Autor Tema: Newfax Turno 19 (1095-1099)  (Leído 29406 veces)

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #30 en: 20 de Octubre de 2006, 10:07:38 pm »
Primacía Islámica Sunní del Shahada
(Sunni Islam Bárbaro Primacía Religiosa)
Gran Ulema Acima
Diplomacia: Samarkhand (Ab), Bokhara (Ab), Khwarzim (Ch), Urgench (Ch), Turkmen (Ch), Alexandresht (Ch), Sahiwal (Ch).


"Bismillahi ar-rahmani ar-rahim"
En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso


La muerte del Príncipe Masud, heredero al sultanato y padre amado de Acima, supuso un golpe moral terrible al Gran Ulema de los sunnís quien durante varias semanas se negó a abandonar sus habitaciones, llorando amargamente por la memoria de un hombre a quien las circunstancias lo habían alejado de su lado demasiado pronto.

Pero aunque se tomó un tiempo de reflexión, no sólo no detuvo su caminar sino que, al regresar a la vida pública tras su duelo, lo hizo con mayor energía y decisión que nunca. El incansable trabajo de sus imanes y hombres de confianza producía cada día mejores resultados en el espíritu del pueblo, hasta el punto de que en aquellos años finales del siglo XI de la Era Vulgar el Gran Ulema se había convertido ya para muchos en la figura más importante e influyente del sultanato –por encima incluso del propio Sultán Osman–. Además de avanzarse notablemente en las relaciones entre el sultanato y la Shahada, hasta el punto de que se firmó un importante acuerdo de cooperación entre ambos, Acima logró que la administración del sultanato se comprometiera a ceder importantes cantidades económicas surgidas de la recaudación de impuestos para asegurar la financiación de las infraestructuras del Gran Ulema.

Luego de firmar los acuerdos que ligaban y ataban por igual al Sultanato y la Shahada –acuerdos que se firmaron en un pequeño pueblo de Otarsh sin pompa ni aspavientos a causa de las graves preocupaciones que ocupaban los pensamientos del Sultan y del Gran Ulema y que los obligaron a partir de inmediato en direcciones opuestas y con destinos muy distinos (ver NF del Sultanato Turco)– Acima se dio una vez más a los caminos, hablando en ciudades y pueblos y mostrando la verdad de la palabra de Allah allí donde se le prestaba atención, que era en casi todo el territorio turco. Invirtiendo las riquezas cedidas por nobles y comerciantes, logró mejorar y ampliar la presencia de sus hombres de fe en la hermosa Samarkhanda y la región de Bokhara, creando las bases para futuros desarrollos en las regiones de Khwarzim y Turkmen, así como en las ciudades de Urgench, Alexandresht y Sahiwal. Tan sólo fracasó en sus intenciones de atraerse las inversiones y la atención de las fuerzas vivas en las regiones de Kara-Khitai, Bactria y Ferghana, y también en la ciudad de Bukhara.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #31 en: 21 de Octubre de 2006, 07:54:47 am »
Reino de Koryo
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Mao Leng, Rey de Koryo
Diplomacia:

"Cuentan los cronistas de aquel entonces que el gran Rey del Reino de Koryo, en el lejano oriente, conocido por el nombre de Mao Leng, el amado por su pueblo, el respetado por los nobles, llamado por muchos El Sabio, por otros El Prudente y por todos El Grande, había ordenado grandes inversiones a desarrollarse durante aquellos últimos años del siglo XI de la Era Vulgar. Se había ordenado la reconstrucción de la flota, al parecer parcialmente desmovilizada años antes para reforzar las defensas del reino ante el avance de las terribles hordas nómadas que por entonces asolaban los territorios de Asia. Las grandes mejoras que habían de realizarse en las infraestructuras del pequeño reino ayudarían a que poco a poco la economía del país siguiera creciendo.

Pero el buen Rey Mao Leng, El Sabio, El Prudente, El Grande, desapareció. Desapareció por completo.

Durante muchos días con sus noches fue buscado por palacio, por toda la ciudad de Kaiching, por entre las muchas aldeas de Koguryo y aun más allá. Y nadie lo encontraba. La alarma se desató por todo el reino de Koryo, pues amado era el Rey y nadie se atrevía a iniciar un proceso de sucesión sin asegurar primero su fallecimiento, caso de que se hubiera producido, encontrando su cuerpo y dando el merecido adiós a tan notable personaje. Y pasó un mes. Y pasó otro.

Y cuando los nobles suplicaban ya al joven príncipe Shen Sho que se hiciera cargo de los asuntos de estado, el gran rey Mao Leng regresó.

La mirada perdida, suciedad en su rostro, el Rey caminó sin dar una sola explicación a nadie hasta la sala del trono, huidizos los ojos y esquivo su deambular. Se acercó hasta el trono y, tras contemplarlo en silencio unos segundos, murmuró unas palabras. "¿Qué decís, mi Padre y mi Rey?", preguntó su hijo Yu Yong, aún un niño. El Rey Mao Leng se volvió y repitió las palabras. Y luego lo hizo en voz más alta, y gritando después.

"¡HE ENCONTRADO EL LUGAR!"

El Rey Mao Leng había localizado en un paraje cercano a la capital un pequeño valle, hermoso y repleto de almendros, regado por un pequeño río que se retorcía sobre sí mismo como una serpiente. Llevó hasta él a toda la corte, y ante los almendros y el río dijo que aquel paraje era el que habría de contener al nuevo gran Palacio Real de Koguryo. Canceló las inversiones. Suspendió la construcción de los barcos que iban a integrar la nueva flota. Licenció por la fuerza a gran cantidad de soldados del Ejército Real y los rearmó con palas y picos, destinándolos a la construcción del nuevo palacio. Desatendió sus obligaciones como Rey, asumidas en la sombra con total discreción por su hijo Shen Sho, y hasta dejó sin actividad alguna a lo que quedaba del ejército, sumiéndolo en el descontrol y la desidia.

El Gran Palacio se construyó al fin, y aun hoy día puede contemplar su hermosura y magnificencia el buen musulmán que hasta el remoto reino de Koryo se desplace. Pero el pobre rey Mao, quien había enloquecido por completo, no lo llegó a ver terminado pues murió una noche tras quejarse de terribles dolores en la cabeza el día uno de Al-Muharram del año 477 de la Hégira.

Extracto de la obra "Historias del Gran Imperio de los Song"
del historiador Cordobés Ibn Idari al-Marrakushi (1288-1331 de la Era Vulgar)"
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #32 en: 21 de Octubre de 2006, 01:46:44 pm »
Reino de Liao
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Yelü Xiuge, Rey de Liao.
Diplomacia: Parhae (FA), Higgan (Hs), Kutai (Hs).

Aquellos años fueron marcados por las terribles tormentas que asolaron las bahías de Bo Hai, provocando el hundimiento de numerosos mercantes de Liao, además de algunos japoneses que comerciaban en la zona. Se perdieron hombres, cargamentos, barcos, y mucha pesca abandonó los bajíos de Bo Hai durante décadas.
El otro gran descalabro del momento fueron los fracasos del Príncipe Feng y su Compañía en sus acciones diplomáticas en Helionkang, cuando apenas llegado a la región encontró decenas de miles de hombres y mujeres listos para abandonar las estepas con rumbo desconocido. Era el año 1096, y el Príncipe fue asesinado. El famoso noble Liu Wan, quien había recibido órdenes de escoltar y ayudar al Príncipe, huyó con precipitación de la zona y regresó a sus tierras espantado ante la marea humana que había visto en la región. Entre tanto, en la región de Higgan el noble Shangu Wen trataba de suscribir acuerdos de cooperación entre la provincia y la corona. Su trabajo, llevado con absoluta falta de tacto o comprensión ante la difícil situación de aquellas gentes de las estepas, acabó con un levantamiento popular del que apenas sí logró escapar, malherido pero con vida. También fracasó en Kutai, donde llegó tras su huida de Higgan; pero esta vez fue capturado por sus habitantes y entregado como regalo al Khan de Helionkang cuando los guerreros de la región se le unieron a su llegada.

Por fortuna, en los territorios controlados todo iba bien. No sólo se amplió con refuerzos estructurales y ampliando la altura de sus muros la fortaleza de Yen, sino que nuevos soldados fueron alistados engrosando así el ejército Real. También se realizaron notables inversiones en las infraestructuras de la capital, Ying-Chou.

