Autor Tema: En torno al civismo en la práctica colonial  (Leído 7852 veces)

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Raúl

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En torno al civismo en la práctica colonial
« en: 01 de Septiembre de 2006, 12:18:55 am »
A los líderes de las potencias mundiales:

Caballeros, ha sido gran motivo de asombro para nuestra nación el hecho de que la república de los Estados Unidos de América haya pretendido establecer un Protectorado sobre los territorios de Mauritania y Togo sin haber hecho jamás acto de presencia previo en tales regiones, y no comunicando sus intenciones a Alemania y Francia, las cuales habían situado previamente sus Influencias en ellas y de las que por tanto podían esperarse legítimos intereses a desarrollar en el futuro. Este proceder, que parece buscar la sorpresa y evitar la calmada negociación, resulta a nuestro parecer no sólo descortés, sino desde luego peligroso como fuente innecesaria de agitaciones y tensiones que habrían sido fácilmente evitables de haberse recurrido a la diplomacia previa y el intercambio de perspectivas, y sin duda creemos que, de generalizarse esta práctica en el futuro, un porvenir incierto y belicoso se cerniría sobre Europa y el ancho mundo, haría vulnerables en extremo las Influencias que las diversas potencias han distribuido sabiamente a lo largo de las parcelas incivilizadas del globo, y acabaría motivando que la sana diplomacia regular y calmada se apartara a un lado para dejar lugar a un tipo de negociación tensa y precipitada que contribuiría más al exacerbamiento de la crispación que a su mitigación.

En cualquier caso, atendiendo a la relativa juventud de la nación estadounidense (que, en este desafortunado asunto, sin duda ha pecado más de inexperiencia que de perfidia) y a nuestra doctrina del equilibrio mundial y el reparto colonial equitativo, estamos dispuestos a aceptar sus disculpas, no tanto por mostrar unas ambiciones coloniales que son desde luego perfectamente legítimas, sino por el procedimiento agresivo en exceso con el que se ha pretendido satisfacerlas. Esperamos así que este incidente no desemboque en tensión alguna, y sirva en cambio para que a partir de ahora la totalidad del concierto de las naciones, por supuesto la estadounidense incluida, muestre su repugna hacia tales prácticas y se reafirme en el camino de la negociación previa y el diálogo. Estamos convencidos de que ello habrá de evitar numerosos e innecesarios conflictos, que sólo contribuyen a agriar las relaciones internacionales, y quedamos a la espera de la opinión del resto de potencias.

Atte.

Guillermo II de Hohenzollern, Emperador de Alemania
Príncipe Chlodwig Karl Victor zu Hohenlohe-Schillingsfürst, Canciller de Alemania
Barón Adolf Hermann Marschall, Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania
« Última modificación: 01 de Septiembre de 2006, 12:23:42 am por Raúl »
Antes de las comidas se despliega la servilleta. Enrique Jardiel Poncela

dehm

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Re: En torno al civismo en la práctica colonial
« Respuesta #1 en: 01 de Septiembre de 2006, 01:33:55 am »
Dirigentes de las naciones civilizadas!

En la presente situación mundial vemos que muchas naciones están velando por obtener beneficios sin pensar sobre quien pisan ni la fuerza con la que hacen. La situación desatada en África, seguramente con objeto de conseguir alguna ruta, es muy tensa y creemos que debe ser solventada mediante la diplomacia.

La actuación de EEUU es reprobable pero una nación joven y entusiasta a veces pone mucho celo en sus acciones aún cuando éstas puedan significar problemas más o menos graves y desencadenar en algunos aún peores. Hasta ahora la diplomacia ha reinado, dejemos que reine 100 años más.

Ánimo a todas las naciones a realizar y últimar los movimientos necesarios para llevar a buen fin las negociaciones sin forzar posturas ni provocar ningún conflicto que a estas alturas seguramente no sería local.

