Extracto del turno Humanos:

En primer lugar un relato sobre la capacidad de integración de los Humanos:

Mekro dejó antes de salir de Ciudad de Ocixem a su sobrino como Autócrata de la ciudad -sin duda un individuo pusilánime de actitud y torpe de forma- pero también un tipo afable y campechano (dentro de lo afable y campechano que un orco puede ser) y eso hace que la integración de los recién venidos orcos de Herzo con el resto de la población orca parece que vaya a ser fácil y rápida. Tanto George H Sub como Mekro han aceptado la propuesta, y si el senado no pone impedimento pueden considerarse ya ciudadanos de Ocixem y los Unidos Estados.

Y ahora Expedición "Atnalta":

En la capital federal hacía varios días que la gente se preguntaba dónde estaría el ingeniero que los gnomos habían mandado al país y cuyo envío había sido confirmado por su gobierno pero del que no se tenía noticia... Tras varios días se divisó un artefacto infernal del que salían nubes de humo y estruendos contínuos acercándose a la capital. Era el artefacto de transporte de los gnomos, que según él mismo parecía propulsarse por un misterioso fenómeno al que llamaba "vapor". Y la verdad es que era impresionante ver un vehiculo que no necesitaba ser tirado por caballos, pero su lamentable velocidad hizo que las estimaciones que todos habían hecho de la fecha de su llegada errasen por mucho al haber sido calculadas a la velocidad de un caballo o de un pequeño pony, y no a la velocidad del artefacto.

Del estrambótico vehículo efectivamente salió a trompicones una criaturilla que apenas levantaba dos pies del suelo, de aspecto afable y simpáticos movimientos y que sin más dilación se dirigió al interior del edificio cargado de una infinidad de planos, cacharros y artefactos varios sin apenas prestar atención a la pequeña comitiva oficial que le esperaba.

Se dirigió directamente a la sala de juntas y sin más dilación empezó a desplegar sus pergaminos con planos, a hacer rotar sus artefactos y a mascullar un ininteligible galimatías. De vez en cuando podía entenderse alguna que otra palabra de lo que decía, y es que sin duda estaba hablando en idioma común, pero el hecho de no hacer pausa alguna entre palabra y palabra y su uso intensivo de tecnicismos de ingeniero gnomo impedían que cualquier humano normal entendiese nada, aunque eso no fue impedimento para que más o menos todos asintieran y pusieran cara de enterarse de todo. Y es que ya son muchos ciclos de experiencia aguantando las sesiones del viceconsul Yenech cuando cuenta las maravillas que hace en su torre de magia y de las que por supuesto nadie entiende un pijo.

Tras un buen rato de discurso, el gnomo dejó de hablar y depositó el artefacto que había sostenido desde hace un rato en su mano emitiendo todo tipo de sonidos a cada escape de vapor, lo cual, unido a la cara de satisfacción que puso, hizo deducir a los presentes que su discurso por fin había concluído.

Fue el momento que aprovechó el prospector humano para saludar al gnomo y explicar en qué consistiría la tarea para la que se habían reúnido un prospector, un ingeniero gnomo y un grupo de ambiciosos y aventureros civiles humanos. Se trataba de decidir entre todos ellos el mejor diseño para realizar la mayor obra civil del país hasta el momento: La colonia de Atnalta.

La nueva colonia iba a quedar aislada del resto de la Unión y por tanto se había decidido que debía construirse incluyendo un cuartel, unas murallas y un foso integrados en su diseño original.

La reunión duró hasta altas horas de la madrugada entre discusiones sobre las prioridades, pero finalmente se llegó a un comrpomiso satisfactorio para todos los participantes. A la mañana siguiente comenzaron los preparativos para partir de urgenica hacia el lugar elegido para la colonia.


Extracto del turno Nómada:

LA ILIADA DE RACKHAM

Capitulo 2: La partida

Rackham revisó las provisiones, no le convencían mucho ya que era una especie de pan seco y unas hortalizas de color verde oscuro, aun asi las acepto porque Julliana la había explicado que el pan seco les permitiría vivir durante varios días sin comer nada más y que las hortalizas daría muchas energías. “Esto no le va a gustar a Emberl” pensó para si Rackham. Emberl era un amigo de la infancia de Ibram y de Rackham, ya desde pequeño había demostrado tener una fuerza increíble y cuando creció lo corroboró con creces, por esto y debido a su tamaño Emberl era un buen comilón, sobretodo de carne.

