Autor Tema: Turno 2  (Leído 5072 veces)

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Teppic

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Turno 2
« en: 11 de Diciembre de 2005, 01:24:06 pm »
Calificaciones:

Chacal: Fuerte
algeron: Muy fuerte
Vexat: Medio
sals: Muy fuerte
karnak: Medio
darthz: Medio

Las siguientes tiradas aleatorias D6 han sido obtenidas por nuestro servidor de dados:

1   1   1   2   5   5   
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Teppic

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Re: Tiradas
« Respuesta #1 en: 11 de Diciembre de 2005, 01:25:40 pm »
Suceden:

Salsbury  Deth, Karnak, Darthz
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Teppic

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Turno 2
« Respuesta #2 en: 11 de Diciembre de 2005, 01:27:31 pm »
Personaje: Demonia
Jugador: Salsbury Deth
Calificacion: Muy fuerte



...En la cueva


Demonia ingresó en la cueva con los que ahora serian sus compañeros, atentos al peligro, observando que podría suceder.
Ella sabía que debía contar con el mago, pues el escondía algunos secretos que a ella le servirían, entonces proclamó su látigo en defensa de aquel, y Gruntz su compañero de combate, serian tres.
-Esta asquerosidad se parece a la misma oscuridad-Dijo lascivia con voz sangrante.
-Hroc graaeec!!!-musitaba Gruntz-Huele a porquería Elfa.
-Silencio!!-Ciaran levantó la mano para que se queden quietos.
..en eso se vieron unas sombras iluminadas por el fuego que resplandecía en una esquina de esa sucia cueva, por esos pasadizos que escondían los secretos del mago Eawirtz.
-Saaanngre-Escupía lascivia en voz baja para que solo ella escuchase y el odio corriera por su resucitado cuerpo.
Las sombras no eran mas que pequeños cuerpos que deambulaban charlando como masacrar algunos humanos riéndose y saboreando ya el éxito, que a ninguno de los tres le importo. Gruntz movía su hocico oliendo y saboreando el gusto de la carne y Ciaran permanecía atento.
Los tres salen del escondite en el cual permanecían callados, y le hacen frente a dos Goblins que sorprendidos tiran sus fuegos al piso, entonces Demonia de un latigazo enrosca del cuello a uno dejándolo a su buena, totalmente dominado, y Gruntz que tanto ansiaba pelear tuvo su contienda que ha ganado a puñetazos en la cabeza del otro. Uno ha quedado abatido y ese horrendo bárbaro destripándolo. Lascivia sin mas apretabale  el cuello disfrutando las suplicas que este emitía.
-porz el zenorz oscuro ogrr aughh, se lsz veran con el –decía lo que podía a duras penas.
-Esperad!! – Ciaran se antepuso – Interroguémoslo, nos puede servir para algo.
-Es mío y yo decido que hacer con él –Lascivia apretó con más fuerza su cuello mientras lamía su cara extasiada.
-Necesitamos mas guerreros, si tu quieres ver esos tesoros
Demonia se quedo quieta por un momento y sus ojos enrojecidos miraron al Mago penetrándolo, empujo al Goblins contra el, sin desatarle el cuello.
El mago se hizo cargo de la situación interrogando a la pequeña bestia.
-Hacia donde se dirigen??-Declaro el mago
-Vamoz a reunirz fuerzas, nos envianz a buscarz a nuestro ejercitoz
-A quien obedecen y donde se encuentran!!
El interrogatorio no fue largo, pues el tiempo corría y el cuello salpicaba mas sangre aun, debilitando y asfixiándolo mientras ella se regocijaba hundiéndole sus uñas.


Motivo 1:

Los tres habían ingresado en la cueva en busca del tesoro del mago Eawirtz, los tres tienen algo en común que necesitan, por eso es imprescindible contar uno con el otro, así habían declarado luchar juntos y seguir con vida hasta el final. Lascivia con su látigo, Gruntz con su fuerza y Ciaran con su sabiduría.

