: 30 de Julio de 2006, 06:32:30 pm »

Rajputado de Pawar

(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Danjedhana,
Diplomacia:

Con vistas a la gran campaña contra Pala orquestada por Chola, Danjedhana ordenó el reclutamiento de numerosos guerreros a caballo, con los que, una vez sumados al resto del ejército de Pawar, avanzó hacia Kalinga. Llevándose consigo a sus dos generales, el contingente de Pawar sumaba alrededor de 10.000 hombres.
En la capital quedó su hermano gemelo Dananjedhana junto a unas pocas tropas con las que asumió la defensa del reino.

Dananjedhana, gemelo del rey, murió en 1094 tras una semana de fuertes dolores en el pecho, ajeno por completo a los sucesos despertados durante la guerra de Pala (ver NF de Chola).

« Última modificación: 01 de Agosto de 2006, 04:18:54 pm por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #19 en: 30 de Julio de 2006, 06:32:59 pm »
Rajputado de Pala
(Budismo Hindu Civilizado Nación Abierta)
Javedra, Rajá de Pala
Diplomacia:

El gran Rajá Javedra ordenó el reclutamiento de centenares de nuevas tropas, además de aumentar el tamaño y capacidad de las defensas de la región de Chandela. Por desgracia, fue lo último que llegó a hacer en vida, pues murió en su cama durante la noche de quince de Julio de 1090, siendo sucedido en el trono por su hermano Jalendry, quien se hizo con el mando de los ejércitos y la administración sin ningún problema.
Los Generales dedicaron su tiempo a vigilar las fronteras, y las tropas se dividieron en dos, desplazándose un pequeño destacamento en Nadavaria en tanto el grueso del ejército permanecía a la expectativa en Chandela. Pronto se descubrió que todas las precauciones eran pocas cuando uno tiene vecinos tan codiciosos (ver NF Chola).

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #20 en: 30 de Julio de 2006, 06:33:20 pm »
Reino Catalano-Aragonés
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
En Roger de Montfort, Rey de Cataluña y Aragón.
Diplomacia: Santander (A)

"Atardecía sobre la Atalaya del Moro, a no más de diez minutos de la puerta sur de la ciudad de Palma de Mallorca.
Julián, soldado veterano, curtido, soltero, y de natural borracho, vigilaba deseando que diera la Nona para su relevo y poder dedicarse al bebercio en las cantinas del puerto. Vigilaba la zona sudoeste de la ciudad, donde se hacinaban las casuchas de los pescadores y donde nunca pasaba nada que...
A unos veinte metros de distancia, oculta tras una pared encalada, una cabeza embozada asomó vigilando los caminos sin apercibirse de la presencia de Julián en lo alto. El soldado frunció el ceño, afinó la vista y, por si un aquel, tomó una flecha de su aljaba y la dejó sobre la baranda, mientras situaba la cuerda del arco tras tensarlo por uno de los extremos flexibles. La cabeza tras la pared se movió hacia uno y otro lado, pareció dudar unos instantes y después salió al camino, con el cuerpo agazapado y moviéndose con un sigilo que trascendía lo sospechoso.

–¡Eh, tú! –Julián tomó la flecha y la situó sobre la cuerda del arco corto. No tenía demasiada puntería, ni buena ni mala, pero confiaba en ser lo bastante amenazador arco en mano como para que el individuo aquel se dejase de tonterías–. ¡El de la capucha!

El hombre se detuvo en seco. La Atalaya del Moro no mostraba luces, como según había observado era habitual, de modo que el hombre pensó que no había nadie allí arriba. Alzó la cabeza hacia lo alto, sorprendido, con tanta violencia que la capucha cayó sobre sus hombros.
En lo alto, Julián pudo ver un rostro de piel morena y nariz fina y aguileña, cabellos largos recogidos a la espalda y una barba corta muy cuidada. La barba de un moro. Un moro que se traía algo poco claro entre manos.

–¡Las manos bien en alto, o a fe de Dios que te suelto un flechazo en los huevos!

El hombre sonrió un momento, señaló con la mano hacia el interior de la ciudad y abrió la boca para... para salir corriendo a toda velocidad en sentido contrario al que indicaba su mano. Julián masculló un taco sin pensar; apuntó con el arco hacia delante del moro que iba adentrándose en la oscuridad, a sabiendas de que se le escapaba de alcance y de que, en cualquier caso, no lograría atinarle a menos que el Señor bajara a la tierra a socorrerle. Tomó aire, aguantándolo un instante... y disparó.
La flecha dio en el omoplato derecho del fugitivo, quien tras dar un grito rodó unos metros por el suelo; la saeta debió romperse, pero el moro acabó levantándose y escapando al fin del alcance de la mirada de Julián.

–Por lo menos le he jodido el brazo –murmuró. Luego dejó el arco en el suelo y tomó la cuerda que agitaba el aldabón de la campana de alarma."


Tras unos años de extraña inactividad, el Rey en Roger decretó enormes inversiones en mejorar las infraestructuras de la región de Catalunya, así como los cultivos en Aragón.
Pese a que en un principio había temido el buen Rey que el pacto que mantenía con el Papado podría arrastrar a la corona a involucrarse en la guerra de Borgoña, el Santo Padre le había pedido que se mantuviera neutral. Con todo, el Príncipe heredero Guillem comandó al ejército manteniendo la vigilancia puesta en las fronteras.
Entre tanto, el problema con la ciudad de Santander, amargamente alargado en el tiempo, se resolvió al fin cuando los generales Miquel y Arnau acudieron a la ciudad para negociar con los representantes del alzamiento. Tras un corto periodo de discusiones diplomáticas en las que todos sabían a qué se exponían si el asunto no se solucionaba con rapidez, la ciudad accedió a incorporarse de nuevo a la corona en calidad de Aliada.

En Julio de 1094, el Rey En Roger de Montfort murió tras una breve enfermedad en los huesos que lo dejó por completo incapacitado. Su hijo Guillem lo sucedió en el trono con absoluta normalidad, convirtiéndose en el Rey Guillem I de Montfort. Nada perturbó la transición; ni siquiera las noticias llegadas desde Palma en las que se hablaba de un extraño incidente con un musulmán embozado que, tras darse a la fuga una vez localizado por la guardia de la ciudad y ser herido en la huida, fuera encontrado muerto con el cuello abierto de oreja a oreja en los muelles del puerto. El cadáver no pudo ser identificado.

(El jugador no envió órdenes)


?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #21 en: 01 de Agosto de 2006, 04:20:31 pm »
Reino de Chola
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Rajendra III, Raja de Chola.
Diplomacia:
(Lo que aparece en cursiva es obra de Vonspee, enviado a modo de propuesta para el inicio de su NF. Con pequeños cortes, motivados por el desarrollo real del turno, el fragmento se reproduce a continuación)

“Aquel primero de Marzo de 1.090 (calendario europeo occidental actual) caluroso y seco, el emperador Rajendra III entregó el mando de sus tropas a su hijo y heredero Mowgli y a su general Tigretamil, para que desarrollaran los planes largamente preparados con sus príncipes, líderes y vasallos.

Tras una emotiva despedida, Rajendra volvió a su palacio acompañado de la mujer de Mowgli, Lucero de la noche, y de sus nietos. Pensaba que quizás, debido a su ya avanzada edad, no podría volver a ver a su estimado hijo.

Mowgli avanzó rápidamente a través de las regiones de Chola, Madurai y Vengi, hasta el lugar programado de encuentro en Kalinga, donde le esperaba Manjula, con el campamento ya dispuesto en que debía efectuarse el relevo en el mando de la tropa.

Inmediatamente detrás le seguía Tigretamil, que también encontró un campamento preparado para sus tropas, cercano al de Mowgli. Cuando acudió a reunirse con Mowgli, en su campamento, salió a recibirle Anantapurna, gobernador de Chela, que ya hacía días había instalado sus tropas en otro campamento previsto por su amigo Manjula.

Poco hacía que departían los cuatro cuando se presentaron los líderes de Kakatiya, Bathalapalli (rajá de Kakatiya) y su hijo Kaketilon. Reinaba la alegría y el buen humor entre aquellos hombres: llevaban años diseñando la campaña que iban a iniciar, Manjula, Bathalapalli y Anantapurna ya habían demostrado su coordinación y su fiel seguimiento a las órdenes de Rajendra y de Mowgli en las negociaciones para el establecimiento del gobierno de Chela, del señorío de Kakatiya y en la anexión de Kosala. Recordaron los extraños movimientos de Kalinga y la constitución del rajputado de Kakatiya, riendo de la campaña que montaron para hacer correr el rumor de las notas extrañas de Rajendra: ahora comprobarían si había sido útil.

Sim embargo, la reunión fue breve. Todo estaba previsto de antemano y al día siguiente Manjula y Anantapurna debían iniciar su marcha hacia Nadavaria, dejando el campamento listo para la llegada de las tropas de Pawar. A Manjula le hubiera gustado saludarlas personalmente ya que fue él quien condujo las negociaciones, pero tiempo habría en el largo verano para rememorarlo.

Al alba del primero de abril (calendario occidental) Manjula marchó con la tropa que le había cedido Mowgli y Anantapurna con la tropa de Chela. Al día siguiente Mowgli, integrado con la guardia real, ordenó el alzamiento de los otros campamentos: el grupo central lo comandaba Tigretamil. A poco menos de una hora de distancia les seguían Bathalapalli y su hijo Kaketilon con la tropa de Kakatiya. La rapidez de sus movimientos y la discreción con que se movían hicieron que cuando se hallaban en Nadavaria, hacia el 15 de abril, las gentes de Kalinga todavía no se habían percatado que las tropas que estaban entrando en su territorio para ocupar el campamento preparado por Manjula no eran de Chola si no de Pawar. Cuando todavía no se habían recuperado de la sorpresa de ver pasar por delante de Chalendry la imponente escuadra de Chola al mando del príncipe Apu, a quien acompañaba su sobrino Mikharma, hijo de Mowgli, quienes, aprovechando su paso por la ciudad, mandaron nota a Tanjore para expresar que todo iba según lo previsto.

Rajendra y Lucero de la noche habían tenido una nueva despedida ese primero de marzo cuando marcharon el príncipe Apu (que había dado noticia personal del funeral y entierro en Polonaruwa de su hermano Mahadma y de su amada) y el hijo mayor de Mowgli. Rajendra le dio el mando de la flota en la que embarcó la infantería que Apu había traído de Polonaruwa.”


Aunque todo cuando de importante iba a acontecer durante aquellos años tendría lugar con la gran campaña de Pala, lo cierto es que fue un tiempo productivo para el hasta entonces gran Reino de Chola. Fue en aquellos días cuando se ampliaron las ciudades de Seilania, Bandar y Chalendry, y también cuando se construyó la nueva ciudad de Cherry. También se iniciaron las obras de construcción de los tramos cubiertos con fuertes ladrillos y que uniría con el tiempo las regiones de Chola con Madurai, aunque mediado el año 1093 todas las obras se paralizaron a causa de la guerra civil.

Todo parecía estar perfectamente atado en la estrategia planificada para la invasión de Pala. Con el apoyo y concurso de los reinos vasallos de Pawar y Kakatiya, y haciendo buen uso del factor sorpresa, el Rajá Rajendra III "El Tocado por los Dioses" no veía lugar para el fracaso. El ejército conjunto superaría en un factor de más de tres a uno al posible ejército defensor de Pala, aun cuando el pequeño reino norteño parecía haber olido la jugada y había invertido bien sus recursos en mejorar su aparato militar defensivo. Tal era la confianza que tenía el Rajá que sus intenciones eran las de dejar el mando de todos los ejércitos a sus generales, sin situar por encima a los príncipes para controlar la avaricia de los Impuros. Quién sabe qué males peores se hubieran desencadenado sobre Chola de no mediar la intervención afortunada del heredero Mowgli, quien desoyendo las órdenes de su padre hizo valer su posición para pasar a controlar el mando supremo de los ejércitos conjuntos.

Mientras Rajendra III se quedó en la capital Tanjore controlando y supervisando el timón del reino, auxiliado por el general Kanaresi, los ejércitos de Chola se unieron en Kalinga a los enviados por Kakatiya y Pawar. El príncipe Apu, entre tanto, tomó el mando de la flota y esperó en Tanjore hasta que llegara el momento previsto de su entrada en acción. Como ya se ha dicho, el príncipe heredero Mowgli asumió el mando de los más de 10.000 soldados que su padre había destinado al General Tigretamil, así como el de las tropas enviadas por Pawar y Kakatiya: Mowgli era el legítimo heredero al trono, Querido por los Vedas, y el Amado de Vishnu; a sabiendas de que mantener bajo control demasiadas tropas era una tentación para cualquier mortal avaricioso, el heredero jamás permitiría que un militar, por alto que fuera su rango, dirigiera durante años los destinos del grueso del ejército de Chola. Y menos aún que le ordenase al hijo de Rajendra III lo que tenía que hacer. 

Mientras Mowgli comandaba la fuerza principal, el general Manjula al mando de unos 12.000 soldados entró en la región de Navadira. Mowgli le siguió de cerca, aunque manteniendo por el momento al ejército principal al margen de los combates. En Nadavira aguardaba un general de Pala con algunas tropas de equipamiento ligero. Aunque los defensores detectaron al enemigo, al comprobar que la relación de fuerzas era desproporcionada en favor del agresor decidió retirarse hasta la región de Chandela para informar al Rajá de Pala del ataque. El Rajá Jalendry preparó entonces sus defensas en Chandela mientras el General Manjula tomó Nadavira con muy pocas bajas.

En el mismo momento en que el general Manjula sometía la región, Mowgli se dirigió con el grueso de las tropas hasta la ciudad de Nadapala con la intención de asediarla; como la ciudad no poseía ni murallas ni apenas defensores, en cuanto sus líderes vieron llegar al gran ejército combinado se rindieron al heredero de Chola para evitar males mayores.
A principios de Abril de 1091 el Príncipe heredero Mowgli asumió el control de todas las tropas, incluyendo las que comandaba el General Manjula, y se lanzó con todo el ejército sobre la región de Chandela. Siguiendo las órdenes del Rajá Rajendra III, las tropas avanzaron en tres frentes con el fin de envolver al enemigo, aunque lo cierto es que tal disposición debilitó la fuerza real del ejército y facilitó en gran medida el trabajo del adiestrado ejército defensor.

Durante las primeras semanas de combate, las compañías de guerreros del Rajá de Pala sufrieron grandes bajas a causa de la superioridad numérica y comenzó a perder terreno, aunque la caballería defensora luchó con tal efectividad que los estragos causados al ejército de Chola fueron muy superiores. Con todo, la desproporción de fuerzas acabó por resultar decisiva y al cabo de un mes de luchas continuadas a lo largo y ancho de la región parecía claro que Chola, quien casi había perdido en combate al malherido general Tigretamil, llevaba las de ganar.
Cuando se reinició la batalla, la desventaja numérica desniveló de inmediato la balanza y las muchas bajas obligaron al Rajá Jalendry a retirarse con su ejército tras las murallas de la capital, Nalanda. El Rajputado de Pala no sólo había cedido el control sobre todos los fuertes de la región, sino que, tras casi dos meses de guerra, había perdido a más de 3.000 guerreros.

Pero la fortuna sonríe de forma caprichosa, y no siempre a quien más trata de ponerla de su lado.

Con pérdidas superiores a los 5.000 guerreros, el gran ejército combinado seguía sumando más de 30.000 soldados. Parecía evidente que el heredero Mowgli lograría vencer la resistencia de la capital de Pala, y con ello condenando la suerte de todo el Rajputado. Probablemente así habría sucedido, si el Príncipe Mowgli, Amado de Vishnu, no hubiera caído de su caballo al final del segundo mes de luchas rompiéndose el cuello y muriendo en el acto.
 
Aunque nadie en la corte lo sospechaba, lo cierto era que el General Manjula llevaba largo tiempo conspirando contra el Rajá Rajendra III. Hastiado de simular en sociedad que las excentricidades del viejo no eran sino maniobras orquestadas para desconcertar a los posibles enemigos, y tras haber sufrido de las órdenes extrañas del Tocado por los Dioses en más de una ocasión, Manjula había decidido que por su parte ya había tenido suficiente. A espaldas de los nobles, y dando la razón de un modo extraño al previsor príncipe Mowgli, Manjula había aprovechado la ocasión regalada por el propio Rajendra III al ponerlo al mando de los ejércitos junto al general Tigretamil para ganarlo para su causa de modo incondicional; no sólo Tigretamil, sino también la mayor parte de la plana mayor del ejército se mostraba cercana al General Manjula. Y su previsión no acababa allí, sino que hasta había cruzado cartas con líderes de naciones cercanas con el fin de solicitar ayuda para cuando decidiera alzarse en armas contra Rajendra III. Aunque no había recibido respuestas, lo cierto es que tampoco esperaba el ambicioso General que la ocasión propicia estaba aguardándolo a la vuelta de la esquina.

Cuando Mowgli asumió el mando de los ejércitos, Manjula permaneció fiel y en silencio, decidido a finalizar la campaña contra Pala antes de dar su golpe. Manjula había entrevisto la posibilidad de controlar un inmenso ejército cuando recibió las órdenes del Rajá en las que se otorgaba el mando de los diversos contingentes a él y a su fiel amigo el general Tigretamil, a quien pensaba convertirlo en Príncipe de su nuevo Rajputado si su plan conjunto triunfaba; pero el sueño se desvaneció en cuanto el Heredero rompió los despachos del Rajá como todo el mundo cuerdo confiaba que haría. Manjula tendría que esperar.