Y el jovencísimo rey Yelü Xiuge, a quien sus hombres cada vez admiraban más a causa de su extraordinaria madurez y demostrada sabiduría, viajó hasta la región de Parhae donde buscó y encontró una esposa de entre las familias nobles de las estepas, mayor que él en edad pero hermosa y de anchas caderas. Tras casarse, no le resultó difícil conseguir que los hombres de Parhae accedieran a firmar todo cuanto se les puso delante, y la región pasó a formar parte del Reino de Liao. Luego regresó a Hsuing Nu, poniéndose al frente de los ejércitos en posiciones defensivas.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #33 en: 21 de Octubre de 2006, 06:42:35 pm »
Imperio del Japón
(Shintoismo Civilizado Nación Abierta)
Shirakawa, Emperador del Japón
Diplomacia: Kagoshima (A).

Tsuyu to kie
maboroshi to kie
inazuma no
kage no gotoku ni
mi wa omou beshi

"Como el rocío que desaparece,
una aparición pasajera
o un repentino rayo de luz, ido ya,
así uno debería mirar
su propia alma."

(Tanka de Fujiwara no Morozane, conocido como "Kyogoku dono")


"Fujiwara no Morozane permanecía en la popa de la embarcación, junto al gran timón de control, contemplando la luna aún visible a aquella hora del amanecer. Cerró los ojos. Inhaló el rocío de la mañana. Dentro de unos minutos, una flota de exploración bajo su mando partiría con la misión de investigar las corrientes que viajaban bajo las aguas hacia el sur desde Ise Wan.

El noble de los Fujiwara amaba servir al Emperador por encima de cualquier otra cosa, y ansiaba hacerlo con éxito para poder enorgullecer a su clan. Pero se sabía poco diestro en labores militares, pues nunca le interesó el asunto de la guerra, y cuando entablaba relaciones diplomáticas su mente –siempre viajando más allá, siempre buscando la belleza en las formas de la naturaleza y en los muchos colores del mundo–, acababa por estropearlo todo. Si las cosas de gobierno fueran tan sencillas como la poesía. Tan gratificantes...

–Mi señor Noble –el Piloto del barco hizo una amplia reverencia–. Estamos listos.
–Gracias, Piloto. –Fujiwara no Morozane prosiguió con el ritual–. Adelante.
–¿Qué rumbo, Mi señor Noble.

El noble representante de los Fujiwara miró hacia delante y señaló con el brazo.

–Dirección Sur, sureste.

El Piloto siguió la dirección del brazo en silencio. Miró a su espalda. Volvió a mirar al brazo.

–Mi señor Noble. Eso de ahí es el norte."



Aquellos años fueron fértiles para el Imperio del Sol Naciente. Numerosas ciudades se levantaron para mayor gloria del Emperador Shirakawa y su pueblo, como la estratégica Takaya-Va, en la región de Kagoshima, abierta a dos zonas de mar de corrientes divergentes y la también importante Takaoka situada en la región de Toyama, portuaria y abierta al Dozen Wan y al estrecho de Tsugaru; o las más modestas, aunque también provistas de puerto, Imabari, en la provincia de Shikoku, y Niigata, en las tierras de Nigata.

Claro que para construir tanta ciudad el 72º Emperador del Sol Naciente licenció a gran cantidad de soldados, aquellos que poseían entrenamiento de menor calidad y no sabían luchar con efectividad con equipamientos pesados, quienes a cambio de viviendas y tierras se embarcaron en las labores finales de construcción.

No por ello se descuidó al ejército Imperial; más bien al contrario, pues el propio Emperador Shirakawa se dedicó a crear un cuerpo de caballería de élite, dotándolo de grandes prebendas y privilegios y empleando para su entrenamiento a grandes jinetes llegados del continente. Para tal fin, escogidos caballeros japoneses, los mejores de entre los diferentes cuerpos de caballería pesada, fueron instruidos durante años en el arte de la lucha a caballo.
El Emperador aprovechó los momentos que le dejaba su trabajo en la creación de su cuerpo de combate de élite para dar inicio a un viejo proyecto, promoviendo la aprobación de algunas leyes con el fin de liberalizar con el tiempo la artesanía. Su intención era acabar con el extremado poder de los gremios, pero los avances fueron pequeños y el calado en la economía y la sociedad japonesa apenas se percibió en aquellos primeros momentos.

La situación estable de la nación, y sus relaciones con las diferentes regiones y provincias, no sufrió la menor perturbación durante aquel tiempo especialmente productivo. Sólo fue reseñable el avance en las relaciones y acuerdos entre el Imperio y la sureña región de Kagoshima.

Pero no todo iba a ser paz para los hombres del Imperio. El Seii-tay-shogun ó as Hachimantarou Yoshiie viajó hacia el continente y durante varios meses lanzó ataques de saqueo contra la región de Cochin. Cuando Yoshiie fue informado por unos nobles locales a su llegada de que la región pertenecía ya de facto al reino de Champa y estaba bajo su protección, el general ordenó encerrar a los nobles y siguió con lo suyo. De hecho, a punto estuvo de apresar al propio Rey de Champa, Hai Yen, quien abandonó la región con precipitación con dirección a Vijaya (ver NF del Reino de Champa).

La nota triste de aquel periodo histórico fue la desaparición del noble Fujiwara no Morozane, conocido representante de los Fujiwara y apodado de muchas formas, casi todas referidas a su notoria torpeza en todo aquello que no tuviera que ver con la poesía. El noble Morozane, enviado a investigar las rutas hacia el sureste, desapareció junto a toda su flota en el mar y jamás volvió a saberse de él. Si la tragedia se debió a algún accidente en alta mar, a las tormentas violentas, o la acreditada falta de orientación del noble de los Fujiwara, nunca se supo.
« Última modificación: 21 de Octubre de 2006, 09:23:10 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #34 en: 22 de Octubre de 2006, 02:12:59 pm »
Califato Fatimí
(Chi’i Islam Civilizado Nación Abierta)
Yuhanna Habbib, Gran Califa de los Fatimís.
Diplomacia: Malta (T).

"Los dos hombres se miraron con fijeza. Uno de ellos avanzó la mano, y el otro depositó en ella un par de dados de madera. El primero los observó, los agitó y se los llevó a la altura de las orejas.

–Están bien. Tira, Abdul.

El segundo los recogió satisfecho. Cargar dados se le daba especialmente bien, de modo que...
A lo lejos, a la entrada de la pequeña aldea de Gaff-al-rén, en el Sahara, el polvo se levantó para dejar paso a la figura recortada contra el sol de un hombre montado en un camello.
Las ropas del extraño viajero, cuando se acercó a los dos hombres, eran de evidente procedencia noble, y los rasgos y acento lo identificaban como llegado del lejano Norte... salvo que aquel individuo venía del Sur. El hombre detuvo su camello frente a ellos. Maldecía en árabe sin cesar, y sólo detuvo su torrente de exabruptos para murmurar una palabra en tono de pregunta.

–¿Tebas...? –dijo con voz cavernosa. Sus ojos eran dos pozos negros enmarcados por tintura negra.

Los dos hombres se miraron. El primero de ellos carraspeó.

–Hacia allí –dijo después, señalando al norte con la mano–. A unas dos semanas de viaje en camello.

Acto seguido, el visitante volvió a proferir obscenidades e insultos y obligó a su montura a iniciar de nuevo su lento caminar.
Cuando el cuerpo desapareció, maldiciendo a lo lejos, los dos hombres volvieron a mirarse.

–Abdul –dijo el primero–, por el coño de la camella del Profeta... ¿quién era ese hombre?
Absul se mesó las barbas, meditabundo.
–Me suena su cara. Hace años pasó por aquí, pero en dirección contraria. Yo diría que es uno de los hijos del Califa. El segundo.
–¿Y qué demonios querrá ese segundo hijo del Califa, Abdul?
–Bueno. Yo diría que quiere ser Califa. –El hombre llamado Abdul asintió satisfecho–. Eso es: quiere ser Califa en lugar del Califa.
–Ajá.
–En fin, ¿tiro ya...?
–Tira."


