Bueno la ouija es como la hipnosis.
Es un estado de percepción en grupo, es decir, es necesario un grupo que actue como una sola persona, dejando fluir sus mentes y su voluntad para obtener, respuestas.
No tiene fácil explicación, pues entra de lleno en el sentido de la "voluntad", y de la "existencia", es decir, el sentido transcendente de estar vivos, que es la diferencia fundamental entre los animales "irracionales" y nosotros.
¿Alguién tiene alguna explicación lógica para estar vivos y disponer de voluntad? ¿tiene espacio el sujeto personal, el yo, y el yo libre en un mundo causal, un mundo de causa-efecto?
Pues debe tenerla, pero creo que somos como la hormiga en un hormiguero, formamos un cuerpo social, un organismo formado por muchos individuos que sin estar en contacto unos con otros nos organizamos más o menos bien y no sabemos por que.
Es un intento, bajo mi punto de vista, de abordar el inconsciente colectivo a través de ceder la voluntad individual al grupo, al medium, y ponernos en contacto con el todo, cosa que a nivel individual es francamente difícil, si no pierdes la cabeza.
Lo curioso es que la forma de unificar la voluntad individual de cada uno en una sóla dirección, en ese inconsciente colectivo es la copa o la moneda o la ouija, una "flecha", sobre la que todos ponen su dedo, y preguntan, ¿hay alguien ahí?
Luego la moneda, la copa o la ouija de madera, se empieza a mover, sin que ninguno de los individuos componentes de la sesión de ouija sepan por qué, mientras tienen absolutamente claro que él o ella, no lo estan moviendo, sino que se mueve sóla.
y encima se mueve "coherentemente"; responde a las preguntas e incluso sabe cosas que nadie sabe, sólo las personas que lo han experimentado, ¿cómo lo hace?
No lo sé, no sé que es, pero me fascina, es como la puerta a la realidad que está entornada y nos empeñamos en mantener cerrada con la experanza de que si está cerrada el mundo desconocido no existirá.
Y ouija he hecho poquisimas veces en toda mi vida, casi nunca con expertos, pues no hay, y la mayor parte eramos sólo "curiosos"; nunca ha sucedido nada espectacular, salvo por la persistente creencia de todos los que lo haciamos de que ninguno movía la moneda.
Espero repetirla alguna vez antes de morirme, que como todo el mundo sabe, o debería, nunca sabemos cuando será.