Extracto del turno Saurio:

INFORMES DEL ALMIRANTAZGO DE MERASKA SOBRE NAVÍOS DE OTRAS RAZAS A REQUERIMIENTO DEL EMPERADOR.

ANOTACIONES SOBRE LAS EMBARCACIONES ATLANTES

Poco se sabe del reclusivo pueblo que vive bajo las aguas del mar y que se denominan a si mismos como atlantes. Sospechamos que puedan respirar en el agua al igual que los peces que pueblan los océanos pero el sistema utilizado para ello nos es desconocido, si además hacemos caso a los informes de exploradores que aseguran haber visto asentamientos atlantes en la costa, sobre la superficie marina, el desconcierto entre la casta científica aumenta aún mas.

Sin embargo, si conocemos varias de sus embarcaciones, las conocidas como ESPOLÓN y SUBMARINO, que tienen la potestad de sumergirse bajo el agua. No poseemos, ni ninguna otra raza que camine sobre la faz de Klaskan, datos directos de estas embarcaciones ya que antes de permitir su captura, los pueblos atlantes eligen hundir el navío, sabiendo que así podrán evitar que alguien desentrañe sus secretos, a la par que consiguen destruir sus enemigos lanzando cabos que atenazan a los barcos enemigos en un mortal abrazo hasta las profundidades marinas.

La inexistencia de cualquier tipo de obra viva nos hace pensar que se mueven utilizando alguna especie de mecanismo mecánico, aunque nadie ha logrado adivinar todavía el como. Ambas naves poseen afilados espolones, aunque sólo la nave conocida como ESPOLÓN es utilizada en un combate marítimo, consiguiendo siempre que lo desea impactar contra una nave enemiga, por lo general debajo de la línea de flotación, lo cual suele traducirse con el hundimiento de la nave impactada a menos que la tripulación trabaje con gran ahínco y logre erradicar la amenaza antes de que la nave vuelva a las profundidades.

A pesar de todo ello, uno de nuestros agentes en el continente, consiguió un éxito sin precedentes al avistar una de estas naves varada en tierra, al parecer mientras era reparada de algunos desperfectos producidos por el ataque de alguna criatura marina. Reproducimos el informe del Agente Epsilón tal y como nos fue entregado el día 25 de K´nar del 165 C.E.

Hoy 25 de K´nar del 165 C.E. he sido testigo de un hecho insólito. Hacia la cuarta hora del día, me levanté de mi escondite donde esperaba el paso de las hordas de seres oscuros que asolan el continente occidental para evaluar su capacidad militar. Un extraño ruido, como el gemido de un reptíleo en celo había alterado mi ligero sueño.

Intente determinar su origen creyendo que se acercaban las tropas oscuras, pero al hacerlo me di cuenta de que este provenía del mar. Intrigado, me acerqué furtivamente y pude observar varado en tierra una extraña embarcación.

Era una estructura ovalada hecha de un oscuro metal, mas acortada en su parte delantera, donde sobresalía una especie de espolón aserrado que parecía estar impregnado en un líquido mas denso que el agua. A ambos lados del espolón dos grandes faros orientaban su luz en un arco de 180º iluminando la playa, y unas estructuras parecidas a poleas se movían incesantemente, produciendo el extraño gemido que había escuchado antes. En su parte superior, destacaba una gran aleta central hecha del mismo extraño metal, así como un gran círculo elevado y una pequeña burbuja de cristal donde se vislumbraba la presencia de un individuo. En su parte posterior dos grandes tubos sobresalían del agua, y entre burbujas, parecían estar soltando algún tipo de humo en parejos intervalos y con una gran fuerza.

Mientras me desplazaba por el lindero de la selva para ver mejor esta extraña nave, pude vislumbrar que en el lado de babor, dos enormes líneas de una considerable profundidad que aunque no habían llegado a perforar por completo a la nave, si que habían conseguido inutilizar un número importante de poleas.