Los años comprendidos entre el 1095 y el 1099 de la Era vulgar fueron extraños y difíciles para la población del Califato Fatimí y la de sus miembros más notables. El temor hacia una guerra contra el poderoso Imperio Bizantino podía palparse de tan denso era, y los reveses de los últimos años en cuestiones diplomáticas comenzaban a pesar en el estado de ánimo de los nobles y generales fatimís.
La tensión con Bizancio se alargó durante todo aquel tiempo; ambos imperios se habían comprometido mutuamente a no iniciar una guerra: Bizancio, prometiendo pagos en concepto de reparación de guerra por la flota fatimí hundida en el pasado reciente; el Califato, asegurando que aguardaría en paz hasta finales del siglo XI de la Era Vulgar a la llegada de esos pagos.

El barco bizantino que atracó en puerto del califato no llegó hasta entrado el mes de Junio del año 1099, cuando el Califa Yuhanna ya comenzaba a preparar a los suyos para la guerra. Lo cierto es que se esperaba una cantidad de dinero mayor de la llegada, pero al menos aquel gesto contribuyó a relajar en parte la tensión entre las dos grandes naciones del Mediterráneo.

En cuanto a los problemas diplomáticos, casi todos derivados de otros problemas religiosos (ya fuera con cristianos o con musulmanes de otras sectas), no sólo no mejoraron en aquel tiempo, sino que empeoraron notablemente. Mientras enviados del Califa trataban de integrar en el corpus del califato a la región sunní de Asir sin ningún éxito, en Malta –tras la llegada de nuevos misioneros islámicos enviados por un enfurecido Gran Califa, quien estaba comenzando a hartarse de aquellas gentes cabezonas y sucias–, los problemas se incrementaron. Desafiante ante las acciones pasadas de los Bizantinos, quienes se habían atrevido a pasear su flota victoriosa frente a las costas de la pequeña isla tras la debacle de la flota fatimí, el Califa ordenó que los esfuerzos para la conversión pacífica de los habitantes de Malta se redoblaran. Como medida disuasoria, se alzaron murallas en el perímetro de la ciudad de Mdina; después llegaron los barcos con religiosos desde el califato y también desde el cercano Emirato de Túnez.

Pero de nada iban a servir tales esfuerzos. Los hombres y mujeres de Malta ya habían vivido suficiente con aquella decisión por parte del Califato de convertirlos a una fe que no era la de sus ancianos y que, a causa de la actitud prepotente y poco conciliadora de aquellos enviados religiosos, cada día veían con peores ojos. Tal era el enfado de los isleños, que gran parte de los conversos musulmanes regresaron a su fe cristiana, ahora convertidos en cristianos Romanos, y después de mucho tiempo la mayor parte de los habitantes eran de nuevo Cristianos.
Aunque aquellos hombres no deseaban una rebelión, y los líderes locales se esforzaron por evitarla, sí decidieron rebajar el grado de los tratados con el Califato rompiendo gran parte de los acuerdos y accediendo tan sólo a enviar tributos de forma regular para evitar mayores represalias. La gran desgracia fue que durante unos disturbios el General Human Nazim, quien se encontraba en Mdina, muriera mientras trataba de dispersar a los descontentos al mando de la milicia de la ciudad.

Al menos las políticas de construcción internas seguían marchando a buen ritmo. Por aquel entonces se amplió la ciudad portuaria de Suway, abierta al mar Rojo, además de proseguirse con las titánicas tareas de formación del que iba a ser el gran canal que uniría de forma artificial el Mediterráneo con el mar Rojo. Las obras, que avanzaban lentas pero ya estaban aproximadamente a mitad de su desarrollo, se financiaban con dinero Veneciano.

Mientras el Califa seguía al frente de las tareas de gobierno –y no sólo de su propia nación, pues notable fue la inyección económica que realizo Yuhanna a las arcas de la Hermandad de Ismail–, el Príncipe Sumhadan pasó gran parte de su tiempo acercándose al pueblo, recorriendo diversas regiones y ciudades para comprobar de primera mano cuáles eran las necesidades del populacho. Se realizaron numerosos reclutamientos, destinados en especial a fortalecer los fuertes y atalayas defensivas ante la crisis abierta con Bizancio.

Para cuando se celebró la boda entre Al Mustali, nieto del Califa Yuhanna, y la hija de Sulayman, Khadijah, parecía que al fin podía pasarse página en lo relativo a las conflictivas relaciones internacionales. No sabía el Gran Califa que el Señor del Universo aún le tenía reservada una desagradable sorpresa.

Años atrás se había enviado hacia el sur hasta el lejano reino de Kanem Bornu al Príncipe Bishr Khalid, hijo del Gran Califa Yuhanna, con la misión de dirigir las labores de conversión de la familia real mientras realizaba tareas de acercamiento diplomático entre ambas naciones. Durante años, su trabajo había dado excelentes resultados; en los últimos tiempos recibió órdenes de desplazarse hasta la aún más remota región de Daza, donde siguió trabajando extendiendo la fe Chií con gran éxito. Pero de repente, a finales del año 1096 de la Era Vulgar, abandonó la tarea y desapareció.

Harto del ostracismo en que vivía, harto de saberse alejado del corazón del Califato quizá porque su propio padre el Califa no deseaba verlo cerca, harto de vivir con unas gentes a las que no quería y con unas costumbres que no comprendía, el Príncipe Bishr Khalid decidió regresar a casa haciendo caso omiso a las órdenes y a la razón. El viaje, a través del Sahara, fue largo y terrible; en absoluta soledad, con la única compañía de un par de caballos primero, que cambió por un camello después, el Príncipe llegó a mediados del verano del año 1099 de la Era Vulgar a la sureña provincia de Tebas, donde no le resultó demasiado difícil –dado el origen de su sangre, la más noble de toda África– atraerse a los líderes locales hasta el punto de convencerlos de que se unan a su causa: a esas alturas, tras casi tres años de viaje en soledad, ya había decidido que su objetivo era reclamar para sí el Trono.

En la ciudad de Luxor hizo lo propio, encontrando allí a su primo el Príncipe Sumhadan. Sumhadan, al descubrir las intenciones del hijo del Califa, trató por todos los medios de detenerlo antes de que la cosa fuera a mayores, por bien del Califato y del propio Príncipe Bishr. Pero la decisión del Príncipe Bishr Khalid era inquebrantable, y tras enfrentarse con su primo lo malhirió terriblemente. Sumhadan logró abandonar la zona a duras penas, huyendo hasta Faiyum.

Sorprendido por el curso de los acontecimientos, el Príncipe heredero Al-Mustafa reaccionó de inmediato, viajando a Tebas con todo su ejército con la intención de detener y apresar a su hermano pequeño, a quien sacaba dos años y con quien había compartido ilusiones, juegos, y pillerías juveniles. A finales de Agosto del año 1099 el Príncipe heredero llegó a la región; pero Al-Mustafá no contaba con que su hermano poseía una inesperada fama y gran reputación entre los mandos y soldados del ejército, hombres con quienes se había entrenado en su juventud en Faiyum. Pronto los soldados traicionaron y asesinaron al Príncipe heredero Al-Mustafa, entregando su cuerpo a Bishr Khalid como presente cuando se unieron a su causa.

En Septiembre Bishr entró en la más importante región del califato, Faiyum, al mando de todo su ejército. Allí se encontraba su padre, el Gran Califa Yuhanna Habbib, dirigiendo al ejército Real con la ayuda del Príncipe Sumhadan quien aún no se había recuperado de sus heridas. Precisamente fue la presencia de Sumhadan quien permitió que la situación no se desnivelará trágicamente hacia el lado del rebelde: su enorme carisma entre la tropa, que aunque quería y respetaba al hijo rebelde del Gran Califa en mayor medida que al propio Califa, aún apreciaba mucho más a aquel jovial príncipe de la sangre del antiguo Emir de Túnez. De no haber llegado a tiempo a Faiyum, el ataque de Bishr Khalid hubiera acabado con éxito antes de comenzar. Pero con el gran ejército Real del lado del Gran Califa, al Príncipe Khalid sólo le quedaba rendirse a su padre o atacar.

Y atacó.