Pero no esperó demasiado, ya que la muerte de Mowgli cambió el escenario de forma radical. Durante los meses siguientes a la caída de la región de Chalendra, tiempo en que los oficiales trataban de reagrupar a sus tropas, Manjula trabajó intensamente tratando de convencer a los generales y nobles de Pawar y Kakatiya para que se unieran a su causa. El Rey Danjedhana de Pawar prometió no entrometerse, pero el Rajá Bathalapalli de Kakatiya y su hijo Kaketilon trataron de advertir a Rajendra de la terrible traición de Manjula y Tigretamil.
Manjula los descubrió tratando de escapar del campamento, y tras capturarlos ordenó encerrar al Príncipe Kaketilon una vez obligado a ver cómo el General degollaba con sus propias manos al Rajá Bathalapalli. El Gobernador de Chela, el noble Anantapurna, viendo la enorme fuerza de Manjula sobre el ejército y sus oficiales, y la gran determinación del propio General, decidió unirse a él de forma incondicional. Todos los oficiales y nobles de Kakatiya que no mostraron su inmediata lealtad al General Manjula, fueron ejecutados en aquellos días.

Finalmente, y para sorpresa inmensa de las tropas de Pala que se hacinaban tras las murallas de la capital, el General Manjula abandonó al mando de casi todos los ejércitos de Chola la provincia de Chandela que ya había sido reducida, con un objetivo claro en su mente: la misma capital de Chola, Tanjore.
Pero aunque mantenía bajo sus órdenes a prácticamente todos los hombres y oficiales, Manjula no pudo evitar que las noticias de su traición llegaran a la corte gracias a que el Príncipe Apu estaba ya cerca de la costa de Nadavaria esperando a entrar en acción en la siguiente parte del fallido plan de conquista de Rajendra III.

En Junio de 1092, viendo que los ejércitos de Chola se habían ido de forma definitiva,  el Rajá Jalendry de Pala recuperó Chandela, aunque sin atreverse a emprender una campaña hasta la perdida Nadavaria, pues aún desconocía la situación exacta del enemigo ni los motivos de sus súbitos cambios de planes. Dicen los cronistas que con aquella precaución perdió una buena oportunidad de recomponer su reino, y tal vez hasta algo más. Sólo los Vedas lo saben.

Así pues, en Mayo de 1092 el General Manjula ya controlaba sin resquicios Nadavaria y Nadapala, y se dirigía hacia la región de Kalinga. Rajendra III el Tocado por los Dioses, apenas podía hacer nada más que rezar pues apenas tenía ya algún ejército a sus órdenes. En Marzo de 1093 Manjula y sus hombres habían ocupado ya las regiones de Kalinga y Vengi, así como las ciudades de Bandar y Chalendry.

En Junio de 1093 Manjula tomó la región de Madurai, y en Julio del mismo año se rindió la ciudad portuaria de Mamallapuram. Por fin, en Agosto entró en la misma región de Chola, y en Septiembre comenzó el combate contra los defensores dirigidos por el Príncipe Apu.
En Chola apenas había unos pocos fuertes y sus guarniciones, en tanto que el ejército completo de Manjula, más las tropas del Señor de Chela, sumaban cerca de 25.000 soldados. En los combates subsiguientes, el General Manjula no perdió ni medio millar de guerreros; a cambio, el Príncipe Apu estuvo a punto de morir, y a duras penas logró replegarse tras las altas murallas de la capital, Tanjore.

La región de Chola fue ocupada totalmente en Marzo de 1094, y en Abril comenzó el asedio definitivo de Tanjore.
Aunque el ejército de Manjula era terriblemente superior al del Rajá Rajendra III, lo cierto es que tras casi tres meses de ataques las bajas se multiplicaban entre las fuerzas del General en tanto las murallas resistían al parecer sin demasiados problemas. Con el respaldo de los soldados y marinos de la flota de Chola, y los recursos ilimitados de que disponía la ciudad al poder aprovisionarse por mar, parecía evidente que el asedio se debería prolongar durante años antes de que la ciudad se rindiera por agotamiento. A finales de Junio del año 1094, el Rajá Rajendra III fue herido de gravedad durante uno de los ataques más furibundos realizados por parte del General Manjula y sus hombres, y fue substituido al mando de las fuerzas defensoras por el Príncipe Apu.

Pero los ataques cesaron.

En Julio de 1094, el General Manjula se replegó con sus hombres con el fin de reagruparse en territorio controlado antes del invierno. En el campamento del que había sido el ejército de Chola, Manjula decretó la creación del nuevo Rajputado de Vengi, de donde era originario el propio General, proclamándose acto seguido gran Marajá de Vengi y Amado de Brahma. Tras casar a su hija de 17 años con el General Tigretamil –y nombrar a éste Príncipe, como había prometido– Vadana, hijo del nuevo Marajá, fue designado heredero al trono. Entre tanto, tras las murallas de Tanjore, el malherido Rajá Rajendra III designó al Príncipe Apu como su nuevo heredero, y nombró Príncipe al joven hijo del héroe Mowgli.

Se avecinaban días oscuros para el antaño poderoso Reino de Chola. Y Rajendra III, el Tocado por los Dioses, estaba condenado a verlos llegar.
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« Respuesta #22 en: 06 de Agosto de 2006, 04:11:23 pm »
El Final del Camino
Después de casi quince años en compañía del viento, la sal del mar y su amada nave, "El Camino", el llamado Príncipe Pirata cordobés Abd'al'Kahil miraba con ojos llorosos desde el castillo de proa de la nave Bizantina cómo su barco birreme se consumía devorado por las llamas. Una bola de fuego había logrado atinar contra la vela del Mayor cuando sus hombres estaban ya arriándola para preparar la nave para el combate contra la flota enemiga, y el fuego se había extendido demasiado rápidamente. Ahora, casi tres horas después, los colores azul y rojo del barco apenas se veían más allá del fuego, que tras carbonizar el tinte estaba haciendo lo propio con la madera.
Después de casi quince años de aventuras, un general bizantino de poca importancia había logrado detener su caminar sobre las aguas. Con apenas cincuenta barcos, aquel Héctor Iakus, quien jamás había ostentado mando en una flota hasta entonces, hacía moverse a sus barcos como verdaderas anguilas. Lo que no pudo conseguir Venecia con su gran flota, o las otras pequeñas flotas de caza o persecución que lo habían seguido en uno u otro momento, lo había hecho el General Iakus mostrando una gran agilidad mental: cuando todo el mundo esperaba que Abd'al'Kahil y sus piratas asolaran los transportes en el Golfo de Lyons, el Príncipe Pirata ordenó a principios del año 1090 el traslado a aguas más tranquilas en el Jónico. La causa de su precipitada mudanza era la maldita guerra desatada en Borgoña excusada por absurdas discrepancias religiosas que no se creía nadie: el Papa de Roma reaccionó advirtiendo al mundo de que iba a decretar un interdicto sobre los territorios Borgoñones, de modo que el volumen de comercio marítimo se reduciría mucho a poco que los católicos hicieran caso a su líder espiritual. Además, se rumoreaba que anciano Papa había decidido romper las relaciones comerciales del Pontificado Católico con Córdoba, líneas que pasaban en su integridad por el Golfo de Lyons. Y por si fuera poco, no sólo los barcos de transporte iban a desaparecer de la zona durante un tiempo, sino que iban a ser substituidos casi con toda seguridad por la flota de guerra Veneciana, la cuál sin duda sería la encargada de bloquear los puertos de Marsella. La había eludido con habilidad en el pasado, pero no pensaba tentar la suerte dos veces.

Cuando llegó con su flota pirata a las aguas del Jónico, todo un horizonte de pillajes maravillosos se abrió a sus ojos; por aquellas aguas transitaban barcos repletos de mercancías provenientes de las naciones más ricas del mediterráneo: sus parientes, los barcos del Hâjib de Córdoba, pero también los Bizantinos, los Fatimís o los Venecianos y los del Pontificado Romano. Difícilmente nadie trataría de obstaculizar sus ataques de forma efectiva durante un tiempo, ya que los Venecianos estarían en la zona de Lyons, los Cordobeses vigilando su estrecho, como siempre, y los Fatimís y Bizantinos vigilando sus culos respectivamente. Dudaba mucho que el Papa dispusiera de una flota de guerra, y de tenerla seguro que la habría enviado también a Lyons. Así que el Jónico sería durante unos pocos años todo suyo. El Jónico y sus barcos.
Pero el General Iakus lo había seguido, acorralado en dos ocasiones y detenido al fin aprovechando una fuerte tormenta y el mayor calado y peso de sus barcos ante las aguas agitadas y el viento irregular. Y todo había acabado para el Príncipe Pirata y su flota.

Un hombre le gritaba algo a sus espaldas en griego, un idioma que Abd'al'Kahil había aprendido a amar a lo largo de sus aventuras gracias a sus hombres llegados de Bizancio; pero por más que lo comprendiera, el Príncipe Pirata no lo escuchaba y seguía rígido viendo el final del barco. El final del "Camino".
Después de más gritos, cada vez más cercanos, el Príncipe sintió un fuerte golpe cerca de la nuca. El hombre que lo mantenía vigilado en tanto lo obligaban a ver arder al barco insignia de su destruida flota pirata casi lo había descalabrado con aquel porrazo propinado con el pomo de bronce de su espada. Abd'al'Kahil se volvió dolorido hacia el oficial Bizantino y lo insultó con suavidad en árabe, diciéndole con una sonrisa de qué horrible mal había de morirse. El hombre, un mando menor en la escala de rangos bizantina, sonrió a su vez mostrando una boca llena de huecos.

–¿Te gusta ver cómo se quema tu puto barco? –dijo en griego.
–No –respondió el Príncipe Pirata con franqueza–. Esa nave era parte de mí.
–No te preocupes por eso, infiel. En Constantinopla te unirás a ella para toda la eternidad. Te lo juro por Dios nuestro Señor.

Abd'al'Kahil cabeceó levemente y se volvió de nuevo en dirección al "Camino". La proa se había inclinado ya hacia delante, hundiéndose en el mar, y sólo la alta flotabilidad y la gran capacidad marinera del barco impedían que se precipitase hacia las profundidades por completo.

–No debieras jurar por Allah –dijo después con la voz ronca por la emoción–. No es inteligente apelar al Señor del Universo en vano.
« Última modificación: 06 de Agosto de 2006, 04:20:52 pm por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #23 en: 06 de Agosto de 2006, 04:17:34 pm »
Rajputado de Assam
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Harhapala, Gran Rajá de Assam, el Querido de los Vedas.
Diplomacia:

Tras años de aparente inactividad, en los que el rajputado se limitó a seguir hacia delante en silencio y sin inversiones de importancia en ningún campo, el Rajá Harshapala había acumulado en el tesoro una enorme cantidad de recursos. Y un día de enero de 1090, Harshapala entró de nuevo en el gran salón del trono de Tamaralpiti y proclamó para sorpresa de todos que había decidido dedicarse de nuevo a dirigir Assam. Y a fe, según cuentan los cronistas de aquellos días del final del siglo XI, que lo hizo a conciencia.

El Rajá siempre había dado especial importancia a los asuntos militares y en consecuencia el ejército del rajputado era inmenso, aunque compuesto en su mayor parte por unidades inexpertas que apenas sí sabían blandir sus cortas y estrechas espadas con un algo de aire marcial. Así pues, en su regreso a la actividad el Rajá devolvió sus atenciones a aquello que lo había mantenido ocupado en el pasado, aumentando y reforzando con enormes inversiones las ya de por sí fuertes defensas del rajputado. Con el fin de afinar el deteriorado estado del gran ejército de Assam, el General Tahudi fue nombrado "Gran Instructor Jefe Adorado por Vishnu", y destinado a los cuarteles estables de la región de Palas donde pasó cinco largos años repartiendo azotes y exigiendo eficiencia a aquellos jóvenes paletos para lograr que combatieran a su debido tiempo como una unidad militar, y no como la banda de bravucones en la que estaban hechos. Le habían dado un título más bien grandilocuente... pero los desventurados reclutas aprendieron pronto que no era buena idea enfadar al "Gran Instructor Jefe Adorado por Vishnu" pues poseía un no menos grandilocuente y pésimo sentido del humor.
A finales del 1094, muchos de aquellos jóvenes habían regresado a casa absolutamente desengañados de la vida militar a causa de las muchas privaciones a que fueron expuestos merced a las atenciones del General Tahudi; pero aquellos que permanecieron en el ejército se habían convertido en soldados de pleno derecho.
Las unidades de infantería ligera, que eran muchas, fueron además reequipadas gracias al oro enviado por el Rajá Harshapala y a las adquisiciones –supervisadas por el General Brupta– de materiales y artesanos del metal y el cuero.

En el aspecto civil, el retorno a la vida administrativa del Rajá trajo como primera noticias relevante la elaboración del censo, tanto tiempo aplazada, que permitiría a los recaudadores operar con mayor efectividad. Tanto el Príncipe Heredero Yabedra, como su hermano Jiduri, se dieron a ello con alegría al ver que el país se movía de nuevo.
Además de diversas inversiones en varias materias de la administración, se realizaron mejoras en las infraestructuras de la región central del rajputado, la fértil Pala. Aquel lustro finalizó con una doble alegría: en primer lugar, la fundación de la hermosa ciudad de Ringut en la región de Assam, bañada por las ricas aguas sagradas del Brahmaputra. Y con gran sorpresa por parte del Rajá y su corte se recibieron las noticias de la formación de un nuevo centro de Comercio en la región de Gaur, al parecer foco espontáneo de diversas ferias de ganado que convergieron al tiempo en las cercanías de la ciudad de Tamaralipti en el año 1091. Con el tiempo, aquellas ferias se unieron en una sola y trajeron consigo la aparición de más y más mercaderes, artesanos y comerciantes, quienes aprovechaban la gran afluencia de clientes potenciales para montar sus negocios en los meses en los que la feria de ganado se instalaba en la zona. Tamaralipti creció muchísimo en dos años, ampliando sus estructuras e infraestructuras básicas para dar cobijo a los nuevos comerciantes y a los enormes rebaños en los nuevos establos, y a finales de 1094 casi había doblado su tamaño.

« Última modificación: 11 de Agosto de 2006, 08:56:12 am por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #24 en: 06 de Agosto de 2006, 04:19:17 pm »
Reino del Tibet
(Budismo Bárbaro Nación Abierta)
Ughar, Rey del Tibet
Diplomacia:

Fue una gran suerte que el lejano Emir de Bagdad y el siempre temido Gran Sultán de los turcos fijaran sus atenciones en el Emirato de Persia. Una suerte para el Rey Ughar, que no para los desventurados habitantes del recientemente desvencijado Emirato: a principios de 1090, de forma inesperada, comenzaron a llegar refugiados persas a las fronteras de Himachal. En un principio, Ughar sonrió al recibir las noticias y al saber que ya se  esclavizado a aquellos refugiados, como no podía ser de otra forma. Pero cuando se le informó de que gran parte de ellos habían formado parte de la oficialía militar del cuerpo de Infantería de Isfahan, pasó de sonreír a frotarse sin recato las manos.

Tras liberarlos con grandes muestras de aflicción (todo se había debido a un error, señores oficiales de infantería. Un lamentable error...), los sorprendidos ex-soldados persas se vieron de la noche a la mañana dentro de los cuarteles de invierno tibetanos, enfundados en unas toscas armaduras de cuero e impartiendo órdenes y dictando estrategias básicas a otros persas que poseían el don de interpretar y dibujar los sonidos (y que no habían sido liberados por Ughar). Merced al concurso de aquellos hombres, los conocimientos y recursos estratégicos y tácticos del Reino del Tibet mejoraron sustancialmente. El Buda guardase por muchos años la salud del Emir de Bagdad y del Sultán de los turcos. Y al Reino del Tibet de recibir sus atenciones.

Además de la sorpresa recibida en forma de oficiales persas, el Rey ordenó al fin la elaboración de un censo que le permitiera exprimir como ordena el Buda a la avariciosa población, demasiado propensa a esconder para sí los contados excedentes de la escasa producción agraria y ganadera de la nación. Entre los esperados nuevos ingresos que el censo traería a los sacos del tesoro, y los envíos de alimentos recibidos desde Uttar-Pradesh y Tarain (regalo de sus dirigentes con el fin de mantener contento y tranquilo al Rey Ughar), y los animales y cereales comprados a Rajput, los recursos del Tibet serían al fin suficientes como para permitir el crecimiento de la nación y de su fuerza.

Tras recibir confirmación de que el censo había sido finalizado con éxito, y con el fin de celebrarlo a lo grande, el Rey lanzó un ataque de saqueo sobre la región de Sahis, perteneciente al Rajputado de Punjab. Para desgracia del Rey, el Rajá de Punjab había enviado recientemente tropas a la región y su ejército de saqueo fue interceptado poco después de poner pie en Sahis. Punjab apenas contaba en la región con unos 2000 soldados de infantería, además de numerosos fuertes y atalayas de vigilancia, en tanto el Rey Ughar había marchado a la guerra con cerca de 5000 guerreros. Pese a la importante superioridad numérica el ejército de Ughar no estaba especialmente organizado (ya que apenas entrados en la región los hombres se habían lanzado al saqueo desaforado y sin control), de modo que poco después de recibir los primeros ataques por parte de los soldados de Punjab el Rey ordenó la retirada, tras perder casi 1000 hombres entre unas cosas y otras y eliminar a un escaso centenar de defensores.

El Rey, lejos de dejarse llevar por la desesperación o el pesimismo, avanzó con su ejército hacia el Este, donde logró saquear con gran éxito las regiones de Maghada, perteneciente al Rajputado de Pala, y de Gtsang, hasta entonces neutral. En Maghada hubo de controlar a los hombres para que cesaran en sus labores de saqueo y expropiación desatada antes de acabar con todos los recursos: había escuchado el Rey noticias que hablaban de grandes ejércitos en movimiento sobre el territorio del pequeño Rajputado, y Ughar era de los que pensaban que no había que meterse en medio de guerras ajenas (ver NF de Chola).

Una vez de regreso tuvo que escuchar a unos lacayos aterrados informándolo de cómo su hijo había sido capturado por la milicia de la región de Sikkim. El Príncipe Heredero Urghen se encontraba en Sikkim tratando de alcanzar acuerdos de cooperación que unieran a la región al reino del Tibet, pero algo fuera de tono debió decir, alguna sensibilidad debió herir... pues el caso es que lo apresaron y lo encerraron en una mazmorra sin luz ni apenas aire, aunque sí convenientemente húmeda y repleta de ratas de hermoso tamaño.