Al poco tiempo la estructura circular superior se abrió, saliendo de ella varios individuos armados de ballestas y espadas cortas que formaron un círculo defensivo entorno a la nave, acercándose lo suficiente como para poder identificarlos como atlantes. Tras asegurar el perímetro, salieron dos nuevos atlantes de la nave, uno ataviado con uniforme militar, al que tomé por el capitán y otro con ropajes llenos de símbolos místicos. Seguramente algún tipo de usuario de la magia.

Tras una detallada inspección y una breve discusión entre el capitán y el mago, el primero empezó a dar una serie de ordenes, plasmándose en la salida de nuevos atlantes portando diverso material técnico y diversas planchas y estructuras hechas del metal con el que estaba construida la nave, un metal que al parecer denominaban Yne por lo que pude escuchar.

Durante varias horas estuvieron trabajando soldando nuevas planchas de Yne y cambiando las poleas dañadas. Aunque no se movían con soltura sobre superficie, la manera de trabajar y la rapidez de los cambios efectuados parecen indicar que los atlantes son capaces de trabajar un tiempo (sin determinar) en la superficie.

Una vez reparada la nave, procedieron a limpiar meticulosamente la playa, recogiendo cualquier resto de Yne que pudieran haber dejado caer, para luego empujar la nave de vuelta al agua. Increíblemente, aunque parecía pesar bastante por la apariencia de la nave, los atlantes pudieron llevarla de vuelta al mar sin apenas problemas, para adentrarse en este y posteriormente sumergirse.

Dejé que la noche diera paso al día, y me puse a buscar en la playa cualquier resto de Yne, pero sólo pude encontrar algunos pequeños fragmentos tras una ardua búsqueda de varias horas.

Solicito un correo de prioridad SETH para poder enviar todo lo que encontré, así como un boceto de la nave que estoy realizando.

LARGA VIDA AL IMPERIO MERASKA”


Extracto de turno humanos3:

De los Libros de la Casa de Darloc:

Libro primero: De los Orígenes, donde se habla de quienes como padres lo acogieron y criaron

Finalizaba el otoño, ya los árboles habían perdido su cubierta de hojas, los bosques estaban desnudos, hacia tiempo que habían emigrado los ánades en dirección norte, las ranas invernaban y el silencio solo era roto por el ulular del viento entre las estilizadas ramas.

En la ladera del Colaita, el mas alto de los montes y el primero de ellos de la cadena montañosa de Mart, en la aldea de Alfach, Betac se preparaba para sus tareas, afilaba sus hachas, mientras su compañera Dotera organizaba un atillo con algo de ropa y tortas de pan. De vez en cuando se cruzaban sus miradas, y aunque ninguna palabra interrumpía el silencio, no por ello dejaban de intuir cada uno lo que el otro pensaba, iban a estar separados varias semanas, Betac iría a lo mas profundo del bosque, era la época de la tala, mientras Dotera se retiraría a la cercana aldea de Pinat, a casa de sus padres, habiendo fallecido los de Betac y no teniendo hijos que cuidar nada la retenía en Alfach, donde era victima de comentarios y murmullos a causa de la falta de descendencia.

Ambos pensaban en lo mismo, si los magos y hechiceros a los que en diversas ocasiones habían consultado coincidían todos en que el niño al que criaran seria poderoso entre los poderosos, ¿Por qué no tenían descendencia?, era lo único que necesitaban para que su felicidad fuera completa, pues no eran ambiciosos ni de poder ni de posesiones, como ocurre con la mayoría de campesinos, además, el trabajo de Betac les proporcionaban los suficientes ingresos no solo para vivir relativamente cómodos, sino para auxiliar a los ancianos padres de Dotera.

Al amanecer la pareja cerró con llave las puertas de su casa, señal que tenían previsto regresar después de una ausencia mas o menos larga, y abandonaron la aldea en dirección al valle, por el camino de Pinat, las viejas del lugar murmuraban al verlos pasar, diciendo: ahí va la forastera, ¿no había nadie del agrado de Betac en la aldea para tener que buscar fuera?, si ni para criar hijos sirve, si al menos aportara descendencia que fortaleciera a Alfach se le podría perdonar, esas y similares frases decían en voz baja al paso de la pareja.