Motivo2:

Dos Goblins indefensos caminando por la mazmorra para informar al señor que las fuerzas estaban casi reunidas, pero fueron sorprendidos por estos tres, que no solo los mataron y torturaron, sino que sacaron información sobre los planes y movimientos que Ghristak pensaba realizar. Estos dos Goblins eran emisarios y como tal informan todo lo que sucede en este hueco oscuro, pero llegó su final a manos de estos tres, que los masacraron y sacaron información importante en donde se encuentra el ejército de Ghristak.

Motivo3:

Demonia mutiló el cadáver y sintió por instantes tranquilidad, eso hizo que no matase a los otros, aunque ella solo le importe una sola cosa, su libertad, el mago supo como calmarla por instantes haciéndole recordar para que estaba ahí, por su lado Gruntz masacró al otro cuerpo y probó una vez el sabor de la carne. Todo se sucedió rápido, con movimientos veloces, por eso los atraparon y sorprendieron en instantes, además no había tiempo que perder y el látigo de Lascivia tampoco daba mucho tiempo. El mago pronunció palabras con sabiduría que hizo que aquella pequeña bestia dijera todo lo que sabe.


Conclusión:

Los tres siguen su camino por la cueva, encuentran a dos Goblins,  interrogan a uno, sacan información importante, y los dejan mutilados y desangrados en el piso de algún lugar de la mazmorra.
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Teppic

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Re: Turno 2
« Respuesta #3 en: 11 de Diciembre de 2005, 01:29:06 pm »
Personaje: Gruntz
Jugador: Karnak
Calificacion: Medio



 Gruntz penetró en la oscuridad de la mazmorra como si se tratara de su propio hogar, la humedad y la estrechez le recordaba su vieja choza en el campamento de la Horda.  Sus pequeños ojos se acostumbraron rápidamente a la oscuridad y su enorme masa abría la marcha del pequeño grupo esquivando las piedras caídas y los pozos abiertos y atisbando con precaución las bifurcaciones olisqueando el aire y buscando rastros en las paredes y el suelo, decidido continuó la marcha a través del laberinto de cuevas y pasadizos.  Llevaba su escudo redondo de madera con remaches metálicos colgado a su espalda, un yelmo acorazado con la visera alta labrado en forma de cabeza de grifo, le colgaba de la cintura una enorme hacha de batalla sujeta a su muslo con una cinta de cuero para no dificultar sus movimientos, al otro lado de la cintura llevaba una vaina de cuero repujado vacía donde se alojaba el peligroso kukri que en estos momentos llevaba en la mano derecha dispuesto a enfrentar cualquier amenaza que apareciera ante ellos.

   Deambularon un buen rato sorteando abismos, estrechos pasillos de piedra, lagos de agua negra donde borboteaban seres inimaginables. Descansando solo un par de veces cuando el moñas del mago comenzaba a bufar y a jadear de cansancio. Gruntz lo hubiera destripado y abandonado al borde de uno de esos lagos como carnaza para los monstruos abisales, pero la Demonia le había tomado cariño y lo llamaba "mi guapito".  Así que no le quedaba más remedio que soportar su presencia y gruñir por lo bajo cuando la lasciva hembra le lamía la cara con su larga y húmeda lengua y le mordisqueaba las puntiagudas orejas con sus afilados dientes mientras parecía esbozar una sonrisa entre cruel y divertida.  Soportaba los mimos que le confiaba al hechicero nenaza porque la Demonia no olvidaba darle su parte de caricias y juegos, le rascaba la nuca con sus afiladas uñas y le producía un enorme placer que le hacía ronronear como un Orco urbano o le acariciaba su torso musculoso con sus manos finas y delicadas como la piel de una serpiente venenosa.