Cuando Ughar fue informado entró en cólera. Sin pensar en las posibles repercusiones que podría acarrearle el enviar de nuevo a la guerra a su ejército, quien se hallaba deseoso de emborracharse con los frutos cosechados en los saqueos, partió de inmediato hacia Sikkim encontrando la región en pie de guerra. En 1093, una vez dentro de la zona, el Rey no paró hasta reducir su resistencia por completo, liberando a su hijo y ejecutando en represalia a un hombre de cada tres que encontraba por su camino, armado o no, joven o viejo. Años después se hablaba en el Tibet y en los reinos cercanos de la gran cantidad de viudas de buen ver que dejaron en Sikkim las labores diplomáticas fallidas del Príncipe Urghen.

Como gran nota trágica de aquellos años en el Reino del Tibet se recuerda el final del muy pragmático Lord Khotan, Señor del Khotan, quien había partido hacia el norte para lanzar con su ejército saqueos contra las regiones de Tien Shan y Wusu. En sus planes estaba el proseguir con su campaña de saqueos por muchas más regiones, pero lo cierto es que su pragmatismo no lo curaría nunca de su notoriamente baja capacidad como líder de tropas: en Tien Shan fue derrotado de tal forma que a duras penas logró escapar de la región ileso; pero en Wusu no sólo perdió las batallas, sino que con ellas se fue su propia vida.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #25 en: 06 de Agosto de 2006, 04:22:18 pm »
Imperio Bizantino
(Ortodoxia Oriental Civilizado Nación Abierta)
Esteban, Emperador de Bizancio, Defensor de la Fe, Protector de la Ortodoxia Cristiana.
Diplomacia:

"Bajo la luz de aquel amanecer rojizo, el General Romano Tarconiata contemplaba en silencio las velas recortadas en el horizonte de la gran flota Fatimí que había sido avistada el atardecer anterior. Casi ochenta barcos, la mayor parte de ligera construcción y ágil maniobrar; demasiados para una flota de patrulla, quizá, aunque la suya propia fuese aún más poderosa en número y calado. A su lado, el Capitán del trirreme insignia Ianus Gorko asentía cabeceando mientras golpeaba con suavidad la balaustrada del castillo de Popa con la punta de su daga.

–No sé, General. La verdad es que no lo sé... –dijo Ianus Gorko al fin–. Son muchos, pero no sabría decir si es una flota de invasión, una flota de apoyo o una simple flota de patrulla.
–Sí. Parece una flota de Patrulla –reconoció el General Tarconiata–. Pero están demasiado cerca de nuestras costas, y es justo lo que el Emperador Esteban, el Señor lo guarde por muchos años, había advertido que podía suceder. Los rumores que hablan acerca de una invasión Fatimí son más que numerosos.
–Numerosos, pero rumores. Los rumores no pesan. Se los lleva el viento –dijo Ianus agitando las manos.
–Los rumores no pesarán... –el General Tarconiata miró a su interlocutor, mientras señalaba con el dedo índice de la mano izquierda en dirección a la flota fatimí–. Pero esos barcos sí que pesan. Y yo diría que no parecen naves de transporte.
Ianus Gorko se alzó de hombros.
–Naves de transporte no son. Así pues, ¿doy la orden de ataque?
–Mejor hoy que mañana –dijo con voz helada Romano Tarconiata devolviendo su atención al frente–. Y mejor ahora que después."

Enormes obras civiles dieron inicio a aquella última década del siglo XI de la Era Cristiana. Además de la ampliación de la ciudad de Patras y el levantamiento del círculo amurallado alrededor de Adrianopolis, las fuertes inversiones realizadas en los órganos de control de las provincias lejanas permitirían al Emperador gobernar con mayor facilidad y muchas menos trabas los límites del imperio. Se mejoraron igualmente las dotaciones y embarcaciones de la conexión tierra-mar entre las cercanas regiones de Tracia y Bithnia, con el fin de multiplicar la eficiencia de las comunicaciones y transportes entre las dos mitades de Bizancio.

Pero lo que habría de recordarse de aquellos años no serían las obras civiles, sino el enorme esfuerzo militar realizado y los muchos frentes de actuación de los generales y príncipes del Imperio en tan lejanos lugares del mundo. El Príncipe Juan de la Tracia viajó hasta Abasigia con su ejército de Caballería, poniéndose allí a las órdenes del Príncipe Miguel, General de la Therma de Bucelarios. Tras las tropas del Príncipe Miguel, quedó el general Ivan Ducas vigilando desde Abasigia a posibles movimientos imprevistos de la horda, aunque el General murió de fiebres en Septiembre de 1092. Desde allí el contingente partió hasta Alan, desde donde esperaron pacientemente la llegada del ejército de Bagdad. El Emir Umar, haciendo gala de su afamada sabiduría y su enorme objetividad, se situó en el rango de mandos bajo la batuta de Miguel a sabiendas de que el General de Bucelarios era un líder de tropas mucho más eficiente que él mismo. El contingente completo, compuesto por mas de 20.000 soldados, todos de caballería, viajó hasta Bolgar a la búsqueda de la horda de Saraba, la cuál logró esquivar al ejército conjunto gracias a la prudencia del Khan Tukeban. Cuando los hombres de Bizancio y Bagdad llegaron a Bolgar ocuparon la región sin apenas bajas (ya que la mayor parte de los guerreros de Bolgar estaban con Tukeban). Y desde el mismo momento en que se hicieron con el control efectivo de la región, dio comienzo la operación que habría de acabar con la importancia de Bolgar como lugar de encuentro de emigrantes y necesitados, y fuente constante de alimento para la peligrosa horda de Saraba.
El genocidio sistemático de todos los guerreros, y luego hombres de mediana edad, y luego ancianos y luego niños, finalizaría cuando hasta las mujeres fueran exterminadas dando con ello ejemplo a todos los pueblos esteparios. Tomaría su tiempo eliminar a todos los habitantes de la región, pero ambos líderes consideraban que sería un tiempo bien empleado.
Cuando el Emir Umar murió a finales de 1093 su ejército inició el largo regreso a casa, llegando hasta Alan. Pese a no tener un líder claro los hombres de Bagdad no se revelaron, probablemente porque sabían a ciencia cierta que no habrían de estar mejor en ningún otro lugar del mundo que en las hermosas tierras del emirato de Bagdad.


Aquel año del Señor de 1092, a mucha distancia hacia el sur, en el lejano mar Jónico, la mayor de las flotas Imperiales patrullaba en labores de vigilancia por todos los mares de la zona de influencia del Imperio. A las órdenes del gran General Romano Tarconiata, héroe en la guerra civil contra Crisefio Petrión, la flota compuesta por más de 100 barcos de guerra, casi todos de gran calado, moderna construcción y pesado armamento, se mantenía alerta a posibles movimientos hostiles siguiendo las directrices marcadas por el Emperador Esteban, quien temía un ataque de su ancestral enemigo Fatimí aprovechando la presencia de la Horda de Saraba y el desplazamiento de parte de los ejércitos de Bizancio hacia el norte para enfrentarla.
A finales de año, la vanguardia ligera de la Flota del General Tarconiata avistó una flota de guerra Fatimí llegada de Alexandría que entraba en el Golfo de Chipre, con la intención de vigilar la zona del mismo modo en que lo hacían los Bizantinos y probablemente con la misma prevención. Los Fatimís contaban con menos de 80 barcos, más ligeros y maniobrables y de gran calidad marinera, aunque netamente inferiores en el aspecto ofensivo, y eran dirigidos por el Capitán de Flota Saqr Anwar.

No era la primera vez que una flota Bizantina se cruzaba con una Fatimí en aquellas aguas después de la guerra que ambas naciones mantuvieron muchas décadas atrás. Acostumbraban a observarse desde lo lejos, en la prudente distancia, admirando el número o la calidad de los barcos enemigos y lanzándose algunos insultos que el viento se encargaba de llevar al otro lado, para después marchar cada uno por su lado sin mayores implicaciones. En unas ocasiones eran los musulmanes quienes poseían una fuerza de combate superior, en otras los Bizantinos; pero siempre el balance era demasiado parejo como para que pudiera desatarse una batalla inesperada.

Pero en aquel momento la situación era diferente. Atendiendo a los temores del Emperador Esteban el General Tarconiata valoró la presencia de aquella flota Fatimí, así como su gran número de barcos y la probabilidad de que se tratara de una fuerza de invasión. Aislado del corazón del Imperio, sin saber cómo iba la campaña de castigo contra las estepas que alimentaban a la Horda de Saraba ni si la flota infiel formaba parte de un contingente mayor, Romano Tarconiata tomó una decisión.

El dieciocho de Diciembre del Año del Señor de 1092 la gran flota bizantina se lanzó contra el enemigo. El Capitán de Flota Saqr Anwar dudó durante un largo tiempo de cuáles eran las intenciones de los bizantinos que se acercaban en línea y de frente en aparente formación de ataque, ya que no había mediado provocación por su parte y sus verdaderas intenciones eran las de patrullar la zona como siempre hacían, incluyendo entre sus órdenes las de proteger el mar de Chipre de la posible aparición del ya famoso Pirata Cordobés. Pero cuando los Bizantinos estaban a pocos centenares de metros, Saqr Anwar reaccionó y ordenó la huida inmediata con el fin de poder disponer una mejor formación defensiva, habida cuenta que la flota enemiga era superior tanto en número como en calidad de los barcos. Lamentablemente para el Capitán Anwar, ya era tarde.

Los combates se prolongaron durante casi dos semanas completas, en las que barcos ardiendo iluminaban como enormes faros las noches con luna y hombres destripados se ahogaban en el mar al caer al agua helada sin auxilio posible. En la mañana del tres de Enero del Año del Señor de 1093, los últimos ocho barcos Fatimís se rindieron al General Tarconiata, quien había sido herido durante la primera semana de combates al caer la parte superior del palo mayor sobre él y su guardia. El Capitán de Flota Saqr Anwar había muerto tres días antes de la rendición, cuando su barco insignia se hundió con enorme rapidez al ser atravesado su casco por una bola de hierro lanzada por error en el fuego cruzado por un barco Fatimí.
Todos los barcos de la flota Fatimí habían sido hundidos o quemados, salvo los ocho que se rindieron aquella fría mañana y los más de diez capturados en los días previos. Aquellos que intentaron huir fueron cazados y hundidos sin piedad, y ni uno solo logró regresar al puerto de Alexandría. Por parte de Bizancio, las pérdidas una vez reparadas las naves fueron insignificantes.

Tras aquella victoria absoluta, Romano Tarconiata ordenó virar de inmediato la flota en dirección a Malta. Según informes del servicio de inteligencia bizantino, los Fatimís habían enviado religiosos durante años a la isla con el fin de convertir a la escasa población ortodoxa al Islam. Hasta el momento, los éxitos habían sido menores; pero el Emperador no deseaba que la tendencia variara, de modo que había ordenado el inicio de una larga campaña de apoyos económicos y en forma de equipamiento y armas a los colonos ortodoxos para evitar las conversiones forzosas. La situación en Malta se había vuelto tan inestable que, finalmente, tras la llegada de nuevos misioneros islámicos, todo estalló como un melón al precipitarse sobre una roca: después de incidentes y combates urbanos la minoría ortodoxa se alzó en armas contra el Califato Fatimí logrando arrastrar a toda la isla hacia la rebelión (ver NF Califato Fatimí).
El General Tarconiata, advertido de la nueva situación en Malta, decidió realizar un auténtico desfile militar con su enorme flota alrededor de las costas de la isla, pasando a pocas millas de las playas y mostrando en lugar de honor las más de veinte naves capturadas a los fatimís como muestra de apoyo a los isleños y de advertencia a los musulmanes.

De forma casi simultánea, el General Héctor Iakus que había sido recientemente nombrado capitán de la flota de Nestor de Sardes, tomó sus órdenes y dirigió sus cincuenta naves a la búsqueda del Pirata Cordobés el Príncipe Abd'al'Kahil. Tras una rápida batida en el Golfo de Lyons, donde fue informado por los venecianos que asediaban el puerto de Marsella de la partida de la flota pirata hacia el sur, el general Iakus realizó una apuesta arriesgada y decidió marchar en persecución de Abd'al'Kahil hacia el mar Jónico: pensó que no había una zona del Mediterráneo más interesante para un pirata que aquel habitualmente tranquilo mar cruzado por las más ricas líneas comerciales de la zona.

Y acertó.

A finales del Año del Señor de 1093, tras una serie de persecuciones y pequeñas escaramuzas, la flota bizantina al fin pudo enfrentarse a la del pirata Abd'al'Kahil, aprovechando una inusual tormenta de gran fuerza que, por primera vez, puso a sus más pesados barcos en mejor situación en cuanto a maniobrabilidad igualando de paso la velocidad de ambas flotas. Y en aquellas circunstancias, la flota de Héctor Iakus era superior tanto en número como en la calidad de sus barcos.
Tras una corta batalla naval, el barco insignia del Príncipe Abd'al'Kahil fue hundido, junto al resto de la flota, y los piratas supervivientes encadenados a los remos con el fin de llevarlos a Constantinopla donde habrían de ser colgados o crucificados. El Príncipe Pirata fue encerrado en una bodega, pues el Emperador había dado órdenes expresas de mantenerlo con vida y a salvo hasta que llegara a Constantinopla.

Pero si Abd'al'Kahil tenía una razón por encima de cualquier otra para darse a la mar era que no soportaba el encierro que para él suponían las gruesas paredes de los palacios Cordobeses. Menos aún permitiría a nadie que lo enclaustrara en una sentina diminuta repleta de humedad y ratas, así que tras varios días de alaridos y golpes enloquecidos fue sacado de la bodega en una noche oscura y, a espaldas de Héctor Iakus y el resto de la oficialía, fue asesinado en cubierta a golpe de daga. Su cuerpo ensangrentado fue lanzado en algún lugar ignoto del Egeo, al encuentro de los dioses ancestrales de los mares a los que todos los marinos, cualesquiera sea su religión, respetan y rezan en secreto cuando las tormentas arrecian y los vientos amenazan al más grande de los barcos con la zozobra y la muerte.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #26 en: 10 de Agosto de 2006, 03:39:59 pm »
Reino Copto de Funj
(Cristianos Coptos Civilizado Nación Abierta).
Bartolomé I, Rey.
Diplomacia:

Aunque los primeros años de la última década del siglo XI iban a estar presididos por la paz y las continuas inversiones en el reino copto de Funj, lo cierto es que serían más recordados por las importantes campañas de reclutamiento para el ejército y el inicio de la construcción de una nueva flota en la ciudad costera de Debarwa, además de las acciones militares de castigo realizadas en la hasta entonces región de fe sunní de Danakil, con torturas y castigos públicos a figuras religiosas de importancia para lograr convencer a la población de que la única religión posible dentro del reino africano era la Copta. Tanto la campaña en Danakil, como la idéntica realizada en la ciudad costera de Kamey (también sunní), ambas dirigidas por el Príncipe Tomás, dieron excelentes resultados para los intereses de la corona logrando a finales del Año del Señor de 1094 la conversión de región y ciudad al Cristianismo Copto. Pese a todo, en el país se detectaba un malestar creciente surgido después de ambas campañas de conversiones: tras los problemas y encontronazos diplomáticos con el Califato Fatimí de los últimos años, hubo en la corte quien sugirió que tales acciones podrían ser tomadas como un desafío al Califa. Bartolomé I acalló las críticas señalando el enorme mapa del Reino situado tras el sillón del trono y diciendo: "Todo esto es Funj, y Funj debe ser todo él cristiano".

Además, fue en aquel tiempo cuando se fundó la ciudad de Kartoum, en la región interior de Axum.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #27 en: 10 de Agosto de 2006, 03:41:31 pm »
Emirato de Siria
(Islam Chií Civilizado Nación Abierta)
Sigu Ibn Yakub, Emir de Siria, Guardián de Jerusalem "La Tres Veces Santa"
Diplomacia: Siria (+11Yfc)

Fueron años muy tranquilos en los territorios del pequeño Emirato de Siria: sin enemigos, con las fronteras aseguradas y las buenas relaciones que mantenía el Emir Sigu Ibn Yakub tanto con el Califa de los Fatimís como con los representantes Bizantinos y Bagdadíes, y hasta con el Papa Severo III "El Peregrino", el emirato podía permitirse crecer sin demasiadas preocupaciones y destinando el dinero recaudado a realizar pequeñas inversiones.
Los ejércitos, descansados y bien aprovisionados, apenas realizaron algunas salidas de los cuarteles de verano e invierno para patrullar las fronteras en misiones defensivas, y los generales y nobles pudieron dedicar su tiempo a cazar y descansar a la espera de tiempos menos propicios.
La Princesa Maudia, hija del Emir, se desposó con el Príncipe Ahmed, Imam de la at-Tariqa de la Hermandad de Ismail, con lo que las relaciones entre la hermandad religiosa militar y el Emirato se afianzarían poderosamente.

Como único hecho reseñable en aquellos años en el ámbito diplomático, se habría de recordar el fuerte empeño realizado por Omán quien, con la ayuda de varios nobles, dedicó gran parte de su tiempo a mejorar el estado de relaciones del Emirato con la región de Siria, alcanzando excelentes resultados.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #28 en: 11 de Agosto de 2006, 08:48:30 am »
Reino de Bután
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Liu Woo, Rey de Bután
Diplomacia: Nanling (P)

Mientras el Rey Liu Woo dedicaba sus años a gobernar y supervisar personalmente todas las inversiones, el Príncipe Fen Lao había partido al mando del ejército en dirección a la región independiente de Nanling con la intención de conquistarla en nombre del Rey.

La campaña de Nanling fue todo un éxito; el excelente comportamiento del Príncipe al mando de sus unidades le hizo ganarse el respeto inmediato de la oficialía y de los hombres, y en cuanto se afianzó la situación y los líderes regionales aceptaron la nueva tutela del reino de Bután comenzaron a sonar los cantos de sirena en el campamento principal de las tropas: los oficiales, en representación del ejército, animaron al Príncipe a marchar contra la capital para usurpar el trono. Todo el ejército de la nación estaba a su mando, y le era leal por completo, de modo que una acción semejante sólo podría conducir al éxito absoluto. Pero Fen Lao no deseaba traicionar la confianza del Rey Liu Woo, y desoyó todas las insinuaciones permaneciendo fiel a su Rey.

