Pues eso, que después de una nueva, y esta vez, muy larga ausencia, vuelvo a la partida. Después de ser Inglaterra, ayudante del GM y luego llevar la Shahada unos pocos turnos, de nuevo entro en la partida. Desde hace algunas semanas, he estado hablando con los GMs y ya está todo aclarado; incluso tengo ya mi Hoja de Estado y todo.
Vuelvo pero, como he dicho, después de una larga ausencia, por lo que mi regreso espero que sea, aparte de definitivo, escalonado. Quiero tomarme las cosas con calma, que me obsesiono con facilidad.
Por eso, al menos en los dos o tres primeros turnos y dependiendo de como vayan las cosas, voy a jugar con un "perfil bajo". La Shahada lleva varios turnos sin que la lleve nadie, digamos que medio escondida en tierras de los Selyúcidas y sin tener un papel en absoluto relevante. Como Acima, su líder, todavía vive, no tendría mucho sentido que, de golpe y porrazo, intentase tener un protagonismo que no ha tenido.
Así que, por esas razones, aparte de jugar sin estridencias, sin hacer cosas raras, no me voy a inmiscuir en temas generales de los musulmanes. Mi diplomacia se limitará a hablar con el sultán Selyúcida y solamente me metería, excepcionalmente en alguna intriga vecina, pero insisto, sólo si se viese que la intervención de la Shahada fuese algo casi imposible de evitar. De hecho va a ser tan evidente mi aislacionismo inicial que he pedido a los moderadores que no me incluyan en los foros privados de los musulmanes ya que, aparte de lo dicho, tampoco es que la fuerza de la Shahada en el mundo musulmán y su influencia en los últimos años haya sido excesiva como para ello.
Más adelante, cuando tenga sometido a mis pies al Selyúcida, (jejejejejeje) y sea una fuerza más o menos importante en la región, la intención de la Shahada será unificar a todos los musulmanes y que juntos convirtamos a todas las naciones del orbe... Pero por el momento, nos limitaremos a ver salir el sol cada mañana.
Amanece, que no es poco 
Un saludo a todos los viejos jugadores, pasé momentos espectaculares durante la partida. Y un ¡hola! a los nuevos que no me conocen.