El grupo lo formaban los 15 hombres de Rackham, Julliana la exploradora elfa y Rughom el hechicero Saurio.

Una noche el grupo fue reunido en la sala del consejo y Los Representantes les explicaron los detalles de la misión:
-La persona a quien buscáis es humana –comenzó Morgana- se trata de un aprendiz a hechicero que fue descubierto haciendo magia oscura.

El rostro de Rughom se ensombreció.

-Aunque sus poderes aun no estén desarrollados del todo, Denitrk, que es como se hacia llamar aquí, era un aprendiz capacitado por lo que seguramente se una a algún hechicero del mal. –continuo Barkil, el silfo.
-¿hechicero del mal?, ¿eso existe? –pregunto Mkoll escéptico- cada uno tiene una visión del bien y del mal, es según como lo mires. –el grupo miro al aristócrata asombrado.
-No sabia que fueses filosofo –dijo Lijad.
-Eso no es de todo cierto Mkoll –dijo Macharius de repente, su rostro, normalmente ausente, se volvió sombrío- según nuestra religión la magia la hacen posible los dioses, y según que dios sea convocado para hacer la magia, esta puede ser buena o mala. Nosotros adoramos a Dehm, el dios supremo del bien, aunque recibe multitud de nombres como Dehm-i-moore, el dios sardina o...
-¡Macharius! -Le llamó la atención Lilith.
-Lo siento –se disculpó el inmortal- es que hay tantas cosas que contar a estos jóvenes...

Desviando la atención del nostálgico inmortal David se levanto de su silla y se acerco hasta una caja que había a sus pies, de ella sacó un extraño objeto con orgullo
-Esto es un invento de mi raza que os será útil en vuestra misión, es lo que llamamos “Linterna” –dijo levantando una especie de catalejo- es un tubo con un cristal mágico en su interior, dicho cristal ha sido manipulado para que se active tirando de esta palanca en vez de decir el encantamiento.
-¿qué encantamiento? –pregunto Ibram.
-El de la luz, creía habéroslo dicho, os servirá para alumbrar todo lo que enfoquéis con el tubo.
Hubo un murmullo de desconfianza, además Rughom no oculto su indignación por el ese uso de la magia.
-Veo que os gusta, esperad a ver esto –continuo el gnomo rebuscando en la caja- ¡aja!, aquí esta, es la escala portátil -exclamó sacando un objeto mayor que la propia caja. El grupo lo miro asombrado- se trata de una escalera de mano que se puede extender en cualquier sitio, mirad. –el gnomo tiro de una palanca y la escalera fue desdoblándose hasta alcanzar el lado contrario de la sala y golpear a Baruk que se había dormido- ¡ui!, lo siento, se me olvidó deciros que para que se detenga basta con tirar otra vez de la palanca y si queréis recogerla tiráis otra vez.

A Emberl le gustó este artilugio ya que, debido a su tamaño le costaba escalar muros y mucho menos subir a árboles o cosas asi. También le gustó a Lijad que tenia una curiosidad por todos los artilugios
-Bueno –comenzó mosqueado Partikos- después de estas interrupciones, ¿puedo seguir?. Bien, vuestra misión, como ya os dijimos, es capturarlo, para lo cual Julliana os guiará por el caminos que Denitrk ha seguido en su huida. Lo reconoceréis porque lleva una túnica negra típica de la orden del dragón y un tatuaje en la palma de la mano, como el de Rughom. –este enseño su palma de la mano- Partiréis nada más salir de esta sala.
-Perfecto –exclamo Mkoll mirando una túnica elegante que se había puesto para la ocasión- y ahora cuando me cambio yo.

Ignorando el comentario Partikos siguió informando de la misión- necesitamos que lo capturéis vivo para saber si ha difundido conocimientos sobre nuestra ciudad. Rughom y Julliana sabrán reconocerlo. Eso es todo, ya podéis partir.
Las puertas que estaban detrás del grupo se abrieron y el mayordomo atlante les guió hacia la salida. Algunos miembros del grupo todavía esperaban una despedida del Los Representantes, pero esta no se produjo.