    Tras media jornada de caminata llegaron por fin a una enorme caverna donde el techo se perdía en las tinieblas.  Desde el interior le llegó el olor a carne fresca, hizo una seña al resto del grupo y se agazapó tras una roca, observando la oscuridad, moviendo sus orejas para intentar captar cualquier sonido y aventando el aire con sus enorme narices.  Por fin vio su presa.  Un grupo de Goblins se arremolinaba delante de ellos, parecía que estaban levantando un pequeño e improvisado campamento. No eran más de ocho, así que no representaban ningún problema para un guerrero como él.  Se acercó a sus compañeros y les informó del encuentro, les indicó que permanecieran tras la roca mientras él reducía al grupo de Goblins.  El mago bufó y no dijo nada, pero Demonia se levantó y agitó su látigo "lo siento cariño" -dijo- "pero no pienso quedarme sin mi ración de sangre" y comenzó a respirar de forma agitada levantando voluptuosamente su generoso pecho apenas oculto por una especie de cruzado mágico. Con un gesto le indicó al enorme Orco que avanzara sobre el enemigo.

    Gruntz lanzó su terrible grito de guerra, "SANGRE Y GROG" que resonó por toda la caverna, saltó en medio del sorprendido grupo de Goblins cubriendo su cuerpo con el escudo redondo y volteando su enorme hacha de batalla.  El enemigo más alto no le llegaba a la cintura, así que tajó hacia abajo y dos cabezas saltaron por los aires con la sorpresa plasmada aún en sus caras.  Bajó su escudo y un tintineo metálico sonó cuando una lanza arrojada con poca fuerza y menor convicción se rompió, dio un movimiento de revés con su hacha y otro Goblin cayó al suelo partido por la mitad, retrocedió sobre sus pasos y lanzó una mirada a su alrededor.  Lascivia había acabado con otros dos Goblins y se encaraba con otro que se defendía tras una temblorosa alabarda, a dos pasos un enemigo se recomponía y se colocaba su yelmo, mientras otro soltaba sus armas y emprendía la huída entre chillidos.  Gruntz arrojó al suelo el hacha, se lanzó a la carrera y golpeó  su escudo contra el goblin que tenía delante y lo estrelló contra el suelo con el cráneo partido en dos.  Ya tenía el kukri en la mano cuando observó que la huída del último Goblin había sido frustrada por el látigo de la Demonia que lo había atrapado por el cuello y lo arrastraba hacia sí entre los aullidos de la excitada Caída que ya se relamía pensando en el sabor de la sangre.

   UN GRITO¡¡¡, a su espalda.  Algo iba mal.  Se viró con rapidez y vio un relámpago de luz.  A unos quince pasos suyos, el mago se apretaba contra una pared de piedra mientras levantaba la mano para defenderse.  Un Goblin (debió escurrirse entre la confusión), le amenazaba con una lanza que ya goteaba húmeda y roja.  La otra mano del mago se aferraba a su muslo derecho, de donde manaba un pequeño reguero de sangre.  El Goblin levantó su lanza para rematar a su indefensa presa.  CIARAN NOOO¡¡¡¡¡¡.  El grito lastimero de Lascivia inundó toda la caverna y su eco reverberó durante un instante eterno, todo se detuvo, el kukri avanzó por el vacío girando como un disco y se incrustó en el cuello del Goblin que ni siquiera emitió un quejido, soltó la lanza y cayó de costado. El eco del grito de Lascivia se apagó.

   Tras encender un pequeño fuego, tendieron al mago sobre  pieles de búfalos de lava.  Gruntz le ofreció un largo trago de grog mientras la Demonia le rasgaba la pernera del pantalón y dejaba al descubierto la herida, no era muy profunda pero con las lanzas de los goblins no se podía estar nunca seguro.  Lascivia lamió la sangre y lavó la herida con grog caliente, luego fue a preparar uno de sus bebedizos junto al fuego para combatir cualquier posible infección. Ciaran le puso una mano en el hombro a Gruntz "gracias" -dijo- "me has salvado la vida, como agradecimiento te hago este pequeño regalo, espero que sepas apreciarlo".  Y le entregó un pedrusco del tamaño de un puño, pulido y frío al tacto.  Cuando lo levantó ante sus ojos pudo comprobar que se trataba de una enorme esmeralda de un hermoso verde transparente  que hacía juegos de luces ante el fuego de la hoguera.

   Gruntz se echó un trago de grog, satisfecho.  "Me va a terminar cayendo bien este moñas.  Como mago es un manazas, pero si sus regalos son todos de este calibre, por Tululú que defenderé su vida como si fuera la mía"".