Tras caminar durante tres horas llegaron sin incidentes, salvo un ligero retraso al tener que esperar que un rebaño de alces salvajes cruzara su camino, a su destino, la aldea de Pinat, allí siempre eran bien recibidos, pues se sabia que auxiliaban a los ancianos padres de Dotera, asumiendo así la obligación que hubiera correspondido a los hijos varones si los hubiera habido, por ello incluso los habitantes del lugar hubieran aceptado de buen grado que la pareja hubiera fijado en Pinat su residencia, a pesar de la ley no escrita de que es la mujer quien deja la casa y aldea de sus padres para habitar en la de su marido.

Una vez Betac hubo saludado a sus suegros se despidió de Dotea, no podía entretenerse mucho si quería llegar a su destino antes del anochecer, y ya los alces habían introducido un retraso en sus planes, así que partió de inmediato en dirección a lo mas profundo del bosque, y esta vez sin seguir ningún camino establecido, desde su niñez, cuando acompañaba a su padre, había aprendido no solo a moverse y a orientarse en medio del la espesura, sino incluso a sobrevivir con los recursos que la naturaleza ofrece a aquellos que la conocen y no la esquilman, así que acompañado solo de sus tres asnos avanzaba entre los centenarios árboles sin rumbo aparente, y aun cuando estuvo seguro de que nadie le seguía continuo avanzando dando algunos rodeos.

Ya entrada la noche llego a su destino, otro encuentro con los alces le habían retrasado aun más, pero sus habilidades y conocimientos le permitieron proseguir sin peligro de extraviarse. Allí frente a él estaba el punto al que se dirigía, un circulo de enormes piedras coronadas por otras aun mucho mayores, formando en su conjunto como una cabaña circular de piedra de dimensiones descomunales, nadie mas de las aldeas de la zona conocía el lugar, Betac fue llevado allí por su difunto padre, y el enseñaría el camino a su hijo, si es que alguna vez llegaba a tener esa dicha, pues grabado en la piedra estaba la siguiente frase “si eres quien tiene que ser entra, sino, permanece fuera, que nadie ni hombre ni ente ni bestia se atreverá a hacerte ningún daño en las cercanías del círculo de Pe_Dra, y a nadie reveles su localización excepto a quien te tenga que suceder”. Betac sabia la veracidad de lo escrito, mas de una vez había comprobado como los lobos que a prudente distancia siguen a quienes entran en el bosque nunca se atrevían a acercarse a mas de mil pasos alrededor del monumento, aunque lo de entrar no estaba muy claro, ninguna apertura se observaba que sirviera para tal fin, y lo pulido de las paredes impedía trepar por ellas, así que una vez llegado allí se recostó en un lateral, y tras tomar algo de alimento se durmió sin ninguna preocupación.

Betac se despertó con el amanecer, así que desayuno un trozo de pan y efectuó una ronda de exploración para planificar su trabajo, todo estaba mas o menos como lo había dejado el año anterior, así que regreso a su rudimentario campamento, saco las hachas, Eligio la de mayor peso y salio a hacer leña, su padre le había enseñado la técnica para obtenerla sin matar al árbol, a seleccionar madera muerta o dañada, a respetar las ramas de crecimiento, a aclarar las que se estorbaban mutuamente, de esta manera la parte del bosque donde trabajaba durante varias generaciones la familia de Betac se mantenía sana y vivaz, y la extraña construcción de piedra seguía oculta por los enormes árboles fruto del sabio trabajo sobre ellos realizado.

Conforme pasaban los días los montones de leña se hacían cada vez mas grandes, hasta que el quinzavo día la cantidad de madera obtenida ya era suficiente para los propósitos de Betac, había llegado el momento de montar las carboneras, así que pacientemente cubrió con tierra los montones de leña, dejando los respiraderos y puntos de acceso necesarios para la correcta combustión, tal como aprendió a hacerlo desde niño, no importaba que el rendimiento en carbón de las ramas fuese muy inferior al de los troncos, Betac se sentía orgulloso de ser capaz de vivir del bosque sin destruirlo, esa era su sabiduría, pena que no hubiera a quien transmitirla.

