Extracto del turno Trogg:

LA TORRE

“Han trabajado bien los esclavos su alteza tkkkkkkkkk…. La simiente de nuestra magia, germina en este desierto de arena tkkkkk…., carente de vida….”

El Trogg Mentalista, que comandaba una de las multiples cuadrillas de esclavos humanos, hablo a su señor con humildad y su cabeza insectoide gacha, mientras este, observaba la maravilla construida de la nada.

Allí estaba, su apariencia distaba mucho de parecerse a cualquier construcción ollada, en particular por los humanos. Se levantaba desafiante ante millas de desierto, con su color nacarado, de fino hueso, reflejando el angosto sol principalmente en su cara norte. Su superficie era estriada, irregular y evidencia el uso de materiales tales como huesos y grandes bloques de piedra cristalina, traidos de las canteras sureñas. El color del marron ocre, predominaba en las superficies cristalinas, que coronaban el techo de la torre.

Bien se podria caminar entre las tremendas aristas oseas. Un ladron avezado podria llegar a la cúspide, pero para encontrarse solo con una superficie cde dureza diamantina; no sería la Torre de Espinas, refugio de ladrones o saqueadores.

Ig Suzail miró al capataz mentalista. Dirigio su oscura mirada insectoide hacia él, pero estaba cansado, demasiado cansado como para castigar la torpeza de este, al hablarle tan directamente. Muchas lunas habia pasado buscando un guardian para la Torre de Espinas, muchos esfuerzos para encontrar un antiguo habitante de las profundidades del desierto, un legendario Gusano de la Arena, un gusano de fuego… y creia el final de su búsqueda cercana, para bien o para mal.

“Entremos capataz, deseo ver el interior de la Torre, ¿habeis hecho como os indique en los papiros? No desearia tener que encontrar responsables de supuestas ineptitudes entre los ingenieros…” – el capataz recogió entre sus mandibulas una babaza que simbolizaba miedo ante tales palabras y se apresuro a abrir camino entre los esclavos a sus señor.

Alrededor de la Torre, multitud de esclavos humanos, tomados de las ruinas del sur en cruenta batalla, se congregaban a la espera de que sus mentes vacias y dominadas recibieran ordenes. Todos ellos tenian a su lado algun mentalista trogg, algun “capataz de esclavos” que ordenaba en sus pobres mentes. A diferencia de otros esclavos, estos habian sido bien alimentados para que la construccion no sufriera retrasos.

Poco a poco se fueron apartando ante el avance de Ig Suzail hacia la torre, ordenados por las mentes de los capataces, un rebaño de ovejas, cuya unica finalidad era servir al Emperador….

Ig Suzail acariciaba su insondable amuleto negro como el ebano, mientras observaba en su lento caminar, como el cristal ocre de la cúspide reflejaba poderosamente el torrido Sol y despedia un humo amarronado, tenue pero visible. – “¿Los cristales que os di, estan en su sitio en la Sala Arcana?” – “ Si gran señor, engarzados como ordenasteis..tkkkk en las paredes de hueso y cristal de roca” – “Bien” – asintio el Emperador – “Traedme a los Troggs que se ha determinado tienen cualidades mas allá del “sentido unico”, deseo conocer sus individualidades, rapido, tengo otras tareas que atender en el profundo desierto”.
El capataz salio rapidamente hacia sus congeneres, mientras Ig´ Suzail se sumergia en la entrada ojival de la torre, tras lo cual una pared de cristal de roca y grandes osamentas se cerró tras él…

Notas:

El Sentido Unico: Es la capacidad de Un Trogg mental de unir su mente a la de sus congeneres para emitir ondas cerebrales que subyugen a sus enemigos. Los Troggs unen sus mentes para dominar a razas mas debiles y usarlos a su antojo. Surgen ocasiones, en las que algun Trogg puede desarrollar capacidades de poder mental individual y tras largo y doloroso proceso, desarrollar capacidades mentales extraordinarias propias.

Capataces de Esclavos: Entre los mentales Trogg, hay grupos de los mismos que poseen cierta capacidad de liderazgo y cuya lealtad esta probada para comandar grupos de esclavos y usarlos en beneficio de la comunidad. Estan bien considerados pues trabajan junto a ingenieros y artesanos y prestan un servicio inestimable al Imperio, ya que coordinan a otros mentales.

