Guerra entre Humanos y Seres Oscuros (8-11 Ciclo)
Los contactos diplomáticos iniciales entre humanos y seres oscuros fallan y los humanos deciden aprovechar su contacto inicial con una horda de orcos para proponerles un asalto común contra las ciudades oscuras.
Usan sus magos para lanzar Enfermedad contra la ciudad oscura, Mennar, en preparación a la campaña que ha de llegar.
El asalto contra la capital de los Seres Oscuros en el noveno ciclo les toma por sorpresa y logra que la ciudad caiga sin baja entre los asaltantes. Los orcos toman posesión de dicha ciudad y su dirigente, Mekro, decide apoyar a los humanos en el asalto de la ciudad del norte, causa de la disputa por su cercanía a otras ciudades humanas.
El asalto a dicha ciudad se intenta a finales del noveno ciclo y la presencia de la antigua Ciudadela volante de los Seres Oscuros evita la caída de la ciudad pues sobre su montaña y volando por encima del campo de batalla bloquea todo intento de acceso por parte de los humanos.
Sin embargo en el décimo ciclo los humanos reclutan una decena de unidades y se lanzan al asalto, esta vez sin la ayuda de los orcos, siendo la batalla muy encarnizada y resultando destruidas las murallas de la Ciudadela por el hechizo Terremoto lanzado por los humanos. Finalmente la suerte sonríe a los Seres Oscuros que logran rechazar el ataque aunque quedan en el campo de batalla la mayoría de ambos ejércitos.
El asalto se repite cuando aún no ha acabado el ciclo con la presencia de refuerzos gnomos, nuevos aliados de los Seres Oscuros, pero la gran diferencia de número entre atacantes, 35, y defensores, 15, hace que el combate acabe rápidamente con victoria para los asaltantes mientras la Ciudadela se aleja por los aires con los héroes gnomos y seres oscuros luchando contra los engendros que ha provocado en sus filas el hechizo Caos del héroe humano Richard. En la batalla muere un héroe defensor, Munghar.
En el comienzo del undécimo ciclo los Seres Oscuros toman la iniciativa y usando la Ciudadela descienden sobre la perdida Mennar donde los humanos están reconstruyendo a toda velocidad. En mitad de la noche la montaña sobre la que se asienta la ciudadela voladora destroza todo resto de la ciudad dejándola como un campo arado.
Al final del ciclo la Ciudadela llega sobre la antigua capital Sardat en manos de lor orcos que la abandonan mientras éstos logran destrozarla y dejar un único montón de ruinas.
Sin embargo el héroe humano George usando de montura el águila gigante en que puede transformarse Condooleza, una exploradora humana, se dirige al lugar y mientras Richard lanza Realidad el héroe alcanza a duras penas la Ciudadela donde los asombrados seres oscuros se preparan para rechazar el ataque que podría ser el último.
El hechizo Realidad lanzado por Richard en ese momento debilita a la heroína que apenas logra alcanzar la Ciudadela cayendo desvanecida. Por otro lado los Seres Oscuros lanzan débiles hechizos de Parálisis sin tener éxito mientras que unos esclavos lanzados en un ataque suicida no logran sino herir levemente a George que acaba con ellos y finalmente hiere de gravedad a Avrant.
Éste y la unidad de seres oscuros atrapan al héroe humano con sus colas para lanzarlo al vacío pero tras varios minutos logra salvarse soltándose dando muerte al héroe enemigo mientras la última unidad trata de vengarse arrojando a la desvanecida heroína al suelo, metros debajo, pero es salvada por George.
A continuación el héroe saquea la ciudad donde encuentra cerca de ochenta barras de oro y ciento cincuenta materiales y da muerte a los seres oscuros que habitan la Ciudadela que queda quieta en el aire.
Guerra entre Orcos y Atlantes (10 – 13 Ciclo)
Un héroe orco, Daón, se encuentra una ciudad atlante al sur de sus territorios orcos, en la ribera del río, desguarnecida y recién finalizada. No lo duda y la saquea provocando una alianza entre el Reino de Enanos2, el Reino de Mord y los propios atlantes.
La avezada diplomacia de enanos2 logra que el propio Mord y Almanzar, un héroe de humanos2 acudan a la ciudad mientras los atlantes y los enanos2 movilizan sus tropas hacia la ciudad.
A finales del decimoprimer ciclo los orcos tienen sospechas de una confederación pero tras un reciente contacto con los Servidores deciden firmar un tratado con dicha nación para poder ocuparse del peligro del sur sin preocupaciones. Es más, los Servidores envían tropas para proteger el acceso a su llanura.
Los orcos reúnen tropas mientras su nigromante, Govorod, convoca una legión de muertos vivientes en un antiguo campo de batalla y los envía a atacar la ciudad atlante donde son derrotados con pocas bajas de los defensores que simultáneamente han descubierto a los ejércitos de orcos y servidores.
En el decimosegundo ciclo los orcos reúnen sus tropas para lanzarlas al asalto de la ciudad atlante pero los atlantes han ido acumulando tropas y aún cuentan con la ayuda de varios héroes entre sus filas además de haber completado una fortaleza en la zona.
Mientras dichos movimientos tienen lugar el mago orco vuelve a alzar los muertos en la misma ciudad de Myl-Achaleon, en esta ocasión sin tropas, que desde la fortaleza observan un pequeño incendio en la misma provocado por los ciudadanos al tratar de defenderse de los muerto, entre los que figuran sus propios caídos.
El héroe humano Mord, dos unidades de infantería, tres unidades de milicia, dos ballistas y la Guardia del Leviatán al mando de Sardanápalo descienden a la ciudad sin conocer lo que sucede pero alarmados por el incendio.