Por el momento.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #29 en: 11 de Agosto de 2006, 08:51:07 am »
Reino de Albain
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Colum, Rey de los escoceses, Duque de Edimburgo.
Diplomacia:

Mientras Colum y sus hombres de confianza gobernaban y supervisaban la tanto tiempo postergada reconstrucción de Lothian, el Obispo Padraig, enviado del Papa, fue enviado a Londres con la misión de firmar un nuevo acuerdo de relaciones con la corona Inglesa que daría la independencia absoluta a Albain. Las buenas relaciones que Padraig mantenía con el Rey, tras tantos años en el pasado al servicio de la corona, facilitaron en extremo la consecución de sus objetivos y en Marzo del Año de nuestro Señor de 1092 Albain dejó de ser oficialmente vasalla de Inglaterra.
Tras aquel éxito, el religioso viajó hasta las Hébridas, donde comandó una larga campaña de conversiones y predicación en la región que dio algunos frutos entre la población.
Las fronteras permanecieron firmes y en paz, y la noticia de la muerte del Papa Severo III, quien tanto había hecho por el reino de Albain, fue recibida con dolor y misas de duelo por la población campesina y los nobles.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #30 en: 11 de Agosto de 2006, 08:52:32 am »
Secta Tendai
(Budismo Shinto Civilizado Orden Religioso-Militar)
Sohei Saicho, Señor de los Tendai
Diplomacia: Kanto (OH), Shimane (OH), Yamaguchi (OH).

El famoso monje Saicho, uno de los Sohei legendarios y el más conocido en las islas, pasó cinco largos años trabajando a lo largo y ancho del territorio del Japón para alcanzar acuerdos de cooperación económica y aportaciones por parte de los nobles locales y los campesinos para poder costear el crecimiento de la Secta.
Aunque en la provincia isleña de Shikoku no logró convencer a los líderes locales de la importancia de su cooperación para la mayor prosperidad de la región, sí alcanzó acuerdos con los representantes de Kanto, Shimane y Yamaguchi –acuerdos que incluían la protección de los nobles y comerciantes en los caminos por parte de los Sohei–, y cuarteles de entrenamiento y de vigilancia se levantaron en todas aquellas regiones. Por contra, también los nobles de Shikoku rechazaron la presencia de los Tendai, a quienes tenían por vulgares agitadores.

A finales del año 1094 la Secta había crecido moderadamente y sus monjes guerreros se habían convertido ya en una presencia familiar en las islas del Japón.
« Última modificación: 11 de Agosto de 2006, 11:05:59 am por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #31 en: 11 de Agosto de 2006, 08:54:02 am »
Imperio del Japón
(Shintoismo Civilizado Nación Abierta)
Shirakawa, Emperador del Japón
Diplomacia: Nigata (F), Kanto (F), Akita (-4Yfc), Yamaguchi (F).

Fueron años tranquilos bajo el Sol del Emperador Shirakawa en los que todas las estructuras del imperio se permitieron crecer con moderado éxito mejorando las expectativas de futuro para el Japón.

Además de las muchas inversiones en diferentes campos, se acabaron las grandes obras civiles que dieron como consecuencia la reconstrucción de Nigata como nueva región apta para los cultivos. Para el Emperador Shirakawa, éxitos como aquél eran los que, pese a no sonar con estrépito en los mentideros de la corte, en el tiempo eran los que mejoraban tangiblemente las expectativas para el horizonte de un reino. Aprovechando la finalización de las obras en Nigata, Taira no Kiyomori concertó una larga serie de reuniones con los representantes locales que dieron fruto cuando se convenció a los habitantes y nobles de la región para que estrechasen aún más sus relaciones con el Imperio.

Otro de los grandes éxitos personales del Emperador Shirakawa fue la consecución de otro sueño de su padre, el gran Vaya-Shanjo: tras años de trabajos de preparación, en los que se fijaron los límites de las competencias que la nueva estructura había de asumir y se adquirieron terrenos y edificios que permitieran un crecimiento rápido, el Emperador decretó que el control del desarrollo de la religión Budista Shintoista, la definición de sus cultos y las puestas al día futuras, pasaría a partir de aquel momento a las manos de los monjes que la habrían de dirigir hacia la prosperidad. Aunque no se negaba la divinidad del Emperador, ni su preeminencia en el liderazgo del shintoismo, al mando absoluto de la nueva estructura religiosa situó a la Suma Sacerdotisa Akikonomu, quien habría de ser protegida de todo mal por el joven Príncipe Takeda, quien siempre se destacó por su gran don de gentes y un innegable carisma que le abría hasta las más recias puertas. La Suma Sacerdotisa Akikonomu se convirtió en la primera dirigente de la iglesia Budista Shintoista del Japón.


La primera consecuencia que dejó la creación de la nueva iglesia fue el nombramiento como nuevo Príncipe del Imperio del Japón del Señor de Kanto, en substitución del joven Takeda. De forma inmediata, la noticia causó una oleada de simpatías hacia el Emperador Shirakawa desde la región de Kanto, quien se integró de facto en el corpus del Imperio a finales del año 1093.

Las dos últimas noticias reseñables de aquellos años fueron de marcado carácter diplomático, y tuvieron un carácter agridulce.
El Emperador hacía tiempo que había perdido la confianza en Ky?goku dono, el Kampaku, Fujiwara no Morozane, a quien se le tenía por un hombre notablemente torpe que había ido empeorando relaciones y estropeando acuerdos desde que su inocente caminar desprovisto de toda suerte diera inicio en tierras del Japón. Pero la falta de confianza y los fracasos continuados habían dado como consecuencia que la influencia del importante clan de los Fujiwara disminuyera mucho en la corte, y teniendo en cuenta las grandes riquezas que aportaba el clan a la Corona y el elevado sentido del honor de todos los grandes clanes, no podía traer en el futuro nada bueno. Si Fujiwara no Morozane no tenía a bien morirse, el Emperador se esforzaría por facilitarle el trabajo en una nueva misión diplomática, a sabiendas de que si volvía a fracasar nada ya más podría hacer por el inútil líder de los Fujiwara ni en favor del honor del Clan.

Así pues, el noble fue destinado una vez más a comandar las conversaciones y relaciones con los líderes locales de Yamaguchi. Sus torpes esfuerzos de años pasados casi lo habían llevado a una muerte precipitada, y cuando los nobles de Yamaguchi conocieron la noticia de que Fujiwara no Morozane era de nuevo el enviado del Emperador comenzaron a pensar que un tuerto malintencionado había mirado a su región.
Pero en aquella ocasión, todo fue diferente.
Sin que el líder de los Fujiwara se percatase del hecho, los movimientos subterráneos en la región por parte de los agentes del Emperador fueron intensos y constantes durante aquel tiempo en la región de Yamaguchi. Esta vez, los regalos y sobornos fueron acertados y llegaron a quienes debían llegar; se apresó a los más recalcitrantes opositores de la figura de Fujiwara y se ejecutó a quienes estaban decididos a descabezarlo por el bien del todo el Imperio. Se adquirieron palanquines lujosos y se financiaron representaciones teatrales por toda la región que ensalzaban la figura del enviado del Emperador, y hasta dos de los legendarios monjes guerreros Sohei fueron destinados a su protección y compañía, despertando admiración por Fujiwara Morazane con su sola presencia silenciosa e imperturbable. Aunque el golpe definitivo al espíritu de la región lo dio el Príncipe Heredero Kaguyo, quien recorrió la región con su séquito a la búsqueda de una esposa que habría de acompañarlo en el futuro como emperatriz; si bien la presencia en la región del Heredero Imperial no parecía tener relación con las labores diplomáticas de Morazane, lo cierto es que el notablemente torpe noble logró al fin limpiar algo del honor manchado de los Fujiwara cuando a finales de 1093 se firmaron diversos acuerdos de cooperación con los representantes de Yamaguchi. Un enorme e inusitado éxito que alivió profundamente al Emperador.

Por el contrario, el aguerrido Príncipe Soma no Masakado, quien se había distinguido por el fracaso naval de las últimas campañas militares del Japón, fue enviado a Akita para acercar posiciones con los representantes locales. Sus rudos modales de corte militar, su afición por las ejecuciones de quienes lo defraudaban del modo más nimio y la gran fogosidad que ponía siempre en sus encuentros con las mujeres nobles de Akita, de entre las cuales prometía escoger una como nueva esposa, puso en su contra a todos los líderes de los clanes locales. Si el Príncipe "Panda" era intempestivo y fogoso en sus relaciones y conversaciones privadas, la nobleza local sabría reaccionar en consecuencia: a mediados de 1094, todas las puertas de Akita se habían cerrado para siempre para Soma no Masakado, y los correos imperiales llevaron a la corte las noticias de que ninguna noble flor de Akita contraería matrimonio con el maleducado y rudo Príncipe "Panda".
« Última modificación: 15 de Agosto de 2006, 10:21:49 am por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #32 en: 11 de Agosto de 2006, 08:54:58 am »
Ríocht na Heireann
(Cristianismo Culdí, Civilizado, Nación Abierta)
"Roinn Bhinse an Rí" Pádraig Clancy
Diplomacia:

Las primeras acciones del Roinn Bhinse de Heireann fueron las de tratar de asegurar las fronteras y el futuro de su joven reino acercando posiciones diplomáticas con su poderoso vecino inglés, además de iniciar contactos con el Papa Severo III para convertir a su población y la clase dirigente a la fe católica. Sabía bien Padraig Clancy que aparecer como un faro extraño entre tantos reinos poderosos no podía conducir a Heireann a nada bueno, y daría todos los pasos necesarios para conseguir pasar inadvertido y poder así crecer en paz.

Pero el camino que emprendió no iba a ser nada fácil.

Los enviados del Roinn llegaron a Dublín a inicios del Año del Señor de 1092, con el fin de entrevistarse con el Príncipe Eorwalp y afianzar las relaciones entre ambos reinos. El Príncipe, enfurecido por su fracaso en  unas complejas labores de tipo religioso en la zona, los recibió con escasa atención mostrando a las claras el profundo desprecio que sentía por aquellos salvajes malolientes de cabellos rojizos y hablar brusco. Los acabó rechazando sin una sola explicación de regreso a sus tierras. (Ver NF de Inglaterra)

Aparte de aquel desafortunado incidente parte del ejército fue licenciado para poder ocupar los campos de Connaught, pues la primera prioridad del Roinn era la de dar de comer a su pueblo. El resto de los guerreros permanecieron alerta en posiciones defensivas, mucho más tras las noticias que hablaban del intolerable desplante de aquel Príncipe Inglés a quien sus mayores no habían enseñado modales.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #33 en: 11 de Agosto de 2006, 05:47:17 pm »
Primacía Islámica Sunní del Shahada
(Sunni Islam Bárbaro Primacía Religiosa)
Gran Ulema Acima
Diplomacia: Bamiyan (CH), Kush (CH) Izkent (CH), Kara Khitai (CH), Samarkhand (CH), Bokhara (CH), Bukhara (CH), Singanakh (CH), Jend (CH)

"Bismillahi ar-rahmani ar-rahim"
En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso

"La luna creciente regalaba un tenue resplandor al mundo dormido de la ciudad santa de los musulmanes sunníes shahadistas, la brillante ciudad de Tashkent cuyas cúpulas cubiertas por el oro y las paredes pintadas en tonos claros la hacían semejarse a un poderoso faro ardiente en los días luminosos del verano.
Desde la balaustrada de las dependencias del Gran Ulema, situadas frente a la Mezquita mayor de Tashkent, el joven Acima vigilaba las sombras despidiéndose de la ciudad ya listo para el largo viaje que había de emprender y con que pretendía fortalecer definitivamente la importancia de los shahadistas sunnies en el sultanato. Tardaría mucho tiempo en regresar, y le dolía dejar el timón de su recién nacida organización en otras manos... pero el esfuerzo era necesario: si los shahadistas lograban ocupar una posición de fuerza dentro del corpus del sultanato, Acima lograría el respeto del Gran Sultán Osmán. Y entre los turcos, el respeto del Sultán era todo cuanto se necesitaba para prosperar.
Había planificado un sinfín de reuniones con los jefes tribales de cinco ciudades y otras tantas regiones, con la intención de pedirles apoyo económico con el que establecer escuelas coránicas, hospitales y casas de acogida, así como protección para cuando iniciara la substitución de los imanes locales por sus propios seguidores. No sería fácil, y no confiaba en alcanzar éxito en todos los lugares a donde pretendía dirigirse, pero sin duda que con su confianza y la luz del Señor del Universo ilumi...

–¿Eres Acima, ése a quien llaman Gran Ulema?

La voz llegaba de su espalda, y era suave y susurrante. De su tono, Acima dedujo sigilo y prevención. De sus palabras, descaro, desconocimiento, o simple desprecio. Del conjunto, que el dueño de la voz no venía en son de paz.
Sin pensarlo un instante, de un salto Acima volteó la balaustrada y se dejó caer al piso inferior, situado casi tres metros más abajo. No miró hacia atrás ni un segundo, concentrado en caer bien y en los gritos reclamando el socorro de su guardia personal. Debería atravesar la puerta para entrar en el edificio de nuevo, o bien arriesgarse campo abierto durante los casi cincuenta metros que lo separaban de las puertas de la Mezquita.
Tras rodar en el suelo sin romperse nada, Acima tomó el camino de la Mezquita. Dos saetas se clavaron en el suelo de tierra, una de ellas tras trazarle una limpia herida en el muslo derecho. Y aunque su boca tan sólo se abría para reclamar ayuda a gritos, en su mente se repetía silenciosamente un nombre: el del Gran Sultán Osmán.

Osmán.

Osmán...".


Las noticias que hablaban del atentado frustrado contra la persona del Gran Ulema dispararon la insatisfacción de todos los turcos. El joven Acima, inteligente, servicial, de noble figura y ascendencia, y terriblemente carismático, había logrado hacerse respetar y querer por hombres y mujeres de todas las clases sociales, y como consecuencia la observancia hacia los ritos sunníes se había disparado en el Sultanato desde su aparición. Pero si bien en un principio pareciera que el Gran Sultán Osmán permitiría a aquel joven que prosiguiera con su santo camino en paz, y hasta tal vez gozando de su firme apoyo, los rumores que insinuaban que el Sultán veía en el Gran Ulema tan sólo a un advenedizo que pretendía crear un segundo poder bajo el trono eran cada día mayores. Incluso se murmuraba que otras naciones islámicas, aun dándoselas de civilizadas, habían aconsejado al Sultán que se deshiciera de aquel Acima para siempre.

Cuando el joven dirigente religioso fue atacado por los dos asesinos, quienes murieron saeteados antes de poder ser interrogados, a nadie le cupo duda de que el Gran Sultán Osmán estaba detrás de tan infame acción. Por si fuera poco, el Imán Takrum se había esmerado con fiereza con el fin de aumentar la presencia y posición de los shahadistas en todos los ámbitos de gobierno, alcanzando exitosos y enormes resultados y mejorando la capacidad de influencia del Gran Ulema sobre los hombres y figuras religiosas menores: entre el tremendo carisma que la figura de Acima desprendía y las simpatías que su causa había generado entre el pueblo y la clase política, y la nueva situación de relevancia que alcanzaron los shahadistas tras los esfuerzos del Imán Takrum, la acción violenta contra Acima despertó voces de protestas a lo largo y ancho del Sultanato. Para cuando llegaron las noticias de la terrible e inesperada derrota del poderoso ejército turco contra los jinetes de la Horda (ver NF de la Horda de Saraba), así como las contradictorias informaciones llegadas desde los territorios cruzados por la ancestral Ruta de la Seda (ver NF del Emirato de Fars), el estado de ánimos en el Sultanato Turco no era nada bueno.
En cualquier caso, si el Gran Ulema de los shahadistas sospechaba de la participación en su atentado del Sultán Osmán, jamás lo confesó en público, denegando las acusaciones con una sonrisa y haciendo notar que su presencia era incómoda para demasiada gente como para acusar alegremente de la acción al gran faro de la nación turca.

Tras el incidente, Acima viajó durante largos cinco años ampliando la red de control y las infraestructuras de los shahadistas. Tras un fracaso inicial en la región de Ferghana que auspiciaba malos años para el Gran Ulema en su largo peregrinar, tanto los nobles y dirigentes de las regiones de Kush, Kara Khitai, Bokhara, o Singanakh como los de las ciudades de Bamiyan, Izkent, la hermosa capital del sultanato Samarkhand, Bukhara y Jend accedieron a tributar anualmente a las arcas de la primacía sunní, además de ceder terrenos para las escuelas coránicas y el resto de estructuras del Gran Ulema.
Con tan grandes éxitos cosechados a su espalda el Gran Ulema Acima regresó entre vítores y aclamaciones populares al corazón de la fe sunní en el reino, la región de Otarsh, a finales del año de 1094. Durante su viaje, el malestar contra los dirigentes del Sultanato por la acción contra la figura del Gran Ulema había crecido mucho. Tal vez por ello fuera que Acima solicitó audiencia con el Gran Sultán, audiencia que habría de celebrarse a principios del año 1095 y que debería resultar definitiva para el futuro de todos. 
« Última modificación: 12 de Agosto de 2006, 08:07:38 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #34 en: 11 de Agosto de 2006, 09:39:58 pm »
Emirato de Fars
(Sunni Islam Civilizado Nación Abierta)
Abas Abdul, Emir de Fars
Diplomacia: Shadad (+5Yfc)

"Llegaron con las primeras lluvias que anunciaban la primavera.
El primer grupo apenas estaba compuesto por cinco caravanas y unas pocas docenas de caballos, asnos y camellos. Entraron en la región de Shir Kuh y apenas se detuvieron hasta avistar los minaretes de la ciudad de Shiraz, en la provincia de Neyriz. Allí acamparon, y por primera vez los habitantes de la ciudad vieron con sus propios ojos parte de los ricos cargamentos llegados de la lejana china y de los que tanto se hablaba en las leyendas. Días después de que partieran en dirección a la capital, Abbas Fars, una nueva caravana de más de veinte carros pesados y una cincuentena de carretas menores llegó a Neyriz escoltada por casi cincuenta jinetes armados.
La Ruta de la Seda había pasado por Shiraz, y lo había hecho para quedarse."


