Autor Tema: Newfax Turno 19 (1095-1099)  (Leído 29246 veces)

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Newfax Turno 19 (1095-1099)
« en: 30 de Septiembre de 2006, 06:28:06 am »
Reino de Borgoña
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Sebastián I, Rey de Borgoña
Diplomacia:

GUERRAS BORGOÑONAS (II)
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Todo parecía en contra del nuevo Rey Sebastián de Borgoña. La muerte del anciano Papa Severo III justo en el momento en que Sebastián podía reclamar al Sumo Pontífice su derecho al trono (tras haber despojado de la corona al Rey anatema Jean Paul), se había convertido en un inconveniente demasiado grande. La resolución del concilio a partir del cuál habría de salir elegido un nuevo Papa se demoraba y demoraba, impidiendo al soberano tomar contacto con la única persona que podía salvar su reino.

Con la esperanza de no despertar a los truenos, el Rey Sebastián se recluyó en Vermon sin hacer movimiento diplomático alguno a la espera de que un nuevo Papa le ofreciera seguridad y paz. Con rapidez ordenó el levantamiento de murallas en el perímetro de la pequeña ciudad, así como el reclutamiento de todo hombre (joven o viejo) que pudiera sostener arma. Sin apenas entrenamiento, con un pobre equipamiento, el ejército de Sebastián se acantonó en el interior de la ciudad y preparó concienzudamente sus defensas, a la espera de la posible llegada del rey francés y sus tropas que habían sido vistas en las cercanías de Orleans (ver NF de Francia). Pero aunque la región cayó en las manos del príncipe Guillermo durante el mes de Julio del año del Señor de 1095, no fueron los ejércitos de Louis VI quienes penetraron en Burgundy. Durante la primera mitad del año de 1096, más de 10.000 soldados del Kaiser Ludovico, bajo las órdenes del Príncipe Lotard, entraron y sometieron la región sin apenas bajas, iniciando el asedio de Vermon. Cuatro meses después del comienzo de los bombardeos, el siete de septiembre del año del Señor de 1096 la ciudad cayó en poder del Sacro Imperio Romano Germano. Todos sus defensores fueron muertos durante el asedio o en las horas posteriores del rompimiento de las murallas, ejecutados en las calles y expuestos sus cadáveres en los muros exteriores de Vermon. Tanto el autoproclamado rey Sebastián de Borgoña, como los ya escasos nobles borgoñones murieron igualmente a golpe de cuchillos, y todos los funcionarios del reino fueron hechos prisioneros y ejecutados en las semanas posteriores a la rendición de la ciudad. El escaso tesoro borgoñón se repartió en concepto de botín de guerra, y sus banderas y corona reales pasaron a formar parte del tesoro Imperial. La sangre tiñó el Rhin, y durante siglos la ciudad fue conocida como Vermon la Roja.

Esa aciaga jornada del siete de septiembre del año del Señor de 1096, el un día próspero reino de Borgoña dejó de existir para siempre.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #1 en: 30 de Septiembre de 2006, 06:58:58 am »
Sacro Imperio Romano Germano
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Kaiser Ludovico Pío.
Diplomacia: Suiza (A), Munich (EA), Milán (P), Milano (P), Burgundy (P), Vermon (P)

Mientras el Kaiser Ludovico "El Pío" dedicaba todo su tiempo a coordinar a sus funcionarios y a exigir rapidez en la elaboración del censo a sus recaudadores, censo que se completó con éxito, la maquinaria diplomática y de guerra del Imperio se ponía una vez más en marcha.

El Kaiser había asistido a las guerras entre Borgoña, Francia, el Reino Sacro de Italia y el Pontificado Cristiano Romano con aparente indiferencia. Aunque sus simpatías estaban del lado del Papa Severo, y sobre todo en contra del advenedizo rey borgoñón, durante años no se atrevió a tomar partido en una guerra que cada día de combates se decidía más hacia el lado de los partidarios del Sumo Pontífice. Pero su inactividad finalizó en los inicios del años 1095, cuando Ludovico distribuyó a sus efectivos militares en varios cuerpos del ejército mandándolos a la guerra contra lo que quedaba de Borgoña.

Los hombres a las órdenes del General Bastian se dirigieron de inmediato hacia Milán y Milano, con la esperanza de recibir las regiones de manos de los representantes pontificios; era conocida la determinación del nuevo Papa Iacobus I de no gobernar políticamente aquellas regiones antaño en guerra, sino tan sólo mantenerlas pacificadas en tanto alguna nación asumiera su dirección y la responsabilidad sobre sus habitantes. Cuando Bastian llegó a Milán, se topó con que el delegado Papal, el Cardenal Vladkov, tenía listos los documentos de traspaso de poderes y la transición se realizó con fulgurante rapidez: ambos territorios se integraron de nuevo en el corpus imperial, y las tropas pontificias salieron de la zona en dirección a Italia. Por desgracia, aunque el general trató de mejorar las relaciones con los líderes locales todos los empeños resultaron por el momento baldíos.

Mejor le fue al general Johanes, quien tras desplazarse a Suiza logró, después de meses de trabajo, que la región mejorase los antiguos acuerdos que mantenían con el Imperio y se integrase de facto en la nación. También el Mariscal Morbius mejoró sustancialmente las relaciones entre Munich y el Imperio, y los representantes de la ciudad aceptaron integrarse de nuevo en los dominios del Emperador de occidente.

En cuanto a la campaña contra Borgoña (ver NF de Borgoña), la mejor noticia para el Kaiser Ludovico Pío fue la rapidez y la limpieza con que sus soldados rindieron Burgundy y Vermon, destruyendo toda resistencia y acabando con todo vestigio del antiguo reino. Apenas medio millar de pérdidas humanas a cambio de la importante ampliación de las fronteras imperiales y la destrucción de un vecino con quien jamás habían mantenido buenas relaciones.

A finales del año del Señor de 1099, cuando un nuevo siglo se abría ante los ojos del Emperador Ludovico Staufen "El Pío", el gran Imperio Romano Germano parecía haberse levantado de nuevo.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #2 en: 30 de Septiembre de 2006, 07:37:22 am »
Reino de Francia
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Louis VI, Rey de Francia.
Diplomacia: Marsella (PT), Lyons (+3Yfc), Lyonnais (+3Yfc), Orleans (P)

"La barca se mecía con placidez sobre las aguas inusitadamente tranquilas del Canal de la Mancha a apenas media jornada a golpe de remo de las costas de Ponthieu. Los dos pescadores, Jaques y su espigado hijo Jean, llevaban desde primera hora de la mañana tratando de llenar sus capazos de mimbre con algo más que el vacío que mostraban a pocas horas del atardecer. Ni un solo pez en todo un día. El mundo debía estar acabándose.

Jaques oteó el horizonte y vio nubes de lluvia fina cerniéndose sobre ellos desde el nordeste. El sol comenzaba a acercarse a la línea del mar y su color anaranjado lo tintaba todo a modo de advertencia a los pescadores. "Volved a casa", decía aquel naranja del atardecer, "volved antes de que se despierten las furias".
El pescador se resignó a regresar sin una sola pieza cobrada. Tomó el remo y lo extendió hacia su hijo para que...

El remo golpeó la cubierta, aunque ninguno de los dos hombres se apercibieron del ruido. Ambos se asomaron hacia la superficie del mar, aunque sólo Jean lloró y gritó desconsoladamente. Jaques se limitó a contemplar con los ojos enloquecidos por el pavor las tranquilas aguas del canal.

El mar. Su mar.

Su mar estaba rojo."


Las noticias llegadas de las costas del norte y que hablaban de una extraña mancha roja que cubría el Canal aterrorizaron a toda Francia. Los agoreros anunciaban años de males y pobreza, iniciados con la desaparición de la pesca en toda la zona. Los profetas del Apocalipsis se levantaron de los escondrijos en que se habían ocultado cuando un siglo atrás, en los albores del año del Señor de 1000, todas sus amenazas se vieron incumplidas y el mundo siguió rodando tras la nochevieja de 999. Se había retrasado un siglo, pero Satanás había roto al fin las cadenas e iniciaba su reinado de terror.