REENCUENTRO…

Ig´Suzail miraba el exterior de la Torre desde la vision deformada que ofrecia la pared de cristal. En el estancia de los espejos de acero, Ig Suzail o cualquiera que estuviera podia ver hacia el exterior a traves de los cristales de roca, pero desde el exterior parecia un muro brillante de gemas de piedra.

Poco a poco desperto de su ensoñacion al escuchar los pasos poderosos de alguien acercarse por el interior de la Torre. El pesado caminar solo podia corresponder al Doblegador de razas, el señor de la guerra Trogg, Dur’Dalug, ningun Troog se veia tan impresionante como él.

A pesar de ser el emperador y un heroe entre los suyos, Dur´Dalug sin duda era el Señor de la Guerra Trogg, una fuerza imparable de destreza e implacable destrucción.

Su enorme cuerpo insectoide entro en la estancia, vestía ropajes carmesí a lo largo de su larga estructura y refuerzos de escamas de “Kildriu” en las partes mas desprotegidas de su masa muscular. Su faz y ojos multifacetados estaban cubiertos por un casco de metal gris, oscuro y labrado con caras aullantes.

En dos de sus cuatro “brazos” portaba una espada de piedra negra, dentada y en otra una maza completamente de un metal gris y ausente de Brillo.

“Os saludo eterno Ig´Suzail¡¡ - bramo con orgullo – me presento ante vos como me pedisteis tkkkiikkkk. ¿ Me hicisteis llamar no es asi ¿”

“Cierto estimado doblegador, necesito de tu ayuda aquí, en los desiertos que nos separan de inciertos peligros. Como ya sabras nuestro bravo explorador ha vuelto herido de las tierras del norte, del mas alla. Los nuestros viven felices, mientras nosotros protegemos nuestra civilización de los peligros…”

“Nada debemos tener emperador¡, las victorias son nuestra unica aliada hasta ahora. No temais pues la derrota solo esta aliada con los debiles” – Dur´Dalug se llevo la espada al pecho al decir estas palabras.

“Comprendo tu dicha por la victoria que ha convertido Iverheimm en una orgullosa ciudad Trogg, pero deseo que hagas algo para mi. Confio en la seguridad de los nuevos trogg reclutados para el ejercito y deseo que recorras el desierto. Al igual que yo me he visto envuelto en una larga búsqueda que espero pronto torne a su fin…”

Los ojos de Dur´Dalug se abrieron con evidencia – “Lo habeis encontrado? La leyenda del Gusano del Fuego es cierta? Se Haya en estas tierras Gran Señor?”

“Creo que si…pronto lo sabre, y pactare con el la defensa de la Torre de Espinas. Entre la argamasa y la piedra, los huesos y el cristal, en el corazon de la Torre palpita la llama de la piedra Sol, una gema del tamaño de tu potente corazon. Su latir da sentido a esta torre, su magia y espero atraiga al legendario gusano, pactar con el, ofrecerle la Torre como morada y que sea su guardian. El latir de la piedra, llamara al Señor de las bestias del desierto si se halla aquí….. – Ig´Suzail disfrutaba con sus palabras, con todo el tiempo invertido en la búsqueda que pronto llegaria a su fin – “Pero tu cometido es otro, deseo que explores el desierto, tras sus arenas pueden hallarse restos de otras culturas, antiguos tumulos quizas que nos habran el camino hacia conocimientos y poderes que deseo poseer para nuestra supremacía en esta region … - el emperador poso su mano sobre el hombro del gran Trogg – confio en ti, pues tu fortaleza es inigualable y ni el poderoso disco de los cielos podra hacerte desfallecer joven amigo”

Dur´Dalug se miro extrañado de tal petición – “¿Por qué no haceis que el explorador haga lo que decis gran Lord? El conoce mejor tales tareas

“Esta herido y deseo se reponga, ademas el desierto es duro, yo lo he comprobado, significa el fin de unas tierras y el comienzo de otras, debemos asegurarnos que nada en el nos perjudicará” – Ig ´Suzail lanzo mirada reprobatoria al lider de armas Trogg, que capto rapidamente el mensaje – “No os fallare emperador¡¡, removere cada grano de arena de estas tierras y os traere pronto nuevas de que el desierto que ollais no esconde secretos para vos¡

Dur´Dalug se giro para desaparecer tras los cortinajes de la ovalada estancia, dejando a Ig´Suzail sumido en sus pensamientos…. – “tan grande de espiritu pero limitado a veces en sus iniciativas, ideal para liderar a su ejercito…”

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