Japón
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Lord_Alce

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Re: En torno al civismo en la práctica colonial
« Respuesta #2 en: 01 de Septiembre de 2006, 12:00:29 pm »
Al Excmo. Sr. Presidente de la SdN y los líderes de las naciones civilizadas:
Francia, cumpliendo siempre al pie de la letra de los acuerdos por ella firmadas, reduce voluntariamente su marcador en Togoland a Interés, solucionando así el Casus Belli surgido con el II Reich Alemán.
Sin otro particular, atentamente,
Tristan de Fevre, Presidente de la República Francesa.
Todo pr?ncipe debe desear que le consideren piadoso y no cruel; sin embargo, tiene que procurar no usar mal la piedad.

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Re: En torno al civismo en la práctica colonial
« Respuesta #3 en: 01 de Septiembre de 2006, 01:21:48 pm »
Al Excmo. Sr. Presidente de la SdN y los líderes de las naciones civilizadas:
Francia, cumpliendo siempre al pie de la letra de los acuerdos por ella firmadas, reduce voluntariamente su marcador en Togoland a Interés, solucionando así el Casus Belli surgido con el II Reich Alemán.
Sin otro particular, atentamente,
Tristan de Fevre, Presidente de la República Francesa.


Y con EE.UU. en ese mismo área  ;)

No soy un completo inútil... Por lo menos sirvo de mal ejemplo.
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Guderian

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Re: En torno al civismo en la práctica colonial
« Respuesta #4 en: 01 de Septiembre de 2006, 10:50:05 pm »
Estimados líderes de las potencias mundiales:

He aquí la consagración del cinismo y la decadencia en el altar de la vieja Europa.
Para nuestra quizá joven y quizá inexperta, pero al menos democrática y pujante nación, las puertas estaban cerradas antes aún de que golpeásemos el llamador. He aquí a un monarca europeo, que lo es por simples vínculos de sangre, según la tradición elegido por Dios mediante un retorcido programa de matrimonios consanguíneos y decadentes, proclamando la prolongación moderna de sus derechos de señorío, de su herencia dinástica, de su infausta política de privilegios y castas. Lo dice un autócrata que está construyendo una potente flota de guerra y militarizando el país, incapaz de contener a los elementos más infames de su autoproclamada aristocracia que braman por derramar la sangre francesa.
En nuestra joven e inexperta nación la riqueza es para quien la trabaja. Nuestro mundo, quizá reciente pero desde luego aún no agusanado y decrépito como las estériles altas sociedades de las más rancias naciones de Europa, se levanta día a día con el sudor y la sangre de nuestra gente. En nuestro mundo el trabajo, el esfuerzo, la competitividad son valores en alza, el sello de los mejores. Nuestro mundo es el de los intrépidos. En nuestro mundo nadie tiene derechos adquiridos, nadie disfruta de privilegios, la igualdad de oportunidades es una realidad.
No me cabe duda de que las palabras del Káiser son las de un líder coherente y decidido. Y como tal, para mantener la coherencia, deshará inmediatamente el atropello que está cometiéndose en estos mismos momentos contra las Compañías británicas, expulsadas del Archipíélago Bismarck por las arbitrarias leyes mercantilistas del Reich. ¿O no? ¿O se limitará a encogerse cínicamente de hombros cuando se mencione el tema, utilizando dos raseros? ¿Acaso no es cierto que el Káiser ve con recelo el crecimiento de nuevas potencias, temeroso de quedarse atrás, asustado por cualquier intento de liberalismo, decidido a atajar todo intento de igualdad antes de que la única política válida, la de los derechos civiles, aplaste su mundo de privilegios consanguíneos?
Los Estados Unidos de América siempre han sido y siempre serán una nación abierta al diálogo, pero de ninguna manera estarán dispuestos a rendir vasallaje y subordinar su interés nacional a gobernantes cuya máxima hombría es ser descendientes en quince, veinte generaciones de un gran hombre que unificó unas tierras bajo su hábil mano.