Pero lo cierto es que, más allá de la desaparición del pescado en la dieta de los franceses, los años que siguieron a la aparición de la marea roja fueron algunos de los más prósperos de todo el siglo.
Además de la fundación de la nueva ciudad de Reims, en Vermandois, las continuas inversiones y mejoras que el Rey Louis VI promovió en todo el reino le valieron el apodo de "El Arquitecto" con el que sus agradecidos súbditos comenzaron a llamarlo desde entonces.
Las relaciones con los representantes de las antiguas posesiones borgoñonas iban mejorando año tras año; los ejércitos del Rey, a las órdenes del Príncipe Guillermo, habían tomado la región de Orleans durante el año del Señor de 1095 tras eliminar sin dificultades las escasas fuerzas del Rey Sebastián, y mientras las tropas destinadas en Marsella abandonaban la ciudad toda vez que se firmaron los últimos acuerdos de cooperación y tributo entre los líderes locales y la corona francesa, el ejército del Príncipe heredero Louis llegaban a Lyonnais y Lyons donde recibieron el mando del gobierno de la antigua capital borgoñona de manos del Cardenal Schellenberg, quien abandonó después la zona al mando del gran ejército pontificio. El propio Príncipe Louis se encargó de mejorar a continuación las relaciones diplomáticas entre la importante ciudad –donde meses antes se había celebrado la misa de exaltación del nuevo Papa Iacobus I– y la corona.

Pero aquello que de entre aquellos agitados años habría de recordarse con mayor fuerza en el futuro fue la creación, a manos del Rey Louis VI, de la Orden de los Píos Caballeros de San Andrés.
Formada a partir de un conjunto de nobles franceses y religiosos enviados por Roma, el Rey dispuso que su propio hijo, el joven e inquieto Príncipe Phillipe, fuese el primer prelado y Gran Maestre, títulos que Phillipe recibió de manos del representante Papal y que aceptó con orgullo y devoción. La orden, fortalecida desde su fundación por la importantísima donación cedida por su Santidad Iacobus y por los hombres de armas y escribas enviados por el pontificado, debería defender a la Cristiandad de los envites de infieles, herejes e impíos así como proteger los Santos Caminos franceses que conducían a las fronteras con Aragón hasta Santiago de Compostela y por el Este hacia Roma, así como la defensa de los puertos que conducían desde Marsella y Narbonne hasta San Pietro, punto de partida del peregrinaje hasta Siria y Jerusalem. Tras recibir la carta fundacional de la orden de manos del Cardenal Schellenberg, el joven Gran Maestre comenzó su difícil camino en pos del fortalecimiento de la Orden de San Andrés para mayor gloria de Dios y toda la cristiandad.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #3 en: 04 de Octubre de 2006, 05:52:58 pm »
Rajputado de Pawar
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Danjedhana, Rajá de Pawar
Diplomacia:

Tras los terribles acontecimientos que habían dado inicio a la guerra civil entre Chola y el escindido Rajputado de Vengi, el Rajá Danjedhana comprendió que si quería sobrevivir a las tormentas que se habían acabado de despertar debía concentrar todas sus atenciones y esfuerzos en la defensa de su modesto país. Y aunque los Vedas no habían mirado bien al Rajputado de Pawar, dejando unas cosechas terribles en cuanto a producción y calidad, los escasos ingresos se destinaron a equipar a las nuevas unidades de caballería reclutadas y aun algunas pequeñas inversiones en la misma Pawar.
 
Así pues, con el objetivo de centrar la defensa del rajputado alrededor de sí mismo, el Rajá Danjedhana reunió a los ejércitos y se puso al frente del principal, destinado a la vigilancia de Pawar. Distribuyó los hombres en funciones defensivas, y destinó a su propio hermano, el príncipe Dherhana, a secundarlo como Gran General de caballería. Dherhana, enorgullecido hasta un extremo difícilmente cuantificable por el enorme honor que le dispensaba su hermano el Rajá, al situarlo como máximo responsable del apartado ofensivo del rajputado, apenas paladeó la alegría al morir inesperadamente tras una fuerte indigestión a principios del año 1095.

Tras la muerte del Príncipe Dherhana, el Rajá redistribuyó a sus mandos y situó al General Sikurnu como su segundo al mando de la infantería, y al General Jardeva como primero dirigiendo la caballería, atento a reaccionar ante cualquier ataque inesperado llegado de cualquiera de los dos grandes reinos en guerra.

Pero no sería Chola quien finalmente desencadenara el terror sobre el Rajputado de Pawar, ni tampoco el recién surgido Rajputado de Vengi. El diecisiete de Agosto del año 1095, la avanzadilla de un ejército fue avistada cruzando las montañas del norte de la región de Pawar. Dos días después, más de 20.000 hombres habían atravesado la frontera por completo divididos en dos ejércitos, uno de ellos en vanguardia compuesto por guerreros y el segundo casi por completo formado por ingenieros y especialistas en asalto. Los estandartes identificaban a aquel numeroso ejército como procedente del vecino Rajputado de Uttar Pradesh, y cabalgando al frente del cuerpo principal de vanguardia iba el propio Rajá Samprati.

El 23 de Agosto, con el despuntar del alba, comenzó en las llanuras cercanas a Gulbarga la gran batalla. Los numerosos fuertes de la región, sumados a los 10.000 guerreros de Pawar a las órdenes de su Rajá Danjedhana, contaban con la gran ventaja de encontrarse dispuestos para la defensa, bien aprovisionados y entrenados, y además descansados al no haber tenido que cruzar las altas montañas fronterizas. Pero pese a todo aquello, y aunque los hombres de Danjedhana lucharon hasta la extenuación con gran fiereza, la superioridad de fuerzas a favor de Samprati era por demás desproporcionada; no sólo el número, sino también la calidad en las armas y el equipamiento, así como la habilidad de los hombres de Uttar Pradesh, mucho más familiarizados que sus vecinos en el arte de la guerra y con mayores conocimientos de las tácticas ofensivas. En apenas catorce horas, la batalla de Pawar finalizó con la muerte o huida de casi la mitad de los defensores. El resto, algo más de 5000 guerreros, lograron acantonarse tras las murallas de su capital Gulbarga donde se reagruparon bajo el mando del hábil general Jardeva. Tanto el amado Rajá Danjedhana como el resto de su plana mayor habían muerto en combate durante la batalla.

Con la muerte de Danjedhana, unida a la de su hermano apenas unos meses antes, el rajputado había quedado huérfano. El General Jardeva, al mando de todas las tropas supervivientes, reclamó para sí la corona; sólo la capital se mantuvo leal, posiblemente porque el resto de regiones y ciudades habían quedado aisladas a causa del recién iniciado asedio de la ciudad por parte de las tropas de Uttar Pradesh. El resto de regiones y ciudades, por tanto, rompieron sus acuerdos con el rajputado y se declararon independientes.

El asedio comenzó a mostrarse efectivo a partir del mes de Abril del año 1096, cuando las provisiones dejaron de entrar de contrabando al cerrarse por fin el círculo sobre la ciudad. Pese a que Jardeva era un afamado general a causa de sus brillantes estrategias y su gran valor, estar encerrado junto a su caballería entre los muros de una ciudad asediada no era el concepto de guerra que a él le gustaba librar: en Noviembre del mismo año la moral entre las tropas y los civiles era ya tan baja que al nuevo Rajá no le quedó más remedio que capitular rindiendo la ciudad. La mayor parte del ejército fue hecho prisionero, aunque varios grupos organizados lograron huir disfrazándose como civiles. Los funcionarios y administradores de Pawar fueron obligados a unirse al rajputado invasor, y el doce de Diciembre de 1096 el Rajputado de Pawar dejó de existir y su futuro fue borrado de los libros de los hombres.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #4 en: 04 de Octubre de 2006, 05:57:33 pm »
Rajputado de Rajput
(Budismo Hindu Civilizado Nación Abierta)
Mahide, Raja de Rajput
Diplomacia:

Si el lustro anterior había sido una época de enormes cambios para el Rajputado, un nuevo ciclo se había abierto no menos repleto de cambios para los habitantes de Rajput.
Además de las muchas obras públicas de todo tipo que se realizaron por todo el Rajputado, se ampliaron las ciudades de Patna, Benares y Nagpur. Aunque las dos últimas poseían altas murallas antes del inicio de las obras, tras las ampliaciones de sus límites tan sólo se levantó parcialmente un círculo defensivo en Benares.

En el plano militar, tremendamente agitado en estos años, se reclutaron nuevas unidades de la caballería más pesadamente armada al alcance de los nuevos generales del Rajputado, quienes habían desarrollado enormemente sus conocimientos y manejo de nuevos equipamientos merced a las grandes cantidades de oro –en parte compuestas por los pagos del Tibet por la comida y el grano que desde hacía diez años vendía Rajput– que el Rajá había dispuesto para la contratación de sabios llegados de oriente y los mejores artesanos de occidente.