Mediado el año 1091 de la Era Vulgar, los dirigentes de las ciudades de Shiraz y Abbas Fars ya no tenían dudas: tras la destrucción de Persia e Isfahan, los comerciantes de la legendaria Ruta de la Seda habían decidido desviarse de los caminos ancestrales evitando el área de influencia turca, y pasando a través de Fars y el Emirato Bagdadí hasta llegar a Hamadan. Las tremendas repercusiones económicas que los cientos de comerciantes que pasarían por los territorios de Fars mensualmente, sin duda abrirían nuevas puertas en el futuro cercano del Emirato.

Aunque la aparición de la Ruta de la Seda fue lo más reseñable de aquellos tiempos, no fueron todo lo que de sorprendente se vio por el Emirato. Lo más terrible fue la reacción anticlerical del pueblo contra los líderes religiosos en Fars, motivada por el endurecimiento radical de sus discursos y varias acciones de castigo contra los desfavorecidos de la región. Muchos representantes religiosos fueron lapidados públicamente antes de que se pudieran apaciguar los ánimos.

A cambio, como un regalo del propio Hacedor del Universo, el general Najim viajó hasta Bactria donde los Turcos entregaron al Príncipe Abd Amir Asim, apresado en años pasados durante la campaña turca en Persia. Junto al Príncipe, los Turcos entregaron a numerosos esclavos de confesión sunní que fueron liberados en cuanto el contingente regresó a tierras del Emirato, pero muchos de ellos decidieron establecerse en tierras de Fars para permanecer por siempre con quienes les habían devuelto la libertad.

A finales del año 1094 de la era vulgar, finalizaron las obras civiles que aumentaron los límites de la capital Abbas Fars. Con aquella ampliación, y otras inversiones menores, la capital estaba preparada para la llegada tanto de los refugiados de la desaparecida Persia como de los comerciantes de la Ruta de la Seda.

El Emir Umhad, quien había viajado hasta las lejanas provincias de Shadad para realizar todo tipo de actividades de índole diplomática, recibió las noticias que hablaban de la prosperidad que parecía aguardar al Emirato en el horizonte con alegría, pero también con prevención y cautela. Porque como suele decirse, pensaba el Emir, lo que Alá te da, Alá te quita.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #35 en: 11 de Agosto de 2006, 09:42:30 pm »
Reino de Inglaterra
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Edmund I, Rex Anglorum.
Diplomacia:

Las relaciones que el Rey de Inglaterra mantenía con su homónimo danés, el Rey Hrolf, eran más fluidas que nunca. Tras la finalización en paz de la Guerra en el Norte, las acciones de Edmund I habían sido gobernadas por su deseo de dar forma a una gran alianza entre las naciones del norte, para lo cuál se había esforzado en generar un clima de franca colaboración con sus vecinos escandinavos.
En ese marco de confianza, se recibieron desde Dinamarca todo tipo de ayudas en forma de equipamiento y adiestradores especializados con el objetivo de mejorar el arma de Infantería de Inglaterra; a cambio, el General Richard partió hacia Viborg con el pago por las ayudas y en misión de escolta de la jovencísima hija de Aethelbert, a la que el Rey Edmund pensaba casar con la realeza danesa con el fin de acercar aún más ambas coronas.

El Príncipe heredero Aethelbert no habría de ver la consecución de tal matrimonio, pues murió en un accidente mientras dirigía al ejército en unas maniobras defensivas en la región de Sussex en Mayo del año del Señor de 1093. Una gran pérdida que dejó a Inglaterra sin heredero y a la expectativa de una decisión del Rey que, a finales del año siguiente, aún no había llegado.

En el marco de las relaciones con las naciones vecinas, se recibió en Londres al Cardenal Padraig quien en representación de la corona de Albain firmó los nuevos documentos que liberaban al pequeño reino norteño de sus relaciones de vasallaje con Inglaterra. Desde Dublín, entre tanto, el Príncipe Eorwalp había dedicado años y esfuerzos tratando de consolidar una cierta influencia del estado en lo religioso, sin conseguir ningún fruto positivo. Habiendo perdido el tiempo de este modo, para cuando llegaron a la reconstruida antigua capital de Irlanda los emisarios del reino de Heireann, el Príncipe estaba de muy mal humor, y los enviados del Rey Clancy no fueron muy bien recibidos. Más bien, poco atendidos por parte de Eorwalp, a quien se le escuchó decir a viva voz en más de una ocasión que poco le interesaba lo que tuvieran que decirle aquellos salvajes. A finales del Año del Señor de 1094, la representación de Heireann abandonó la ciudad harta de esperar una reunión con el Príncipe Inglés que evidentemente no iba a producirse jamás.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #36 en: 15 de Agosto de 2006, 05:24:00 pm »
Reino de Matarm
(Hinduismo Marítima Nación Abierta)
Matube, Rajá de Matarm
Diplomacia: Brunei (C)

Mientras el Rey Matube se mantenía a la expectativa, aguardando al mando del ejército la posible llegada de su hasta entonces enemigo, envió al Príncipe Tamou hasta el Reino de Srivijaya con el fin de negociar un acuerdo de paz que pusiera punto final a las continuadas agresiones mutuas de los últimos años. Las buenas noticias pronto llegaron a las islas del reino: tras discusiones largadas durante poco más de un mes, ambos reinos resolvieron firmar un acuerdo de no agresión con el que se ponía fin a la guerra.

El Príncipe, tras su excelente trabajo diplomático, viajó a continuación hasta la ciudad portuaria de Luwu para tratar de extender la fe Hindú entre los habitantes de la isla, hasta la fecha de endebles creencias paganas. También en este segundo cometido ordenado por su Rey alcanzó grandes resultados.

Entre tanto el Príncipe heredero Vihun fue enviado con similar misión de índole religiosa hasta la ciudad de Makakan, aunque en este caso su objetivo era la clase noble. Después de conseguir varios nuevos creyentes para la fe hindú, partió en dirección a la ciudad norteña de Brunei para tratar con los nobles la posible incorporación de su ciudad al Reino de Matarm, consiguiendo apenas que los líderes de del lugar reconocieran contados derechos del Reino sobre Brunei.

Y mientras el Reino se encaminaba con firmeza hacia la paz, el gran héroe Capitán Humata permaneció durante todos aquellos años al mando de sus temidos "Triángulos Negros", la gran flota de guerra de Matarm, vigilando las costas y siempre alerta al menor movimiento malintencionado de cualquier enemigo.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #37 en: 18 de Agosto de 2006, 04:01:37 pm »
Talasocracia de Srivijaya
(Budismo Hindu Marítima Nación Abierta)
Adijaya, Sumo sacerdote
Diplomacia: Santabang (NT)


Los años de luchas constantes con Matarm se habían terminado. O eso esperaba el Sumo Sacerdote Adijaya, quien de puertas afuera proclamó que los representantes de la nación isleña del sur le habían trasladado la firme decisión de su Rey de negociar al fin una tregua.

Pero el Sumo Sacerdote seguía recelando. Por ello, tras decretar a las milicias locales y a los cuarteles de arma de infantería que enviaran a sus hombres casa por casa para buscar a los jóvenes en edad de ingresar en el ejército, así como a todo isleño con fuerza suficiente como para esgrimir aceptablemente una espada, el Sumo Sacerdote realizó una enorme inversión económica en materiales importados del continente y armamento manufacturado oriental para equipar al enorme ejército que había reclutado a la fuerza.

Tales reclutamientos intensos causaron un enorme malestar entre la población de Srivijaya, y probablemente sólo la incertidumbre a causa de las siempre inesperadas reacciones de su belicoso vecino evitó que el reino se rebelara por completo. Además de los enfados entre la clase campesina de la nación, los líderes y nobles comenzaron a mirar con malos ojos la gestión de su Sumo Sacerdote: para poder abordar el tremendo coste de equipamiento, Adijaya hubo de pedir dinero privado a generales y aristócratas de todo el país, con condiciones de devolución demasiado dolosas para el Tesoro en unos grandes préstamos de los que Srivijaya tardaría mucho en recuperarse.

Pero, quizá por ventura, las negociaciones realizadas en la capital entre Acawarman y el Príncipe Tamou de Matarm finalizaron satisfactoriamente en muy poco tiempo, con la firma de un pacto mutuo de no agresión que, esta vez, traería a las dos naciones un periodo de prosperidad y paz.
Acawarman, fortalecido por su éxito donde otros habían fracasado anteriormente, acudió tras la finalización de los contactos con Matarm hasta la ciudad de Santabang con la intención de mejorar unas relaciones que eran tirantes desde hacía algún tiempo.

El problema en la ciudad era que, justo mientras Acawarman se reunía en Srivijaya con el Príncipe Tamou, una gran cantidad de misioneros fueron enviados primero hasta la región de Pajajarán para continuar con las exitosas labores de conversión al budismo hindú de los habitantes de la zona, y después a la mencionada ciudad portuaria de Santabang. De forma inesperada, la reacción ante tanta insistencia en presionarlos para abandonar unos ritos ancestrales –que quizá no fueran tan fuertes y curiosos como las nuevas creencias que traían aquellos monjes, pero que les pertenecían desde que los dioses separaron la tierra de las aguas tocando formando con sus dedos las islas del mar del Brunei– fue adversa por completo, y los representantes de las islas indicaron a los responsables de aquellos misioneros el lugar donde podían meterse sus Budas, obligándolos después a regresar a Palembang con precipitación.

La reacción contra los empeños del Gran Sacerdote de forzarlos a abandonar sus creencias fue tan fuerte que los nobles de la ciudad decidieron anular sus tratados de cooperación con el gobierno central, manteniendo tan sólo un compromiso de libre paso para los ejércitos de la Talasocracia. Ni tan siquiera la presencia allí del noble Acawarman sirvió para calmar los ánimos, y el representante del Sumo Sacerdote tuvo que ver cómo ante sus ojos años y años de relaciones diplomáticas se iban al garete en un instante.
Mucho mejores resultaron los esfuerzos realizados en Pajajaran, apoyados por el noble Achmed.

Durante todos aquellos años, y pese a la firma de los acuerdos con Matarm, el Sumo Sacerdote Adijaya se negó a desmovilizar a parte del ejército con el argumento de que no acababa de fiarse del vecino reino. Llevado de una lógica paranoia, ya que Matarm los había atacado años atrás a traición mientras se estaba firmando un acuerdo de paz, coordinó personalmente las defensas del reino que estaban a cargo de su hijo Adjem y varios de los mejores generales de la Talasocracia.

Entre tanto, un aún más desconfiado General Sukarno vigiló incansablemente los mares a la espera de nuevos ataques por parte de Matarm, seguro de que acabaría viendo en el horizonte las negras velas triangulares de su antiguo enemigo, el Capitán Humata. Pero tras casi cinco años de patrullas, tales ataques no se produjeron.



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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #38 en: 18 de Agosto de 2006, 04:38:29 pm »
Turcos Seljucidas
(Sunni Islam Bárbaro Nación Abierta)
Osman, Sultán de los Territorios del Este, Gran Jefe de los Turcos, Señor de Todas las Estepas.
Diplomacia: Khurasan (C)


Que el Sultán Osman era un hombre que no se dejaba intimidar era algo que toda la corte sabía. Pero sus acciones de aquellos años se encargaron de aclararlo al resto del pueblo turco.

Cuando el Gran Ulema Acima ordenó al Sultán la liberación inmediata de todos los esclavos de religión islámica, pues sabido es que el Corán prohibe esclavizar a verdaderos fieles, hombres y mujeres del Sultanato, cualesquiera que fueran sus clases sociales, asumieron de inmediato que su máximo dirigente cedería a los deseos del joven Acima. Era una cuestión de fe indiscutible; así lo ordenaba el Profeta.
A principios del año 1090 de la era vulgar, se liberaron en Tashkent unos 5000 esclavos de fe chií. Parecía el primer paso de los muchos que debía dar el Sultán en la buena dirección que marca el Corán y que indicaba con sus palabras el Gran Ulema. Pero no se dieron más: el resto de los miles de prisioneros islámicos fueron bien vendidos en los puestos de esclavos de Shamarkanda, bien empleados en los trabajos de remodelación y construcción de obras públicas o en la fundación de nuevas ciudades. Con mano de obra compuesta en igual medida por trabajadores libres y esclavos islámicos se fundaron las ciudades de Sahiwal en la región de Bactria, Jano en Uzebek, y Lahore en Kuldja. Y casi por completo utilizando esclavos se realizaron grandes obras de mejoras en la ciudad de Bukhara.

Todo el mundo en el Sultanato vio aquello como una provocación por parte del Sultán hacia el Gran Ulema. Los sucesos que envolvieron el atentado frustrado hacia el líder religioso (ver NF de la Primacía Islámica de Shahada) contribuyeron a afianzar aquella opinión: el Sultán había desafiado al joven Acima.

Entre tanto todo aquello sucedía, Osman fortaleció en el orden interno su poder delegando las tareas burocráticas y judiciales en funcionarios pagados por el tesoro, en lugar de los habituales gestores de procedencia noble que tendían a perder oro y más oro  en el camino que media entre el tesoro del Sultanato y sus bolsillos, y tras la reestructuración se dedicó a dirigir su remodelada administración haciendo oídos sordos al malestar creciente que una población cada vez más fuertemente influenciada por el gran carisma del Gran Ulema.
Quizá la decisión del Sultán de nombrar su heredero al Príncipe Masud, padre del joven Acima, fuera un paso atrevido hacia delante en la intención de acercar posiciones con el líder religioso. No se sabría hasta que el nuevo heredero regresara al Sultanato, pues se encontraba aún de peregrinación; tras visitar la Meca durante el año 1090 de la Era Vulgar, el Príncipe Masud acudió en el camino de regreso hasta Khurasan, logrando que los líderes locales reconocieran apenas la legitimidad del Sultán y contados derechos del Sultanato sobre la región.

El resto de Príncipes y nobles con mando en el ejército se dedicaron a atender los frentes abiertos del Sultanato, muy especialmente el problema que representaba a ojos del Sultán la cercana presencia de la Horda de Saraba.
Mientras el Príncipe Tughrul-Beg se dedicaba a defender las fronteras, los ejércitos del General Basut y del General Mir Said fueron enviados hasta territorio enemigo con las órdenes claras de saquear y eliminar a toda la población que encontrasen en las estepas. Las terribles noticias llegadas acerca del destino del General Basut (ver NF de Saraba) sacudieron profundamente el espíritu de una nación acostumbrada a creer que sus ejércitos eran invencibles. Las desmoralizadas tropas del general se replegaron hasta Khwarzim, donde permanecieron a la espera de nuevas órdenes mientras trataban de recomponer sus líneas.
El General Mir Said tuvo más suerte, y al mando de poco más de 10.000 guerreros viajó hasta Turgay donde saqueó y asesinó a toda la población de la región; pese a su superioridad numérica encontró allí una inesperada resistencia. Aunque logró acabar con ella tras prolongados combates, y con todo ser viviente de paso, perdió mucho más tiempo del deseado y se vio obligado a aplazar el resto de sus planes para dejar pasar el invierno acuartelado allí. 
« Última modificación: 19 de Agosto de 2006, 08:21:13 am por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #39 en: 18 de Agosto de 2006, 08:40:38 pm »
Reino de Dinamarca
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Hrolf, Rey de Dinamarca, Rey de Suecia
Diplomacia: Smaland (A),


Los años de paz comenzaban a hacerse notar en la corte danesa. El dinero, ahora no destinado de inmediato hacia la compra de armamento y de víveres para el mantenimiento de tropas desplazadas, podía al fin destinarse a asuntos de mayor interés nacional.

Y nada había de mayor interés nacional en la Dinamarca de finales del siglo XI que la recuperación de su gran flota de guerra, labor a la que se dio la nación con gran alegría y un impulso desbordante: a principios del año del Señor de 1090 comenzaron las construcciones de nuevos drakkars en Viborg, trabajos que no cesaron en un lustro.

La llegada de los emisarios ingleses y los muchos años de esfuerzos diplomáticos permitieron firmar al fin un tratado de cooperación entre ambos reinos a mediados del año 1091. Como parte de las cláusulas de este tratado, el Rey Hrolf envió a su nuevo aliado a buena parte de sus mejores expertos en táctica militar y adiestradores para asesorar al Rey inglés en cuestiones militares, especialmente en las referidas al arma de infantería.

Junto con el enviado de Inglaterra que negoció la firma del tratado viajaban también dos miembros de la familia real inglesa: el joven Eric, hijo del rey inglés, quien apenas contaba con 3 años a su llegada a Viborg en el año del Señor de 1090; el niño, recién destetado, fue enviado a Jutlandia para conocer íntimamente la cultura danesa y educarse entre los nuevos aliados como gesto de confianza por parte de Inglaterra. El Rey Hrolf recibió al joven Eric en su propia casa y lo educó en la corte como si se tratase de su propio hijo.
También llegó a la capital Danesa la hija del fallecido heredero inglés, el joven Aethelbert; la niña, quien debería desposarse con algún miembro de la familia del Rey Hrolf, no dejó de llorar durante los primeros meses. A finales del año del Señor de 1094, el Rey danés aún no había decidido con quién habría de desposarla.

Mientras aquello sucedía, Hrolf dirigió como de costumbre las defensas del reino desde Viborg, sin dejar de atender al enviado inglés, y a los pequeños hijos de Inglaterra.

El Príncipe heredero Gunnar realizó labores de conversión en Smaland y Gotland, centrándose en la clase noble. Mientras los monjes del Papa realizaban idéntico trabajo en Halland, el Heredero al trono logró algunos nuevos conversos entre los gobernantes de las dos regiones.
Swein Gokstadsen viajó a la Santa ciudad de Santiago de Compostela para poder ver con sus propios ojos el lugar donde descansaban los restos del Apostol, y tras pasar un tiempo de recogimiento en la ciudad regresó al fin a Halland, donde fue recibido con gran alegría y respeto por parte de los habitantes de la región, cada vez más cercanos a la verdadera fe.