Mientras el Príncipe Khalid contaba con unos 10.000 soldados, el Gran Califa Yuhanna tenía a su disposición a unos 15.000 hombres, entre ellos a soldados mejor adiestrados y con equipamiento de mayor calidad. Tanto el número de tropas, como la calidad de las mismas, beneficiaban al Califa en la lucha contra su desagradecido hijo, y pareciera que la batalla sólo podía acabar de un modo.
Y así habría sido si el Gran Califa Yuhanna Habbib no se hubiera preocupado tanto por dar la mejor preparación marcial posible a sus hijos: para su desgracia, el Príncipe Khalid no contaba con el respeto de las tropas tan sólo por el color de su sangre.

Tras una batalla encarnizada que duró más de seis horas, el ejército del Califa se retiraba en desbandada replegándose con dificultades tras las murallas del Cairo. La victoria había sido para el hábil Príncipe Bishr Khalid, pese a perder cerca de 5.000 hombres frente a los 4.000 muertos, heridos o en retirada del ejército de su padre, el Gran Califa Yuhanna. Y aunque la diferencia en número de tropas podía haberse incrementado tras el combate, a falta de poder reagrupar a los hombres era el Príncipe Khalid quien estaba ganando la guerra. Sin más líderes en la región de Faiyum, los nobles del lugar entregaron el control de la misma al Príncipe, junto a la lealtad por parte de los hombres que ocupaban los numerosos fuertes de la región a los que Bishr Khalid no hubo de enfrentarse pero ante quienes sí deberían rendir cuentas los soldados de su padre, el Gran Califa Yuhanna Habbib.
« Última modificación: 01 de Noviembre de 2006, 11:33:38 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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« Respuesta #35 en: 25 de Octubre de 2006, 08:09:49 am »
Reino Copto de Funj
(Cristianos Coptos Civilizado Nación Abierta).
¿?, Rey de Funj.
Diplomacia:

Se guardó el dinero, los ejércitos se mantuvieron alerta y el Rey gobernó mientras estuvo vivo, que fue poco pues murió en 1097. Su hijo y heredero había muerto un año antes, de modo que el cetro y la corona pasaron al segundo hijo quien se convirtió en Rey sin ninguna voz discordante dentro del seno de la nación.
 
(El jugador no entregó órdenes ni actualizó el hilo de "Lo que Sabemos de las Naciones")
« Última modificación: 25 de Octubre de 2006, 08:17:53 am por Uve »
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« Respuesta #36 en: 25 de Octubre de 2006, 08:14:18 am »
Iglesia Copta Cristiana
(Cristianos Coptos Civilizado Primacía)
Pedro III, Sumo Sacerdote de Cristo Nuestro Señor
Diplomacia: Danakil (Ch), Kartoum (Ch), Gezira (Ch), Alwa (Ab), Fadela (Ab).

El hombre que años atrás llegara hasta el mítico reino de Funj proveniente de Jerusalem, y de Hungría aún antes, llamado Andrew por su padre el Rey Vencel de Hungría pasó a ser conocido por los suyos como el Sumo Sacerdote de Cristo Nuestro Señor Pedro III.
Tras su ceremonia de coronación viajó de inmediato de región en región, de ciudad en ciudad, con la sagrada misión de aumentar la salvadora presencia de la Iglesia de Cristo en las tierras coptas de Funj. Primero en la antigua tierra infiel de Danakil, donde consiguió ganar muchas simpatías hacia la Iglesia y situar a varios de sus fieles en puestos de responsabilidad en la administración; luego en la ciudad de Kamey, donde quizá su reciente llegada al cargo, o su procedencia extranjera, impidieron que lograra establecer allí las semillas de la Iglesia; más tarde en las provincias sureñas de Gezira, y hasta donde no había llegado aún la mano del Rey de Funj  sí lo hizo la del Sumo Sacerdote Pedro III, pues también allí la iglesia Copta logró establecer una importante presencia entre las clases nobles y el pueblo llano. De nada sirvió, por último, la presencia del propio Sumo Sacerdote en la provincia de Kosti, donde fue recibido con total indiferencia.

Después de aquellas trabajos esenciales para asegurar la prosperidad de su Iglesia se desplazó hasta las paganas estepas de Darfur, liderando una gran misión evangelizadora que finalizó con un éxito sin precedentes: a finales del año del Señor de 1099, la gran mayoría de sus habitantes eran ya cristianos. Sin duda, la presencia allí de Pedro III había animado las almas de los misioneros e iluminado la de los hasta entonces paganos lugareños.

Mientras tanto, el querido padre Marcos, un hombre de gran fe y dulce carácter, cumplió sobradamente con su cometido al reunirse con nobles y hombres principales de las ciudades de Kartoum –donde logró que se aceptara al fin a presencia de modestas estructuras administrativas de la iglesia– y Fadela –aumentando allí las dotaciones de sus muchos hospitales y escuelas–, además de con los representantes de la región de Alwa, quienes cedieron gustosos parte de sus tierras para que la Iglesia creciera aún más en sus infraestructuras, y Kassala, donde no logró ningún avance apreciable.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #37 en: 25 de Octubre de 2006, 08:16:27 am »
Hermandad de Ismail
(Chi’i Islam Civilizado Orden Religioso-Militar)
Ahmed, Imam de la at-Tariqa.
Diplomacia: Alexandria (Op), Mansura (Op ---> Oh), Suway (Op), Jerusalem (Oh).


Bismillahi ar-rahmani ar-rahim. Ashhaduan la illaha illa Allah. Ashhadu anna Muhammadan Rasulullah.

Aunque aquellos años serían recordados en las zonas costeras del Sinaí por las muchas pérdidas de buques y humanas provocadas por las terribles tormentas que asolaron el mar rojo, hundiendo gran cantidad de naves del Califato y otras naciones, lo que marcó definitivamente el devenir de aquel tiempo fue, sin lugar a dudas, el levantamiento en armas del Príncipe Bishr contra su padre el Gran Califa Yuhanna.
Muchos rostros se volvieron en dirección al Imam Ahmed, buscando no tanto consejo como algún signo que delatase la lealtad del sabio Imam de la At-Tariqa hacia cualquiera de las dos facciones en liza. Ahmed, hombre sabio y prudente, extendió el rumor de que la Hermandad de Ismail había sido creada para defender la Umma de infieles y herejes, y no para mediar en un conflicto político entre buenos musulmanes de confesión Chií. Con este movimiento, creía Ahmed que podría asegurarse la independencia política en el futuro y ser tomado en la zona baja del mediterráneo como el mediador entre conflictos en que aspiraba a convertirse. Tampoco hubiera podido intervenir de forma eficiente, pues para cuando llegó a la región de Faiyum, tras ampliar los estamentos y cuarteles de la orden en Alexandría, el conflicto allí ya se había resuelto del lado del Príncipe Bishr.

Lo que pocos supieron entonces es que la Hermandad de Ismail estuvo muy cerca de intervenir quizá de forma decisiva en el conflicto Fatimí. El conocido General Rusul, quien se encontraba en Faiyum al mando de las nuevas unidades de caballería casi recién reclutadas, sin duda hubiera podido tomar partido en la defensa del Califa o por el lado de su hijo, aunque Rusul muriera de fiebres altas una noche de septiembre del año 1097. Y lo que supieron pocos de los hombres del Califato o la propia At-Tariqa es que el General había decidido usurpar el control de la Hermandad al verse al mando de todas aquellas tropas que, en ese momento, conformaban la mayor parte del Primer Cuerpo del Ejército de los de Ismail. Así pues, la Hermandad se mantuvo neutral, y proclamó su intención de seguir siéndolo durante el resto del conflicto, aun cuando estuvo muy cerca de sufrir un destino similar al del propio Califato Fatimí.
Merced a su declarada neutralidad, el Príncipe Bishr permitió a su hermano pequeño, el Príncipe Imad Radi, que entrara a través de los ejércitos rebeldes hasta Luxor sin interponerse en su camino; ambos lloraron juntos la muerte del hermano común a manos de los hombres de Bishr, justo antes de la partida de Imad Radi.
Con este gesto pretendía mostrar el Príncipe Bishr su amistad hacia la orden.