Mientras las inversiones se multiplicaban, el activo Rajá Mahide no había hecho oídos sordos a las murmuraciones de años pasados que hablaban de una frustrada conspiración en su contra aprovechando que el ejército del Rajputado estaba bajo las órdenes de su hijo, el Príncipe Sahedra. Para evitar males mayores, y con la idea de dejar bien claro a todo el mundo quién era el Rajá de Rajput (y sin dejar de atender a los desdichados eventos de Chola, que le habían enseñado que un Rajá no debe jamás abandonar al núcleo fuerte de sus guerreros), Mahide asumió el control de la mayor parte de las tropas y pasó prácticamente todo su tiempo supervisando las inversiones mientras se dejaba ver a la cabeza de sus unidades más fuertes en los desfiles militares.

Entre tanto, el Príncipe heredero Sahedra viajó a la región de Kosala con la intención de llegar a algunos acuerdos de cooperación con sus líderes. La agitación en toda la península hindú era demasiado grande, y el miedo a las hordas y a los ejércitos en lucha del sur demasiado presente como para que los nobles de Kosala prestaran más atención a Sahedra que la simple cortesía por su rango y su sangre, y todos sus empeños fracasaron sin remedio.

El General Datamara se desplazó hasta la lejana región de Gaur, en Assam, desde donde permaneció atento a los posibles y esperados movimientos de las hordas. Su intención era volver si descubría que alguna de ellas se acercaba, para poder avisar al Rey.

Pero el más osado de los movimientos de Rajput estaba por llegar. En Abril del año de 1096, Hanhu, Gran Caballero de Jaunpor, al mando de alrededor de 6.000 jinetes y 1.000 ingenieros, atacó por sorpresa la región de Dahala, perteneciente al Rajputado de Pawar. Para cuando se produjo el ataque Pawar había sufrido ya la muerte de su Rajá, y Dahala nunca reconoció al General Jardeva como nuevo Señor; ante semejante panorama, no es de extrañar que la conquista apenas sí causara alguna baja entre los guerreros de Rajput. Posteriormente el Gran Caballero de Jaunpor tomó sin dificultades la ciudad de Bidar, y durante el mes de Noviembre de 1097 lanzó una serie de pequeñas incursiones contra la ahora región de Kakatiya (ver NF de Kakatiya)
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« Respuesta #5 en: 04 de Octubre de 2006, 06:00:17 pm »
Rajputado de Uttar-Pradesh
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Samprati, Rajá de Uttar-Pradesh
Diplomacia: Gujerat (+7Yfc)

La militarización constante de Uttar-Pradesh, iniciada tiempo atrás por el Gran Rajá Samprati, tenía que tener un objetivo. El espíritu de la nación lo sabía, y desde años atrás las gentes del Rajputado se estaban preparando en silencio para la guerra y los tiempos de penurias que habrían de soportar cuando ésta llegase al fin. Pero el objetivo de Samprati no era el de traer la guerra hasta sus tierras, sino llevarla a las del desprevenido Rajputado vecino de Pawar.
Con tal objetivo, la práctica totalidad de los presupuestos del rajputado se destinaron al reclutamiento y equipamiento de grandes cantidades de caballeros con armas y protecciones pesadas, así como algunos ingenieros especializados de asedio. Hasta las ventas de grandes cantidades de reservas alimenticias al Tibet, dirigidas por el General Nanak –administrador personal del Rajá Samprati–, se destinaron a fines militares.
La campaña dio comienzo en Agosto del año 1095, cuando el propio Rajá, al mando de todos los ejércitos, marchó a la guerra contra el Rajputado de Pawar (ver NF del Rajputado de Pawar).


Las grandes noticias llegadas del sur, que hablaban del triunfo absoluto de los ejércitos de Samprati, animaron las almas de todos los habitantes del rajputado, de forma definitiva para la consecución de los objetivos del Príncipe Mahudi, en labores diplomáticas en Gujerat desde largos años atrás y que, tras la confirmación de la gran victoria del Rajá, logró cerrar todo tipo de acuerdos con los líderes locales... entre los que se encontraban los acuerdos matrimoniales de los enlaces entre él mismo y una rica heredera local, y el del Príncipe heredero Shinto con la más hermosa de las nobles locales. El heredero recibió la inesperada noticia de su nada previsto emparejamiento real desde los campamentos de campaña en Pawar con una cara de enorme sorpresa en la que era difícil distinguir la alegría de la pura estupefacción.
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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #6 en: 05 de Octubre de 2006, 11:56:07 am »
((En este documento especial se relatan los hechos de guerra que afectaron de forma decisiva durante los años comprendidos entre el 1095 y el 1099 de la era cristiana a las naciones hindús del Reino de Chola y los Rajputados de Vengi y Kakatiya))


GUERRA CIVIL HINDÚ

AÑO 1095

Que el Rajá Rajendra III, Maharaja de Chera y Pandya, y gran Samrat de la India era "El Tocado por los Dioses" era una realidad indiscutible entre los fieles habitantes del gran Reino de Chola. Que tal cualidad agradaba tanto a la plebe como desagradaba a los nobles, era otra realidad no menos indiscutible.
En los últimos años Rajendra III había tomado toda suerte de medidas y decisiones calificables cuanto menos de excéntricas. Sólo la fuerza y carácter de sus hijos y herederos, casi todos muertos por la guerra, habían librado al antaño poderoso reino de la debacle. Cuando a inicios del año de 1095 el gran Rajá apareció en los salones del trono de la cercada capital de Tanjore y dio órdenes a sus administradores para comenzar a gobernar en absoluta tranquilidad el fragmentado reino, todos los Principales del reino se miraron los unos a los otros con incredulidad. Aún mayor fue la incredulidad cuando comprendieron que "El Tocado por los Dioses" no disponía ni una sola medida para la defensa de la ciudad, cuando a todos parecía evidente que su enemigo volvería para asediarla en cuanto tuviera oportunidad. Así, a nadie sorprendió que su hijo y heredero, el Príncipe Apu, desoyendo por completo las extrañas disposiciones de su Padre y Señor, decidiera al fin asumir el control de los ejércitos y la defensa del reino contra el enemigo, el resuelto Rajputado de Vengi controlado por el antiguo general Manjula.

No fue fácil para el Príncipe Apu, "Protegido de Agni", liderar un ejército para el que no llegaban los reemplazos: un terrible error en los presupuestos del gran Samrat de la India dio como consecuencia que los reclutamientos previstos no pudieran llevarse a cabo por completo, al faltar decisivamente oro con que pagar los equipamientos. Mientras el heredero Apu hacía encaje de bolillos con los presupuestos, tanto el Rajputado de Vengi como el de Kakatiya se armaban con grandes reclutamientos, en el caso del pequeño Rajputado aliado de Chola con más de mil jinetes con equipamiento pesado.

A inicios de marzo del año 1095, las tropas de Vengi a las órdenes de su Rajá Manjula comenzaron al fin el asedio de Tanjore, la pieza clave en el futuro desarrollo de la guerra y gran joya de la corona para los dos bandos. Perder la capital supondría tan duro golpe para unos como enorme sería el logro para quien la venciera, y Manjula lo sabía bien. Estaba dispuesto a ceder territorios de su recientemente formado Rajputado, a dejarlos sin defensa, con el fin de poder volcar los esfuerzos de sus ejércitos en el asedio a Tanjore. Junto al Príncipe Tigretamil, y comandando al grueso de sus tropas, más de 17.000 soldados, el Rajputado de Vengi cerró el cepo alrededor de Tanjore.

Pero aunque los movimientos iniciales en toda guerra suelen ser previsibles y se conducen habitualmente por los mismos cauces, el desarrollo es siempre tan inesperado como en el ajedrez. El Rajá Rajkatiya de Kakatiya, pese a las instrucciones del Gran Rajendra III de que se mantuviera al margen, estaba absolutamente dispuesto a vengarse de Manjula realizando una tan arriesgada como ambiciosa maniobra. Al mando de todo cuanto le quedaba en el ejército, unos 3.000 hombres incluyendo los nuevos reclutamientos, el Rajá se mantuvo alerta a las noticias llegadas del sur esperando confirmación de que Vengi iniciaba un nuevo asedio sobre Tanjore. El Raja Rajkatiya, sabedor de que si caía Tanjore y el reino de Chola se derrumbaba también caería su pequeño Rajputado, se preparó para iniciar un nuevo tipo de guerra, basado en continuos ataques rápidos con su móvil ejército sobre las tropas en asedio de Vengi. En cuanto le aseguraron que el propio Manjula comandaba sus tropas, el Rajá Rajkatiya lanzó al ejército de Kakatiya sobre el enemigo.