A la vez que el heredero realizaba una importante labor de propagación de la fe de Cristo, el General Aesgir trabajaba en las relaciones políticas con los mismos nobles de Smaland, mejorando sustancialmente tras años de esfuerzos los acuerdos entre la corona y la región.

Lo único que dio que pensar a la corte danesa en aquellos años fueron los crecientes rumores que hablaban de la presencia de bandidos armados y muy violentos en el sur, en las provincias de Pomern (ver NF del SIRG). Aquellos bandidos asolaron la zona con numerosos asaltos, y varias voces acabaron por pedir al Rey un aumento de la presencia de la milicia en las fronteras con el fin de prevenir una posible llegada de los salteadores al ahora creciente reino de Dinamarca.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #40 en: 19 de Agosto de 2006, 08:06:21 am »
Emirato de Kash
(Sunni Islam Civilizado Nación Abierta)
Amir Asim, Emir de Kash.
Diplomacia: Registán (+7Yfc)

El pequeño emirato invirtió parte de las pequeñas cantidades que había logrado ahorrar durante los últimos años en realizar algunas necesarias obras  de mejora en la capital Bas Ossowa. Así comenzó aquel tiempo de grandes cambios en Kash.

Bilam Ahmed, Príncipe heredero e hijo del Emir Amir Asim, había crecido mucho con el tiempo, convirtiéndose en un gran líder de tropas y un feroz combatiente; bajo las órdenes de su padre, tomó al grueso del ejército y marchó para realizar una larga campaña de saqueos en las regiones de Balkh, Firoz Kohi y Kophat Dagh, destinadas a aumentar el pequeño tesoro real. Quiso el infortunio que durante su viaje muriera el Emir Amir Asim a finales del año 1093 de la era vulgar, y sin esperarlo ni desearlo se convirtió en Emir aclamado por todo el ejército y los nobles desde la lejana capital.

En cuanto regresó a Bas Ossowa fue coronado, y unos días después contrajo matrimonio con una joven noble de Registan, en un enlace organizado por los diplomáticos con el que se rubricaron los nuevos acuerdos que unirían los destinos del emirato con la región. Fue un último guiño por parte de su hijo hacia la figura del gran Emir Amir Asim, pues el anciano Emir había comandado personalmente el trabajo diplomático en Registan.

Así pues, a finales del año de 1094 de la era vulgar aquel excelente líder de tropas y feroz combatiente empuñaba el timón de la empobrecida nación de Kahs. El nuevo y joven Emir Bilam Ahmed estaba decidido a completar la gran obra de su padre, dando un futuro próspero a su Emirato si el Señor de Mundos tenía a bien favorecer sus empeños.



?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #41 en: 19 de Agosto de 2006, 08:15:34 am »
Emirato de Dharan
(Sunni Islam Nómada Nación Abierta)
Ibn Amul, Emir de Dharan
Diplomacia:

Con el escaso dinero recibido merced a la recaudación de impuestos entre la muy pobre población del Emirato, el Emir Ibn Amul decretó una serie de pequeñas inversiones además de la continuación de las obras de construcción de la portuaria ciudad de Dharan.

Pero las inversiones no podían escudar la gran verdad del emirato: la pobreza en la población era extrema, y lo cierto era que los hombres y mujeres de Dharan pasaban hambre. El Emir Ibn Amul, desde la capital Mushcadan, contemplaba a su pueblo a sabiendas de que pronto debería de salir de nuevo al frente del ejército en busca de comida.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #42 en: 19 de Agosto de 2006, 08:54:28 am »
El Imperio Ghaznaví
(Chi’i Islam Civilizado Nación Abierta)
Jammal, Emperador de Persia
Diplomacia: Badakhshan (FA).

Jammal era un hombre terriblemente anciano, pero sus últimos años al frente de los designios del Imperio estuvieron repletos de acciones sabias que devolvieron a su pueblo la fe perdida en la cordura de su Emperador. Fue entonces cuando se amplió la ciudad portuaria de Bandar Abbass, que con el tiempo habría de convertirse en uno de los más importantes puertos del comercio entre oriente y occidente. También se inauguró la nueva ciudad de Jammalabad en la región de Hazarahat, y se iniciaron las obras de ampliación de los antiguos caminos que unían Ravy con Kabul, con el fin de facilitar el tránsito de carretas y caballerías entre ambas ciudades.
En el ámbito religioso se enviaron gran cantidad de misioneros hasta la región de mayoría sunní de Badakhsan que no logran nada –tal vez porque la población de la región contemplaba con ilusión el nacimiento de la nueva Primacía Shahadí en los cercanos territorios turcos– y también hasta la sureña Hazarajat, alcanzando allí mejores resultados.

El Emperador Jammal se dedicó durante todo el año 1090 de la era vulgar a supervisar el entrenamiento de la caballería imperial, logrando importantes avances en su efectividad justo antes de su desafortunada muerte un año después tras caer de su caballo a causa de un desfallecimiento producido por su edad. La caballería de Jammal, a la cuál se la llamó "La Guardia Negra" por sus atavíos de combate y su estremecedor silencio en la lucha, se convirtió en uno de los cuerpos de combate de élite más poderosos del mundo y con el tiempo su fama trascendería más allá de las fronteras del Imperio al cuál estaban destinados a proteger hasta la muerte.

Quiso el Hacedor del Universo y Señor del Tiempo que el joven Mohamed, hijo del anterior Emperador y el Heredero designado por Jammal, hubiera cumplido pocos meses antes los 15 años de edad, y que el pueblo lo aclamara como nuevo Emperador antes de que a ningún noble ambicioso le diera tiempo a iniciar cualquier tipo de movimiento hacia el trono.
Sin apenas oposición, el joven Mohamed fue proclamado Emperador de Persia, el título oficial que ostentaban los dirigentes del Imperio Ghaznavid. Poco después de su nombramiento, a sabiendas de que necesitaba ayuda inmediata, en 1092 nombró nuevo Príncipe a su hermano Tariq para que lo socorra en sus nuevas responsabilidades. Toda vez al mando, Mohamed cumplió todas las labores de gobierno que pretendía llevar a cabo su tío Jammal, de modo que ninguno de los planes proyectados se vieron afectados y todo siguió igual.

El General Marwan viajó hasta Bactria donde tras pagar una pequeña cantidad de oro a los turcos, recibió a casi 5.000 esclavos de confesión Chií. Marwan liberó inmediatamente a los cautivos, haciéndoles entrega de las provisiones de comida que había llevado hasta Bactria para ellos. Tras años de penurias y privaciones, los antiguos esclavos quedaron tan sorprendidos del buen trato que, en cuanto entraron en territorio del Imperio y se les informó de que eran libres, la mayor parte de ellos optaron por unirse agradecidos a la corte que tan bien les había tratado.

Nedjem acudió a Khwarzim donde esperó la posible aparición de los guerreros de la horda, mientras una comitiva de diplomáticos lograba que el Señor de Badakhshan pusiera su ejército a disposición del joven Emperador Mohamed.

« Última modificación: 03 de Septiembre de 2006, 10:10:24 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #43 en: 19 de Agosto de 2006, 09:15:22 am »
Reino de Koryo
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Mao Leng, Rey de Koryo
Diplomacia:

El Rey Mao Leng, confiando en que los mares estarían tranquilos durante un tiempo, decidió desmovilizar gran parte de la flota con el fin de convertir a los marinos en guerreros de infantería para las nuevas defensas del reino. No quería sorpresas, teniendo tan cerca la presencia de la inmensa horda de Kerait.

En aquellos años se aprovechó el estado de paz de la nación para ampliar los límites de la ciudad portuaria de Tongyang, en la región de Silla. El Rey Mao Leng viajó con el General Heing Kiong hasta Mantap, donde logró una gran cantidad de nuevos conversos entre los gobernantes; mientras tanto, el Príncipe Heredero Shen Sho entrenó a sus guerreros con el fin de mejorar su efectividad en el combate.
La nota triste de aquel periodo fue el fallecimiento del Príncipe Fo Wu Leng, quien murió en 1090 tras una larga enfermedad que le carcomía de dolor en los huesos.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #44 en: 19 de Agosto de 2006, 02:03:42 pm »
Reino de Tarain
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Tatyardanhana II, Señor de Tarain
Diplomacia:

El gran Tatyardanhana, Señor de Tarain, había empeñado sus esfuerzos en lograr hacer de la portuaria Jatpur el gran centro de comercio marítimo del reino; a mediados del año 1090, lo había conseguido por completo: los barcos de Jatpur, repletos de mercancías exóticas y de primera necesidad llegadas del exterior. A partir de aquel año, el comercio exterior se iba a convertir en la prioridad de Tarain.

Pero no fue todo cuanto se realizó en aquellos años referido a mejorar la situación interna del país, ya que, además de muchas ampliaciones en infraestructuras realizadas por todo el territorio del Reino, igualmente se realizaron las importantes obras de mejora que convirtieron los caminos que unían Delhi y Culcat en auténticas carreteras pavimentadas al modo romano, con ladrillos en sus zonas más importantes y un ancho que permitía el paso cómodo de cualquier carromato durante todo su trayecto.
Además, se construyó el círculo acorazado alrededor de la ciudad de Culcat.

En lo referido a política exterior, una vez cumplidos sus compromisos con el Tibet, a quien se envió alimentos como tributo para evitar ataques de saqueo, el Señor de Tarain destinó al General Gupta a servir como diplomático en la capital del Imperio Ghaznavid, la gran urbe de Kabul, donde pasó varios años en la corte (que lo recibió con los brazos abiertos) trabajando para mejorar las relaciones entre ambos reinos.

Y mientras el Señor Tatyardanhana II contraía matrimonio con una noble de 32 años, a quien doblaba la edad, y dedicaba el resto de sus días a gobernar la nación y hacer nuevos hijos a su nueva esposa, se produjo el extraño viaje del heredero Dil'Bahadur que tanto daría que hablar a lo largo y ancho del reino.

El Príncipe Dil’Bahadur había recibido las órdenes de tomar y colonizar la isla de Kutch. Ahí lo hizo, subiendo a un barco en Jatpur y partiendo de camino a la isla a donde arribó sin dificultades al encontrar la mar en calma. Allí desembarcó, a la vista de los marinos que hasta la isla lo habían llevado, y alzando las manos proclamó que Kutch pasaba a formar parte del Reino de Tarain.

Se cuenta que un grupo de habitantes de Kutch, ligeramente armados, salieron hacia las playas y tomaron contacto con el Príncipe Heredero. Le preguntaron amablemente por los motivos que lo habían llevado hasta la isla, y cuando Dil'Bahadur les informó de que habían sido conquistados por Tarain rompieron a reír. "¿Quién nos conquista?", preguntaron. "Yo mismo", respondió Dil'Bahadur. "Tú... ¿y quién más?", quisieron saber entonces los habitantes del lugar realmente interesados.

Fue entonces cuando el Príncipe Heredero de Tarain, el Noble Dil'Bahadur, cayó en la cuenta de que se había dejado el ejército en Jatpur.


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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #45 en: 21 de Agosto de 2006, 10:05:23 am »
Hermandad de Ismail
(Chi’i Islam Civilizado Orden Religioso-Militar)
Ahmed, Imam de la at-Tariqa.
Diplomacia: Egipto (P), Alexandría (H), Mansura (P), Levant (H)


Bismillahi ar-rahmani ar-rahim. Ashhaduan la illaha illa Allah. Ashhadu anna Muhammadan Rasulullah.

El Imán Ahmed dedicó todo su tiempo a viajar de un lado a otro de los territorios del califato con la intención de expandir la red de influencia de la Hermandad, no sin antes pasar un tiempo por Jerusalén donde contrajo matrimonio con Mahudi (ver NF de Siria).

Así pues, pese a no lograr sus objetivos en el Cairo, Jerusalén, o Aswan –lugares donde fue bien recibido pero de cuyos líderes no recibió más que buenas palabras de comprensión y adhesión, y ni una sola pieza de oro para levantar cuarteles o aprovisionar las casas de las hermandad–, su ímpetu le llevó al éxito en Egipto y Mansura, donde logró mejorar las ya existentes instalaciones de la Tariqa, y Alexantría y Levant, lugares donde se fundaron casas de la Hermandad para mayor gloria del Emperador del Universo. Una vez alcanzado el éxito en Levant, pretendió mejorar las recientes instalaciones de la región sin conseguirlo.

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Emirato de Túnez
(Shii Islam Civilizado Nación Abierta)
Imad al’Dim, Emir de Túnez.
Diplomacia:

Para un emirato tan pobre como lo era Túnez en aquellos tiempos, soportar el mantenimiento de un sistema administrativo tan grande era demasiado doloso para el tesoro del Emir. Con gran pena en su corazón, Imad al'Dim hubo de despedir a un porcentaje importante de los funcionarios contratados por el Emirato.

Por fortuna, no sería aquella nota triste lo que haría recordar esos años en el espíritu de las gentes de Túnez, sino las noticias que hablaban de las conversiones a la fe Chii de muchos de los habitantes de Gefara.

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Reino de Zeila
(Islam Sunní Marítima Nación Abierta)
Zayed II, Rey de Zeila
Diplomacia:

Fueron años marcados por la política defensiva del Rey Zayed, cauto ante la evidente hambre de expansión de su poderoso vecino el reino Copto de Funj. Aunque las amenazas habían quedado muy atrás en el tiempo, las defensas del reino se ampliaron y mejoraron con nuevas dotaciones, mientras el rey Zayed gobernaba la nación con un ojo puesto en sus fronteras.

En Agosto del año 1094 de la Era Vulgar murió el Príncipe Zayed, Heredero al trono de Zeila. El joven Tahud Muhte, con apenas 17 años, sucedió a su padre fallecido en la línea sucesoria y ocupó el puesto de nuevo Príncipe Heredero.

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Iglesia Copta Cristiana
(Cristianos Coptos Civilizado Primacía)
Pedro II, Sumo Sacerdote de Cristo Nuestro Señor
Diplomacia: Kordofan (Ch), Atbara (Ab), Suakin (Ch)

Las noticias llegadas desde las regiones de Ennedi y Darfur, y que hablaban de las muchas conversiones a la fe de Cristo en aquellas zonas lejanas, inundaron de gozo el espíritu del Pontífice Pedro II.

El propio Pedro, un hombre activo como pocos pese a su edad, dedicó su tiempo a viajar tratando de mejorar las infraestructuras de la Iglesia. Tras fundar toda una serie de iglesias y abadías en Atbara, se desplazó hasta Adefa donde pretendía inaugurar varios monasterios en memoria del amado y recordado padre Pedro I, pero quiso el Señor que muriera el doce de Abril del año del Señor de 1093 sin alcanzar sus objetivos en la región.

El Pontífice Pedro II había sido un hombre recto en su fe y bueno en sus propósitos, y fue amado y respetado por las gentes de todo el reino de Funj. La sucesión se realizó sin ningún contratiempo, pues todos los sacerdotes veían en la figura del Príncipe húngaro Andrew al candidato perfecto para el Pontificado. Se le nombró Pontífice de Cristo en ceremonia celebrada en Aksum el tres de Mayo del mismo año.

El nuevo Pontífice, a quien se debían las crecientes conversiones, prosiguió con los trabajos de expansión de la Iglesia, inaugurando hospitales, casas de acogida y numerosas escuelas en Kordofan. Después regresó hasta Ennedi y Darfur para completar su misión evangelizadora.

Pero dícese que las desgracias nunca viajan solas.
El amado Padre Juan, quien había inaugurado una serie de iglesias y hospitales en Suakin, viajó después hasta la ciudad portuaria de Kamey; pretendía fundar más iglesias allí, pero fue asesinado por insurgentes que se oponían a la iglesia el mismo día doce de Abril del año del Señor de 1093 en que había muerto el Pontífice Pedro II.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #46 en: 21 de Agosto de 2006, 10:08:27 am »
Reino de Kanem-Bornu
(Chií Islam Bárbaro Nación Abierta)
Butaiyin, Rey de Kanem-Bornu
Diplomacia: Nupe (Fa)

Mientras el Rey Butaiyin recibía al representante de los fatimís en la corte, su heredero Anuka viajaba hasta Daza para realizar labores diplomáticas con los jefes locales. No tuvo tiempo siquiera de iniciar su cometido, desgraciadamente, pues murió cuando apenas contaba con 27 años tras una semana de grandes dolores por las heridas causadas tras una pelea con uno de sus asistentes. El Príncipe Anuka estaba prometido con la hija del Jefe local de Daza, boda que habría de ayudarlo en su trabajo para mejorar esas relaciones entre la provincia y la corona; la precipitada muerte dejó al Jefe de la región muy apenado, pero aún así hizo entrega de la dote por su hija que tenía previsto entregar al rey.

El Jefe Bixo tampoco logró alcanzar acuerdos con los representantes de la región de Jos; previamente había estado un tiempo en la fértil Nupe, consiguiendo que los Jefes de la región accedieran a unirse al reino de Bornu. Pero a su llegada a Jos, cuando apenas había comenzado a realizar contactos con los representantes locales, murió de fiebres en 1093.

En cualquier caso, lo más reseñable de aquel tiempo fue la conversión final del rey Butaiyin II al Chii Islam en 1093, junto a la mayor parte de la población de la región central de Kanem-Bornu y todos los Jefes de la milicia. Las demás regiones mantuvieron sus cultos ancestrales, salvo Soro y la ciudad de Bumka que, por su especial relación con el reino, accedieron gustosas a la conversión a la nueva fe en compañía de su Rey.