Aunque las posesiones e influencia de la orden aumentaron cuantitativa y cualitativamente en aquellos años a lo largo de todo el territorio del Califato, también sus objetivos sufrieron algunos descalabros. El Cairo, atenazado por el conflicto, se negó a atender a los nobles representantes de la At-Tariqa, al igual que la provincia Siria del Levante o la propia ciudad de Luxor y la importante región de Egipto. Y mucho peor fue la consecuencia del fracaso de los líderes de la Hermandad en Mansura: tras equivocar las formas y el talante en sus reuniones con los nobles de la región, las gentes de Mansura apedrearon públicamente a los administradores de la At-Tariqa y quemaron la práctica totalidad de sus posesiones, reduciendo la presencia de la Hermandad en la zona de forma significativa.
« Última modificación: 25 de Octubre de 2006, 08:29:28 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #38 en: 27 de Octubre de 2006, 09:02:49 am »
Principado de Kiev
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Gran Príncipe Pyotr,
Diplomacia: Polovotsy (+1Yfc), Polotsk (Ea).

Ante la evidencia de que los nómadas de Saraba no iban a acercarse hasta el Principado, para gran pesar de su Príncipe, el admirado Pyotr ordenó una absoluta relajación en las defensas y mostró su evidente despreocupación ante lo que muchos aún consideraban el gran peligro de la horda: no se fortificaron ciudades, no se levantaron nuevas defensas… Como solía murmurar el pueblo kievlita -con un algo de asombro, un bastante de miedo y un mucho de orgullo-, el Gran Príncipe Pyotr iba sobrado con el asunto. Tanto es así que desde Kiev se aguardaba incluso la llegada de esclavos provenientes de Saraba, circunstancia que nunca se produjo.

Viendo que tampoco en aquellos años iba a ver algo de acción, el Gran Príncipe Pyotr decidió que tenía que entretenerse con algo que le diera preocupaciones y cierta actividad, de modo que ordenó la realización de un nuevo censo con el fin de poder controlar las recaudaciones de impuestos aumentando su eficacia. Decidido a comandar el desarrollo del largo proceso de censo de habitantes dispersados por las gélidas tierras del Principado, a Pyotr le dieron un nuevo disgusto cuando sus consejeros le advirtieron de que con un censo, ya activo y funcionando desde tiempo atrás, era más que suficiente.

Probablemente, al gran líder de los Kievlitas aquello le pesara de modo trágico. Se sentía encerrado por unas obligaciones aburridas y nada propias del hombre de acción que él era; la vida le había esquilmado las oportunidades de demostrar su valía, le había robado la gloria, y con la suya la de todo su pueblo. Apesadumbrado, Pyotr viajó hasta Polotsk con la intención de alcanzar y cerrar todo tipo de acuerdos de cooperación económica. Sus esfuerzos, aunque penados por el hastío que ya no lograba disimular, se cerraron satisfactoriamente con su boda con una noble local, contraída al mismo tiempo y en la misma ceremonia que la que uniría a su hijo Turov con otra miembro de la nobleza local. Dos días después, Pyotr moría a causa de una borrachera propia de un Rey.

A sus 54 años, el Gran Príncipe Pyotr era para su pueblo el más grande y mejor líder nacional; admirado por su decisión y carácter fuerte, temido y amado por igual, el luto que vistió su pueblo en las ropas y en las almas fue largo y terrible. Su hijo, el príncipe heredero Turov, asumió tras los funerales el gobierno del Principado sin ningún problema y con el consentimiento de las clases pudientes de la nación y el apoyo y bendición del Papa Iacobus I. 

Tras aquella terrible pérdida, el recibimiento que se dio al importante préstamo enviado por Bizancio fue más bien frío. Pero merced a ese préstamo se iniciaron las trascendentes obras de adecuación de las tierras salvajes de Novgorod que, algún día, serían autosuficientes y abastecerían a un pueblo tradicionalmente acosado por el hambre. Quizá como consecuencia de aquel enorme esfuerzo realizado por el gobierno del Principado, y con la ayuda de los muchos frailes y religiosos enviados hasta la región por el Príncipe, muchos de los gobernantes de la región adoptaron el Cristianismo como su fe, y se mostraron dispuestos a ayudar a propagar las doctrinas de Cristo entre su pueblo.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #39 en: 27 de Octubre de 2006, 09:17:41 am »
Reino de Austria Hungría.
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Esteban II, Rey de Hungría.
Diplomacia: Slovakia (+16Yfc.), Carinthia (+13 Yfc).:

El final del siglo XI de la Era de Nuestro Señor dejó como hecho más significativo en el gran reino de Austria Hungría la importante ampliación de los límites de la ciudad de Trieste, que posteriormente fue rodeada por un enorme círculo amurallado. Aquello, junto a la mejora y aumento de los fuertes y atalayas de vigilancia en Alfold y Bavaria, y los inicios efectivos de las gestiones del nuevo Rey Esteban, fue lo más recordado en la nación; aunque no se descuidaron ni mucho menos las relaciones diplomáticas con las regiones del reino, relaciones que mejoraron notablemente tanto en Slovakia con la dirección personal del Rey y casi toda su corte -y que con la boda del Príncipe Eszes con una joven muchacha de la nobleza dieron un paso fundamental hacia el entendimiento total-, como en Carinthia, hasta donde viajó tras su boda el Príncipe Eszes acompañado por alguno de sus generales de confianza. Pese a que durante las conversaciones de estado con los representantes locales murió el noble General Jakab, las relaciones entre Carinthia y el Reino se situaron en un punto que presagiaba grandes acuerdos futuros.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #40 en: 27 de Octubre de 2006, 09:29:08 am »
Imperio de Polonia
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Andrei II, Rey de Polonia por la gracia de Dios.
Diplomacia: Volhynia (A)


Tras las terribles purgas que dejó entre la nobleza y los mandos de importancia del ejército la llamada “Peste del Faisán”, el Imperio polaco dedicó aquellos años finales del siglo a crecer sostenidamente con inversiones de mayor y menor importancia –notables las realizadas en infraestructuras y dotaciones en Poland- sin que el Emperador Andrei II se atreviera a dar órdenes de importancia a la nueva legión de jóvenes nobles y generales que, pocos años atrás, apenas eran capitanes de caballería más o menos afortunados en sus cometidos. Pensó el Emperador que era buena idea darles tiempo para mostrar sus capacidades antes de mandarlos a solucionar conflictos o enfrentarse a ejércitos dirigidos por hombres con canas en las pelotas.

Andrei II pasó cinco largos años dirigiendo la administración con especial atención, con la idea de evitar conflictos fronterizos cuando se sentía tan débil al no atreverse a confiar aún en los nuevos líderes del Imperio. Tan sólo el Príncipe Wladislavel viajó lejos, hasta Bavaria, con la misión de recuperar las tropas allí acampadas desde la muerte de Segei, devolviéndolas a su Emperador. El Príncipe, quien temía profundamente al Emperador, realizó su trabajo ciñéndose a lo ordenado y en ningún momento pensó siquiera en hacerse cargo de esos hombres para tratar de asumir el trono.

Algunos de los nuevos nobles fueron enviados hasta Volhynia con el fin de entrevistarse con los representantes locales; el trabajo en equipo dio mejores resultados de los esperados por el Emperador, quien no tenía demasiada fe en toda aquella hornada de pipiolos de sangre azul, y Volhynia cerró con el Imperio varios importantes acuerdos de cooperación para el desarrollo de ambas partes.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #41 en: 27 de Octubre de 2006, 02:40:40 pm »
Imperio Bizantino
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Esteban, Emperador de Bizancio, Defensor de la Fe, Protector de Constantinopla.
Diplomacia:

"Se cuenta que el valle de Göreme, en la Cappadocia, era una maravilla natural modelada a fuerza de lava y temblor por el poder del gran volcán Erciya. Las erupciones del volcán, cuya recortada silueta aún hoy preside todo el relieve del valle, habían sido constantes miles de años atrás, y aquellas convulsiones de la tierra junto a sus esputos ardientes de piedra líquida, unidas a la terrible fuerza del viento de la zona y a la acción del agua de lluvia de siglo tras siglo, tallaron en la piedra caprichosas formas de chimeneas enormes ascendientes desde el suelo yermo.
Dicen las crónicas que el valle entero estaba salpicado por pequeñas joyas de construcción humana; los primitivos cristianos, huyendo de purgas y muerte, se refugiaban en aquel laberinto de piedras, túneles y recovecos enormes, y con el tiempo erigieron preciosas iglesias en lugares aislados o de muy difícil acceso, y alrededor de ellas, cementerios; y alrededor de ellos, casas y más casas. Y no sólo en lo alto de los escarpados riscos o las chimeneas del Erciya, sino también bajo tierra, en los túneles, centenares de pequeñas poblaciones subterráneas ocultas a las depredaciones de los Bárbaros que atacaban la región miles de años atrás aguardaban la visita de los recaudadores imperiales o de los nuevos religiosos que portaban consigo las variaciones en la fe surgidas tras la unificación con el catolicismo.