Mientras las tropas de Kakatiya maniobraban para caer sobre los asediadores de Tanjore, en la capital no cesaba el movimiento. Al mando de los marineros que no partieron junto al Príncipe Mikarma y toda la plana mayor de Chola, así como del resto de la infantería y los ingenieros de que disponían en Tanjore, el Heredero Apu lideró con valentía la defensa de la ciudad. El Príncipe Mikarma, a bordo de los buques pesados de Chola y de unos 9.000 guerreros, partió en dirección a Kalinga donde desembarcarían en Junio del mismo año.

EL SEGUNDO ASEDIO DE TANJORE

Tras tres meses de asedio continuo, el ejército defensor había sufrido terribles bajas. Mientras que los hombres de Vengi apenas perdieron unos mil efectivos entre heridos, muertos y deserciones, en Tanjore habían muerto más de 4.000 soldados. Era evidente que la ciudad iba a caer sin remedio cuando, el cinco de Mayo, apareció por sopresa en la región el ejército de Kakatiya comandado por su Rajá, el cuál cayó como un rayo sobre los campamentos de las tropas de asedio de Vengi.
El ataque fue tremendo. La carnicería se desató alrededor del círculo defensivo de la ciudad, y apenas en dos horas el ejército del Rajá Manjula sufrió tantas bajas como durante los tres meses de asedio juntos. Pero Kakatiya había subestimado terriblemente la fuerza de su enemigo: cuando los gritos de dolor y el sonido del entrechocar de armas fueron aplacándose, sobre el terreno de batalla no quedaba ni un solo hombre de Kakatiya. La cabeza del Rajá Rajkatiya fue separada de su cuerpo y presentada al Rajá Manjula, quien de una furiosa patada la lanzó contra las jaulas de los perros de guerra de Vengi. Tras la muerte de su Rajá y sus más importantes líderes, todo el estado de gobierno del pequeño Rajputado de Kakatiya se volatilizó en el aire y la nación dejó de existir como reino. Su vuelo había sido corto, pero por sus hechos Kakatiya había brillado con enorme intensidad.

Pero pese a que el fatal ataque de las tropas de Kakatiya había supuesto su muerte y la desaparición del Rajputado, lo cierto es que el inesperado golpe había roto la cohesión de la línea de asedio de Vengi justo en el momento en que las tropas de Manjula estaban destrozando a los defensores. Sin órdenes durante casi tres días, las defensas de Tanjore pudieron reorganizar sus fuerzas y recuperar suministros, ganando aire y tiempo.

EL TERCER ASEDIO DE TANJORE

Casi de inmediato, a golpe de fusta el Rajá Manjula, excelente comandante de tropas, logró articular de nuevo sus efectivos alrededor de la capital de Chola, iniciando los bombardeos por tercera vez y los ataques continuos, esta vez con más energía que nunca. En Junio, mientras en Kalinga desembarcaban las tropas de Chola al mando de Dhanyana (pues el Príncipe Mikarma quedó como capitán de la flota), la ciudad de Tanjore iniciaba de nuevo su enconada resistencia ante el asedio de los hombres de Vengi.

Ya en Agosto comenzaba la conquista de la región de Kalinga por parte de los ejércitos desplazados de Chola, región que caería definitivamente en Septiembre. Entre tanto, en Tanjore, los hados quisieron que tras tres meses de asedio constante las tremendamente superiores tropas atacantes sufrieran todo tipo de accidentes; unidos a diversos errores tácticos, la balanza de pérdidas se había desplazado inesperadamente del lado del atacante, quien vio su ejército disminuido en casi 2.500 soldados mientras que las defensas perdían apenas 1.000. Casi tres meses después del ataque desesperado de Kakatiya, Manjula meditaba la retirada al comprender que la situación había empeorado mucho y que podía poner en peligro al resto de su ejército si la situación se prolongaba mucho tiempo. Además, las noticias del ataque de Chola sobre Kalinga le hicieron tomar una decisión: si Tanjore no caía durante el invierno, o en los primeros meses del año 1096, se retiraría para combatir al enemigo en su propio territorio.

UN DURO INVIERNO

En noviembre de 1095, mientras los combates en Tanjore se recrudecían, la sorpresa llegó hasta la región de Chela cuando los ejércitos de Chola se lanzaron sobre la región por sorpresa mientras los navíos comandados por el hijo de Rajendra III trataban de iniciar un largo asedio de desgaste sobre la ciudad de Chalendry. Para ello, parte de la marinería desembarcó rodeando la ciudad, en tanto los barcos bloqueaban el puerto. Pero los hombres de Chola eran demasiados pocos como para poder ahogar con su peso la resistencia de Chalendry, que jamás vio puesta en peligro su cadena de aprovisionamiento.
En Chela, entre tanto, el hijo amado de Manjula, Príncipe Vardana, reaccionó con rapidez al ataque del enemigo. Acompañado por el Señor de Chela, que se encontraba en la región de Vengi, partieron a la búsqueda de los ejércitos de Chola, en lo más frío del más frío de los inviernos que se recordaban en la zona.
Mientras en el Rajputado de Vengi el ejército invasor de Chola trataba de tomar plazas fuertes para forzar la capitulación del enemigo, en el territorio del Reino de Chola eran los de Vengi los invasores y quienes apretaban cada vez más el lazo alrededor del cuello de la capital de Chola, la hermosa y orgullosa Tanjore. Tras un tremendo invierno marcado por las muertes y el frío, por los hombres congelados en sus puestos de observación durante las noches y las continuas bajas civiles, a mediados de Marzo del año 1096 la balanza volvía a desnivelarse en favor de los asaltantes.
Mientras que el Rajá Manjula perdió poco más de 1.000 de sus guerreros de asedio, el Príncipe Heredero Apu vio cómo sus efectivos se reducían de forma ya irreparable: con la muerte de 2.500 de los 3.500 que aún defendían la ciudad, el apenas millar de soldados guarnicionados en Tanjore ya se muestran insuficientes como para seguir aguantando la presión de Manjula.

AÑO 1096

En las tierras de Vengi, la tremenda fuerza del ataque de Dhanyana unida a lo sorprendente de su embestida vencen la resistencia de Chela tras dos meses de combates. En los inicios de Julio, el ejército del Reino de Chola parte hacia Kakatiya, y de allí hasta Madurai dirigiéndose claramente hacia Tanjore, tal vez con la intención de romper el asedio.

Pero para los defensores de la ciudad ya era demasiado tarde. El Rajá de Vengi, el hábil general Manjula, logró el siete de Junio hacer caer al fin las murallas de la capital de Chola. En lo más crudo del asalto final, el Príncipe Apu, "Protegido de Agni", "Amado de los Vedas", murió junto a los últimos defensores en la defensa del puerto mientras los hombres de la Guardia Imperial obligaban al Rajá Rajendra III a embarcar en la única de las naves que quedaba disponible. El capitán del navío en fuga decidió acudir a Mamalapuram con la intención de encontrar allí la flota de Mikharma: aquella era la única posibilidad para el Rajá Rajendra III "El Tocado por los Dioses" de seguir con vida. El sacrificio del Príncipe Apu sirvió para proteger a su padre, quien con sus excentricidades había conseguido poner el futuro de Chola pendiendo de un fino hilo de seda.

Tras la caída de Tanjore, el Rajá Manjula no estaba dispuesto a perder su pieza recién cobrada por mucho que llegaran noticias de los movimientos del ejército de Chola en sus tierras. Manjula confiaba en las defensas de Vengi; pero aún confiaba más en la moral de sus hombres en contraste con la precaria situación en que debían encontrarse los soldados de Chola. Una vez dejado un conjunto de sus hombres como guarnición de la ciudad, situó al resto de sus fuerzas en funciones defensivas mientras el Príncipe Tigretamil trataba de reagrupar con rapidez sus fuerzas.