--------------------------------------------------------

Reino de Ghana
(Africana Pagan Bárbaro Nación Abierta)
Mumbaka, "Cazador de Cazadores", Gran Jefe de Ghana.
Diplomacia:

El Gran Jefe Mumbaka había destinado gran parte de los esfuerzos económicos de su nación a perfeccionar su disciplina militar, los equipamientos y el conocimiento de las tácticas de las guerras modernas que se libraban en el lejano norte. Durante muchos años, siempre con el temor de que la expansión del Sudán pudiera llevarse a sus tierras por delante, las inversiones en el ejército habían sido continuas.
Por fin, a mediados del año 1091 todos aquellos esfuerzos comenzaron a ofrecer sus frutos; el gran Mumbaka, el "Cazador de Cazadores", había logrado que los guerreros de Ghana mejorasen enormemente tanto en habilidad como en conocimientos tácticos y disciplina. Había conseguido que su reino tuviera al fin un ejército en el que confiar la defensa de sus vidas.

Y aquello fue lo último que hizo en vida en gran Mumbaka, quien murió mientras dormía rodeado de sus jóvenes mujeres a finales de octubre de 1091. La sucesión fue tranquila, y el joven Nzimbu, a quien todos los hombres respetaban, aun los más fuertes, y quien era conocido por todo el reino por su hazaña de juventud cuando cazó al león apenas cumplidos los catorce años, accedió al trono de su padre sin ningún contratiempo: si Mumbaka había sido un gran guerrero, a nadie se le escapaba que el joven Nzimbu lo era en mayor medida.

--------------------------------------------------------

Tribu de Sudán
(Pagano Africano Bárbaro Nación Abierta)
Ngoupu "El León", Gran Jefe de las tribus de Sudan
Diplomacia: Adawara (Fa)

Además de los muchos nuevos guerreros que se unieron al gran ejército de Ngoupu, quien durante aquellos años se dedicó a controlar los asuntos administrativos de sus tierras, los años pasaron por el Sudán sin apenas dejar poso.
El único asunto de importancia, más allá de los reclutamientos, fue el viaje del Jefe Unuk, quien tras llegar a la la región de Adawara y reunirse con sus líderes logró que éstos reconocieran su adhesión a la gran Tribu del Sudán; la boda entre el jefe local de mayor rango y la hija del Gran Jefe Ngoupou, a quien todos llamaban "El León", ayudó a que los acuerdos se sellaran con gran rapidez. Tanta que el Jefe Unuk hubo de frenar el entusiasmo de las gentes de Adawara, pues se le había ordenado que alcanzara una serie de objetivos y tan grande fue su éxito que necesitó de todos sus esfuerzos para convencer a los jefes de la región de que los nuevos acuerdos con el Sudán eran más que suficientes y satisfactorios para todos.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #47 en: 21 de Agosto de 2006, 11:11:20 am »
Lanza de Al'Mansur
Iusuf, Qá'idun de la at-Tariqa.
Diplomacia: Balansiyya (P), Valencia (H), Córdoba (P), Castilla la Nueva (H).

El Qá'idun de la at-Tariqa de la Lanza de Al-Mansur se dedicó con auténtico fervor a ampliar las infraestructuras de la orden en los territorios del Califato de Córdoba y el Emirato de Castilla, inaugurando toda suerte de nuevos cuarteles y casas de la at'Tariqa en las regiones de Valencia y Castilla la Nueva, y mejorando las estructuras ya existentes en Balansiyya y Córdoba.
« Última modificación: 21 de Agosto de 2006, 12:06:58 pm por Uve »
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #48 en: 23 de Agosto de 2006, 12:49:18 pm »
Imperio de Polonia
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Andrei II, Rey de Polonia por la gracia de Dios.
Diplomacia:

No había pasado tanto tiempo desde la llegada de aquella horda de Kubán cuando, una vez más amenazando a los pueblos del Este de Europa, aparecía otra con las mismas amenazantes intenciones. La horda llegada de un lugar desconocido llamado Saraba hizo su aparición en un momento de transición, y sus exigencias de tributo se recibieron en Polonia con muestras de profundo hastío en la población, golpeado antaño por la peste y amenazado continuamente desde Asia por un peligro tras otro. La clase noble reaccionó apretando los dientes y clamando a su Rey que se negara a las exigencias de los bárbaros.
Y así lo hizo el buen Rey Andrei II, quien se esforzó durante aquel tiempo por coordinar los esfuerzos militares en ayuda de quien parecía iba a ser la primera pieza de la horda, caso de que se decidiera por atacar de nuevo Europa: el Principado de Kiev. Mientras enviaba hacia el Este un ejército comandado por el Príncipe heredero Sergei, el Rey Andrei se quedó en la capital dirigiendo las tareas de gobierno mientras su corte al completo se dedicaba a tareas administrativas y de defensa.

Como se ha dicho ya, el Príncipe Sergei había partido hacia Kiev con la firme determinación de reforzar con sus hombres las defensas del vecino principado. Auxiliándolo en tareas de control y como segundo al mando viajaba el General Putin, pero el guerrero murió súbitamente a finales 1090 antes de dejar Volhinia. Fue una noticia que entristeció a todo el ejército, pues el General era un comandante querido y muy respetado entre los soldados; pero la verdadera tragedia llegó después, cuando el propio Príncipe heredero murió tras un accidente mientras se montaba un campamento en la lejana Turov, antes de llegar a Kiev. Aquella segunda muerte hizo que los mandos menores y todos los suboficiales decidieran dar marcha atrás para regresar a su país antes de lo previsto, pues la expedición parecía maldita por la fortuna.

Cuando el ejército llegó hasta las fronteras de Polonia descubrieron que la maldición se había extendido de manera increíble por todo el reino. Los campesinos lo llamaron "La Peste del Faisán", pues al afectar sólo a nobles y gente de posibles parecía que aquella epidemia que había caído sobre el reino se estaba ensañando en los ricos, y si algo hacían los ricos que no hicieran los pobres era comer faisán. El caso es que entre los años de 1091 y 1093 murieron también el príncipe Shasha, el Señor de Moravia y el General Bendik, por mencionar sólo a los más importantes de entre los caídos inesperadamente.
En algunos casos, aquellas muertes inesperadas se convirtieron en obstáculos insalvables para el desarrollo del país, ya que muchos de aquellos hombres dirigían personalmente labores empeñadas por el propio Rey y sus desapariciones descabezaban cada uno de los empeños. Así sucedió, por ejemplo, con la muerte del General Bendik acaecida durante sus trabajos diplomáticos en Volhynia, la cuál malogró sus esfuerzos impidiendo que se alcanzasen mejores acuerdos de la región en sus relaciones con Polonia.

Toda una generación de nuevos generales y Príncipes ascendieron a puestos de importancia gracias a aquella extraña "Peste del Faisán".
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #49 en: 23 de Agosto de 2006, 01:39:20 pm »
Reino de Noruega
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Svien el Temido, Rey de Noruega, Señor de los Mares del Norte.
Diplomacia: Shetlands (NT), Faroes (NT).

Nadie imaginaba que las nuevas políticas de ahorro emprendidas por el Rey Svien pudieran generar problemas internos dentro de la gran nación noruega, pero así fue. Después de no realizarse gasto reseñable alguno (se ahorró hasta la gran cantidad de dinero enviada por la Iglesia para reconvertir el terreno de una de las regiones en cultivable) con el fin de acumular el dinero para acciones futuras, llegaron a la corte las noticias de la rebelión de los hombres de la región de Agder, al parecer hartos de los años de impuestos sin recibir a cambio ni una sola moneda.

Ajeno a todo ello, y con sus 67 años, el Rey Svien siguió mostrándose como el hombre de acción que era y no cesó ni un momento en su incesante actividad: viajó hasta las Shetlands donde se reunió con sus líderes. Impresionados por el tamaño y la fuerza que desprendía aquel anciano guerrero, logró que los lugareños se comprometieran a permitir el paso de los hombres noruegos reconociendo ciertos derechos de la nación sobre sus islas. Tras cuatro años de trabajos diplomáticos, el Rey regresó a casa.

El Príncipe heredero Olaf se quedó en Oslo, gobernando. Aunque el gran número de tropas bajo su mando era una constante tentación que le llamaba a reclamar el trono que le pertenecía por derecho antes de envejecer irremediablemente, el temor (más que el amor) que sentía por su padre fue suficiente motivo para que no lo intentase.

El Príncipe Erik disfrutó de unos pocos años de paz sin ninguna orden en concreto, tiempo que dedicó a descansar y cazar. Y descansando en su cama murió en el año del Señor de 1092.

Mientras tanto, el General Mladen llegó a las Faroes tras dos años de exploraciones sin apenas descanso. Tras tomar contacto con los habitantes de la zona regresó a Alesund con grandes pérdidas a causa de las tempestades y el frío y fiero mar del Norte, pero con la felicidad que daba el saber que su misión se había cumplido.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #50 en: 23 de Agosto de 2006, 05:31:10 pm »
Rajputado de Pagan
(Budismo Hindú Civilizado Nación Abierta)
Rajá Ahombiz.
Diplomacia:

Pese a los temores de gran parte de la clase noble del pequeño Rajputado, que aseguraban que el Regente Mabbiz jamás dejaría su posición de fuerza al mando del reino tras tantos años de gobierno ahora que el joven Rajá Ahombiz había cumplido al fin los 15 años, lo cierto es que la transición fue tranquila y el Regente, ahora simple Príncipe, aceptó su nuevo rol con absoluta naturalidad. Y fue tranquila, probablemente, a causa de otros temores aún más fuertes que eran los que despertaba la posible aparición por el pequeño rajputado de la temible horda bárbara de Kerait.

Así pues, el nuevo y joven Rajá, ordenó a todos los jóvenes y hombres en edad adulta que abandonaran sus ocupaciones temporalmente para incorporarse al ejército y se aprestaran a combatir. Las nuevas unidades fueron divididas en las diferentes armas del ejército, y hasta se entrenó a un importante número de hombres que sabían montar a caballo para que formasen parte de nuevos cuerpos de caballería de élite. Hecho esto, el Rajá Ahombiz pasó todo su tiempo al frente de la administración, aprendiendo sobre la marcha; aprendiendo mucho, se cuenta, pues tomó a cuatro bellas jóvenes de nobles familias como esposas que, tras cuatro años, le habían dado ya hasta diez bebés entre niños y niñas.

El Príncipe Mabbiz, antiguo Regente, en una muestra de confianza por parte del joven Rajá (había quien aseguraba en voz baja que más que confianza aquello era una irresponsabilidad), recibió el mando de todo el ejército. Por fortuna, aquel hombre era bastante más leal de lo que se le suponía, y no trató en ningún momento de usurpar el trono.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #51 en: 23 de Agosto de 2006, 05:44:20 pm »
Reino de Champa
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Sri Manuit, Rey de Champa
Diplomacia:

El pequeño reino se encontraba a inicios del año 1090 aterrado por completo a causa de la presencia aún lejana de la enorme horda de Kerait. Asustados por los rumores que hablaban de su viaje hacia el sur, el país entró en una dinámica de locura colectiva y todo el mundo se dispuso a trabajar intensamente para mejorar las defensas del reino. Con el corto presupuesto de que disponía el Rey Sri Manuit se reclutaron y entrenaron unas cuantas compañías de ingenieros, además del levantamiento de murallas y mejoras de las defensas existentes en la región de Champa. Tan escasos andaban de fuerzas que el Príncipe heredero, destinado a comandar el ejército, se encerró en la capital Vijaya dejando desguarnecida la provincia.

Pero el Rey no llegó a ver cómo la gran horda era sorprendentemente detenida en el norte por el pequeño país de Dai Viet (ver Nf de Dai Viet), pues murió tras una corta enfermedad a finales del año 1092. Su hijo, recién coronado, falleció a las dos semanas en un accidente durante un entrenamiento con espadas embotadas.

De repente, todo se había desmoronado.

Aprovechando el desconcierto entre los nobles, el General Hay Yen se hizo con el poder proclamándose nuevo Rey de Champa. El ejército lo apoyó de inmediato, pero la región de Cochin rechazó a sus representantes y se negó a reconocerlo como nuevo Rey. Cuando al fin llegaron las noticias de la caída de la horda y de que, como por entonces se decía, "nada ni nadie había pasado por Dai Viet", el Rey Hay Yen decidió ponerse al mando de los órganos de gobierno abandonando las defensas: de otro modo, el pequeño reino de Champa no ingresaría apenas dinero y podría entrar en un tiempo de hambrunas que quizá no podía permitirse.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #52 en: 23 de Agosto de 2006, 05:53:30 pm »
Emirato de Castilla
(Sunni Islam Civilizado Nación Abierta)
Aramei, Emir de Castilla.
Diplomacia:

Ajeno por completo a las convulsiones que iba a experimentar el cercano Califato, el Emir Aramei dedicó sus esfuerzos en mejorar con constantes inversiones en todos los territorios el estado interno de su pequeño emirato. Con vistas al importante papel que la ciudad habría de realizar en el futuro como gran centro del comercio marítimo del emirato, el Emir decidió ampliar una vez más los límites de Balansiyya dotándola de mejores infraestructuras y mejorando los accesos y dársenas del puerto. En muy poco tiempo, la ciudad de Balansiyya estaba convirtiéndose en otra de las perlas del Mediterráneo, y las noticias de su completa adhesión al Emirato tras su rotura de relaciones con el Califato desencadenada después de la muerte del antiguo Hâjib, fueron recibidas con gran sorpresa por Aramei.
Además, el Príncipe Alberto Ibn Shiba mantuvo sus contactos desde Barcelona con el vecino reino catalán con la intención de seguir aumentando la influencia entre ambas naciones. Fueron años tranquilos y provechosos.

En el nombre de Allah, el clemente y misericordioso, el único, el Eterno, el que no ha engendrado ni ha sido engendrado, el que no tiene igual.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #53 en: 23 de Agosto de 2006, 06:07:57 pm »
Rajputado de Rajput
(Budismo Hindu Civilizado Nación Abierta)
Mahide, Raja de Rajput
Diplomacia:

Años de enormes cambios se iniciaron en 1090. Tras un nuevo reclutamiento, que alimentó considerablemente las filas del ejército, la nación vio cómo las continuadas inversiones del Rajá destinadas a las enormes contrataciones de nuevos funcionarios y burócratas, a la reestructuración de los organismos de gobierno en ciudades, aldeas y regiones y en la modificación de las relaciones entre la administración y la propia corona daban al fin fruto de forma espectacular: no sólo la capacidad de gobierno de Mahide aumentó sustancialmente con todos aquellos nuevos funcionarios, sino que la mayor parte de las estructuras de control se centralizaron sobre la figura del Rajá.

En lo referido a política exterior también hubieron cambios. Se vendió alimento al Tibet, lo cuál no dejaba de ser algo a celebrar por los habitantes del Rajputado: normalmente, los saqueadores tibetanos no acostumbraban a comprar aquello que necesitaban. Aquello significaba mucho para el Rajá, ya que evidenciaba que Rajput había logrado hacerse respetar.
Además, las buenas relaciones entre el Rajputado de Rajput y el vecino Rajputado de Uttar Pradesh fructificaron con la firma de nuevos acuerdos que aseguraban importantes cooperaciones entre ambos países para los próximos años. Fue el propio Rajá Mahide quien acudió hasta Uttar Pradesh para el acto ritual de la firma del tratado, como muestra de respeto y reconocimiento hacia el nuevo aliado.

Entre tanto, el Príncipe heredero Sahedra había sido situado por su padre al mando de casi todos los ejércitos, con el cometido de mantenerse al frente de la administración del Rajputado atendiendo a burócratas y generales por igual. Se cuenta que durante su permanencia al mando virtual de todo cuanto era significativo en Rajput fue asediado por todo tipo de cantos de sirena que lo animaban a asumir el control de forma definitiva. Y se cuenta que estuvo muy cerca de dar un inesperado golpe contra su propio padre para convertirse en nuevo Rajá.

De si son ciertos o no tales rumores, nada puede decirse. El Príncipe permaneció fiel al Rajá, su padre, sea porque no se decidiera al fin o porque en realidad jamás albergara su mente tales intenciones.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #54 en: 23 de Agosto de 2006, 08:47:52 pm »
Rajputado de Uttar-Pradesh
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Samprati, Rajá de Uttar-Pradesh
Diplomacia: Jodhpur (F), Gujerat (-2Yfc)

Grandes cantidades de dinero se destinaron a la fortificación del reino. La militarización del Rajputado fue evidente, con el reclutamiento de nuevos soldados de infantería y la contratación de los mercenarios de Culcat y Delhi. Si alguien decidía atacar a Uttar Pradesh iba a encontrarse al rajputado preparado para todo.

Pero Samprati no había olvidado sus obligaciones de gobierno con la militarización de los primeros años noventa del Siglo XI; el aumento progresivo de funcionarios en el rajputado, la contratación de contables y escribas, la construcción de nuevos edificios donde centralizar los organismos de gobierno dio como fruto un aumento evidente de las capacidades de la maquinaria administrativa. Además, y como forma de asegurarse las fronteras del himalaya, Samprati envió carromatos de comida hacia el reino del Tibet como tributo.

El Rajá continuó con su política de casamientos políticos acudiendo personalmente hasta Jodhpur para contraer matrimonio con una princesa local; con la boda asegurada, al Rajá no le resultó demasiado complicado influir positivamente en el ánimo de los nobles de Jodhpur, antaño hostiles hacia el rajputado por nada olvidados problemas del pasado. Pocos meses después de los esponsales, la sureña ciudad se mostraba feliz de mejorar sus acuerdos con el Rajá uniendo de forma definitiva sus destinos a los de Uttar Pradesh.

El Príncipe Mahudi trató de hacer lo propio en Gujerat, dedicando años a reunirse con los representantes de la región. Pero sus empeños produjeron un rechazo inesperado en la población, y el Príncipe hubo de huir hacia territorio más amistoso para evitar males mayores.
« Última modificación: 04 de Octubre de 2006, 04:23:03 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #55 en: 24 de Agosto de 2006, 08:47:26 am »
Rajputado de Nasik
(Hinduismo Marítima Nación Abierta)
Bohja, Rajá de Nasik.
Diplomacia: Surashtra (-2Yfc)

Los hombres de Nasik siempre habían sido atrevidos y muy marineros en su más pura esencia; las pérdidas de vidas en alta mar eran comunes, y una buena forma de morir en el sentir de la gente del rajputado. Y no sólo campesinos o humildes pescadores pensaban de tal modo, sino que los mismos nobles y miembros de la familia del Rajá se habían perdido para siempre en las profundidades del gran azul.