El veintitrés de mayo del año del Señor de 1097 se vio humo blanco saliendo de las chimeneas superiores del Erciya. Durante casi dos semanas el humo blanco siguió surgiendo de forma continua, creando un curioso fenómeno que atrajo la atención de muchas gentes de la región y aun visitantes lejanos llegados de Psidia y la Cilicia. Algunos hablaban de beneficios futuros, augurando que aquel humo blanco era el preludio de buenos tiempos; los agoreros y profetas de la catástrofe, los defensores de las muchas teorías del Apocalipsis que se habían mantenido ocultos durante casi cien años comenzaron a proclamar que esta vez la hora había llegado. Aquellos pobres infelices no tenían idea de hasta qué punto tenían razón.

El seis de Junio, el humo blanco dejó de salir de las chimeneas del Erciya; tres grandes temblores de tierra sacudieron toda la Cappadocia, y muchas de las ciudades subterráneas quedaron sepultadas o hubieron de ser evacuadas. Las que no lo fueron, dos días después, el ocho de Junio, a las seis de la mañana, fueron engullidas por completo por un mar de lava ardiente; los habitantes de esas ciudades habían muerto horas atrás asfixiados por los vapores nocivos y por el súbito y descomunal aumento de la temperatura bajo la tierra. La pesadilla no había hecho sino comenzar.

La primera erupción fue como si se abrieran de golpe todas las puertas del infierno: el nueve de Junio todas las chimeneas superiores del Erciya, incluyendo el gran cráter, quedaron destrozadas en un abrir y cerrar de ojos por una explosión que conmovió de nuevo la tierra. La gran nube tóxica se extendió sobre la Cappadocia a lo largo de dos días, tiempo durante el cual el Erciya no dejó de escupir piedra líquida y aire ardiente. Por las fronteras norte, hacia Vaspurakan y la ciudad de Nicópolis, y sur hacia Aleppo y la Cilicia, dejaron de llegar refugiados y supervivientes a partir del día catorce de Junio. Nadie quedó para contar el número de las nuevas erupciones y explosiones que, sin duda, se produjeron a continuación.

Los hombres de la milicia de Vaspurakan entraron en la Cappadocia el doce de Julio del mismo año, casi un mes más tarde, una vez la nube gris que había llegado desde el mar negro por el norte hasta el mediterráneo por el sur fue disuelta por las nubes de agua, negra y sucia por las cenizas, que habían descargado su contenido mugriento sobre la zona de forma constante durante más de una semana. Lo que allí vieron fue tan terrible que el Imperio jamás lo pudo olvidar: el terreno caprichoso y bonito del Valle de Göreme había sido sustituido por una capa lisa de negra piedra fundida; las chimeneas, derruidas; los túneles ancestrales anegados de roca y piedra; ciudades desaparecidas como si jamás hubieran existido, poblaciones enteras reducidas a ceniza, hombres y mujeres transformados en estatuas grises que se convertían en polvo al ser tocadas.

Los muertos -pues tras la visión del estado en que había quedado la Cappadocia tras la brutal erupción del volcán, no se habló ya de desaparecidos- se contaron por decenas de miles. La región había sido devastada por completo, y en el centro del cataclismo se erigía, retadora, la ominosa y abrumadora silueta del Erciya."


Aunque en aquellos años finales del siglo XI de la Era Cristiana se realizaron importantes obras civiles, como el pavimentado de la enorme vía de comunicación entre las ciudades de Nicomedia y Heraclea, así como las ampliaciones de diversas ciudades y enormes reclutamientos de tropas que de inmediato fueron destinadas a las fronteras del norte, aunque aquellos años hubieron de ver cómo el orgulloso Imperio Bizantino enviaba un cargamento de Oro a los Fatimíes en concepto de reparación de guerra, y aunque en el año 1098 el joven Emperador Esteban moría en su cama de forma inesperada, dando pie a una nueva época de incertidumbre, todo ello se vio relegado a un plano muy secundario ante los terribles acontecimientos del valle del Göreme, en la Cappadocia, totalmente destruida por la brutal erupción del gran volcán Erciya, inactivo desde miles de años atrás.

Si bien se finalizó con el trágico genocidio de la población de Bolgar por parte de las tropas del Príncipe Miguel, General de la Therma de Bucelarios, Príncipe que habría de tomar el mando del Imperio en concepto de regente en tanto en legítimo heredero, el niño hijo del Emperador Esteban, alcanzara la mayoría de edad, nada importó a las gentes de Bizancio aparte del terrible drama del Erciya, que había cercenado las vidas de varios miles de hombres y mujeres de la Cappadocia.

Y aunque el Almirante Romano Tarconiata se embarcó de nuevo en la patrulla de los mares que bañaban las costas bizantinas, con especial atención a quien se había convertido en su enemigo personal, el Califato Fatimí, al que odiaba de modo cerval, y pese a que el Almirante cumplió medianamente bien las órdenes del Emperador de tan sólo vigilar las fronteras limitándose a detener conducido por la paranoia a algunos pesqueros y barcos mercantes con la bandera del Califato para asegurarse que no son buques de guerra camuflados, o repletos de espías, consiguiendo con ello que la tensión entre ambas poderosas naciones no disminuyera, nada pesó en el corazón del Imperio después de las terribles pérdidas humanas y materiales sufridas en el Valle del Göreme.

Después de aquello, recordando lo tranquilo y hermoso que pareciera el Erciya tan sólo unos días atrás, un nuevo dicho se hizo cuerpo en las costumbres bizantinas para referirse a la esencia pura y la naturaleza de las cosas, y a cómo algo peligroso lo será siempre aunque el lobo aparezca disfrazado de oveja. "No duermas tranquilo: un volcán es un volcán", dirían a partir de entonces los bizantinos con voz grave.
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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #42 en: 27 de Octubre de 2006, 03:36:18 pm »
REINO DE XI XIA
(Budista Chino Civilizado Nación Abierta)
Jen Hsiao, Rey de Xi Xia
Diplomacia: Yun +4 Yfc

Gan Suan observo el rojizo valle tratando de vislumbrar un plan de acción. El enemigo debía encontrarse ya cerca, y si deseaba asegurar la victoria debía situar a su ejercito para aprovechar el terreno  a su favor.

Gan Suan podría simplemente haber desplegado a sus tropas en la zona mas elevada del valle, para aprovechar el descenso al cargar con su caballería, pero eso era demasiado obvio, y Gan prefirió innovar.

Desplegó a la mitad de su caballería en pequeñas unidades y en distintos puntos del valle, eso le daría movilidad, y en un bloque en el centro ordeno a sus hombres que dejasen los caballos y preparasen un círculo defensivo. El enemigo atacaría a los hombres en círculo, y después el resto de sus unidades como si fuesen pequeños guijarros caerían sobre el enemigo por la espalda.

-   Les cogeremos por sorpresa –afirmo Gan, y después ordeno a sus capitanes- llevad a vuestros hombres a sus posiciones y esperad a mi señal.
-   Pero mi señor… – empezó a decir uno de los capitanes
-   No hay tiempo para charlas capitán, obedezca mis ordenes, ¡Gloria a Xi Xia capitán!

El capitán volvió a su regimiento, refunfuñando. Gloria a Xi Xia, si, y gloria al imbecil que quiere organizar una emboscada en un llano…

Fueron en general buenos años para el reino, las fronteras se mantuvieron estrechamente vigiladas y en paz, las inversiones en diversas áreas dieron buenos resultados, favoreciendo la calidad de vida de los habitantes del reino, fortaleciendo las defensas, y mejorando sensiblemente la calidad del equipamiento de la infantería real.