En Septiembre las tropas de Dhanyana localizaron por pura casualidad al noble Sinsalagan operando en secreto en Karnata. Sinsalagan, bajo nombre supuesto, trataba de levantar en armas a la población de la región para que se uniera al Rajputado de Vengi; gran suerte le observó, pues logró escapar de verdadero milagro de los hombres de Chola y de una muerte segura.
Una vez resuelto el conflicto, ya a finales de año, el ejército de Dhanyana partió de nuevo hacia Madurai, región a la que llegó entrado el año 1097 y que tomó con facilidad en Junio. Ante la absoluta permisibilidad del Rajá Manjula, las tropas de Chola comenzaron un largo asedio sobre la ciudad de Mamallapuram, que no cayó definitivamente hasta el mes de Abril del año siguiente.

EL CONFLICTO SE ESTANCA

Después de la toma de Mamallapuram, Dhanyana dejó las fuerzas terrestres de Chola en la ciudad al mando de Mikharma, y al mando de la flota avanzó hacia Bandar donde trató de iniciar un bloqueo sobre la ciudad que no dio resultados, al carecer de buques suficientes como para cerrar su puerto de forma efectiva. El bloqueo, ineficaz por completo, se mantuvo hasta que a finales del año 1099 las fuerzas de Dhanyana regresaron a la recientemente conquistada ciudad de Mamallapuram con el fin de pasar el invierno a salvo.

Así, tras casi dos décadas de guerra, cuando el año 1099 estaba cerca de finalizar, las tropas de Chola se encontraban protegidas tras las murallas de Mamallapuram en tanto el ejército del Rajá Manjula seguía aislado de sus territorios en la conquistada región de Chola. La región de Chela, en cambio, volvió a ser liberada por parte de los hombres de Anantapurna cuando los guerreros del reino de Chola la abandonaron en dirección sur.

Y el Rajá Rajendra III, Maharaja de Chera y Pandya, y gran Samrat de la India, a quien todos conocían como "El Tocado por los Dioses", tras lograr contactar con su flota se encontraba con los restos del ejército de Chola en la portuaria Chalendry, llorando amargamente la pérdida de sus hijos y de la capital Tanjore a quienes no había sabido defender.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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« Respuesta #7 en: 07 de Octubre de 2006, 11:37:37 am »
Rajputado de Nasik
(Hinduismo Marítima Nación Abierta)
Bohja, Rajá de Nasik.
Diplomacia:

"Akshay era un hombre bajo, de piel muy morena y carnes ceñidas a los huesos ligeros. Caminaba ligeramente encorvado y apenas movía los brazos al hacerlo, como si todo su cuerpo fuera consciente de lo desgarbado de su figura y prefiriera hacerse notar lo menos posible. Sus ojos, profundamente negros, eran huidizos y tan vivos como el vuelo de un colibrí, y su voz siempre suave jamás aumentaba su tono; cuando algo lo irritaba, la reacción habitual en Akshay era la contraria a la del resto del mundo: en lugar de gritar, quedaba en silencio.

En la gran sala del trono del Rajá Bhoja se hacinaban, alrededor de la cabecera donde se sentaba el señor de Nasik, toda suerte de nobles y militares de alto rango, los más altos artesanos de la guerra del rajputado y hasta cocineros y vendedores de sustancias médicas. Se decía que aquel día, un hombre enjuto llegado del lejano Imperio de los Song iba a mostrar al Rajá un invento basado en los fuegos artificiales chinos que una vez, hacía ya muchos años, alumbraron para sorpresa de todos una noche de estío en la capital del Rajputado.

Akshay los observaba a todos con sus ojos nerviosos sin apenas mover la cabeza. A su espalda, sobre una mesa, había depositado los objetos que necesitaba para mostrar al gran Rajá su descubrimiento; con tanta gente cerca, tendría que reducir el aspecto práctico del asunto. Tendría que reducirlo mucho.

–Adelante, Akshay el Viajero –dijo el Rajá Bhoja con un ademán de la mano–. Habladnos de cómo esos fuegos voladores de colores pueden interesarnos tanto como aseguráis.
–Mi señor de Nasik, gran Rajá... –comenzó Akshay titubeando–. Sabido es que si se enciende fuego en un montón de basura que contenga azufre, se disparará una reacción sibilante. Alguien cuyo nombre desgraciadamente se ha perdido entre las esquinas del tiempo y la historia observó este fenómeno en tierras de los Song hace ya mucho tiempo, y en tierras de los Song fue donde comenzaron a experimentar con mezclas de azufre concentrado y carbón de leña. –En aquel momento, Akshay el Viajero ya parecía haber olvidado a su público, y hablaba con gran velocidad mirando fijamente al Rajá–. Más de cien años atrás, otro gran sabio agregó cristales de salitre a la mezcla logrando que, al prenderse el conjunto, se obtuvieran chispas que servían para decorar las ceremonias formales. Durante estos cien años, los monjes taoístas han perfeccionado la mezcla logrando un compuesto estable al cuál llaman pólvora.
–Hemos oído hablar de esa sustancia –dijo con voz paciente el famoso General Ekachakra–. Se dice que los Song la usan para prender piedras en los asedios, así como para incendiar trincheras y túneles de zapadores. ¿Habéis descubierto pues el secreto de su fabricación?
–Mi señor Ekachakra –respondió con una esquiva sonrisa Akshay el Viajero–, el secreto de la fabricación de la pólvora no es tal. Producirla en grandes cantidades es factible para los artesanos y alquimistas de nuestra nación.
–¿Entonces? –El Rajá se alzó de su sillón nacarado–. No negamos la importancia de los fuegos de artificio; si habéis descubierto su proceso de fabricación, como así parece a tenor de los... objetos que hay sobre esa mesa, celebraremos vuestra hazaña con gran alegría. Pero no comprendemos el uso novedoso y terrible que vuestro anuncio auguraba. Las luces de colores son sólo eso. Luces de colores.

Akshay asintió levemente. Volviéndose hacia la mesa, tomó un globo de metal forjado del tamaño de un melón y salió con paso más firme del habitual hacia el exterior de la sala del trono. Los asistentes a la demostración lo siguieron, ya demasiado curiosos en lo que aquel hombre pretendía mostrarles como para disimular. Una vez fuera, vieron que el Viajero situaba la bola de metal en el suelo, a unos siete pasos de cinco cabras atadas a una estaca clavada en el centro del patio del Palacio del Rajá. De una bolsa de cuero, el Viajero extrajo una larga tela impregnada de una sustancia grisácea, tela que introdujo a golpe de martillo y ayudándose de un escoplo en un orificio situado en la parte de arriba del melón de metal forjado. Después se volvió hacia su público.

–Por favor, apártense. Tras las columnas, si es posible.

Tomó una lámpara de aceite y prendió la tela que comenzó a arder de inmediato, consumiéndose hacia la bola de metal con demasiada rapidez. Akshay se retiró hacia las columnas, junto al Rajá.

–Si introduzco la mezcla en un recipiente cerrado, al prenderlo todo el conjunto explota. Es el principio de los fuegos de artificio. Los diferentes tipos de cristales de salitre salen despedidos creando los colores que tanto emocionan a niños y hombres –la tela se acercaba ya a la bola de metal. El Rajá asintió, mostrando que comprendía las palabras del sabio Akshay–. Pero si en lugar de bambú construyo el recipiente de metal forjado, e introduzco más mezcla de la habitual, cuando estalle destruirá el recipiente fragmentándolo de forma mortal. Los Song han comenzado a experimentar con estas... bombas explosivas. He visto cómo las esquirlas metálicas pueden producir daños a una gran distancia... –el Rajá dio un paso atrás, súbitamente asustado–. No, no os preocupéis. La mezcla no es mucha, y la explosión será muy contenida. Hoy pretendo mostraros algo diferente.

La tela llegó al fin a la bola de metal. Se produjo un silencio de un par de segundos, y luego una pequeña explosión, decepcionante a todas luces, y un humo amarillento. Tras disiparse, los hombres se miraron los unos a los otros. El General Ekachakra abrió la boca... y la cerró súbitamente.

Las cabras habían comenzado a agitarse poco después del susto de la explosión. Pero de pronto cayeron al suelo, todas al tiempo. En pocos segundos habían muerto.
El Rajá clavó sus ojos en los del sabio Akshay.

–En realidad la pólvora es todo un universo por descubrir –dijo el pequeño hombrecillo encogiéndose de hombros–. Un poco de arsénico mezclado con el azufre concentrado y el carbón produce efectos sorprendentes en los seres vivos."