Finalizada la tarea, Betac lleno los sacos con el carbón obtenido, los cargo sobre sus asnos y emprendió el regreso después de lanzar una mirada de despedida a la extraña construcción. Con las mismas precauciones que en el viaje de ida, procurando no dejar huellas que llevasen al lugar secreto, caminando por cauces de arroyos tranquilos, cruzándose por las veredas tradicionales de los arces para confundir sus huellas, así regresaba Betac.

Llegando cerca del linde del bosque unos extraños sonidos llamaron su atención, por lo que tras amarrar a los asnos para tener mayor libertad de movimiento avanzó entre la espesura para averiguar que ocurría, conforme se acercaba los gritos de dolor eran cada vez mas claros, ¡eran de una mujer!, acelero el paso y de repente al llegar a un claro la vio, una hermosa mujer, estaba dando a luz sobre la hierva, sola, nadie mas había allí, así que Betac se acerco venciendo sus temores, y llego justo a tiempo para auxiliar al recién nacido, un varón, pero nada pudo hacer por la madre, que mirando a su vástago dijo Darloc, lo repitió varias veces, como para que no hubiese confusión, y expiro.

Betac quedo confundido, pero los llantos de la criatura le hicieron reaccionar, de manera que procedió a enterrar junto a una encina el cuerpo de la mujer, con todo lo que llevaba, pues no es correcto apoderarse de los bienes de los difuntos sin su consentimiento, pero en su mente tomo nota del lugar, por si el niño una vez crecido quisiera indagar, poder indicarle el sitio exacto donde encontrar los restos de su madre.

Con el niño a cuestas y tras recuperar sus asnos con la carga de carbón, Betac se dio prisa en llegar a la casa de sus suegros, y ante la sorpresa de estos y sobre todo de su compañera Dotera presento al niño reclamando que se le alimentara rápidamente, mientras Dotera le suministraba leche de cabra rebajada para que pudiera digerirla Betac contaba con todo lujo de señales lo ocurrido, de que forma oyó lamentos, como se acerco, encontró a la parturienta y como esta expiró tras poner nombre a su hijo.

Una vez atendido el niño fueron convocados los ancianos y jueces de la aldea, pues había que decidir que hacer con el recién nacido, reunidos todos, Betac repitió otra vez lo sucedido, pero en ninguna familia había desaparecido ni niño ni mucho menos mujer en cinta, así que mandaron a los jóvenes a las aldeas próximas a que averiguasen de forma discreta si faltaba alguna mujer a punto de parir, por mas que Betac afirmaba que los vestidos de la mujer no eran de aldeana, y efectivamente, nadie faltaba en ninguna de las aldeas de la comarca, por lo que los ancianos reunieron a los habitantes de la aldea de Pinat como testigos y dirigiéndose a Betac y Dotera les comunicaron que según los usos y costumbres de la zona tenían que adoptar al niño, pues sin padres que lo pudieran reclamar, Betac lo había salvado y Dotera alimentado, que como a hijo propio tenían que tratarlo y como a tal educarlo, pues el azar los había elegido ya como padres sustitutivos.

Betac y Dotera aceptaron gustosos la tarea, pues se habían encariñado con el niño, y a falta de hijos naturales el bosque les daba uno a quien criar y amar. En eso llego el tiempo de la presentación del niño a los 4 elementos, y fue sumergido en agua, y se derramo sobre sus pies arena, y soplo sobre su cabeza su padre putativo, y su madre mantuvo a su derecha la antorcha encendida, solo una costumbre se rompió, pues no se le dio al niño el nombre del abuelo paterno, sino que Betac insistió y Dotera exigió que se llamaría Darloc, en homenaje a su verdadera madre, que de esa manera lo nombro antes de morir.