Pero no todo fue tan positivo. Por alguna razón el soberano de Xi Xia decidió confiar una misión tan delicada como el exterminio de los peligrosos habitantes de las estepas de Kerait y Uigur, en manos de un hombre tan torpe como desconocido, Gan Suan, primogénito de una antigua familia noble del reino, emparentada lejanamente con la del propio rey, Gan Suan no había llegado a su puesto por sus propios meritos, pues no había merito alguno que hubiese logrado en toda su vida.

Sin embargo, quizás por el parentesco, o por darle una oportunidad de destacar, o quizás, y esto es lo que opinaba la mayoría, es que el joven Jen Hsiao era demasiado inexperto juzgando a sus súbditos. Si el rey y sus consejeros opinaban de forma radicalmente opuesta respecto a Gan Suan en 1096, en 1098 cuando el general regreso a Wu Hai, tanto el rey como sus consejeros y todos los que supieron de aquella campaña, opinaban lo mismo “por lo menos podría haber tenido el buen gusto de morirse”.

La Batalla de Kerait:

Nadie recuerda ya el nombre de aquel desconocido guerrero que, por circunstancias desconocidas e incomprensibles lidero en 1097 a los nómadas de Kerait. Pero si se recuerda la historia de lo que sucedió. Cuando los exploradores del ejército nómada trajeron los informes sobre la extraña disposición de las tropas de Xi Xia, el desconocido, desoyó los consejos de los más expertos guerreros de su ejército. Y en lugar de centrarse en los pequeños grupos de unidades, abandonadas a su suerte, decidió atacar directamente al grupo más numeroso, el que formaba un círculo. Ante las preguntas de sus hombres tan solo respondió, “si protegen algo de esta forma, seguro que ese algo será la clave de esta batalla”.

Afortunadamente, el anónimo líder de Kerait decidió enviar las pocas unidades de infantería ligera guardando los flancos de unos pocos guerreros de caballería fuertemente pertrechados. El resto de guerreros quedaron como “reservas”.

Cuando las pocas unidades de nómadas avanzaron sobre el vallo a pocos metros de los guerreros de kerait, dirigiéndose justo hacia el centro de la “trampa”, algunos comenzaron a pensar que Gan era quizás un visionario. Los nómadas llegaron, las unidades de caballería de Xi Xia recientemente convertidas a infantería, los recibieron. Y todas las unidades de Gan quedaron a la espera de que este diese la señal, cosa que no sucedió, pues Gan pensaba que si hacia saltar su trampa demasiado pronto no caerían los demás.

El resultado es que de dos ejércitos numerosos, unos 4.000 guerreros de Xi Xia y algunos cientos más de Kerait, a penas medio millar de guerreros combatían en mitad del valle mientras el resto observaban la escena esperando alguna orden. Durante dos horas se prolongo esta situación, y al final de las dos horas, las bajas en ambos bandos no eran demasiado numerosas, pero la moral de ambos ejércitos estaba ya por los suelos. Era cuestión de tiempo que alguno de los ejércitos, o incluso los dos, decidieran asesinar a sus respectivos dirigentes y regresar a sus casas. Y entonces el ignominioso líder de los bárbaros, logro precipitar la balanza.

Tras esperar durante unos minutos a ver si su rival hacia algún movimiento, el jefe de los nómadas dijo:

- Bien, ya hay menos hombres protegiendo el centro del valle. Es el momento de enviar otro grupo allí abajo.

No bien termino la frase, fue asesinado y abandonado en el campo de batalla por sus hombres.

Resuelta la batalla a favor de Xi Xia, Gan reagrupo a sus hombres, y con poco más de un centenar de muertos y heridos, comenzó el genocidio de la región.

La Batalla de Uigur

Muchos dicen que Gan Suan fue el origen de dos frases que con el tiempo y en distintos formatos, se popularizarían a lo largo y ancho del globo. En Kerait demostró que “por muy tonto que uno sea, siempre habrá alguien mas tonto”. Por el contrario en Uigur demostró que “el hombre es el unico animal que tropieza dos veces con la misma piedra”.

Llegados a la región, Gan comando a sus hombres hacia la batalla contra los nómadas de la zona, unidos bajo el mando de Gerub, un líder local que por aquel entonces se había ganado el respeto de muchas tribus de Uigur.

Gerub fue a descubrir la maniobra de Xi Xia, y al principio quedo desconcertado. Un circulo formado por guerreros a pie, pero que evidentemente pertenecían a unidades de caballería, y el resto de unidades dispersas por el valle. O Gerub se había quedado tonto, o aquel sureño no había visto una batalla de verdad en su vida.

El ejercito nómada contaba con 6.000 efectivos, y Gerub viendo las circunstancias no necesito ni tan siquiera planear. Dividió a sus guerreros en dos frentes, y ordeno el asalto al valle, obviando al bloque central.

Gan Suan no estaba preparado para esto, bueno, no estaba preparado para nada, y quedo estupefacto al ver que el enemigo no caía en su “trampa”. Pocas horas después, Gan seguía preguntándose sin comprender que había fallado en su brillante plan, mientras huía del lugar junto a sus guerreros. Los capitanes de Xi Xia, viendo que tenían un guerrero de verdad en frente, habían ordenado la retirada al poco de comenzar las refriegas, pero tras reagruparse, la astucia de Gan había costado las vidas a mas de 1.000 fieles soldados de Xi Xia.

Cuando Gan Suan llego con su maltrecho contingente a Wu Hai, las carcajadas de los guerreros de Uigur aun se oían por toda la región.

Por si no fuese bastante con esto, Zhou Enlai fallo una vez más en su cometido de someter la ciudad de Kan Chou, y de nuevo se debió a mala planificación y falta de recursos y soldados. Zhou comenzaba ya a hartarse de las ordenes del joven rey Jen.

"Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la posibilidad de beber algo a media noche sin peligro de pisar al gato."

Gm en Lote53

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #43 en: 29 de Octubre de 2006, 09:05:41 am »
Imperio Song
(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Liu Fang,
Diplomacia: Shangtung (F), Tsainan (F), Ta-Ming (A).


"Como el viento.
Suave y calmado, inaudible para el mundo, pero al tiempo terrible y fuerte, poderoso y destructor. Rápido, muy rápido, e intangible. Así era Xiao Wang.
El campamento del General Goonza era grande, y estaba muy bien vigilado. Cada poco tiempo patrullas constantes pasaban a escasos metros de Xiao Wang (viento, como el viento) sin verlo oculto en las sombras, embozado en sus ropas negras y cuyo único brillo era el de sus dos ojos. Durante los momentos en que nada se movía en derredor suyo, el asesino daba pasos cortos pero fugaces cruzando de tienda en tienda, siempre oculto, cada vez más cerca de su objetivo. La tienda de Goonza.
A su entrada había dos hombres. Xiao Wang lanzó una piedra al otro lado de la tienda, produciéndose un pequeño estrépito; los dos hombres se miraron, intercambiaron alguna palabra en voz queda... y siguieron a lo suyo, sin prestar mayor atención al ruido aquel. En fin.

Bordeando la tienda con rapidez, Xiao Wang desenvainó su fina espada curvada sin hacer el menor ruido y cayó sobre los dos vigilantes descargando la hoja sobre el cuello del primero en el mismo movimiento en que la enterraba en el estómago del segundo. El primero se retorció unos segundos en el suelo, tratando de aferrar la vida que se escapaba junto a la sangre de forma inexorable. El segundo trató de sacar su propia arma de su vaina, mientras exhalaba aire para gritar; Xiao Wang lanzó sus dedos hacia el cuello del hombre, extendidos y fuertes como una barra de hierro, rompiéndole la traquea y dejándolo sin oxígeno.

La tienda era más pequeña de lo que parecía desde el exterior. Apenas iluminada por las rendijas que dejaban entrar pequeñas partículas de la escasa luz de las estrellas de aquella noche sin luna, para Xiao Wang no suponía el menor problema moverse entre los bártulos de equipo de guerra y armaduras que aparecían dispersas por el suelo. Casi en el centro estaba la cama del General Goonza. El asesino pasó la espada por su brazo, limpiando la sangre de la hoja: un hombre del rango del General no debía compartir sangre con la de los torpes vigilantes que no habían sabido protegerlo, si siquiera en el momento de la muerte. El mundo no nos había hecho iguales, y Xiao Wang, acostumbrado a dar muerte a todo tipo de gentes, no era quién como para discutir aquella gran verdad.