Los efectos que obraron los terribles inventos del sabio Akshay, llamado El Viajero, dieron por fruto que la infantería del Rajputado de Nasik diera en aquellos años un salto de calidad sorprendente, disponiendo de un avance tecnológico que la situaba muy por encima de la de sus contemporáneos. No tardaron mucho tiempo los sabios militares del Rajputado en adaptar las tácticas del combate al uso de las "Akshays", o como se llamó desde entonces en toda la India a las bombas de fragmentación inventadas por el Viajero. Sólo lo complejo de su fabricación y la poca fiabilidad al ser lanzadas por catapultas impidieron que se adaptaran a los asedios durante cerca de un siglo, pero los campos de batalla hindúes vieron pronto la aparición de pequeños cañones realizados con madera y bambú desde los que se lanzaban piezas de metal impulsadas por la ancestral mezcla de los Song, y fue en el Rajputado de Nasik donde por primera vez se utilizaron en el mundo conocido las bombas explosivas durante la batalla.

Pero aunque la demostración de Akshay supuso toda una conmoción al Rajá Bhoja, lo cierto es que no detuvo sus planes por ello. Las inversiones del rajputado se centraron en aquellos años en ampliar y mejorar las infraestructuras y el tamaño de la capital Daman. En la capital centró su base de operaciones el Rajá, reuniendo a las tropas de la zona consigo y situándolas en posiciones defensivas a lo largo de las murallas. El Príncipe Jaganat tomó el mando del grueso de las tropas en Surashtra y partió a la defensa de la región de Anhivarta, a dónde temían que pudiera llegar la guerra que se había extendido a toda la península hindú. Si la guerra alcanzaba al rajputado de Nasik, sin duda que los encontraría mejor preparados de lo que nadie imaginaba.
« Última modificación: 07 de Octubre de 2006, 01:37:52 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #8 en: 07 de Octubre de 2006, 01:38:14 pm »
Rajputado de Punjab
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Rajyavardhana, Rajá de Punjab
Diplomacia:

Años y años sin apenas actividad en cuanto a inversiones habían dotado al pequeño Rajputado de unos ahorros inmensos que, en tiempos en los que los saqueadores y las hordas se habían convertido en un peligro demasiado tangible, comenzaban a quemar en los bolsillos de las arcas del Rajá. Así pues, a partir del año 1095 el Rajputado comenzó toda una serie de inversiones en todos los campos, desde la construcción de la nueva ciudad de Rega, en Sukkur, a la que se dotó de un alto círculo de murallas, hasta la línea de fortificaciones en todas las regiones o la limpieza de los caminos que iban de Amritsar a Lahore, caminos que se ensancharon y pavimentaron con fragmentos de ladrillos y guijarros facilitando el tránsito con carretas.

Asimismo se realizaron innumerables reclutamientos, en especial aumentando el arma de caballería del rajputado, además de las mejoras tangibles que se dieron en concepto de tácticas y material de asedio.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #9 en: 07 de Octubre de 2006, 02:02:00 pm »
Reino de Tarain
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Tatyardanhana II, Señor de Tarain
Diplomacia:

Desde las fronteras habían llegado al Reino de Tarain los vientos de las muchas guerras se cernían sobre la península hindú. El Señor de Tarain Tatyardanhana, un anciano inteligente que se había caracterizado toda su vida por su mesura, sabía que sólo una nación sana y dotada de infraestructuras fuertes podía salir más o menos incólume de un periodo de beligerancia como el que rodeaba Tarain por todas sus fronteras, y es por ello que ordenó la ampliación de la portuaria Jatpur, la perla de su corona, además de una enorme inversión –a juicio de sus allegados, absolutamente desproporcionada– en la región de Chitor. Aunque el gasto en Chitor fue realmente inusitado, lo cierto es que hasta la última de las inversiones en la región fue hecha con la inteligencia y mesura que caracterizaban al Señor de Tarain, y todas las mejoras se mostraron efectivas de inmediato.

Tatyardanhana se dedicó a coordinar las inversiones y dirigir la burocracia, confiando el mando de casi todo el ejército de la nación a su hijo y heredero, el Príncipe Dil'Bahadur. Éste quedó en Tarain con órdenes de defender la región, pero cuando se vio con el control de tal cantidad de tropas pasó casi dos semanas repleto de dudas y asaltado por la tentación de usurpar un trono al que se creía ya con derecho. A fin de cuentas, en un tiempo tan intempestivo era necesario un líder joven y capaz, y no un anciano precavido y cobarde. No se conocen los motivos que lo impulsaron al fin a permanecer tranquilo durante todos aquellos años en que estuvo al mando de las tropas principales de la nación, siguiendo a rajatabla las órdenes de su padre, pero, para bien de todos, así fue.
Y mientras el Señor de Tarain supervisaba las inversiones y su hijo dudaba entre si alzarse en armas o someterse a la voluntad de su padre, el Noble Gupta viajó hasta Uttar Pradesh donde se le esperaba para seguir mejorando las buenas relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Merced a su gran habilidad e inteligencia, y los generosos regalos y donaciones que él mismo se encargó de preparar y distribuir, logró que esas relaciones mejorasen hasta un límite difícilmente superable. Después viajó en peregrinación hasta Benares y Kalanjara, y aunque quedó plenamente satisfecho de sus horas de meditación no logró que sus compatriotas valorasen su esfuerzo en lo más mínimo, posiblemente a causa de la relativa cercanía de ambos lugares con la nación de Tarain. Y quizá hicieran mal los poco agradecidos compatriotas del famoso Noble Gupta, pues aunque nunca se supo en Tarain estuvo cerca de morir en varias ocasiones en su tránsito al Rajputado de Rajput, por aquel entonces ya en guerra y donde no fue nada bien recibido por las milicias locales.
« Última modificación: 19 de Octubre de 2006, 01:52:34 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #10 en: 08 de Octubre de 2006, 11:42:36 am »
Rajputado de Pala
(Budismo Hindu Civilizado Nación Abierta)
¿?, Rajá de Pala
Diplomacia: Pundra (NT)

Se reclutaron unidades para substituir a las perdidas durante la guerra.

Se construyeron defensas en Chandela y PWB en Nalanda.

El Raja al mando de la mayor parte del ejercito se lanzó sobre Nadavaria, liberó la región y después la ciudad de Nadapala. Tras liberar la región obreros del Raja acudieron a construir numerosos fuertes. Tras liberar Nadapala, el Raja ¿? volvió a la región donde se puso a defender.

El Príncipe Heredero defendió Chandela. Tras la liberación de Nadapala llevó algunos ingenieros para ayudar en las defensas al Raja, y regresó con parte de las tropas del Raja para defender Chandela otra vez.

El Lugarteniente 1 viajó a la región de Pundra donde sus labores diplomaticas lograron un acuerdo de colaboración y pasó NT.

Cuando sucedieron los saqueos del Tibet, Pala optó por no hacer nada, preocupándose de sus territorios al sur del río, que eran los que podía defender con efectividad. Cuando las tropas de Assam conquistaron Maghada (ver NF de Assam), la cosa cambió: las tropas del Raja regresaron a Chandela temiendo que la amenaza se cerniera sobre su región más importante.

(El jugador no actualizó los datos de su nación)
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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #11 en: 09 de Octubre de 2006, 06:45:02 am »
Rajputado de Assam
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Harhapala, Gran Rajá de Assam, el Querido de los Vedas.
Diplomacia: Bihar (P), Maghada (P)

Si los años anteriores habían estado repletos de inversiones y frenética fuera la actividad en el Rajputado de Assam, la época del inicio de las grandes guerras hindúes no lo fue menos. El Rajá Harhapala ordenó el reclutamiento y entrenamiento de más y más soldados de infantería, además de la puesta a punto de un gran número de unidades de ingenieros con que pretendía iniciar su ambiciosa campaña. Asimismo, para no descuidar el aspecto defensivo del reino cuando por toda India se hablaba de la llegada de los nómadas, se erigió un círculo defensivo en derredor de la ciudad de Ringut, y se construyeron muchos fuertes y torres de vigilancia a lo largo de todo el territorio de la ahora importantísima región de Gaur, con el fin de proteger y dar confianza a los comerciantes llegados de todas partes que habían escogido aquella provincia de Assam como su centro de encuentro en India. Muchas otras inversiones se realizaron en interés de mejorar los equipamientos de la caballería del Rajputado, así como en aumentar las capacidades tácticas de los mandos y las habilidades en combate de los jinetes, y diversos entrenadores y famosos caballeros llegados de oriente y occidente trabajaron muy duro en aquel tiempo hasta perfeccionar de modo evidente la capacidad de lucha de las unidades montadas de Assam.

Y todas aquellas inversiones y desarrollos tenían un objetivo único: la campaña de Pala.