Dotera y Darloc se quedaron unos meses en Pinat, mientras Betac se desplazo a la ciudad de Mahir a vender su carbón, allí permaneció unos días por si se enteraba algo de la madre del niño, pero nada pudo averiguar, por lo que finalizada la venta, y habiendo comprado telas y herramientas con parte del importe del carbón, regreso a Pinat, entrego a sus suegros dinero suficiente para que adquiriesen lo que necesitasen durante el siguiente año, y recogiendo a Dotera y a Darloc marcharon todos a Alfach, a su casa, allí comerciaron con sus vecinos con las telas y herramientas hasta que llego el siguiente otoño.

Todos los años bajaban Dotera y Darloc a Pinat mientras Betac obtenía primero el carbón y luego comerciaba con él, pero en el quinto año hubo malas cosechas, y mientras Betac estaba ausente llego a Pinat un anciano, su rostro mostraba que el número de sus años eran muchos mas que los del mas viejo del lugar, sin embargo caminaba erguido, y aunque llevaba un bastón caminaba con soltura, solo un enorme perro le acompañaba, y no llevaba equipaje, cuando llego a la plaza de la aldea se sentó a la sombra de las tres encinas que rodean el pozo, a sus pies se hecho el perro, y nadie se atrevía a acercarse a sacar agua a causo del animal, tan grande e imponente era que a todos dio miedo, pero en esto Darloc salio de la cabaña de sus abuelos adoptivos y se dirigió al pozo a sacar un poco de agua, y paso al lado del anciano y del perro como si no estuvieran allí, saco agua y al volver le ofreció primero al anciano, pero este se había dormido, y luego al perro pero sin pronunciar palabra para no despertar al durmiente, pues esa educación tenia, dar agua al forastero pero no importunarle con charlas de niños, los lugareños que observaban la escena sintieron vergüenza de que un niño de 5 años tuviese mas valor que ellos mismos, por lo que se empezaron a acercar al pozo, en eso el perro se puso en pie y en enseñando los dientes se les enfrento, grande fue el temor, pero Darloc, de forma intuitiva, dijo: “Plácata”, y el can se hecho a sus pies, en eso el anciano que había fingido el sueño se puso en pie y dirigiéndose a Darloc le dijo: “¿darás hospedaje al caminante?”; a lo que Darloc contestó: “soy niño aun para tomar decisiones, pero mis padres siempre cumplen con las leyes de la hospitalidad, así que acompáñame a casa de mis abuelos”, y el anciano y el perro le siguieron.

Dos días permaneció el anciano como huésped, y con el compartieron los racionados alimentos, Darloc jugaba con el perro, siendo al único que el animal le consentía todas las travesuras que al niño se le ocurrían, pero al llegar el tercer día Dotera se dirigió al anciano diciéndole: “por respeto a las costumbres de nuestros mayores te hemos recibido en nuestra casa, (pues la casa de sus padres era también suya), y contigo hemos compartido nuestro pan, nuestro aceite y nuestra sal, a pesar de la penuria de este año, y sin embargo ni siquiera tu nombre nos has dado a conocer, entonces se puso en pie el anciano y llamo a Darloc y al perro, puso sus manos sobre la cabeza del niño y dijo “yo soy Mel_El_Que_Se_Deq, Rey de Sal_Em, Señor de la Torre del Drac_Qon. Por haberme acogido en época de aflicción yo te bendigo Dotera, nunca se secará el jarrón donde guardas el aceite, ni se vaciará el saco de la harina, ni faltara la sal en tu mesa, por haber criado con amor de madre a quien como hijo adoptasteis largos serán tus días en compañía de Betac, libres de dolencias, hasta que se cumpla vuestro tiempo, y lleguéis al ultimo sueño, y a ti Darloc, el que amansa a las bestias, te unjo con óleo de poder, no tendrás Señor que libremente no aceptes ni servirás a quien no quieras”. Dicho esto dejaron de verse al anciano y al perro, pues por todos es conocido que Mel_El_Que_Se_Deq es uno de los grandes magos que han sobrevivido a través de las edades, y tiene poder para aparecer y desaparecer, aunque nadie sabe donde esta ni Sal_Em ni la torre de Drac_Qon (los hechos de Mel_El_Que_Se_Dec son otra historia). Este episodio no fue conocido por los vecinos, que se alegraron al darse cuenta que el forastero, y sobre todo su perro, habían partido, pues ni Dotera ni Darloc dijeron nada excepto a Betac de lo ocurrido.