La noche transcurrio tranquila, aun asi el grupo estaba nervioso por la misión en general. Julliana, dormía, apoyada en un árbol. Necesitaba descansar para hacer la guardia en la noche cerrada aprovechando su visión de elfa. Lijad se mantenía al otro lado después de la amenaza que le había soltado esta minutos antes: “¡Te juro que si te acercas a mi, mientras duermo, lo más mínimo, te ato a un árbol y espero que las artriapiascas te devoren vivo!”. Lijad no sabia que eran las artriapiascas, pero estaba seguro que eran unas bestias horrendas y hambrientas. Ademas la escalofriante risa de Rughom no había contribuido mucho a su ayuda. El saurio estaba dormido en el suelo, dentro de un circulo mágico que el había trazado en la tierra para “ahuyentar a los curiosos”. Mkoll , cuya túnica no había aguantado el camino a través del bosque, se estaba peleando con unas botas muy lujosas pero, seguramente, poco cómodas.

-Toma estas -le dijo Ibram molesto por las continuas quejas del aristócrata– son elfas o arconas, no lo se, pero, se adaptaran perfectamente a tu pie.
-¡Ibram! -susurro casi a gritos Tesklitog. Tesklitog, era , a pesar de sus extrañas manías, el mejor explorador del grupo después de Julliana y había forjado una gran amistad con Emberl, el cual estaba a su lado con le espada en la mano nervioso- He visto algo, no se que es pero se movía muy rápido, corre ven.
Ibram se puso de pie, indico a los hombres que estaban despiertos que vigilasen y siguió al explorador y al gigante a través de los árboles.
-Allí –indico Tesklitog señalando un árbol- Se movía hacia aquí, pero se escondió cuando lo vi.
Ibram avanzó junto con Tesklitog, hacia el lugar despacio mientras Emberl se quedaba atrás para que no hiciese ruido. El explorador iba siguiendo un camino extraño, Ibram no sabia si intentaba no pisar ramas u otras cosas por el estilo o si se debía a las manías que tenia. No había terminado de adivinarlo cuando Emberl dijo en bajo- Señor, lo he encontrado.

Ibram y Tesklitog se dieron la vuelta para ver un pequeño personaje que Emberl sujetaba con las manos para que no se escapase. La velocidad a la que movía las piernas era impresionante.

-¡suéltame! -Grito la criatura. Esta grito le recordó a Ibram de que se trataba, era un silfo, mucho menos viejo que el representante, pero con la misma voz chillona- Noquierohacerosnada.
-Espera, no tan rápido- dijo Emberl agitando a silfo.
-¿quién eres?- pregunto Ibram.
-Soy-Hridikd.-Vasallo-de-Barkil -respondió el silfo, vocalizando más esta vez.
-¿y que haces aquí? –inquirió Emberl, agitando a la criatura.
-Soloqueriaacompañaros, mijefenomedejabaperoyoteniacuriosidaddevercomoeraelexterior.
-¿qué?-dijeron al unísono Emberl y Ibram.
-Dijo que solo quería acompañarnos porque tenia curiosidad. -comentó tranquilo Tesklitog. Sus dos compañeros lo miraron atónitos ya que ellos no entendieron nada.
-Bien, lo ataremos a aquel árbol y esperaremos a mañana para ver que hacemos. Vosotros dos decírselo a Julliana cuando despierte.- ordeno Ibram.
Cuando volvieron al campamento se lo explicaron a los que seguían despiertos y se pusieron a dormir.

A la mañana siguiente el grupo se había puesto en marcha con bastante rapidez. Hridikd era la atracción del grupo, no dejaba de preguntar a la gente como se llamaban, que hacian y a donde iban. Los pocos que conseguían entender algo, le respondía y entonces este atacaba otra vez con más preguntas, parecía que no se cansase. Lijad y el rápidamente hicieron migas.

-No lo entiendo –dijo Julliana a Rackham- según creo los de su raza son gente que se molesta con mucha facilidad y no suelen ser tan sociables.
-No se, pero no me gusta que este con nosotros, me ha roto mis previsiones ya que ahora las provisiones no nos darán para el tiempo que creíamos, además con sus chillidos cualquier elemento sorpresa que teníamos se ha desvanecido. –respondió el humano.

El grupo había caminado por el bosque todo el día cuando Tesklitog regresó de una avanzadilla y explico que el bosque se terminaba en un río a unos metros de allí. También dijo que había unos orcos sentados cerca del único paso visible.