Aunque el Rajá Harshapala se dedicó inicialmente a defender Assam, con gran dedicación durante los años de 1095 y 1096 –muy especialmente tras recibir las noticias de la trágica muerte del General Tahudi, quien tras liderar las tropas que se unirían después al Raja en su campaña de invasión había viajado hasta Gtsang para controlar el avance de los Nómadas, siendo asesinado por ellos cuando lo descubrieron a su entrada en la región (ver NF de Gaochan)–, cuando tuvo claro que la horda de Gaochan avanzaba como un elefante sobre las tierras del Tibet puso en marcha sin perder un instante su macerado plan de conquista del vecino Rajputado de Pala. Mientras el Príncipe heredero Yabedra, tras contraer matrimonio con una noble de la región, se dedicaba a gobernar el rajputado y su hermano el príncipe Jiduri quedaba al mando de la defensa de Tamarlipti, el Rajá Harshapala junto con el veterano General Buptra, y al mando de prácticamente todas las fuerzas del Rajputado, avanzó al fin sobre Maghada en Mayo de 1097 comenzando en Julio la conquista de la región, labor que terminaría sin encontrar resistencia en Agosto: la ocupación de un territorio prácticamente libre de milicias, especialmente tras los saqueos a que fuera sometido por el Tibet, no entrañaba ninguna dificultad para sus más de 20.000 guerreros bien entrenados.
Tras la conquista comenzó un largo asedio sobre la ciudad Bihar en Septiembre de 1097, asedio que finalizó en Mayo de 1098 sin apenas bajas en el lado de los atacantes. Tras dejar algunas tropas en concepto de milicia tanto en la región como en la ciudad, las tropas de Harshapala se lanzaron a por la pieza importante y verdadero objetivo de la invasión: la región de Chandela.

Algo menos de 20.000 guerreros de Assam atacaron en Agosto de 1098 a los casi 10.000 defensores de Pala, bien situados en posiciones defensivas en la densa cadena de grandes fortificaciones y otras construcciones fuertes que se habían levantado en la región a lo largo de los años. Mientras los hombres de Harshapala aún cruzaban el Brahmaputra se encontraron con las tropas defensoras perfectamente preparadas para el ataque: las primeras tropas en badear el río murieron sin remedio o fueron capturadas, y pronto los guerreros de Assam se encontraron atrapados entre una maraña de trampas ocultas en los vados y aquellos guerreros inferiores en número demasiado bien adiestrados en la defensa y nada dispuestos a retirarse.
La cruenta Batalla del Brahmaputra finalizó pocas horas después de comenzada. Las pérdidas del Rajputado de Assam durante el combate fueron terribles, entre los muertos en la lucha y los numerosos grupos desorganizados cazados por las tropas de Pala en su retirada hacia los campamentos. El Rajá Harshapala sufrió un vahído cuando, tras la retirada hacia Maghada, se le informó de la pérdida de más de 7.200 hombres en las horas de terror sobre las aguas bajas del Brahmaputra.

Cuando el Rajá de Assam, el querido de los Vedas, comprendió de que ni tan siquiera su franca superioridad numérica le podía dar una victoria fácil sobre Pala decidió quedarse guarnecido en sus recién conquistadas posesiones de Maghada. El Rajputado de Pala perdió en la Batalla del Brahmaputra apenas 1.600 guerreros: Harshapala había descubierto demasiado tarde que el alto porcentaje de caballería pesada de élite que componía el ejército de su enemigo, superior al 80 por ciento del total de sus tropas, había sido un hueso demasiado duro de roer.
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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #12 en: 09 de Octubre de 2006, 06:31:38 pm »
Reino del Tibet
(Budismo Bárbaro Nación Abierta)
Ughar, Rey del Tibet
Diplomacia:

El temido Rey Ughar tenía claro que pescar en río revuelto siempre daba buenas piezas al pescador. La actual situación de zozobra en toda la India por fuerza debía facilitar a las fuerzas de saqueo del Tibet el trabajo. Se avecinaban pues grandes momentos para el empobrecido reino del Tibet: al fin había guerra, en todas partes, y bien cerca del Tibet... pero no dentro.

Las compras de grano y reservas alimentarias se sucedieron a buen ritmo durante el año 1095 y 1096. Además de estas compras, el rey Ughar dispuso la compra de varios esclavos con el don de hablar los símbolos, así como la contratación de pintores de letras con los que aumentó significativamente la efectividad de su modesta administración. Por supuesto, también en aquellos días se ordenó el reclutamiento de varias unidades de infantería bien entrenada, aunque de equipamiento ligero: uno no puede ir a los campos de batalla con pintores de letras.

Una vez dirigidas las inversiones, el Rey Ughar, tras dejar algunos soldados en Sikkim, realizó una rápida incursión durante el mes de Marzo del año 1095 sobre la región de Maghada, perteneciente al Rajputado de Pala. Obtuvo allí un buen botín, pues la región estaba por aquel entonces indefensa (ver NF de Assam). Después se desplazó hasta la región de Nepal, donde tras distribuir a sus hombres en contingentes de castigo ordenó una brutal campaña de conversiones forzosas dando a los habitantes de la zona a elegir entre la opción de abrazar la fe budista y acudir de inmediato al encuentro de sus dioses. Esta acción le costó algunos cientos de guerreros por culpa de diversas revueltas y asesinatos nocturnos; tras dejar allí algunos soldados guarnicionados marchó hacia Alung-Gangri. 
Pero cuando estaba a mitad de camino, siendo finales de Octubre de 1097, recibió en su campamento las noticias del sorprendente ataque de la horda esteparia de Gaochán.

Aquella noticia descompuso por completo todas las previsiones del Rey Ughar. Había oído hablar de la cercanía de los nómadas del Este, pero hubiera apostado alguna de sus dos manos a que el destino de los nómadas sería cualquier lugar del mundo antes que el pobre, rocoso y repleto de guerreros famélicos Reino del Tibet. Y meditaba pensando en qué hubiera hecho él el resto de su vida con una sola mano.
Al parecer, contaban sus hombres enviados por su propio hermano –quien estaba en la región atacada realizando labores diplomáticas–, los nómadas habían caído salvajemente sobre la región de Sikkim mediado el mes de Septiembre. Ughar enfureció como nunca antes: no es que tuviera nada contra el salvajismo, desde luego, pero no veía la gracia en que cualquier otro lo empleara contra su propio pueblo.

Pero si algo caracterizaba al Rey Ughar por encima de cualquier otro aspecto de su complejo carácter era el pragmatismo; resultaba evidente que su ejército, del que se enorgullecía, no podría frenar a los varios miles de guerreros nómadas que en aquel momento debían estar  bebiéndose su nieve y alimentándose con sus preciosas piedras tibetanas. Decidió esperar a su hermano Urghen en Alung-Gangri, y aunque su intención inicial era la de viajar hasta la región de Dhera-Dhun para defender sus tierras, los informes que trajo al fin su hermano al llegar lo disuadieron por completo: los nómadas son varios miles, sí. Más de cincuenta mil, en concreto. Más gente de la que había en su país entero. Contando a las cabras.

Mientras todo aquello ocurría en el corazón del reino, el señor de Khotan, comenzó en 1095 a realizar una serie de campañas de captura de esclavos; primero en Taklamaklan, después en Sinkiang... para cuando llegó a la región de Kucha, en Abril de 1097, fue recibido con las noticias del ataque de la horda. Sin pensarlo un momento decidió regresar a sus tierras para defender sus posesiones.

A finales de año, la primera prioridad para el rey del Tibet ya era salvar a su ejército; asumiendo que la victoria contra Gaochan era de todo punto imposible el Rey Urghen cambió sus planes para poner una buena cantidad de tierra de por medio entre aquella horda invasora y sus hombres de armas, avanzando sobre Memar-Tsaka con la intención de capturar allí algunos esclavos, pues también es bien sabido que no hay mal que por bien no venga. Por desgracia para sus intereses la población allí era tan escasa que apenas capturó unos pocos hombres. El Rey Ughar situó entonces a sus soldados diseminados en diferentes zonas de la región, a la espera de que pase la tormenta. Pero las cosas resultaron ser mucho peores de lo que imaginó. (Ver NF de la Horda de Gaochán)
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« Respuesta #13 en: 10 de Octubre de 2006, 06:43:46 pm »
Khanato de Gaochan
(Budismo Chino Nómada Nación Abierta)
Kemal Khan, Señor de Gaochan.
Diplomacia:

"El famoso noble y estratega Karbiz Baj meditaba en absoluto silencio en el interior de la pequeña sala de estudios que le habían habilitado allí, en la hermosa aldea de montaña de Ghergel, en una de las regiones norteñas de Pagan, la agreste Burma. Por alguna razón, los peligrosos nómadas con quien había negociado su amo y señor, el joven Rey Ahombiz, habían eludido entrar directamente en la región acordada, desde donde Karbiz Baj debía acompañarlos para evitar contratiempos y facilitarles el paso por Pagan; probablemente temían algún tipo de trampa. Como si Pagan tuviera el más mínimo interés en combatir a aquella enorme marea de animales y caballos cubiertos por el polvo, llegados los unos sobre los otros desde el cercano oriente.
Si todo iba bien, podría desembarazarse en pocas semanas de tan terrible tarea y regresar a las ocupaciones habituales en un noble de su alcurnia y fama. Si todo iba como...