   Guardando la gema en su talega cogió su kukri y se dispuso a saquear los cadáveres.  Incluso una basura como los Goblins podrían llevar algo de valor encima.  "Te guardaré sus corazones" le dijo en voz alta a la hermosa hembra mientras abría en canal uno de los cadáveres y hurgaba entre sus costillas.  "Haz lo que quieras con los muertos cariño.  Pero al vivo déjamelo a mí, primero le sacaré toda la información que necesitemos y luego le sacaré la vida gota a gota" .Contestó el terrible Ser dirigiendo una mirada de odio al goblin que había atrapado con su látigo mientras el terror le subía  a la cara.

   

MOTIVO 1:

  Gruntz siente una atracción irresistible hacia la Demonia y la seguiría hasta el mismísimo infierno.

MOTIVO 2:

  Gruntz es un Orco criado y entrenado para la batalla.  Abrirá siempre el grupo y en caso de conflicto pretenderá resolverlo siempre él solo.  No tiene miedo a morir.

MOTIVO 3:

  Aunque inicialmente el mago no le cayó muy bien y lo ve como rival por las atenciones de la Demonia, un pequeño soborno en forma de piedra preciosa puede hacer cambiar de opinión al Orco más terco del mundo.  Ahora también lo defenderá en cualquier situación.

CONCLUSION:

  Gruntz ha salvado la vida al mago.  A pesar de ser un rival por las caricias de Lascivia, no sabe si lo ha hecho por impulso, por fidelidad o por algún misterio inescrutable en la mente de un Orco, pero lo cierto es que tras el regalo lo volverá a hacer si fuera necesario.  Que viendo como se defiende el mago parece que habrá una segunda vez, y tal vez una tercera.  Por otro lado se ha ganado una excelente compañera en la lucha, que golpea sin piedad, no cede ante el peligro y muestra una enorme capacidad para la crueldad.  Y encima tiene tetas ¿Qué más se puede pedir?.
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Teppic

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Re: Turno 2
« Respuesta #4 en: 11 de Diciembre de 2005, 01:30:29 pm »
Personaje: Drawen
Jugador: Darthz
Calificacion: Medio



La historia la hacen los héroes, y los cobardes son los que se dedican a contarla. Cuentan escritos arcanos, sobre mi persona y sobre esta mazmorra en la que yazgo, cientos de leyendas. Algunas hablan sobre mi llegada a esta cueva oscura en la que impera el mal por doquier y otras dicen sobre años de guerras desoladoras a las afueras de Earwitz, y sobre poderosas batallas en el interior de este fuerte que encierra un poder desconocido. Y aún sigo aquí, postrado ante este trono en el que difícilmente se me cierran los ojos cada noche, y siempre tengo que hacer planes oscuros, más nunca parece acabar esa ilusión en los hombres buenos de entrar a conquistar mi mazmorra, cuando ninguno de los anteriores consiguieron su propósito. Un propósito ingenuo y tenue como el amanecer.

Los años han pasado, y mi rostro se ha demacrado con el tiempo, pero mis siervos han oído sobre el Elixir de la Eterna Juventud. Han sucedido muchos siglos desde que yo era un altivo y heroico mago, aquellas épocas ya pasadas marcaron un antes y un después en la historia, y es esta la que pretendo cambiar, aun arriesgando vidas que puedan ser revelantes en este mundo y para su porvenir. Aún recuerdo la gran batalla contra el padre de Demonoir, sufrió, quizá más que ningún otro ser en estas tierras por aquellos lares inciertos, pero la realidad es que murió en mis manos, y la piedad era la única suplica que su alma me rogaba, más su intento fue en vano, y vi con una sonrisa infinita como se deshacía en polvo bajo mi báculo ancestral. Ahora no puedo usarlo, mis fuerzas están debilitadas, por ello necesito el Elixir, y aún puedo oler, intuir esa magia que desde antaño me hizo conseguir y hacerme grande en mis oscuros propósitos.

