Extracto del turno Atlante: “... Los ciudadanos de Myl-Ablos deben comprender que sólo un Rey fuerte puede garantizar la seguridad y pujanza de su Pueblo, y para ser fuerte un Rey requiere de dinero. Deben comprender que los nuevos tiempos requieren de sacrificios por parte de todos en aras del bien común y de nuestro Rey, único Guía y Señor de nuestros destinos, pues como de todos es sabido por sus labios hablan los Dioses y sólo Él puede salvar a nuestra Raza. Aquel que se opone a Su mandato viola la Tradición, y aquel que desprecia la Tradición deshonra a nuestro Pueblo. Mil veces mil barras de oro daría yo a mi Soberano, mil veces mil vidas que tuviera, mil veces mil rebaños de hipocampos, pues a Su sabio juicio me encomiendo, y en Él confío. He aquí, oh atlantes, la señal de un Rey poderoso. He aquí el signo de una férrea voluntad. He aquí, oh atlantes, nuevos caminos de gloria. Loemos a la Madre de las Aguas, pues de nuevo un Dios camina entre nosotros: Sardándalo el Restaurador, Sardándalo el Valiente...” Extraído del público discurso de un
sabio y respetable Anciano, en apología del aumento de la impositiva El Consejo de Ancianos se encargará de construir un amplio pilón de límpida agua de mar así como de la manutención de una razonable cantidad de ánforas junto a los almacenes para facilitar que en el futuro los incendios no constituyan un problema. Dicho pilón no constará de desagüe ni toma de agua para evitar posibles inundaciones, debiendo ser ésta transportada manualmente. El Consejo de Ancianos velará porque dicho pilón no deje de estar lleno a rebosar y porque sea continuamente renovado su contenido para evitar malos olores. Confiamos en que el tradicional buen gusto atlante será capaz de combinar en el pilón la funcionalidad y la belleza artística, quizá rodeándolo de una apropiada zona ajardinada.
Copla tradicional de Myl-Ablos, glosada en los Ablesèia. (*) (*) Varios investigadores y estudiosos han querido ver
en ella la justificación de las teorías del prestigioso
atlantólogo M.S.Sidniartë según las cuales el Pilón
no habría tardado en labrarse un hueco en la idiosincrasia de la
ciudad y convertirse así en uno de sus símbolos por excelencia.
Refiere el doctor en sus Hipótesis Atlantes el hecho de haber encontrado
en su labor paleográfica documentos que sin género de dudas
dicen sistemáticamente La Ciudad del Pilón por Myl-Ablos. Otra corriente de opinión, focalizada en torno a los componentes del Círculo de Kadnath, discrepa abiertamente, arguyendo que la cancioncilla sólo demuestra que los Jardines del Pilón no tardaron en ser frecuentados por aquellos y aquellas que se amparan en la nocturnidad con el único fin de satisfacer sus más bajos instintos. La conocida promiscuidad del pueblo atlante parece reforzar dicha hipótesis. |