A dos metros de la cama vio al cuerpo de su objetivo cubierto por dos hermosas mantas hechas con piel de fieras. Tomó el pomo de su espada con determinación y la acercó al cuello del General. Lo mantuvo allí durante un largo minuto.

Y luego, inesperadamente, la bajó y tiró de las mantas.

El general estaba panza arriba, con la lengua parcialmente fuera de su boca y seccionada en su mayor parte. La sangre había tintado de negro toda su ropa; los ojos, desorbitados, carecían de brillo. Xiao Wang acercó los dedos al cuello del general, y no encontró en él el curso de los ríos de la sangre de la vida. Goonza había muerto tras un terrible ataque del mal de los locos precisamente la noche que habían escogido aquellos que ordenaron asesinarlo.
El ruido en el exterior lo hizo volverse súbitamente alzando de nuevo el arma. Debían haber encontrado los siete cuerpos muertos dejados atrás en su camino hacia Goonza.

Xiao Wang tomó aire con resignación. "Qué difícil es ser asesino hoy día", pensó, mientras se preguntaba si le pagarían un trabajo tan complejo y arriesgado cuando se supiera que, después de todo, el maldito general Goonza había tenido el mal gusto de morirse solo. Desenvainó la otra espada, más larga y ancha, y buscó con la mirada una posible segunda salida de la tienda del general, aunque ya sabía que no la encontraría. Después se acercó a uno de los lados y permaneció en calma, silencioso, inmóvil.

Como el viento."



El Emperador de Todo bajo el Sol ordenó en aquellos días oscuros el fortalecimiento del ejército en todas sus armas. Además del reclutamiento de miles de guerreros armados con equipo pesado para la cada vez más aterradora caballería del Imperio, el Emperador entregó gran cantidad de oro al noble Lan Mangoran, Señor de Shangtung, para que a su vez reclutara numerosas tropas también de caballería con equipamiento pesado. La intención del Emperador era que a un coste muy inferior al habitual, el día en que las provincias de Shangtung se unieran al Imperio sus tropas pasaran a formar parte de las del Emperador. Corría un riesgo con ello, ya que podría perderse esa inversión si la unión no se producía; pero el gran Liu Fang era un hombre que amaba el riesgo.

Siempre en el plano de las relaciones internacionales con quienes eran sus más importantes aliados, el Imperio envió grandes cantidades de dinero y mano de obra hasta Liao y Xi Xia; el Reino de Liao, a cambio, destinó al Imperio a alguno de sus mejores maestros en armas y sabios en la táctica y estrategia con el fin de que se mejorasen las columnas fundamentales de los cuerpos de infantería y caballería de los Song. Unidos al fuerte esfuerzo económico realizado por el Emperador en inversiones centradas en el desarrollo del ejército, los hombres de Liao lograron que tanto la caballería como la infantería del Imperio mejorasen sustancialmente su efectividad en combate.
 
Mientras tanto, sin descuidar el gobierno del propio Imperio, el Príncipe Sui Swang viajó hasta las provincias de Shangtung con el fin de cerrar los acuerdos de unión entre los nobles del lugar y el Imperio; las inversiones en el ejército de su Señor Lan Mangoran ayudaron a que todo se desarrollara con gran rapidez, y tanto la región como sus tropas se unieron al Imperio a finales del año 1098. El Príncipe Sui Swang moriría apenas un año después, cuando ya todo estaba cerrado y concretado, y su muerte no interfirió en el cierre definitivo de los acuerdos. Otros nobles y generales firmaron mejoras en los acuerdos de cooperación con los nobles de Tsainan y Ta-Ming.

Con todos los asuntos desarrollándose del mejor modo posible, el emperador Liu Fang se dedicó a vigilar personalmente sus dominios desde Honan, al mando del ejército. En tal cometido estaba ayudado por el Príncipe Hunz Swang, quien murió durante el año 1097, así como el torpe general Shu Xu, también muerto en 1096 y el general Goonza, quien murió igualmente en el año 1099 de un ataque de epilepsia justo cuando un terrible asesino había sido enviado para acabar con su vida. Aunque no se consiguió interceptar al asesino, quien huyó dejando tras de sí un largo reguero de muertes en el campamento personal del general, al menos sí se había evitado que diera muerte a Gooza. Aunque sólo fuera porque el general escogió morir horas antes por sí mismo.

Tantas muertes pasaron casi desapercibidas merced a que en aquellos días cumplió años el Príncipe Lee Fang, hijo amado y preferido del emperador, a quien los soldados apodaban "El Dragón de Oro" por su piel casi dorada, su habilidad con todo tipo de armas y su fiereza incontenible. Apenas un muchacho, ya era más alto que casi todos sus contemporáneos y poseía un instinto para la disposición de tropas en el combate como no se había visto en el Imperio desde largo tiempo atrás. El muchacho, quién había cumplido los quince años en 1096, aprovechó su recién estrenada madurez nominal para casarse con una joven noble y hermosísima, dos años más joven que él.

Los puntos oscuros en el espíritu del Imperio fueron los ataques de las velas negras del Capitán Humata, de la lejana Matarm. Lejos de llevarse contadas piezas de oro de las en apariencia pobres regiones costeras que se dedicó a saquear con su empeño y eficacia habitual, los tesoreros Imperiales descubrieron aterrados que aquel hombre temido en todos los mares había interceptado importantes envíos de dinero y golpeado donde más hubiera podido dolerle al reino. Los saqueos (ver NF de Matarm) dieron enormes beneficios al Capitán Humata, y la leyenda de su nombre se extendió también por tierras de los Song.

Y extraño fue lo ocurrido con los misioneros enviados por el Emperador hasta la región de Tao-Chung. Tras cinco años de viajar por todo el vasto territorio del Imperio, los hombres regresaron a la capital cariacontecidos: no habían encontrado provincia o ciudad llamada "Tao-Chung", ni en tierras de los Song ni en las de sus vecinos.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #44 en: 29 de Octubre de 2006, 08:44:52 pm »
Reino de Venecia
(Cristiano Romano Marítima Nación Abierta)
Nicolás Aleixandre, Rey de Venecia
Diplomacia: Marseilles (Nt), Roma (C), Florence (C).

Por distintas causas se enviaron grandes cantidades de oro y joyas tanto al Reino Sacro de Italia como al Califato Fatimí; los italianos vendían alimentos a cambio de intercambio de conocimientos tecnológicos y de desarrollo militar, en tanto los fatimís recibían las inversiones venecianas con los brazos abiertos con el fin de inyectarlas a las colosales obras de construcción del nuevo Gran Canal. Y por una causa bien diferente recibió el propio reino de Venecia una importante cantidad de oro llegada de Letrán, dinero enviado por el nuevo Papa por haber sido comprometido años atrás en boca de Severo III: Venecia había ayudado a Francia en la toma de Marsella con su infranqueable bloqueo naval, y Roma sabía pagar bien a quien bien le servía.

El Rey Nicolás Alexandre I tenía previsto dedicar todo su tiempo a centralizar en sí mismo todos los esfuerzos administrativos y burocráticos, pero su labor se vio truncada cuando murió trágicamente en Junio del año del Señor de 1098. Su hijo Tazio, quien se encontraba disfrutando de sus días felices de juventud sin empeñar su tiempo en actividad alguna relacionada con la gestión del reino, asumió la corona sin que ninguno de los nobles venecianos y familias de adinerados comerciantes se opusieran en modo alguno. Al parecer, después de años de conflictos intestinos los venecianos tenían ganas de ver crecer toda una estirpe de reyes de una misma dinastía. Podía ser una variación interesante.

Los líderes y generales de renombre fueron enviados a tratar con los mandatarios locales de las importantísimas ciudades de Marsella, Roma y Florencia; aunque los acuerdos con los respectivos reinos a quienes pertencían aquellas ciudades ya estaban cerrados, era necesario ganar la simpatía de sus habitantes. En todos los casos se lograron interesantes avances.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.