Así transcurrieron cinco años mas, sin sobresaltos ni problemas, hasta que Darloc, el que amansa a las bestias, cumplió su décimo aniversario y paso de ser considerado niño a ser aprendiz de hombre, y entonces Darloc empezó a acompañar a Betac a todos lados, aprendiendo de sus conocimientos y habilidades, pues es obligación de los padres transmitir el conocimiento a los hijos, y es obligación de los hijos escuchar y aprender de sus mayores hasta el día en que celebren la fiesta del “paso”.


Extracto del turno trogg:

¡¡Un preludio ceniciento....

El avanze hacia el noroeste era lento....las caravanas de provisiones y enseres de las castas trogg hacia pesaroso un viaje, ya de por si triste y de gran pesar.

El nuevo lider de los Trogg, Artaj Limba habia pactado con el demonio una servidumbre incerta y quizas desfavorecedora, solo para ganar.. qué ¿ tiempo, un aliado invencible? Solo Artaj conocia la naturaleza del trato y aun asi dudaba de las "ligeras clausulas" que lo componían y que hacia igual de impredecible el resultado del mismo.

Un trogg guerrero se acerco a la punta de la comitiva liderada por Artaj y con la respiración ahogada por el cansancio de su carrera, chillo un mensaje en lengua trogg

•  ¡ Ikkk, gran señor ¡ una horda orca, se acerca por el este ¡

Artaj asombrado miro hacia esa dirección. El trogg guerrero habia exagerado sus palabras, aunque ciertamente era peligrosa la horda orca que se acercaba, era evidentemente un grupo retrasado del inmenso ejercito orco que asolo Troggheimm. Posiblemente cazatesoros destemidos que desconocían la presencia del Gran Demonio y solo deseaban alguna riqueza a mayores del botin repartido en la horda orca.

Venian montados en wargos la gran mayoría. Al ver el grupo Trogg a paso lento, posiblemente habian pensado que seria una presa facil y efectivamente cual punta de flecha recorrian prontamente la distancia con el hilo de insectos en la espesura.

•  Disponed a los guerreros defendiendo la comitiva¡ . Indicad a los mentales que se preparen para ahogar el escaso cerebro de esos orcos, no será esta la ultima vez que veamos a un trogg alzarse sobre un orco¡

El trogg guerrero volvio a la carrera hacia el sur de la comitiva, mientras vociferaba las ordenes indicadas por Artaj. Este miró al palanquín del antiguo emperador. Cerrado a la vista de todos en el estaba el antiguo emperador, demacrado ahora en espiritu y orgullo, pero aun poseedor de un poder precognitivo que seria de utilidad en la batalla.

Artaj se encamino al palanquín y descorrio las cortinas, donde un adormecido Ig Suzail yacia postrado entre plumas.

•  Ig Suzail, se te reclama en la batalla que se avecina¡. Dinos que dice el amuleto negro, que ves mas allá del diamante de la penumbra¡.

Serenamente Ig Suzail miro a Artaj Limba y se incorporo levemente, obligando a sus esclavos a cambiar el centro de gravedad del palanquín. Se asomo al mismo y indico en susurrantes palabras una sentencia que alegro a medias a Artaj.

•  No veo nada Artaj, la sombra se cierne sobre los orcos como un manto de incertidumbre. La sombra...., el demonio se los llevará Artaj, pues el es la Sombra. Cuida a la gente que no entre en lucha con los orcos, el demonio se acerca....

Artaj miró hacia los orcos, y efectivamente, sobre los mismos y acercándose a sus cabezas, tapando el cielo, unos nubarrones negros como el tizon se acercaban vertiginosamente. La hierba se marchitaba con el avance del clima antinatural y un viento ululante se llevaba como agujas verdescentes la hierba que poblaba la campiña.