Cuando el General Kishore tomó un par de buques ligeros y maniobrables y partió para explorar la corriente ecuatorial del norte, lo hizo a sabiendas de las dificultades enormes que correría haciendo semejante viaje por un terreno desconocido y contra la dirección natural de las fuerzas marinas. Su partida fue celebrada en todo el territorio; su desaparición, pues nunca más se supo de él o de su tripulación, llorada pero sin olvidar el orgullo que todos sentían por el valor de Kishore.

Además del viaje torcido por la fortuna del General Kishore, en aquel tiempo se construyeron numerosas fortificaciones a lo largo de las regiones del rajputado. Se amplió y mejoró la dotación de la flota de Nasik, y el buen Rajá Bhoja trató de mejorar la disposición de los nobles de Surashtra y el nivel de los tratos entre la región y el rajputado; quizá no trabajó con el empeño adecuado, o no supo comprender las necesidades de los habitantes de la región, pero a finales de 1094, repleto de frustración, el Rajá Bhoja regresó a casa sin haber conseguido nada más allá de estropear aún más la situación.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #56 en: 24 de Agosto de 2006, 09:32:49 am »
Imperio Khemmer
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Kertas, Gran Emperador de Khemmer.
Diplomacia: Surin (T).

El periodo de tiempo comprendido entre los años 1090 y 1094 estuvieron marcados por el temor ante la presencia de las grandes hordas bárbaras que amenazaban con llegar desde el norte. Kertas, conocedor de la actual situación de gran fragilidad de su Imperio tomó todo un conjunto de medidas inmediatas para tratar de preparar a su pueblo para las batallas y las privaciones que podrían sufrir en caso de asedio.

La inteligencia del Emperador, puesta a prueba durante aquel tiempo de dificultades, se reveló ágil y bien afinada. Una vez devuelto el préstamo pedido hacía años comenzó desviando parte del dinero para iniciar una intensa fortificación de la región de Khemmer. Después, en una medida de inmenso valor estratégico, distribuyó las reservas de alimentos entre las diversas ciudades del país, permitiendo que sus habitantes resistieran mejor cualquier intento de asedio a que pudieran ser expuestos. Además destinó al Príncipe Raganatan a una doble misión: debería partir hacia la región de Surin para mejorar los acuerdos con los representantes locales, labor que realizó con gran éxito; y en segundo lugar, antes de iniciar su viaje visitaría todas las regiones del Imperio, aun la lejana Sukmatha, con el fin de dejar en cada una de ellas una porción del ejército en forma de guarnición. La medida se mostró de nuevo acertada, pues cuando las tropas bárbaras de Gaochan llegaron a la región de Lampang, las gentes de Sukmatha apoyadas por las nuevas tropas de guarnición y las reservas de comida destinadas por el Emperador sintieron la suficiente seguridad como para mantener fieles y firmes pese a que la ciudad quedó aislada por completo de todo contacto con Khemmer. En el contexto militar, fue el propio emperador quien se encargó de la defensa de la fundamental región de Khemer durante los cinco años a la espera de la gigantesca horda bárbara de Kerait, que nunca jamás llegó, mientras el resto de sus generales tomaban posiciones defensivas a lo largo de las fronteras norte del reino.
La última de sus medidas destinadas indirectamente a facilitar la resistencia de su pueblo y aumentar su influencia personal con el fin de comandar sin fisuras el Imperio, dio resultados opuestos a los esperados: tras años de meditarlo en silencio, Kertas había decidido dar un golpe de efecto aumentando decididamente la fuerza de las creencias religiosas de su pueblo, con la intención de instaurar el culto a los antepasados del emperador dando un cierto halo divino a la figura imperial. Pero la reacción de los habitantes de Khemmer fue justo la contraria: molestos por aquella pretensión extraña de su Señor, y desengañados por el apoyo que le prestaron los líderes religiosos del imperio, la mayor parte de los hombres y mujeres de la nación se refugiaron en sus cultos privados de siempre preocupándose mucho menos de los asuntos religiosos, y aún menos de los oficiales, y abandonando los templos masivamente. El tiempo diría si aquel momento en el que las creencias de todo un imperio se tambaleaban sería trágico para el futuro del país con la prevista y largamente temida llegada de los bárbaros.

Por desgracia, si bien la presencia de aquellas hordas se erigió como la gran preocupación del emperador, hasta el punto de dirigir la estrategia y política de todo un país durante cinco largos años, los problemas reales que sufrió el Imperio llegaron inesperadamente desde el norte y el este.
El pirata Guntar, famoso por su carnicero y despiadado comportamiento y el salvajismo de sus hombres, tras saquear las embarcaciones que faneaban por el mar de Andaman en los años pasados decidió trasladarse hasta el mar de Mekong, en una brutal carrera de asaltos que lo hizo pasar a cuchillo, sangre y fuego por los mares de Nicobar, Mallaca y Penunjunk.
Pero fue el otro problema, que tomó a los comerciantes terrestres por sorpresa, lo que enfureció terriblemente al Emperador Kertas. A principios del año 1091 comenzaron a producirse asaltos en las caravanas de comerciantes que unían las regiones de Mon y Nakhon. Lo que pareciera en un primer momento asaltos aislados y puntuales, se demostró después demasiado organizado y sistemático: los asaltantes parecían demasiado bien equipados; su proceder era sincronizado, asaltando diferentes caravanas al tiempo en diferentes lugares; y siempre procedían de un mismo lugar: la región de Thaton.
De inmediato comenzaron a propagarse rumores por la corte Imperial que aseguraban que el mismo joven Rajá Ahombiz de Pagan se encontraba detrás de aquellos asaltos. El Emperador Kertas, que era un hombre demostradamente inteligente, decidió no realizar acusaciones públicas contra el vecino rajputado.

Pero en su interior, juró venganza.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #57 en: 24 de Agosto de 2006, 09:45:17 am »
Reino de León
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Antonio, Rey de León por la gracia de Dios.
Diplomacia:

Quiso el Señor dar luz al futuro del pequeño Reino cristiano cuando a mediados del Año del Señor de 1090 el Rey Antonio contraía matrimonio con una hermosa joven zamorana. Un año después nacían dos gemelos que aseguraban la permanencia de la dinastía real al mando de los destinos leoneses durante mucho tiempo.

Los años se consumieron entre pequeñas inversiones destinadas a la mejora de las tácticas y métodos de entrenamiento del cuerpo de infantería, que dieron buenos frutos evidenciando una gran evolución a finales de 1094, y otras de mayor importancia consistentes en la contratación de todo tipo de funcionarios públicos llegados de las esquinas del reino así como de países extranjeros: escribas, contables, traductores, recaudadores, gobernadores locales... La burocracia leonesa aumentó considerablemente, pese a las opiniones de muchos de los nobles del reino que consideraban que semejante desembolso económico, y el mantenimiento que requeriría para asegurar su funcionamiento eficaz, era de todo punto exagerado a tenor del tamaño de León y de sus necesidades.

También en aquel tiempo continuaron las obras de la gran carretera que uniría Zamora y Santiago: seguía estando muy lejano el momento en que el enorme proyecto se inauguraría, pero, como comenzó a decirse en aquellos días por el todo reino, "toda losa hace carretera". Si algo había aprendido el Rey Antonio de su padre, el gran Alfonso, era que un reino pequeño debía ser paciente.

El resto de generales y príncipes vigilaron con atención las aseguradas fronteras y se entretuvieron como bien pudieron.


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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #58 en: 24 de Agosto de 2006, 09:55:21 am »
Sacro Imperio Romano Germano
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Káiser Ludovico.
Diplomacia:

Una extraña ola de inactividad invadió a los hombres y mujeres del antaño resuelto y frenético Sacro Imperio.
Lo único destacable de aquel tiempo, agitado en el resto de Europa a muy poca distancia de las fronteras imperiales, es que el Kaiser Ludovico comenzó a mostrar una paranoica fijación respecto a los intentos de asesinato y traiciones que veía tejerse por todas parte a su alrededor. No sólo temía que pudieran producirse, sino que las veía ante sus propios ojos.
Como resultado, pronto comenzaron las ejecuciones sumarísimas a lo largo y ancho del Imperio; pero con los años, el problema fue a más y el Kaiser acabó firmando las ejecuciones de sus antiguos compañeros y amigos los generales Leo y Martin.

Además llegaron noticias de grupos de asaltantes que robaron y asaltaron de forma continuada la zona de Pomern, independiente aunque a ojos del emperador fuese otro de los territorios legítimos del Sacro Imperio. Durante dos años, los daños a las aldeas y poblaciones locales fueron inmensos.

(El jugador no entregó órdenes)
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #59 en: 24 de Agosto de 2006, 07:39:21 pm »
Califato Fatimí
(Chi’i Islam Civilizado Nación Abierta)
Yuhanna Habbib, Gran Califa de los Fatimís.
Diplomacia: Aden (-1Yfc)

Cuando el cinco de mayo del año 1091 de la Era Vulgar la tierra comenzó a temblar en las provincias del Sinaí, el pánico se apoderó de la nación fatimí. No sólo era el miedo al movimiento del suelo que hacía caer edificios y abría grietas en la tierra, sino también a que se extendiera por otras regiones así como a las grandes olas que, como contaban los mayores que habían escuchado decir de sus mayores, solían acompañar a los terremotos.
El gran terremoto que sacudió el Sinaí durante dos días se llevó consigo miles de vidas, destruyó casas y alteró el curso de pequeños afluentes; las grandes olas que a continuación golpearon las costas de Ghebel Gharib y el Hijaz mataron también, aunque de forma muy localizada.

Para el Califa Yuhanna Habbib, aunque las muertes de tantos fieles era un triste hecho que habría de llorarse, lo cierto es que el terrible terremoto se había cebado sobre una región tan pobre que los efectos sobre el tesoro de la nación serían prácticamente imperceptibles. Los movimientos de tierras no llegaron milagrosamente a afectar las obras del gran canal que comunicaría el Mediterráneo con el mar Rojo, así que Yuhanna Habbib decretó una semana de luto por los muertos y desaparecidos y se aprestó a continuar adelante, gobernando el califato desde su amada Faiyum junto a su hijo Al-Mustafa.

Y fue mucho lo que hizo el Gran Califa en aquellos años marcados por la tragedia del Sinaí; además de enviar al príncipe Bishr Khalid junto a una pequeña escolta con presentes y oro a los líderes de Kanem-Bornu a fin de asegurar su conversión a la fe del Profeta, el Califa decretó la construcción de una ciudad portuaria en el Yemen, la cuál fue fundada años después con el nombre de "Sabiya". También se envió dinero en concepto de ayuda al nuevo Rey de Venecia, como gesto de buena voluntad en los difíciles momentos que estaba viviendo el reino de los comerciantes; la relaciones con Venecia eran muy buenas y estaban muy bien valoradas por los nobles y comerciantes más ricos, y el Califa estaba más que dispuesto a ayudar en la necesidad a sus socios venecianos.
Desde el punto de vista comercial, es importante reseñar que también en aquellos días se abrieron nuevas rutas con el Imperio Ghaznaví e incluso con el lejano Rajputado de Nasik.


Además de la misión encomendada al Príncipe Bishr Khalid, el Gran Califa envió al General Fajr Negm viajó hasta el Yemen para supervisar la construcción de la ciudad. Después se desplazó hasta Asir para intentar mejorar las deterioradas relaciones existentes entre la región y el Califato; pero pese a utilizar el recurso del oro, las gentes de Asir no olvidaban fácilmente y decidieron quedarse el dinero en concepto de reparación por daños de guerra sin acceder a firmar nuevos tratados con el representante del Gran Califa a cambio. Tras aquel fracaso viajó aún más hacia el sur, a la región de Aden, con idénticas intenciones. Allí fue recibido aún peor que en Asir, y hubo de regresar al Califato con precipitación.
Mientras a Imad Radi, el Príncipe hijo de Yuhanna, lo enviaba a unirse a la Hermandad de Ismail, el Gran Califa ordenó a su fiel general Saqr Anwar a vigilar al mando de la flota el golfo de Chipre. Allí, en cumplimiento de su deber, murió a manos de la flota bizantina del General Romano (ver NF Bizancio).

No fue aquel el único revés llegado de la mano de Bizancio; al parecer, varios agentes bizantinos se habían dedicado a soliviantar los ánimos de la población ortodoxa de la isla de Malta en contra de los numerosos misioneros enviados por el Gran Califa para convertirlos al Islam. Debieron emplearse a fondo, pues cuando los nuevos representantes religiosos del Califato llegaron a la isla fueron recibidos con un ambiente de tan evidente hostilidad que todos sus empeños fueron infructuosos. Poco después, en forma de velada amenaza, los barcos bizantinos de la flota del General Romano se pasearon frente a las costas de Malta, haciendo pasar en formación a los barcos fatimís capturados de la flota del fallecido General Saqr Anwar.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #60 en: 24 de Agosto de 2006, 09:45:35 pm »
Reino de Hungría
(Romano Católico Civilizado Nación Abierta)
Vencel, Rey de Hungría.
Diplomacia: Slovakia (+18Yfc.), Carinthia (+9 Yfc).

La amenaza que suponía para el reino de Hungría la creciente horda bárbara de Saraba era lo bastante importante como para que el Rey Vencel encabezara la marcha del gran ejército húngaro en su viaje hasta el vecino reino de Kiev.
El Rey estaba convencido de que la horda con su Khan al frente trataría de atacar alguna de las supuestamente débiles naciones cristianas de Europa, como modo de mostrar su fuerza y determinación y poder extorsionar reinos enteros en el futuro. Y estaba convencido del mismo modo de que la nación escogida era el Principado de Kiev. Con una intensa labor diplomática, se logró coordinar los esfuerzos de Hungría, Polonia y el propio Principado para enfrentar a la horda con un ejército lo bastante grande como para poder infringirle una derrota definitiva.

Al mando de numerosos guerreros y acompañado por el General Astvan y los Señores Miklos de Banat y Balint de Carpathia, acudió a unirse a la defensa de Kiev.
Y llegó la desgracia.

El Rey Vencel de Hungría, tras mostrar molestias en las piernas durante varios días, murió de forma fulminante tras una cena con sus consejeros y generales en Marzo del año del Señor de 1091. Tras el sorprendente fallecimiento, el General Astvan tomó el mando del ejército de Hungría con la intención de regresar a casa. Durante el viaje, muchos de sus suboficiales le animaron a marchar sobre la capital aprovechando la fuerza de las armas para alzarse contra el heredero el Príncipe Esteban. Pero Astvan sólo marchó sobre la capital para reunirse con el Príncipe Esteban, arrodillarse ante él y jurarle lealtad eterna, al igual que había hecho con su padre.

Mientras el ejército viajaba hasta las lejanas estepas rusas, el Príncipe Esteban, con ayuda del Príncipe Eszes y algunos diplomáticos y nobles de prestigio, negociaba la anexión de Slovakia con los líderes y representantes locales. La llegada de la noticia sobre la muerte del gran Vencel convertía a Esteban en Rey de Hungría, y aquello fue todo lo que necesitaba para finalizar sus empeños diplomáticos alcanzando excelentes resultados.
Además, el Príncipe Eszes junto al General Jakab, quienes habían participado en las negociaciones en Slovakia, acudieron acto seguido hasta Carinthia como diplomáticos mejorando también de forma notable los acuerdos entre el reino y la región.

Aparte de todo ello, lo más notable de aquellos años fue el envío de ayuda económica a Venecia. Hungría decidió dar auxilio a quien había sido aliado no muchos años atrás, siguiendo el ejemplo, aun sin saberlo, de naciones tan diferentes como el papado y el Califato Fatimí.
Como última nota a reseñar, se ampliaron las fortalezas de Bavaria y Alfold.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #61 en: 25 de Agosto de 2006, 05:35:28 am »
Principado de Kiev
(Eastern Ortodoxia Civilizado Nación Abierta)
Gran Príncipe Pyotr,
Diplomacia:

El Gran Príncipe Pyotr de Kiev lo había previsto todo. Pese a los tremendos fríos que habían dejado como regalo las peores cosechas de los últimos años, y la escasez de dinero causada por la hambruna consiguiente, los reclutamientos habían continuado con el consentimiento y aprobación de toda la población: el Principado esperaba para dentro de poco tiempo la visita de la gran horda bárbara del Khan Tukeban, y los Kievlitas eran famosos por su especial sentido de la hospitalidad. Además, tanto Polonia como Hungría habían enviado tropas para participar de la defensa; claro que ambos ejércitos hubieron de regresar a sus tierras antes de llegar a Kiev a causa de la epidemia de muertes en las clases nobles que había asolado Polonia y del fallecimiento en campaña del honorable Rey Vencel de Hungría. Pero los kievlitas resistirían, eso lo sabía bien el Gran Príncipe. Resistirían cualquier cosa, y sin húngaros ni polacos el gran Pyotr se divertiría aún más.

Cuando a inicios del año del Señor de 1092 quedó claro que el Khan Tukeban no acudiría a la cita, el Gran Príncipe se sintió terriblemente desesperado, y mucho más cuantos más años pasaban. Pero su desesperación duró poco tiempo: decían los infieles que si la montaña no iba hasta el infiel Mahoma, el infiel Mahoma iría hacia la montaña.

Así que a finales de 1094 pensó que tal vez era hora ir a por la horda.

El Príncipe heredero Vladimir fue enviado entonces a Polovotsy con el fin de liberar a Petrov; una gran desgracia que la poca acción que hubo no la viese el Gran Príncipe Pyotr, pero al menos el Príncipe Vladimir logró ocupar la región sin ningún problema.
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Re: Newfax Turno 18 (1090-1094)
« Respuesta #62 en: 03 de Septiembre de 2006, 10:06:05 am »
Rajputado de Punjab
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Rajyavardhana, Rajá de Punjab
Diplomacia:

Años tranquilos dedicados a defender las fronteras del reino y a ahorrar para el futuro.

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