-Bien, desplegaos y esperad ordenes. –ordenó Rackham al grupo. –Prefiero no tener problemas.
El grupo se desplegó entre los árboles hasta que estuvieron en la linde del bosque, entonces vieron a los orcos, eran una veintena, y parecía que estaban protegiendo el paso que cruzaba el río. Ibram aguantaba a Hridikd y le tapaba la boca para que no hablase.

Mkoll, por su capacidad diplomática, y Emberl , por su fuerza, avanzaron hacia ellos. Dos orcos salieron a cortarles el paso.

-¡Eh!, vosotros, ¿dónde creeiz que vaiz?.-Pregunto el orco más alto.
-Solo queremos pasar el puente.-Dijo tranquilamente Mkoll.
-Impozible, el gran caudillo nos ordenó que no dejásemos pasar a nadie.
-Pero si nosotros necesitamos pasar al otro lado.
-Pues pasar a nado si queréis.- Los orcos hicieron una mueca de asco.- Pero por el puente no podéis pasar.
-¿y si nos negamos?-esta vez era Emberl el que hablaba, ya que lo de nadar de producía terror.
-Pues os mataremos.- dijo el orco desenvainando su cimitarra.

Inmediatamente Emberl le dio un puño que dejó al orco en el suelo inconsciente. Antes de que este cayese al suelo, una flecha ya se había clavado en el pecho del segundo. Julliana ya se disponía a lanzar la segunda flecha cuando Rughom salió del bosque murmurando unas palabras desconocidas para el grupo, después extendió la palma de su mano y de esta salió un rayo que tiró al suelo a varios orcos.

Las flechas comenzaron a salir del bosque contra los orcos mientras Emberl y Rackham volvían a la protección de este con las espadas desenvainadas.

Los orcos, atónitos ante estos hechos, respondieron con unas cuantas flechas muy desviadas mientras se protegían en las orillas del río. El rayo de Rughom aterró a varios de ellos que huyeron por el paso. El resto al darse cuenta de lo que pasaba se lanzaron al combate. Emberl al ver a los orcos corriendo hacia el se lanzó también al combate, arrastrando tras de si al resto del grupo, solo se quedaron atrás Julliana con su arco, Rughom que preparaba otro hechizo y Mkoll y Hridikd que estaban agazapados.

Cuando el prime orco alcanzó a Emberl, este le recibió con un tajo mortal en la garganta, el segundo también cayó de parecida forma mientras Ibram, que luchaba con dos espadas cortas a su lado, entablaba combate con otro.

Rackham y Emberl eran diestros espadachines y acababan rápidamente con los orcos, pero el resto de la lucha estaba igualada.

Un orco lanzó una estocada por lo alto a Ibram, este la paró sin dificultad con una de sus espadas e inmediatamente acabo con el pielverde con su otra espada. De repente un orco le un hizo un corte en un de sus hombros y le hizo perder el equilibrio, cuando estaba en el suelo rodó sobre si mismo para evitar la estocada mortal del orco, y lo consiguió, pero este continuó lanzando ataques que hacian retroceder al humano que se defendía con su espada. Cuando Ibram estaba acorralado y parecía que el orco iba asestar el golpe de gracia, a este le salieron los ojos de sus orbitas y cayo encima de Ibram. Una vez este se desembarazó del cuerpo vio una saeta en la espalda del orco y a Hridikd con una pequeña ballesta.

-¿Teencuentrasbien?-dijo rápidamente el silfo.
-Si, gracias- respondió Ibram.

El combate había terminado con victoria del grupo, pero había tres bajas y varios heridos, entre ellos Ibram y Lijad. Este ultimo se había tirado delante de Julliana gritando- ¡Me muero!. Cuando la elfa corrió a socorrerle, este se giró y sonriendo dijo- Vaya, parece que la elfa me aprecia más de lo que se cree- Ahora, aparte de un corte en una pierna, lijad tenia un ojo morado.

Rackham y Rughom interrogaban al orco que Emberl había dejado inconsciente:

-¿has visto un mago pasar por aquí?. Llevaba una túnica negra.
-¡Si!-respondió el orco. Después de pensar si era verdad respondió- Pero no iba solo, estaba en una caravana de comerciantes que se dirigían hacia Tal-Croniarl, una ciudad que se encuentra siguiendo el camino hacia el este.
Dicho esto Rackham volvió a dejar inconsciente al orco con la empuñadura de su espada y se volvió hacia al saurio- ¿crees que nos lleva mucha ventaja?