–Mi señor y Amo Karbiz Baj, acaba de ser avistada una gran cantidad de guerreros nómadas a caballo, hacia el norte de aquí.

Karbiz abrió levemente los ojos y miró a su criado.

–Voy enseguida.

Luego los cerró de nuevo."


El Guerrero De Grandes Ojos Yabuz entró en la región de Burma desde el norte, donde ya lo aguardaba a la expectativa el general Karbiz Baj de Pagan quien había de ejercer de cicerone en tanto la horda pisara territorio del primero de los reinos hindúes. Para evitar sorpresas innecesarias, los salvajes guerreros de Gaochan habían preferido penetrar en el país por la norteña Manipur, para luego bajar hacia Burma habiendo hecho saltar, o no, cualquier posible trampa en las manos de sus enemigos. De mala gana, el general Karbiz Baj guió con absoluta eficiencia al guerrero Yabuz de regreso hasta Manipur, y luego al resto de la horda al completo a través de la región hasta Gtsang.

Por una de aquellas casualidades del destino, pues los hombres del gran Khan Kemal no acostumbraban a perder el tiempo dentro de tinajas con agua tibia, en Gtsang localizaron en unos baños, rodeado por efebos locales, al general Tahudi de Assam quien pronto descubrió su condición asustado por lo inesperado del encuentro. Creyendo que aquel noble estaba allí como parte de algún tipo de traición multinacional, los guerreros de Kemal lo asesinaron de inmediato abriéndole las tripas con su propia espada; poco después se supo que el motivo de su estancia en Gtsang tenía que ver con la horda, pero no el sentido que imaginaban los nómadas: el general Tahudi era un simple vigía, con órdenes de avisar a su Rajá de la llegada de las hordas caso de que finalmente aparecieran tan cerca de sus tierras. En cualquier caso, hombre muerto no urde traiciones: tras asegurarse de que no habrían sorpresas, Kemal Khan siguió avanzando.

Desde Gtsang hasta la primera de las regiones del Tibet, la montañosa Sikkim (a donde llegó en Septiembre de 1096), pasando por Bhutan, las tropas de Kemal Khan avanzaron con cierta lentitud. El Khan había ordenado a sus hombres que guardasen fuerzas, pues mucho más adelante las necesitarían todas. Poco después de entrar en Sikkin, la horda guerrera de Gaochan atacó como una avalancha de nieve a las escasas fuerzas del Tibet que había en la región, para después liberarla. Además, tanto en Gtsang como en Bhutan y Sikkim nuevos guerreros se unieron a la gran cabalgada de Kemal Khan.

En Febrero del año 1097 las tropas de la horda entraron en Nepal. De nuevo sin encontrar apenas resistencia atacaron y saquearon por completo la región. Una vez conquistada la región, la población –que desde luego sufrió durante los saqueos indeciblemente– agradeció en cualquier caso la liberación del opresor religioso tibetano y regresó casi de inmediato a su hinduismo natal.
Algún tiempo después, algo sorprendidos de la inexistencia de toda resistencia real en el reino del Tibet, las fuerzas de Kemal Khan entraron en la región de Dhera-Dun, que fue conquistada y saqueada durante el año 1098. Para noviembre, las famélicas huestes de la horda ya habían ocupado la región de Adakh.

Aunque Kemal Khan pretendía llegar a la norteña región de Kashgar directamente desde Adakh, descubrió tarde que sus toscos mapas eran incorrectos, y que había toda una provincia entre las dos regiones: Khotan. Kemal Khan, sin dudar un instante, lanzó entonces el ataque más peligroso –por inesperado– de aquella campaña: el saqueo contra Khotan. Las tropas del Señor de Khotan, menos de 2.000 hombres, no pudieron hacer nada contra los más de 50.000 guerreros tan hambrientos de riquezas como de alimentos y sangre, y la región fue saqueada de forma terrorífica. El señor de Khotan, una vez visto el alcance de la horda que había atacado por sorpresa el reino del Tibet, fue entonces consciente de por qué su Rey Ughar no se había enfrentado al enemigo. Antes de iniciar combate, el Señor de Khotan se replegó con sus hombres a la ciudad y se encomendó a sus dioses.

Kemal Khan llegó así hasta la región de Kashgar, donde comienza la invasión de la región en Agosto de 1099. En Octubre, con la región ocupada, la saqueó como era en él habitual... aunque sin la tranquilidad habitual, pues para esas alturas ya sabía que la región, en contra de lo que rezaban sus deficientes informes, estaba bajo el gobierno del temido Sultán del Turkistan. En Noviembre, tras el éxito en los saqueos y haber logrado aumentar significativamente el tamaño de su ahora inmensa horda, el gran Kemal Khan se dispuso a pasar el invierno con una gran sonrisa de satisfacción bajo sus enormes bigotes ya encanecidos por el tiempo.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

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Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #14 en: 10 de Octubre de 2006, 08:58:58 pm »
Rajputado de Pagan
(Budismo Hindú Civilizado Nación Abierta)
Rajá Ahombiz.
Diplomacia: Pegu (-2YFc)


"El famoso noble y estratega Karbiz Baj meditaba en absoluto silencio en el interior de la pequeña sala de estudios que le habían habilitado allí, en la hermosa aldea costera de Trehaton, en la provincia situada más al sur del Rajputado de Pagan, la rica región de Thaton. Por alguna razón, los peligrosos bandidos que asolaban la zona desde tiempo atrás y a quienes debía detener siguiendo las órdenes de su amo y señor, el joven Rey Ahombiz, habían logrado eludirlo desde que regresó del norte, tras acompañar a la horda de Gaochan más allá de las fronteras del oeste.
Si todo iba bien, podría desembarazarse en pocas semanas de tan penosa tarea y regresar a las ocupaciones habituales en un noble de su alcurnia y fama. Si todo iba como...

–Mi señor y Amo Karbiz Baj, acaba de ser avistada una gran cantidad de guerreros nómadas a caballo, hacia el norte de aquí.

Karbiz abrió levemente los ojos y miró a su criado.

–Voy enseguida.

Luego los cerró de nuevo.
Y luego los volvió a abrir. Muy abiertos.

–¿Nómadas? –el noble Karbiz Baj cabeceó levemente–. Ya acompañé a esos bárbaros hasta... Esa horda no puede estar aquí.
–Mi señor y Amo Karbiz Baj, ésta es otra horda. Y es... es mucho más grande que la otra".



Tras ordenar el reclutamiento de varias unidades de caballería, el joven Rajá Ahombiz viajó a Pegu junto a su hermana y el resto de la corte, donde inició todo tipo de contactos diplomáticos con el fin de acordar un enlace matrimonial que permitiera un mayor acercamiento entre los nobles locales y el gobierno central; pero al llegar las noticias de la sorprendente aparición en sus tierras de la enorme horda de Kerait se vio obligado a interrumpir sus tareas, estropeando de forma irremediable el trabajo previo.

Mientras el Príncipe Mabbiz permanecía en Ava al mando de las tropas, alerta a movimientos hostiles de cualquier posible enemigo –enemigo que se revelaría demasiado poderoso–, el noble Karbiz Baj, tras guiar a los nómadas de Gaochán hasta más allá de las fronteras, viajó a la región sureña de Thaton junto con algunas unidades de caballería con las órdenes de acabar con el problema de los bandidos. Sin embargo no llegó siquiera a localizarlos cuando, de pronto, los más de 60.000 guerreros nómadas que componían la gran Horda del Khanato de Kerait aparecieron en Abril de 1097 en la región.
(Ver NF del Khanato de Kerait).
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.