El borron de muerte cayo sobre los orcos que se giraron llegado un momento ante la impresionante masa oscura que se les acercaba y de su interior salian el centellear del rojo carmesí entremezclado con el azul galvanizado de los rayos. Gritos, aullidos, dolor y terror llego a los oidos de los Troggs mientras el demonio envuelto en su halo de destrucción acababa con el halito de vida de los orcos.

Idos ¡¡¡¡ y cumplid lo que os he encomendado sino deseais correr su misma suerte¡¡ - La voz del demonio retumbo en el incomodo silencio que habia entre los troggs. Las ordenes eran bien claras y tampoco habia demasiado que hacer en unas tierras antaño de esperanza ahora asoladas una vez tras otra por el agüero de la derrota....


Extracto de un Discurso del rey atlante Dermineista tras rechazar su oponente un duelo:

“Cuando parecía que habíamos conseguido reponernos del duro golpe que supuso la traición del anterior monarca, tenemos ahora que hacer frente a una conjura de efectos imprevisibles y movida única y exclusivamente por el afán de poder. Aquellos que por su posición deberían luchar y esforzarse por el bienestar de sus súbditos, luchan y se preocupan por sus ansias de poder y riquezas. Sardanápalo, al que he brindado honores al alcance de ningún otro atlante, y una serie de nobles de la ciudad de Myl-Adran, planean un golpe de Estado para derrocarme y situarse ellos en el poder. No contentos con ello también han tratado de asimilar para su sucia causa al más fiel servidor del reino, el fiel Kharonte, gobernador de Myl-Istelintë. Él, junto con algún noble de Myl-Adran arrepentido por la traición que se gesta, son los que dieron la voz de alarma.

Pero a pesar de lo horrendo de la traición, decidí dar una salida a Sardanápalo. Horrorizado ante la perspectiva de que hermanos lucharan contra hermanos busqué otra solución. Así, dispuesto a perder todo lo que por derecho divino me pertenece, ofrecí a Sardanápalo la celebración de un duelo entre nosotros para dirimir esta disputa. El vencedor sería el rey de los atlantes, y los seguidores del perdedor jurarían respetar el resultado del duelo, no levantándose nunca más contra el Rey.

Pero Sardanápalo ha rehusado mi oferta. Atenazado por el miedo, supongo, y confiando en obtener por medio del terror, la guerra y la destrucción lo que no le corresponde por derecho. Sardanápalo es un cobarde, indigno de sentarse en el trono de Myl-Ablos. Y los nobles que le siguen son hienas, ávidas de rapiñar el Tesoro Real, a expensas de los habitantes de Myl-Ablos, destinados a sufrir penurias y calamidades bajo su gobierno. Por eso hago este llamamiento a todos vosotros, ciudadanos de Myl-Ablos, Myl-Adran y Myl-Istelintë. Combatid a los rebeldes. Defended a vuestro Rey. No permitáis que por el uso de la fuerza unos pocos quebranten la voluntad de todo un pueblo. Luchad por el bienestar y la prosperidad de los atlantes frente al terror y la oscuridad. En todos vosotros confío, ahora que no queda otra salida. Que el Gran Dios Sardina nos acompañe, y os bendiga a todos, fieles hijos atlantes.”


Extracto del turno de Atlantes2:

-¿Has resuelto finalmente tus asuntos? Oliven o ¿acaso piensas que esos inventos tuyos son más importantes que el honor de la casa Ilesen?.

-No mi señor-dijo Oliven- he abandonado la facultad, para dedicarme por entero a los asuntos de la casa.

-Ja, mis informadores me han dicho que tu abandono ha sido algo menos voluntario. Al parecer tus continuos fracasos en las investigaciones hicieron que se te quitase la dirección del equipo en el que te encontrabas. Sin embargo, has hecho bien, no podemos permitir que nadie trate como a un subalterno a ninguno de nuestros miembros, eso constituiría una deshonra.

El rostro de Oliven se crispó ante esto y un tic nervioso apareció en su ojo izquierdo, sin embargo permaneció sentado en el mullido sillón en el que se encontraba y espetó.