Ahora, uno de mis siervos, se ha acercado para hablarme, una de las cosas que a la vista pueden parecer más ocultas y a la vez vulnerables, más no saben el gran poder que esta alberga en las lindes de su alma. Le he comentado mi intuición, él, absorto, prestó atención y en uno de sus guiños que predicen el futuro me aseguró que acabaría con el mal que nos acecha. Aún así, tendremos que hacer treguas, planes y demás parafernalias para acabar con el enemigo, y en eso nos basamos los malos, en el arte del engaño y en el ente frío que nos gobierna, ese que siempre hace persuadir al bueno y más luego lo envía a un laberinto del que es muy difícil escapar.

A mis oídos ha llegado el rumor de que algo se ha colado de nuevo entre mis tierras, y ya han conseguido entrar a la mazmorra. Qué tiemblen aquellos que han osado amedrentar mi morada, qué sufrirán a causa del pánico y del terror impiadoso que mostraré cuando los tenga arrodillados y suplicando. Por lo visto ya han encontrado a alguno de mis cientos de goblins que pululan por los laberintos y las oscuras sendas de este diabólico lugar, y a uno lo han hecho prisionero. Más no entienden que mis criaturas están creadas desde el acerbo del que otorga un poder inmisericordioso tan solo admirado para obedecer al mal y al poder oscuro. Así, es imposible que le saquen una sola palabra, pues preferirá morir antes que desobedecer a su gran señor y padre.

He mandado a una de mis criaturas preferidas a hacer de las suyas. Mi gran obra maestra. Ella vuela y corre, salta y despedaza cualquier cosa que a su paso interfiere, y está en busca del guerrero Demonoir, al que parece que el destino le va a juntar a la misma suerte de su padre. Pero antes, ha vislumbrado al hafling Dehmente, sólo, solitario como una presa que va ser devorada, justo antes del silencio que asegura una muerte inminente. Esta criatura es abstracta, surrealista, como mi propia alma del que muchas historias cuentan que fue tragada por el diablo en la gran batalla de los tiempos ancestrales, cuando obtuve todo mi poder, algunas leyendas cuentan que es mi propia alma, la que en un estado de subconciencia sale de mí y es imposible de ser palpada, por lo que no podrá ser capturada, pero sí que les creará más de un problema, eso es seguro. Ella alza sus ígneas alas y se apresura hacia su víctima, la acorrala y la engulle entre sus lenguas de fuego.


Motivo 1:

El gran mago ancestral se ha postrado ante su trono desde eras inmemorables y ha visto sucumbir y levantarse reinos enteros a su alrededor, aún así él ha seguido ahí junto a siervos que al ver su gran poder se le han acercado y obedecido. Ganó su trono en la gran batalla ancestral, ante magos que sucumbieron bajo su fuerza, y se quedó con la mazmorra, la cual ahora es presa de muchos reinos de todo el mundo.

Motivo 2:

Drawen envía a su propia alma a por Demonoir, pero en su camino se encuentra con un halfling que mata. Hace muchas eras consiguió ese extraño poder de separar el alma de su cuerpo, aun quedando en un estado semiinsconciente, está bien escondido y no lo encontrarán a menos que pase mucho tiempo su alma fuera del cuerpo, entonces puede morir, pero su alma es un ente casi invencible.

Motivo 3:

Está seguro de que gracias a un Elixir mágico conseguirá de nuevo los poderes que tenía antaño. Y entonces será imposible derrotarlo, pero para ello tendrá que jugar con los buenos… y solo será con alguno de ellos con el que consiga uno de sus oscuros propósitos.


Consecuencias:

Drawen se alza en su trono a gusto con sus planes que marchan bien, tan solo uno de sus siervos ha caído, pero sabe que es inútil recuperarlo, pues prefiere la muerte antes que otra cosa. Así que manda a un ente abstracto, quizá su propia alma, a por una presa fácil de los buenos, y la acorrala, y la ataca… Con la pretensión de acabar con su frágil vida. Y sigue en busca de sus planes aun inciertos… en busca de un mágico elixir, del que nadie más que él sabe su paradero.
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