La población se ha hecho fuerte en un edificio de piedra donde contiene a los muertos con barricadas. Las tropas atlantes atacan con un orden de batalla ordenado. Sin embargo la ola de enemigos, 14 unidades, que les ataca impide a los atlantes disponer de margen de maniobra y a pesar de destrozar a varias unidades el cuerpo a cuerpo se antoja terrible para los atlantes que ven cortadas sus líneas en un pequeño grupo formado por el héroe humano y una unidad de infantería al norte y el resto del ejército al sur salvo las ballistas que se han ido retrasando hasta alcanzar los arrabales de la ciudad.
En el norte un solitario Mord se deshace de la nube de oponentes que le asaltan mientras en el sur la línea aguanta a duras penas entre los edificios de modo que finalmente el propio Sardanápalo tiene que cubrir uno de los huecos abiertos en cuya defensa cae herido de muerte mientras los restos de su ejército deben retirarse.
Una unidad de infantería, una de milicia y un grupo de ballistas sobreviven al combate en el que cae la propia Guardia del Leviatán tras comprobar el poco efecto de sus envenenadas armas en sus enemigos muertos.
La derrota deja la ciudad, en llamas, en manos de los Muertos levantados por Govorod y con los atlantes refugiados en la fortaleza.
Pero los atlantes acuden a rescatar la ciudad de Myl-Achaleon donde los muertos levantados en turnos anteriores no son reforzados por los hechizos de Govorod que fracasan a pesar de la ayuda de un mago de los Servidores, Oz, y caen fácilmente ante las fuerzas atlantes.
Sin embargo en la fortaleza los atlantes y enanos dirigidos por Beldar son atacados por un gran número de unidades de orcos y servidores que tras una verdadera lluvia de proyectiles provocan enormes brechas en los muros por los cuales penetran como una riada.
Meldar logra escapar con ayuda de otro héroe enano montado en un Pegaso, Targen, mientras que Mord, que había acudido en ayuda de los enanos, viendo zanjada su deuda escapa tras haber realizado un duelo con un héroe orco al que casi mata, para dirigirse a su reino tras dos ciclos de batallas.
Finalmente los orcos toman la ciudad atlante del norte tras la retirada de las últimas fuerzas de enanos y atlantes de la misma.
La Muerte del Emperador (13-14 Ciclo)
Alarmados por la presencia de una horda de bárbaros orcos en las lejanas fronteras del este los diplomáticos de Adkyndia comenzaron a aunar las fuerzas de gnomos y humanos de la República de Estados Unidos para destruirlos.
Las diversas exploraciones dieron a los humanos una idea del tamaño y potencial del enemigo pero los orcos, cansados de ser espiados decidieron seguir a los exploradores para dar buena cuenta de los molestos exploradores.
El Imperio de Adkyndia reclutó nuevas fuerzas mientras añadía a su diplomacia a la vecina Horda de Liksau, el pueblo humano que antaño luchó contra los saurios en las selvas, y los ejércitos se movilizaron pero el grueso de sus fuerzas fue ignorado o esquivado por los orcos que cayeron sobre la ciudad de Noldilla que gracias a su torre vigía pudo poner sobre aviso a los ejércitos del Imperio que acudieron en su auxilio.
La batalla fue memorable pero los orcos, cogidos entre las murallas y los ejércitos humanos y gnomo, decidieron asaltar la ciudad y a pesar de las bajas tuvieron éxito. En su defensa cayeron armas de asedio y las unidades voladoras gnomas que habían acudido en su ayuda.
Lamentablemente los orcos neutralizaron los esfuerzos del mago gnomo y varios inventos fracasaron en su aplicación a la batalla acabando completamente con las fuerzas defensivas de la ciudad.
Los humanos, avanzando a toda velocidad, lograron al fin salir de los bosques a los pocos llanos que rodeaban la ciudad pero su línea, aún separada de las armas de asedio, más lentas, fueron atacadas por sucesivas cargas de los orcos que pusieron en grave peligro la línea humana que sólo gracias a sus líderes pudo soportar el peso en su centro.
En el momento álgido de la batalla llegaron las fuerzas de Liksau que marchaban desde hacia horas hacia el campo de batalla lo que supuso un alivio para los humanos, más temporal, pues la lucha, muy dura, acabó con el propio emperador y otro héroe humano rodeados.
Tanto los orcos como los humanos de Adkyndia tenían la moral baja por las altas bajas en ambos bandos y muchos elementos de los orcos comenzaron la retirada pero los restantes logrando dar muerte a dos héroes humanos, Dakorr el asesino y Almanzor, el Emperador, lo que tuvo un efecto demoledor en el ejército imperial que abandonó la lucha mientras las fuerzas de Liksau, alcanzando al fin el núcleo de la lucha, acabaron por rendir a numerosos orcos y poner en fuga al resto.
El Emperador había muerto y el héroe superviviente, Arnold, no conciliaba el mismo amor ni la misma lealtad en el pueblo. Sin embargo la amenaza continuaba cerniéndose sobre los humanos.
Finalmente la suerte de la guerra se decidió en Ashly donde se reunen tropas de Adkyndia, de la cercana república humana de Unidos Estados y de la república gnoma del sur. Incluso un héroe del Reino de los Dos Enanos acude.
Las tropas acumulan tales efectivos que el líder de la horda orca intenta recurrir a un duelo para solventar la batalla sin llegar a las armas pero el emperador rechaza el duelo y los orcos se retiran hacia el oeste perseguidos hasta ser exterminados en su totalidad.
El Imperio de Adkyndia ha sobrevivido!