Reciban un cordial saludo.
« Última modificación: 01 de Septiembre de 2006, 10:51:38 pm por Guderian »
Macchiavelli: Emir Mohmad ibn Musbani, Canciller del Sultán Mehmed II Fatih de los Turcos Otomanos
Pax Britannica: Oficina Federal de Relaciones Internacionales de los Estados Unidos de América

Raúl

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Re: En torno al civismo en la práctica colonial
« Respuesta #5 en: 01 de Septiembre de 2006, 11:23:58 pm »
No responderemos a los insultos proferidos contra la muy noble institución monárquica, que comparten la inmensa mayoría de las potencias mundiales, por cuanto no es ese el motivo que aquí nos incumbe y, a diferencia de otros, nosotros respetamos profundamente el principio de soberanía nacional y no injerencia en los asuntos internos de otras potencias.

Se ha hecho referencia a cómo la nación estadounidense ha encontrado "cerradas las puertas" de la carrera colonial. También el gabinete germano llegó tarde a dicho reparto, pero desde entonces se ha esforzado en establecer buenas relaciones con todas las potencias y hasta el momento ha evitado cualquier tipo de tensión con terceras naciones. Qué decir de otras potencias que también se iniciaron con aparente desventaja y sin embargo han sabido prosperar sin menoscabar la armonía y las cordiales relaciones internacionales. Por tanto, ello no es excusa.

No pretendan ustedes encubrir el hecho de que han procedido de una forma que podría calificarse de rapiña al intentar establecer Protectorados en regiones donde nadie podía esperarse que lo hicieran, ya que carecían de cualquier presencia previa en ellas, y donde ya había previamente Influencias de otras naciones.

La comparación con el asunto del Archipiélago de Bismarck no ha lugar, por cuanto al establecer allí nuestro Protectorado no había ninguna presencia previa británica. Lamentablemente aún así ha tenido lugar un desafortunado conflicto que, no obstante, hemos logrado solventar rápidamente por la vía de la negociación poniéndonos en contacto por privado con el gobierno en conflicto, algo que ustedes ni siquiera han intentado. Pueden estar seguros que de haber habido en el Archipiélago de Bismarck una Influencia de otra nación, jamás habríamos intentado rapiñar la región estableciendo un Protectorado sin previo aviso. Y a los hechos nos remitimos, por cuanto el gabinete alemán jamás ha procedido así, ni ha tenido noticia de que alguien lo hiciera (cierto es que hasta fecha muy reciente hemos sido ajenos al reparto colonial), ya que lo habría condenado de inmediato. Precisamente porque este asunto puede sentar precedente no podemos mostrarnos tibios al respecto.

Precisamente en atención a nuestra doctrina acerca del equilibrio mundial y el reparto colonial equitativo vemos con buenos ojos las ambiciones coloniales vengan de quienes vengan, y pueden estar seguros que, de haber buscado una negociación previa a la colocación de los marcadores territoriales, Alemania habría escuchado con atención sus demandas y propuesto una solución ecuánime. Pero ante esta política de hechos consumados que ustedes pretenden poner de moda, sólo cabe actuar con firmeza. No obstante, una vez que reconozcan que su impetuosidad les llevó a actuar de forma incorrecta, y se comprometan a condenar este tipo de acciones en el futuro, estaremos encantados de iniciar sanas y pausadas negociaciones, pues, como ya hemos dicho, no tenemos nada en contra de las muy legítimas aspiraciones coloniales estadounidenses.

En cuanto a las acusaciones de militarismo contra nuestra nación, es extraño que éstas provengan de la única potencia que hasta el momento ha preferido la guerra a la diplomacia en un conflicto, por no hablar de su lenguaje subido de tono y agresivo en demasía.

Pese a todo, y precisamente por nuestra condición de nación de muy reciente incorporación a los empeños coloniales, entendemos sus desvelos (sin compartir la forma de expresarlos) y estamos dispuestos a mostrarnos magnánimos y perdonar sus ofensas. Nuestra única exigencia es una disculpa pública y una condena de la práctica de establecer Protectorados sin previo aviso en regiones donde se carezca de intereses con anterioridad y donde previamente haya Influencias de terceros.

Atte.

Barón Adolf Hermann Marschall, Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania
Antes de las comidas se despliega la servilleta. Enrique Jardiel Poncela