-Envidias mi señor, envidias contra nuestra honorable casa, mis inventos podrían haber llevado al pueblo Atlante a la gloria, sin embargo otras casas del consejo decidieron pasar esto por alto y apoyar a los miembros de sus familias. Eso debería ser calificado de traición contra nuestro pueblo.

Resgar, señor de la casa Ilesen, contempló a su vástago con atención, durante un momento la duda brilló en sus ojos, finalmente asintió para si.

-¿Has escuchado las noticias provenientes de más allá de la esfera?-dijo Resgar- O estabas demasiado enfrascado en tus “descubrimientos” como para enterarte de nada más.

-Como no enterarme, la ciudad está alborotada, no se habla de otra cosa de cómo Anferes ha decidido mandar nuevos exploradores al mundo exterior y como estos han vuelto con los mapas de nuevas tierras.

-Si veo que al menos de eso te has enterado, lo que seguramente no sabrás es que hubo otra expedición el semestre pasado que acabó en fracaso.

-Eso no lo sabia- dijo Oliven-

-No me extraña, Anferes se ha preocupado de que el asunto quede bien tapado. Sin embargo la noticia ha llegado a algunos oídos atentos y si al final alguna de estas exploraciones supone la muerte de sus integrantes es posible que se evite el error que nuestro gobernante está provocando al darnos a conocer al mundo exterior.

-Creo entender lo que estáis diciendo. Dadlo por hecho.

-Estúpido –dijo con calma Regnar- las manos de nuestra casa deben quedar limpias, demasiados ojos nos observan, todos saben nuestra oposición a esta nueva política, que puede llevarnos al desastre. Lo único que quiero de ti es que me des los nombres de aquellos jóvenes “exaltados” que pareciesen estar más en contra de la salida al mundo exterior. Sobre todo jóvenes de la casa Esgar estos serían especialmente provechosos.

Oliven con el rostro rojo por la vergüenza comenzó a dar la lista de nombres.

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Revir señor de la casa Esgar contemplo su alrededor con curiosidad, no estaba acostumbrado a un ambiente tan destartalado y ruinoso, eso en cierto modo le parecía refrescante, un cambio interesante en su vida recluida como señor de una de las 7 casas del consejo.
Por eso había insistido en venir en persona a este encuentro, si bien por supuesto había dado otras razones.
Delante de el se encontraban los dirigentes de las otras dos casas que con su apoyo permitían a su soberano Anferes mantener sus políticas. Al parecer ellos también habían decidido venir en persona.
Volviéndose hacia ellos dijo:

-Os saludo a ambos señores de las insignes casas Ostoi y Evansnor, me alegro que halláis podido responder a mi petición de reunirnos.

-Pocas opciones nos has dejado- dijo Ivrian de la casa Ostoi- sabes perfectamente que nuestros intereses están fuertemente relacionados con el acceso a los vienes y mercados del exterior. Pero ¿Estáis totalmente seguro de lo que decís?, ¿es posible que la casa Ilesen fuese la causa del fracaso de nuestras dos primeras exploraciones?
-Si lo que queréis preguntar es si tengo alguna prueba-dijo Revir- debo responderos que carezco de ella. Pero pensad en esto, desde el principio los Ilesen han estado en desacuerdo con cualquier política dirigida hacia el exterior, argumentando que solo en el aislacionismo podremos sobrevivir.
-Típico de esos cabezas huecas- dijo Elbran de la casa Evansnor- que poco han sacado de nuestra historia, si el aislacionamiento no se hubiese terminado ninguno de nosotros estaríamos aquí. Las prácticas endogamicas hubiesen hecho que nos extinguiésemos. En diversas épocas ha ocurrido, sabemos que necesitamos cada cierto tiempo una transfusión de sangre externa para que nuestra raza perdure. Con cada una de estas uniones nos hemos hecho más fuertes y hemos prosperado.
-Si-dijo Revir- pero Ilesen tiene mucha influencia y parte del pueblo está haciendo caso a sus proclamas, debemos……

En este momento un fuerte ruido sobresalto al trío, los tres al unísono se giraron hacia la fuente del ruido y…………